Bart.

Estoy acostumbrado a ir a detención, pero no lo estoy tanto en ir a la oficina del director. Aunque no me sorprende, son cuarenta y cinco llegadas tarde las que tengo y todos los profesores se han encargado de que sigan contabilizándose.

Si me preguntan por qué tantas llegadas tardes yo solo puedo responder que la cama es mi esposa y la cobija mi amante, ambas nunca me dejan salir o me hacen despertarme tarde así que, ¡cúlpenlas a ella! Bart Taylor es una dulce e inocente víctima de esos dos objetos viles que solo hacen que mi sueño de belleza sea un paraíso.

Lo peor del asunto no es que esté sentado fuera de la oficina del director si no que la rarita y asesina de Livana Sanders me acompaña y según las malas lenguas está aquí por la misma razón que yo.

—Joder, ya quiero salir de aquí.

—Pues te tengo una noticia, no lo harás muy pronto—escucho como ella me responde.

—¿A ti quién te habló?

—Pues considerando que soy la única persona a parte de Mónica pensé me estabas hablando—Mi terroncito de azúcar levanta la mirada al escuchar su nombre

—¿Pasa algo?

—Nada, terroncito de azúcar, vuelve a tu trabajo.

—Señor Taylor—riñe ella.

—Sí, sí, sé que no debo decirte motes cariñosos en el trabajo—Mónica frunce el ceño y vuelve a poner su atención en los papeles que tiene en sus manos.

—¿Eres así de coqueto con todo el mundo?—pregunta Livana.

—No con todo el mundo, contigo no lo soy.

Iugh, nunca lo sería tampoco. Es como si yo coqueteara con Louis, raaaarooo, lo sé. Livana es un Louis con cabello largo y vagina, son tan parecidos y no hablo de su físico, sino en su manera de pensar, tal vez por eso ambos están pasando tiempo juntos. La preguntita perfora mi cabeza por lo que la dejo salir.

—¿Qué te traes con Louis?

—¿Disculpa?

—Eres rara, Sanders.

—Y tú eres un idiota y respondiendo a tu pregunta, no traigo nada con Louis, solo... estamos aprendiendo juntos.

—¿Aprendiendo a qué?—Si, raaaraaa.

—A confiar.

—Joder, eres igual de rara que Louis. Aunque al menos no eres una fresita como él.

—¿Una fresita?

—Sí, así toda dulzona. Eres fuerte y nunca te quedas callada—confieso.

—¿Gracias?

—No hay de qué.

—¿Te confieso algo?—asiento y ella continúa—. No creo en esa fachada de Louis.

Me tenso, ¿a qué se refiere?

—¿De qué hablas?

—Louis no es una fresita como tú dices, él es algo más... peligroso.

—¿Peligroso?

—Él es como un algodón de azúcar.

—Esa es la comparación más rara que he escuchado. No me sorprendo, tú eres rara así que todo lo que diga debe ser raro. Y, ¿el algodón de azúcar es peligroso?

—No me cambies el tema... ¿Qué oculta Louis, Bart?

No señor, no me gusta a donde va toda esta conversación. Pero si ellos están haciendo algo extraño como aprender a confiar, supongo que Lou le dirá parte de su historia en algún momento.

—Tal vez cuando aprendan a confiar él te lo cuente todo. Pero te advierto Liv, no rompas su confianza y quédate callada.

No quería dejarlos sin capítulos de nada hoy así que... ¡Hola!

Si, ya sé, es otro capítulo de Bart, pero es que el señorito es l que me esta obligando a escribir.

Capítulo dedicado a Luly quien ha exigido capítulo caliente de Bart y Amy xD Voy a ver si el fin de semana lo escribo.

Nos leemos.