Capítulo 9
"Manipulación"
Una gélida brisa recorrió toda mi espalda, siendo suficiente para despertarme y notar que continuaba en el suelo de aquella habitación donde fui encerrada. Al ver las cortinas danzar con el viento, identifiqué de dónde venía tanto frío, me asomé por la ventana con un pequeño balcón y el sonido de las olas en la orilla llegó hasta mí. El aire era fresco y se sentía como las noches de verano en las que viajaba con mi madre a la playa.
Pero ahora mismo no estaba en unas vacaciones, sino que en una cárcel en medio de una isla por algún lugar del mar.
El claro brillo de la luna me permitió ver más allá de un bosque de pequeña vegetación, donde las estrellas se ocultaban en el horizonte y la luz del gran satélite se reflejaba en el agua creando una perfecta mangata.
Miré hacia abajo pensando en que si las rejas no existieran podría saltar, quizás acabaría con una pierna rota, me arrastraría por el bosque para llegar a la playa, sumergirme en el agua con la intención de nadar, pero al final me terminarían atrapando. Porque si me quisieran matar, el general no me habría salvado, por alguna extraña razón él me marcó y ahora me mantiene con vida en este perverso lugar lleno de secretos. Todo ese misterio atrae a una pequeña parte de mi a quedarme, la familiaridad de los ojos del general y la razón oculta por la que Octavian está empecinado a mantenerme con vida, ellos saben demasiado de mí, tanto que da miedo.
Soltando un suspiro volví a ver hacia el mar, pensando en que, si lográbamos escapar del edificio, ¿Cómo lo haríamos de la isla?
―Nunca nadie ha nadado más allá y sobrevivido para contarlo. ―Una voz grave y ronca me sorprendió a mis espaldas como si estuviera leyendo mis pensamientos.
―¿Los asesinan? ―Pregunté sin quitar mí vista del horizonte.
―No hace falta, la naturaleza hace su trabajo, ―Octavian se escuchó más cerca de mí ―, incluso en verano, las aguas que rodean la isla son muy frías para soportarlo y si logras superar las olas, te toparas con tiburones o animales que te despedazaran.
―¿Entonces cómo escaparemos?
―Lo harán, tengo un plan para que logren cruzar la franja. ―Lo sentí a menos de un metro de mí.
―¿La franja?
No había mucha distancia que nos separe, él estaba casi pegado a mi espalda y podía sentir el calor que su cuerpo desprendía.
―De día se ve mejor, pero por allí. ―Levantó su brazo por mi lado izquierdo señalando el mar. ―Existe un desnivel en el suelo que los jinetes llaman la franja de la muerte, es un acantilado de un kilómetro de ancho y no tiene fondo, cruzándola cambia la temperatura del agua e incluso no hay tiburones, pero si no lo haces en un barco y con alguien que sepa pilotarlo, los remolinos de la franja te arrastraran a las profundidades.
―Escapar cada vez parece más imposible ―comenté luego de escuchar el otro obstáculo al que nos tenemos que enfrentar para volver a casa.
―Lo es, pero las cosas imposibles nunca han sido un obstáculo para conseguir lo que me propongo.
― ¿Caín está muerto? ―Mi voz se quebró tan solo de pensarlo, el chico repleto de tatuajes se me había metido en la cabeza cambiando mis pensamientos como una gélida brisa que el pasado trae consigo.
―No... ―finalmente respondió suspirando ―, ya debería estar saliendo de los túneles.
Me giré hacia él totalmente sorprendida encontrándome con sus ojos azules fijos en mí. ― ¿Cómo lograron que sobreviva al veneno?
―Su plato nunca lo tuvo, averigüé que presas de pollo lo tenía y las reemplacé antes de que el general entrara.
―Hacen un gran equipo de idiotas. ―Sonreí pensando en cómo había sido engañada por esos dos.
Octavian volvió a suspirar y yo me encontré con su miraba cargada de preocupación, estaba tenso. Como nunca lo había visto.
―¿Qué pasó? ―él me evitó y no dijo nada. ―Octavian contéstame. ―Busqué su mirada.
―No podré sacarte de aquí...
Sus palabras me hicieron retroceder chocándome contra las rejas, estaba perpleja. Sabía que mi prioridad era sacar a los demás, pero tenía esperanza de que yo también lo lograra, que volvería a ver a mi madre. Mis ojos se cristalizaron.
―Mi padre te tendrá prisionera hasta que acabe la última prueba e incluso planea no soltarte nunca, por esa razón Caín reaccionó de esa forma cuando dijiste de irnos luego de las pruebas, él sabía que pasada la quinta prueba sería muy tarde para ti. ―Continuó sin mirarme. ―Si antes era difícil sacarte, ahora que mi padre no te quita la vista de encima, es imposible.
―Lo imposible nunca ha sido un impedimento para ti... ―Susurré al borde del colapso.
Octavian levantó la cabeza encontrándose con mis ojos cargados de lágrimas, mi expresión de desilusión y dolor. Sentía un baldazo de agua fría en el rostro, como si la verdad me haya arrancado del tirón mis esperanzas, entonces consideré otra posibilidad, un nuevo plan... Mi plan.
―Arcane... ―Quiso acercarse, pero yo lo aparté y caminé por el interior de la habitación limpiándome las lágrimas.
―No... ―dije dándole la espalda, pensando en las palabras que diría ―, te hice prometer que primero sacaríamos a mis compañeros y así será, si se enteran que yo no iré van a querer buscar una alternativa y no la hay. ―Me volteé a verlo mientras reunía todo el valor que me quedaba ―. Que sigan creyendo que escapare con ustedes, seré su distracción, mantendré ocupado a tu padre mientras ustedes escapan antes de la quinta prueba y prométeme que pase lo que pase tomarás un barco y los sacarás de aquí.
―No haré promesas que no quiero cumplir, quiero que tú salgas con vida. De eso se trató desde el principio.
―No sé cuál sea la razón por la que estás tan empecinado en mantenerme con vida, pero si tu padre me quisiera muerta me habría dejado morir en manos del veneno, pero no lo hizo y no me matará.
Pude notar como Octavian tensaba la mandíbula mientras se acercaba a mí.
―Ese es el maldito problema, no sabes ni la mitad y si lo supieras tampoco podría ayudarte.
― ¿Y qué si pudieras? ¿Cómo sabes que la verdad empeoraría todo si no me la dices? Tú y Caín están ocultándome cosas desde el primer momento y se aprovechan de eso para controlarme. —Una pequeña voz dentro de mi cabeza me decía que continué con mi papel de víctima, pero deseaba más información.
―La verdad ya ha hecho mucho daño. ―Respondió entre dientes.
―Entonces no me la digas, pero salva a mis amigos.
―¿Amigos? Ni siquiera los conocías hasta antes de ser secuestrados. ―Dijo molesto.
―Exacto, quizás no sepas mucho de amistad, pero les he tomado cariño a esos cuatro, sin mencionar que Wren es mi familia, la poca que me queda.
Mi comentario pareció molestarlo ya que se acercó aún más a mí.
―¿Y tú qué sabes si yo he tenido amigos? Te recuerdo que mataron a Harry, mi mejor amigo, solo por acercarse a ti ―escupió enojado en mi rostro.
―Tú lo dijiste, él se acercó a mí, él mismo se buscó su muerte. Así que no seas un cobarde e intentes hacerme cargo de las decisiones de los demás.
"Arcane cierra la puta boca"
Fue lo único que pensé cuando la molestia en el rostro de Octavian se volvió furia y esta provocó que me tomará con fuerza del brazo.
―Me lastimas... ―Dije intentando zafarme, pero era inútil. ―Octavian... ―Rogué con la mirada que me soltara, no sabía lo que podía hacerme estando enojado, ya no soportaría otra paliza.
Sus ojos azules se encontraron con el temor de mi mirada y me soltó girándose mientras se pasaba una mano por el cabello. Verlo así, me dio paso a comenzar mi plan allí mismo, era hora de mostrarme como nunca lo había hecho.
―Eres un enfermo... ―Susurré viendo el moretón que se formaría en mi brazo.
―Ya lo sé... ―Su respuesta me tomó desprevenida. ―Me diagnosticaron con problemas de ira y bipolaridad, no puedo controlarlo, lo siento, yo... Yo... No quiero hacerte daño.
Su voz se escuchó agotada y entonces lo comprendí, esos enojos repentinos, los cambios drásticos de emociones y la oscuridad en su mirada.
―Lo siento... No lo sabía. ―Dije apenada intentando acercarme a él, quien aún me daba la espalda.
―¿Cómo ibas a saberlo si a penas me conoces? Todo esto es mi culpa, mientras más cerca estás, más corro el riesgo de lastimarte. Creí que serías la solución.
Temblando logré reunir el valor para poner una mano sobre su hombro y hacer que se gire a verme.
―Lo siento, pero yo no puedo ayudarte... ―Busqué su mirada y cuando la encontré continué hablando. ―No soy terapeuta, incluso yo antes de todo esto asistía a una, pero puedo ayudarte a encontrar a alguien que de verdad pueda. Si escapas de aquí, podrás conseguirlo, encontrar a mi madre y que ella te ayude. Hécate es la mejor terapeuta y madre que encontrarás... Sólo debes escapar.
―¿Y qué hay de ti? ¿Esperas que te deje aquí y le diga a tu madre que abandone a su hija?
―Yo tendré otras oportunidades de escapar, así como la vida me ha dado muchas oportunidades de vivir, pero tú no las has tenido. Te estoy dando la posibilidad de comenzar de cero Octavian.
―¿Por qué lo haces? ―Clavó sus ojos azules en los míos.
―Por qué sé lo que es no poder controlar tus emociones y no poder estar con alguien porque tu mente no se calla.
Una parte de mí se sentía mal por manipularlo así, haciendo que me vea vulnerable para que acepte sacar a mis amigos de aquí. Pero la verdad es que no lo conocía de nada, solo había visto su faceta más monstruosa y sabía que por alguna razón desconocida él deseaba salvarme. Nuestros objetivos eran distintos, él nunca perdía, pero yo no me rendía, me mostraría débil, desamparada, una víctima de las circunstancias, todo para lograr mis objetivos. Este es un juego que no estoy dispuesta a perder.
Graycee me dijo que yo soy su única oportunidad para escapar, pero no pudo ver que en realidad es Octavian y que yo solo lo manipularía para que Wren pueda volver con su familia. Y si el chico de ojos azules me quería salvar tanto como decía, volvería por mí, para ese entonces ya no buscaría salvar a otros, si no que a mí misma. Porque como dijo el general:
Aquí no hay buenos ni malos, solo personas que buscan sobrevivir.
Octavian abandonó la habitación luego de que lo llamaran para atender asuntos importantes, mientras lo veía marcharse me cuestioné mis intenciones, pero esos pensamientos de compasión me destruirían, ahora necesitaba tener la cabeza fría y rogar porque haya funcionado. Rogar porque Caín consiga entrar y salir por los túneles, para que en la madrugada salgan antes de la quinta prueba y para cuando despierte, estarán en un barco muy lejos de aquí.
♠️♠️♠️
Holi caracoli, antes de comenzar, quería aclarar una cosita del capítulo. Cuándo Arcane llama enfermo a Octavian y él asiente mencionando su diagnóstico, no estoy queriendo decir que los problemas de ira y bipolaridad son enfermedades, se trata del personaje que cree eso. La bipolaridad y los problemas de ira son trastornos que pueden tratarse con un especialista.
Volviendo al capítulo... ¿Qué les parece lo qué está haciendo Arcane?
Ahora mismo conocemos otra faceta de nuestra protagonista ¿manipular? Creo que eso es jugar sucio Arcane.
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