(๑˙Capítulo 7 / Jin˙๑)
Día 4.
Un día más en el bello muelle de loto, donde a la par que salía el sol, el bullicio en el lugar se alzaba junto a éste por encima del horizonte.
Los jóvenes Jin, Jin GuangYao y Jin ZiXuan, se encontraban viendo cómo los demás jóvenes estaban en sus asuntos, era el cuarto día estando en la secta de Yunmeng Jiang y ya no encontraban que hacer realmente, ya habían explorado el primer día, hablado con todos el segundo, visitando el pueblo el día anterior, y ahora estaban sentados con la espalda contra los troncos de un árbol mirando a los demás que se encontraban aún fascinados por la secta Jiang yendo de allá para acá.
Los únicos que no se dejaban ver tanto eran los líderes que se esfumaban después del desayuno, Madam Yu siempre se encargaba de los entrenamientos, y los jóvenes Jiang, sobre todo no habían podido ver o estar mucho con el joven omega de olor a loto por el cual habían venido en primer lugar a la secta Yunmeng Jiang, el cual era siempre llevado por sus hermanos, o distraído por alguien más como en los tres días anteriores.
–¿Ahora qué?–
Dijo ZiXuan poniendo sus manos tras su cabeza, recargándose plácidamente en el árbol.
–No lo sé–
Dijo aburrido GuangYao, comiendo un panecillo que había tomado del desayuno para más tarde.
Ambos se quedaron viendo a los demás, los Wen estaban jugando damas en las mesas de tronco y madera, haciendo equipo de dos y dos, hermanos contra hermanos, aunque habían muchos gritos ahí, el Nie se encontraba corriendo siendo perseguido por Wei WuXian que decía algo de traidor, y los Lan caminaban junto a la joven Jiang que les hablaba sobre algo, se le veía seria, y los Lan como si fueran regañados por ella.
En fin, ellos miraban toda la escena en paz y aburrimiento, hasta que vieron al menor de los Jiang salir de entre los pasillos al jardín donde todos estaban, caminando hacia una dirección camino al pueblo, llevaba un papel en mano, por lo que seguramente era un encargo de alguno de los líderes o Madam Yu, y nadie más que ellos lo habían visto salir.
–Nuestra única oportunidad–
Murmuró ZiXuan.
–Si–
Murmuró de vuelta GuangYao.
Rápidamente se pusieron de pie al ver que el menor ya había desaparecido del campo de visión.
–Pero debemos disimular, nos va a ver raro–
Propuso ZiXuan.
–Cierto–
Y así, sin que los demás los vieran, se fueron caminando tranquilamente por el mismo camino que el omega se fue.
[•••]
El menor estaba siendo molestado por dos cultivadores que parecían extranjeros, sobre todo por no saber que estaban molestando al hijo del líder de Yunmeng Jiang y de la temible araña violeta.
–Hola bonito, ¿Te gustaría ir con nosotros a un lado?–
Preguntó el primer tipo, que se veía guapo, pero lo hormonal se lo quitaba por completo he incluso le superaba.
–No, piérdanse–
Habló cortante el pequeño Jiang, comenzando a caminar para irse de ahí lo más rápido posible, no quería lidiar con tipos así.
–Mmh, omega difícil, al final resultan ser los que adoran ser tratados como perras–
Habló el segundo sujeto.
El menor estaba apunto de sacar su espada para comenzar un enfrentamiento justo después de esas palabras y sentir como lo tomaban descaradamente por sus caderas, pero antes de poder desenvainar a Sandu, los dos tipos estaban en el suelo debido a un fuerte puñetazo en la cara y apuntados por dos espadas resplandecientes.
El omega miró a los dos alfas Jin que amenazaban a ambos tipos con sus espadas, con una mirada que podría hacer temer a cualquiera, seguido a eso como GuangYao lo tomó suavemente de su muñeca para ponerlo tras ellos, mirando ambas espaldas.
–¿No son de aquí verdad?–
Habló primero Jin ZiXuan, recibiendo una negación frenética por ambos tipos en el suelo que aún estaban desorientados por tremendo golpe en la cara.
–¿Qué diría el líder Jiang FengMian, y su señora Madam Yu, conocida como la temible araña violeta, portadora de Zidian, de que estaban molestando de esta manera a su pequeño flor de loto?–
Ambos tipos en el suelo palidecieron para seguido ver al omega que estaba detrás de ambos Jin con brazos cruzados y mirada con ceño fruncido.
Ellos sabían quienes eran los líderes, pero no sus hijos.
Habían metido la pata en grande.
Ambos Jin sonrieron complacidos al ver los rostros de miedo de ambos, bajando sus espadas, volteando a ver al omega.
–Largo–
Dijo molesto el menor, dejando de cruzar sus brazos para dirigir su mano a Sandu.
Rápidamente ambos tipos en el suelo se levantaron y salieron corriendo.
El pequeño Jiang miró a ambos Jin.
–Gracias por su ayuda–
Ambos alfas asintieron.
–¿Se dirigía a comprar algo?–
Preguntó GuangYao amable.
–Uh, si, son unas cosas de mi madre–
Murmuró doblando la hoja.
–Te acompañamos–
Declaró ZiXuan, sin preguntar.
Ambos Jin pasaron un brazo tras la espalda del Jiang para tomar al menor por la cintura, dejándolo desconcertado.
–Andando–
Y comenzaron a caminar, llevando al Jiang enmedio de ambos.
–¿Qué hacen?–
Dijo con molestia, intentando quitar ambas manos que estaban en su cintura.
–Llevándote–
Dijo simple Jin GuangYao, sonriéndole coquetamente.
–Mmh–
Bajó la mirada a la hoja de papel en sus manos con la lista de cosas que su madre le pidió.
Anteriormente estaba apunto de tener una batalla con un par de alfas hormonales por hablarle mal y tomar su cadera, pero ahora, por alguna extraña razón se sentía incapaz de hacerlo, no lo sentía como amenaza.
Resopló con molestia, pero ya no dijo nada más.
Ambos Jin se vieron y sonrieron, complacidos de poder estar cadera con cadera del menor, tomándolo por su pequeña cintura.
[•••]
Después de que Jiang Cheng dejara todo lo que su madre le había pedido, ahora se encontraba sentado entre ambos Jin recargándose en el árbol donde primeramente estaban ambos.
–¿Porqué sigo con ustedes?–
Preguntó cruzándose de brazos.
–Porque te agradamos–
Dijo ZiXuan poniendo su brazo por los hombros del omega.
–Exacto–
GuangYao pasó su brazo por la cintura del menor.
Minutos después era fuertemente abrazado por ambos Jin.
–Pero, ¿Qué hacen?–
Se removió intentando soltarse, pero le era imposible.
Suspiró y mejor se acomodó, no lo admitiría pero el olor a peónia y tierra húmeda lo hacía sentir cómodo, y poco a poco, se quedó dormido.
Mientras ambos Jiang mayores, Jiang YanLi y Wei WuXian, miraban con ojos de muerte a ambos Jin, quienes al notarlos saliendo de los pasillos de la secta al jardín, solo pasaron saliva.
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Wenas wenas!
¿Qué les pareció?:3
No tengo mucho que decir por hoy :^ solo que ya hay gas, ayer que no pasaba el gasero ª
—☆.
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