Capítulo 6
"Colapso"
Lo cierto es que no conocía absolutamente nada sobre los jinetes, solo eran psicópatas secuestradores de adolescentes. Aún ni siquiera termino de comprender cuál es la función de esas pruebas. En ese instante estaba siendo conducida a una que tenía una mano en la puerta y entonces deduje que se trataba de los cinco sentidos, pero ¿Qué quieren probar? Se supone que si quisieran averiguar las cualidades de alguien también considerarían las físicas.
—Más rápido, eres la última. —El jinete que me escoltaba me empujó y yo lo miré de mala manera.
Desde que habíamos salido del desayuno, este saco de músculos y poco cerebro me obligó a levantarme, me obligó a subir las escaleras y a caminar. Incluso habíamos caminado tanto que me alegraba haber llegado.
Antes de entrar, él abrió la puerta y a diferencia de las antiguas habitaciones, esta estaba en completa oscuridad, una tan profunda que podría palparla. Me rehusé a pasar, pero su empujón fue tan fuerte que me caí sobre mis rodillas dentro de la habitación.
—¿Hola? —pregunté tanteando a mí alrededor.
—¡Arcane! —la voz de Wren se escuchó lejana y por más que intentara agarrarme de algo, no podía llegar hasta allí.
—Silencio, —en toda la habitación sonó la voz del hombre uniformado, el general que nos explicaba cada desafío —. Estamos en la tercera prueba y aquí pondremos en juego uno de sus sentidos, el tacto. Cada jinete asignado tiene la tarea de cazar a su presa en medio de la oscuridad, logren encontrarse con su grupo y unirse contra los jinetes... Mucha suerte.
Incluso cuando sonó una ensordecedora alarma yo seguía arrodillada en el suelo intentando procesar lo que el tipo había dicho.
¿Nos iban a cazar nuestros jinetes asignados?
¡Octavian viene por mí!
Ese pensamiento me impulsó a levantarme y correr sin un rumbo fijo por la oscuridad tropezando con mis propios pasos, cada pequeño sonido era un eco en toda la habitación así que disminuí la velocidad para ser silenciosa.
—¡Arcane! —Wren gritó y sabía lo que significaba, su jinete iba por ella, pero yo debía llegar primera.
Esta vez el sonido de su voz se escuchó más cercano y entre tanta oscuridad pude sentir una presencia frente de mí, la había encontrado.
Corrí hacía ella, pero al llegar me choque contra un muñeco con una repetidora. Wren no estaba gritando, ni siquiera sabía si estaba en la misma habitación. En el instante que me giré sintiendo una brisa rozarme la nuca, un golpe en mi mejilla apareció de la nada lazándome a un costado, sentía como esta me latía y sabía perfectamente de quién vino.
—Hola linda... Que gusto me da cazarte. —La voz ronca y seductora de Octavian inundó mis oídos haciendo que me vuelva a parar enfrentándolo.
—Tendrás que buscarte una presa fácil de cazar... —dije sacando mi navaja del mono y el sonido del filo apareciendo le hizo soltar una carcajada, una perturbadora carcajada.
Su siguiente golpe fue directamente a mi estómago, algo que no pude esquivar.
—Es injusto que tú si me puedas ver, —dije intentando recuperar el aire, —¿O temes que te humille? Tranquilo, nadie podrá verlo. —dije irónica girando a ver hacia todos lados
—Yo nunca pierdo linda... —Escuché como se quitaba algo de la cabeza y luego lo lanzaba a un lado.
Esto ya es personal.
Con rapidez hice un paso hacia adelante lanzando cortes al aire, hasta que sentí como uno le atinó haciéndole soltar un quejido.
Manejarme sola por la noche hizo que mi vista se acostumbre a la oscuridad y ahora daba sus frutos. Antes de que él pueda golpearme comencé a correr en busca de alguien de mi equipo.
Mi pulso iba por las nubes y sentía como Octavian me perseguía con pasos torpes dándome ventaja. Si en la oscuridad no tienes confianza de tus propios pasos, no podrás ni caminar.
—¡Ayúdenme! —Ese grito no fue una repetidora, Waylan estaba delante de mí siendo atacado.
En cuanto me acerqué más, escuchaba los quejidos de Waylan en el suelo, así que supe que su jinete estaba encima de él. Entonces hice algo arriesgado y estúpido que funcionó, lancé una patada al aire acertándole en el torso del jinete de Waylan, eso tomó desprevenido al chico así que voló unos metros de nosotros.
—Vamos, levántate. —ayudé a que el rubio se pueda levantar mientras se sujetaba de mi cuerpo —¿Te hizo algo?
—No, si no hubieras llegado esta habría sido mi última prueba.
—Aún no termina. —Miré a mí alrededor con la navaja en alto, sintiendo carcajadas roncas convertirse en ecos que nos rodeaban, pero no era Octavian, conocía su egocéntrica risa, esta era más grave.
—No te muevas... —Un susurro me rosó la nuca y luego se marchó.
—¡Corre! —Tomé a Waylan de la mano y ambos corrimos a toda velocidad.
Entonces alguien saltó sobre mí, haciendo que nuestros cuerpos rueden por el suelo y esa persona quede sobre mí.
—Te crees la gran cosa por estar marcada. —Era una voz completamente desconocida, pero el brillo del filo de su cuchillo acercándose me alarmó, comencé a moverme intentando quitármelo de encima, pero era imposible, hasta que alguien lo quitó y sentí como un líquido espeso me bañaba por completo, ese aroma metálico me resultó familiar... Estaba cubierta de sangre.
—Consíguete tu propia presa, cerdo. — Octavian había aparecido —ten, se te cayó cuando salvaste a tu amigo, — me extendió mi navaja y al sujetarla por el filo supe que se la había clavado en algún lado al otro tipo.
Con el corazón a mil comencé a arrojar cortes al aire, no sabía si podía confiar en Octavian, pero entonces sus manos me tomaron de las muñecas y me tiró hacía él.
—Te dije que sin gafas. —solté molesta sintiendo su aliento a menta en la cara.
—No las tengo, tu aroma hace que pueda verte en cualquier lado.
—¿Ya me matarás?
—No, solo quería asustarte un poco y acabé con un corte limpio en la mano, por cierto, tienes buena puntería. —No podía verlo, pero el calor de su cuerpo me envolvía y al sentir su herida abierta contra mi muñeca temblé.
—¿Cuál mano? —Pregunté en un susurro.
—Derecha así que tranquila, uso la izquierda para todo. —Eso último sentí como lo susurraba aún más cerca de mí. —Ya se llevaron a tu amigo, él está a salvo, acabaste con su jinete.
—Pero yo no fu... —balbucee.
—Tú acabaste con su jinete, ahora debes buscar a los demás, yo te cuidaré desde las sombras fingiendo que te estoy cazando — me soltó.
—Tal como has hecho desde el principio. —Dije rápidamente y comencé a correr en buscar de los demás.
Wylan ya está a salvo, faltan tres.
Juraba haber corrido por toda la habitación y sentía este lugar enorme, pero lo cierto era que la oscuridad lo hacía parecer infinito y podría haber estado dando vueltas en círculos por media hora, sin escuchar ningún grito o quejido. No sabía que creer, si ya estaban todos muertos o muy bien escondidos.
Pero entonces alguien pasó corriendo a mi lado a toda velocidad y sin saber si era un jinete o uno de mis amigos, lo seguí.
Intentando alcanzar a esa persona sentí como otros pasos me seguían a mí.
Apresuré el paso y salté sobre la persona a la que yo seguía, al caer sobre él, sentí su gélida mano envolverme el cuello.
—No soy un maldito jinete. —Caín se removió debajo de mí.
Me tomó de la cintura y apartó a un lado, haciéndome sentir como un rubor subía por mis mejillas, gracias a dios no puede verme.
—Creo que el jinete se confundió y pensó que tú eras uno, dejó de seguirme. —Susurró viendo a su alrededor.
—Con un gracias me conformo.
—Vamos, salvemos a Wren. —No era un gracias, pero servía para mantenerme callada si salvaríamos a mi mejor amiga.
Ambos caminamos atravesando la oscuridad y para evitar que él me dejé atrás, lo tomé de la mano y me volví una garrapata que no lo soltó en ningún momento, al caminar un poco más, fui capaz de oler el metálico aroma a sangre.
Antes de que podamos acercarnos más, unas luces blancas se encendieron de repente y ante el cambio tan brusco caí hacía atrás sintiendo como me quemaba, pero Caín tiró de mi mano y abrazándome, ambos caímos al suelo.
Sentía pinchazos en los ojos y me dolía toda la cabeza, me era imposible acostumbrarme de nuevo a la luz luego de estar por horas en la oscuridad. Pero de a poco lo hice, abrí primero un ojo y vi como Caín me protegía con todo su cuerpo.
El olor a sangre era más fuerte que nunca y al abrir ambos ojos veía manchas negras por todo mi alrededor, pero ninguna de esas manchas podía cubrir la horrible escena en frente de mí.
Wren estaba cubierta de sangre sobre un jinete que tenía un cuchillo en el pecho y a su lado, Graycee inconsciente con salpicaduras de sangre en el rostro.
—¡WREN! —Mi grito fue desgarrador, lo que hizo que Caín se apartara y yo pudiera correr hacía ella.
Por un segundo me vio asustada y saltó sobre mí.
—Arcane, hice que se callarán, ya no me torturan. —Sostuvo mi rostro entre sus manos, pero poco a poco su voz se fue apagando.
Y entonces supe de dónde venía el olor a sangre fresca, Wren tenía un cuchillo clavado en el brazo.
No tuve tiempo de reaccionar ya que ella finalmente cayó sobre mí, Octavian corrió hacía nosotras cargándola y se la llevó. Llegaron enfermeros que se llevaron el cuerpo del jinete y también a Graycee, luego nos condujeron a la enfermería a nosotros.
Al entrar, Eira se giró y me dedicó una mirada cargada de preocupación y dolor, sin soportar más y en un intento de asimilar todo lo que sucedió, rompí en llanto sintiendo como mis piernas flaqueaban hasta finalmente dejar de funcionar. Ella corrió hacía mí y me abrazó acariciándome el cabello.
—Ya pasará Arcane... Eres una chica muy fuerte, viene de familia.
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Holi caracoli, este es un capítulo más corto de lo normal jsjsjs. ¿Qué les pareció? ¿Qué piensan de Octavian? ¿Es bueno? ¿Malo?
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Les dejo mi cuenta de Instagram donde estaré subiendo información de la historia, dinámicas, entre otras cosas. Pueden encontrarme como: Alextimia_H
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