No durmió mucho esa noche, sólo veía al techo oscuro. Megan ya sospechaba que haría algo, así que debía ser ahora o nunca... Esto debía acabar.

Cuando los primeros rayos de sol entraron por la ventana Alex se puso de pie, no se puso la capucha ni amarro su pañoleta a su rostro, la dejo en su brazo. Con pasos rápidos y silenciosos dejo su cuarto y la instilación donde estaba, por ahora no volvería. Aun con rapidez siguió el camino por el que los había guiado Layonel para llegar, en cuestión de unas dos horas había llegado a la estación del metro, ya estaba en la ciudad... Y la escena no le gustaba, habían agentes y soldados de ESDEK por todos lados, habían unos cuantos agarrando a kustermen y poniéndoles collares de formas brusca y violenta, las personas no se acercaban ni a los agentes ni a los kustermen, los veían con asco, como si fueran una plaga.

El castaño salio de la estación y casi al instante supo que llamo la atención, las personas lo señalaban aterrados y murmuraban entre si; mientras que los soldados y agentes también centraron su atención en él, aunque tuviera aún su cabello largo hasta los hombros lo reconocían, Alex Castell, el psíquico.

-¡Las manos donde pueda verlas!.-grito un soldado mientras le apuntaba.

El castaño lo ignoró por completo, siguió caminando dándole la espalda a todos, los soldados y agentes comenzaron a disparar sus armas y poderes contra el castaño, polvo, cenizas, fuego, concreto, balas; todo iba contra Alex, pero ningún ataque llegó a tocarlo; habían desaparecido en la nada, y junto a todos los ataques el castaño también había desaparecido, lo perdieron de vista.

-El psíquico esta en la ciudad.-informó por radio uno de los agentes.

-Ya voy para allá.-respondió una voz femenina por la misma radio.

Alex se dedico a caminar de forma lenta por la ciudad, todos lo veían, lo reconocían, pero nadie se atrevía a detenerlo o hablarle, le temían al líder de Legión. Después de un buen rato de caminata y llamar la atención de toda la ciudad llegó a su destino, el "Red Paradise"... O lo que quedaba de el, la entrada estaba destruida y las ventanas rotas, varias de las paredes raspadas y el mostrador y barra destrozados, todo el licor yacía esparcido por el piso... Habían destruido su hogar. Aun con esos pasos lentos fue hasta la azotea, se arrodilló y dejo sus manos detrás de su espalda mientras veía al piso; estaba cansado de todo esto, debía acabar; escucho como habían mas gritos y como llamaban a soldados y agentes, también escuchó un helicóptero, subió la vista para verlo bien; era el de las noticias, eso le dibujo una sonrisa y luego volvió a bajar el rostro; estaban cerca, en cuestión de minutos los agentes llegarían...

-¿Así que al fin aceptas que perdiste?.-preguntó una voz femenina.

Alex subió la vista para ver a la persona delante de él... Sam, quien vestía un vestido plateado; una mueca de odio se mostró en el rostro del castaño y volvió a mirar al piso.

-Tus trucos no me engañan Clarice.-dijo sin verla.-¿Bellatrix ya se canso de usar te con mi apariencia?.-añadió con burla.

-Ella ha estado esperando su arma original.-respondió esta viéndolo.

Alex soltó un gruñido y vio de nuevo a su alrededor, estaba rodeado, todos le apuntaban y Clarice había tomado su apariencia normal, cabello negro, y ojos azules... El helicóptero estaba mas cerca y era casi seguro que ya la noticia estaba siendo transmitida; y Clarice ya tenía el collar en sus manos y lo acercaban a él.

-Hasta nunca Alex.-se despidió y el collar ya estaba casi sobre su cuello.

El castaño soltó una pequeña risa y subió la cabeza para ver bien a le pelinegra; sus ojos estaban completamente blancos y sus venas marcadas. El collar se hizo polvo antes de poder tocarlo, y aprovechando la sorpresa de todos le hizo una barrida de pie dejándola en el suelo; por instinto todos los soldados le dispararon, ni una bala llegó a tocarlo ya que a mitad de camino se detuvieron y se devolvieron contra ellos. Los soldados cayeron muertos al piso, y otros pocos cayeron de la azotea y llegaron a la calle, llenándola de gritos. La pelinegra que apenas se recuperaba de su shock vio a su alrededor, sus soldados muertos, y delante de ella el castaño, con una expresión seria y vacía; en ese momento se dispuso a lanzarse al ataque contra él, pero el polvo del collar se unió a su cuello y se volvió a formar, ahora ella poseía el collar anti-kustermen.

Aun así se lanzo al ataque, golpes rápidos que el castaño esquivo y devolvió, y pocos segundos luego el polvo se subió por sus pies y ambos le quedaron sepultados con el concreto, sin sus poderes no podían escapar... No habían mas agentes alrededor ya que se habían confiado, estaba sola... Perdida.

-¿Enserio creiste qué me daría por vencido?. Ustedes pagaran, por todo lo que hicieron.-le dijo serio.

-Vas a morir Alexander.-le dijo Clarice seria.

Alex le mostró una sonrisa torcida y del helicóptero trajo algo hasta donde estaba él, la cámara. La dejo cerca de ellos y vio directo a ella, ignorando a Clarice.

-Muchos me verán como un monstruo, y tal vez si lo sea, pero saben algo, yo nunca quise ser lo, yo quería ser un cantante, quería tener una vida normal como todos ustedes, pero por desgracia nací así.-dijo pasándose la mano cerca de los ojos.-Ustedes nos hicieron así, y esto no debería estar pasando, pero así lo quisieron, ¿Por qué nos odian?, ¿Nos temen?. Acaso creen que nacemos con un instinto asesino, con sed de sangre solo por tener poderes, ¿Creen que nacimos siendo asesinos?. Les aseguro que nosotros, los kustermen solo queremos una maldita vida normal... Pero ustedes no nos dejan mas opciones, o somos sus armas para matarnos a nosotros mismos, o somos cazados. Usan a ESDEK y sus descubrimiento para matarnos y quitarnos nuestras vidas... Y ya estoy cansado de esto, quiero una vida normal, y mientras ESDEK viva no la tendré, ni ningún kustermen la tendrá... Por eso hoy haré esto.-dijo viendo a la cámara con seriedad y volteo a ver a Clarice.

La chica lo vio confundida, no sabia que esperar... Hasta que sintió como su brazos derecho se extendió lo mas que pudo y comenzó a despegarse; soltó un grito de dolor al escuchar el hueso romperse y seguido de eso su brazo se despegó por completo de su cuerpo; Clarice grito adolorida y unas cuantas lágrimas salieron, vio a Alex, estaba tan indiferente viéndola.

-Quiero que le digas a tu querida lady, que este solo es el comienzo, esto es guerra.-dijo en voz alta y seguido la pateo.

La tierra debajo de los pies de Clarice se hizo polvo y la patada la tiro del edificio, cayó contra un auto herida y los gritos no se hicieron esperar de nuevo.

-Quise hacer esto por las buenas, les mostré lo que nos hacían y les dio igual, ahora no seré tan misericordioso. Esto es una guerra, y si un humano se mete, morirá a mis manos. Acabaremos con ESDEK y forjaremos nuestra propia vida, sin importar el costo, porque nosotros también lo merecemos. Si alguien quiere unirse a mi, que lo haga ahora.-dijo serio.

Alex esperó unos pocos minutos, y cinco personas se pusieron a su lado; dos usaban collares, mientas que los otros no. El collar de esos dos se hizo polvo y quedaron libres.

-Legión no se rendirá, ganaremos.-dijo a la cámara y en ese momento se daño y corto la grabación.

Agentes y soldados se acercaban, pero mientras lo hacían toda la ciudad se lleno de niebla cortesía de otro kustermen que se unió a Alex. El castaño vio a las seis personas y sin decir mas nada corrió, esos seis lo siguieron con rapidez mientras lo veían con admiración; ese castaño no le temía a la muerte... Por eso era el líder de Legión

Continuará...

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Estrallita y compartir ayuda mucho amigos mios, gracias por llegar hasta aquí, hasta otra amix.