Gaston.

Hoy vería a mi niña favorita después de mucho tiempo. Hanna está de cumpleaños y Sophie y yo haríamos una llamada por Skype. Extrañaba las ocurrencias de Hanna, es una niña muy inteligente y estaba seguro que pasado el tiempo se convertiría en una mujer muy hermosa. Maldito el suertudo que este con esa niña, más aun considerando que tendría de cuñado a Connor Pirce, nada bonito.

—¿Preparado?—pregunta Sophie a mi lado. Está radiante y sé que no tiene nada que ver con su hermana.

Sophie adora a Hanna pero en la videollamada también estaría su novio, Tristan. Sabía que ambos podrían superar la distancia, su amor era puro y verdadero. Realmente estaba feliz de que mi mejor amiga estuviera enamorada y que por fin haya dejado de lado las diferencias que tenía con Tristan.

—Muy listo.

—Voy a avisar. Y por favor, deja de seguir enamorando a mi hermanita con tu sonrisa—se burla mientras escribe rápidamente en su teléfono.

—No es mi culpa tener este hermoso físico.

—Imbécil.

Preparo la computadora en la mesa de centro de la sala y abro la aplicación de Skype. Sophie se sienta a mi lado esperando a que nos llamen. Me mira, yo la miro y luego se ríe.

—¿Qué?

—Escuché que tienes una cita esta noche—dice casualmente.

La cosa es que es cierto, pero era otra cita más, nada importante.

—Pues tus orejitas se han vuelto muy chismosas, pircelandia.

—Yo no soy chismosa—masculla ofendida—. Solo soy demasiado atenta a las cosas que dicen las personas sobre los demás.

—Chismosa—modulo con mis labios ganándome un golpe en mi brazo, solo me da tiempo de protestar con un gemido porque el ordenador empieza a sonar.

Con una sonrisa de suficiencia Sophie presiona el botón verde y lo primero que vemos es a Hanna con los ojos vendados frente a nosotros, guardamos silencio para no arruinar la sorpresa. Eli se coloca detrás de Hanna para finalmente quitarle la venda y es cuando Sophie y yo gritamos fuertemente.

—¡Sopresa!

Hanna empieza a llorar y no puedo alarmarme más. Odio ver a Hanna llorar, me recuerda el día que nos fuimos de Canadá. Sabía que Hanna tenía un platónico conmigo, me resultaba gracioso pero había ocasiones que me incomodaba. ¡Vamos! Particularmente lo que quiere un chico es que chicas más grandes que él estén coladitas por su trasero, no niñas de once o doce años.

—Los extraño tanto—Hanna hace un pequeño puchero mientras me mira—. Te extraño tanto, Gaston.

—Pronto nos veremos, petite fleur.

—¿Me lo prometes?

—Te lo prometo.

Y realmente quisiera abrazarla en este momento. Sophie habla un poco con su hermana pero se nota que Hanna no quiere hablar con ella sino conmigo, porque todas las preguntas me las hace a mí. Como les dije gracioso pero incómodo.

—¡Sophie, tenemos que presentarte a alguien!—exclama Connor.

George y Bart se acercan a una chica menudita, la toman de la mano y la colocan frente a la cámara. La chica no podría encontrarse más sonrojada.

—Es la conquista de Louis—dice George como si estuviera susurrando.

—¡Louis tiene novia!—grita Sophie a mi lado

—No, no, soy solo una amiga—La chica trata de aclarar pero se ha quedado con ese título.

Por fin el intocable favorito está enamorado.

—A otro perro con ese hueso—recita Bart—. ¿Puedes creer que se besan a cada minuto, Sophie? Yo pensé que tu hermano era el fastidioso enamorado, pero me equivoqué, ese es Louis.

—Oh, Lou Lou, pero mira que sorpresa—miro divertido al implicado quien se encuentra detrás de la chica—. Al menos es bonita, buen trabajo chico.

—¡Estoy tan feliz! Por favor, cuídame a mi intocable favorito.

—Se supone que yo soy tu intocable favorito—se queja Tristan pero Sophie no le presta atención.

Luego de algunas burlas vemos que se está haciendo tarde y yo debo irme, tengo una cita que me espera. Hanna no se lo toma muy bien, estoy seguro de que si por ella fuera se quedaría toda la noche hablando con nosotros.

—Te quiero, Gaston—Hanna susurra bajito con lágrimas en los ojos. No quiero que vuelva a llorar.

—¿Y a mí no me quieres?—inquiere ofendida Sophie.

—A ti también te quiero, pero a Gaston más.

—Wow, me siento alagado. Te veré pronto, Hanna. ¿Tengo que ir a buscar mi libro, no?

—Lo he cuidado muy bien para cuando regreses—Sonrío por aquello, ese libro es muy especial así que se lo hago saber además de decirle que la extraño muchísimo.

—Yo también te echo de menos—susurra la niña.

—Nos vemos pronto—se despide Sophie y sin más terminamos la conexión.

Sophie me mira, yo la miro, solo que esta vez no hay risas sino sonrisas tristes.

—Odio vivir tan lejos de las personas que quiero.

Adoro a Hanna, esa pequeña niña se ganó mi corazón en muy poco tiempo por lo que realmente entiendo lo que ella está diciendo.

—También yo, pircelandia.

¡Holaaaa! Hoy me levanté y Gaston me habló al oído diciendo que quería narrar el capítulo de hoy así que... ¿Qué les pareció? La cabecita de Gaston es muy interesante (No malpiensen, cochinos)

Capítulo dedicado a Juderry, espero que te haya gustado <3 

Nos estamos leyendo.