(16)
Lo lleve a mi oficina para curarlo, Lilit trajo comida y me dijo que no me hiciera problemas que me tomara mi tiempo, así que estoy frente a Simón limpiando su cara y curando sus heridas visibles, mi mundano se ve tan frágil ahora mismo que estoy descubriendo una nueva cosa de él. Esta tan quieto y callado mientras toco su cara para limpiarlo y curarlo que siento que no está bien lo que estoy haciendo, después de curarlo lo llevaré a casa, antes de que llegue el amanecer, pero por ahora me encargaré de él como se debe, de cuidarlo y curarlo, y hacerlo sentir bien.
— ¿Fuiste a Taki's hoy?— me pregunta en voz baja.
Asiento, a pesar de que fue humillante como me hizo sentir en Taki's por su ausencia, no es algo que lo esté pensando ahora mismo, ahora sé que no pudo llegar porque unas personas estaban ocupando su tiempo para golpearlo.
— Lo lamento— murmura.
— Sácate tu remera, Simón.
— ¿Qué?—pregunta sorprendido.
— Quiero ver los golpes.
Veo como de repente esta temblando, su corazón late rápido, su respiración se ha agitado, reacciones mundanas cuando están nervioso, mis sentimientos están tan alterado al verlo así, es que estamos solos y parece un momento tan intimo o yo lo siento tan intimo porque no es cualquier persona la que está sentada frente a mí, sino que es la persona que me tiene a sus pies.
Entonces veo como lleva sus manos a la parte baja de su remera y después sube toda la tela para sacarla de su cuerpo, de una manera que considero fascinante, mientras observo su cuerpo, su piel blanquecina, su pequeña estructura que hace su caja torácica, los pequeños huecos que se hacen en su clavícula al bajar sus brazos y ese cuello que me provoca besar. Mi mundano es muy guapo. Entonces veo algunos pequeños hematomas de color rojo que con las horas comenzaran a tomar un color morado verdoso, pero nada de qué preocuparse, estará bien en unos días.
— Tus hematomas sanaran con los días, adquirirán un color diferente, pero nada de qué preocuparse.
— Pero me duelen— dice casi en un sonido lastimero— puedes tocar para fijarte si se está hinchando mi piel.
Lo miro a los ojos, sus ojos verdes grisáceos me devuelven la mirada también, ninguno de los dos hablamos pero nos mantenemos así, no puedo saber que está pensando o si está jugando conmigo, solo pienso que esta es mi única oportunidad en la cual podre tocar su piel, y la tentación está peleando con mi razonamiento que me quiere obligar a estar lejos, a no tocar. Pero esta vez mi tentación ha ganado y mi mano se está moviendo hacia su cuerpo, hacia un hematoma en su abdomen tocando su piel con las yemas de mi dedo, una descarga recorre todo mi organismo, y sé que en él también, porque puedo sentir su corazón latiendo con fuerza y como tiembla un poco, y yo acaricio a penas el lugar, casi como una caricia, casi como si no lo estuviera tocando, siguiendo las líneas del hematoma como si quisiera descubrir si hay algo mal, cuando en realidad estoy tratando de guardar este momento.
— Puedes... puedes tocar sin temor— dice Simón con una voz más ronca.
"No puedo, siento que estoy haciendo algo malo, siento que estás jugando conmigo para llevarme a la cama. No puedo."
— ¿Por qué estás tratando de hacer que entre a tus juegos, Simón?
Esta vez coloco toda mi mano en su hematoma viendo como mi mundano me mira sorprendido por mi pregunta, no sé si lo ha hecho conscientemente o inconscientemente, pero siento que está jugando conmigo, me está tratando en envolver en su seducción, no puedo entenderlo, no puedo seguir sus pasos ¿Si quiere jugar conmigo podre aguantarlo? ¿Podre controlarme y negarlo? No lo sé, no sé qué paso dar, no sé cómo seguir, si hacerle caso a mi cerebro que me grita que me aleje, o a mi corazón sobre que siga con esto, que siga con su juego si es que lo está haciendo.
— No somos niños Raphael, puedes rechazarme— me dice— aunque ¿Quién está jugando de los dos? Si tu mano me está acariciando, me pediste que me quitara la remera frente a ti, y me estas mirando de esa manera ¿No eres tu quien está jugando conmigo?
Y tiene razón en cierta parte, mi mano está completamente en su piel, mientras mi pulgar acaricia de manera inconsciente, y lo miro a su cara, para memorizar una vez mas cada una de sus facciones. Veo como remoja sus labios cuando no digo nada, el silencio ha vuelto a reinar entre los dos, puede que esté jugando un poco, pero no jugando en la manera que los mundanos lo hace. Si Simón lo está haciendo significa que no quiere más que acostarse conmigo y nada más, y yo quiero que quiera más que eso.
— Me dijiste que tocara sin temor— murmuro—me dijiste que te tocara...
— ¿Entonces me estás diciendo que me estas obedeciendo en lo que te pido? — Pregunta en un susurro— ¿Entonces si te pido que me beses lo harías?
— No...
— Entonces ¿Puedo yo besarte?
No sé que responder a eso, me he quedado helado a lo que ha dicho, es más de lo que esperaba, es más de lo que deseaba, es mucho mas y me siento tan extraño. Cuando quiero ver Simón ha sacado mi mano de su abdomen y se ha levantado mientras yo levanto mi mirada para ver su cara.
Esta sin remera y me ha preguntado si puede besarme, no sé cómo sentirme al respecto, y entonces se encorva hacia adelante bajando su cuerpo para que su rostro llegue a mi cara, las reacciones de su cuerpo mundano hacen alterar al mío, después de una mirada silenciosa siento como sus labios chocan con los míos comenzando a moverse esperando una respuesta de mi parte, solo respondo a ello porque no puedo negarme, es un beso de mi mundano, no puedo rechazarlo.
Entonces se mueve y se sienta en mis piernas, sus labios siguen en los míos moviéndose, su lengua entrando a mi boca como si hubiese hecho esto tantas veces, pero no debo pensar eso ahora, mi lengua también está en su boca haciendo que este beso se haga húmedo, el ruido de nuestro beso llena este silencioso lugar, y su cuerpo se está apretando en mi cuerpo, mis manos están dispersa por su cuerpo, uno en su cuello atrayéndolo más a mí y la otra en su espalda baja apretándolo más. No puedo parar, no quiero parar, me siento tan bien.
— Yo me siento tan bien ahora mismo— dice cuando nos hemos separado para que respire.
Ahora mismo estoy besando su cuello mientras dice aquello, Simón se está presionando contra mi entrepierna que está sufriendo un problema por sus movimientos, mientras sus manos están en mi cabello, su voz esta mas ronca, su voz me hace sentir tan caliente, quiero más, quiero a mi mundano completamente para mí.
— Raphael bésame, por favor.
Pero cuando estaba por volver mi boca a la suya, la puerta fue golpeada y todo el momento íntimo se acabo, porque Lilit sin abrir la puerta me está avisando que debo es hora de llevar a mi mundano a casa antes de que lleguen mis niños, antes de que amanezca. Tanto yo como Simón hemos parado de lo que estábamos haciendo, estamos quieto mirándonos, Simón aun sentado en mi pierna, respirando con dificultad, con su pelo revuelto y labios hinchados, se ve hermoso. Ambos tenemos un problema en nuestros pantalones, pero es hora de dejarlo acá, es suficiente para ambos, debo volver en mí, esto está mal.
— Te llevaré a tu casa Simón.
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