Especial Día del padre.
Aquellos cinco chicos reunidos nuevamente en su llamada cueva de planes tratan de dar ideas para los regalos de los Papis intocables, aquel es un apodo otorgado por Bart Taylor. Bart es el que está más entusiasmado con la idea, de hecho, él ya sabe lo que le regalará a su papá y está muy seguro que al señor Taylor le va a encantar. Si nos adentramos a la mente de Connor él ni siquiera está cerca de qué podría regalarle a su padre, por eso dejará el regalo del señor Pirce en manos de sus amigos. ¿Qué hay de Tristan? Él considera que su abuela hace un buen trabajo como padre, siempre está ahí para acompañarlo y cree que un par de agujas nuevas para tejer será el mejor regalo, pero hay un problema, son muy costosas. George a pesar de no ser muy unido a su papá sabe que un buen guante de béisbol es lo indicado, pero él también él tiene un problema, su padre posee miles y miles de guantes de béisbol, sin bromear; el chico piensa que no será especial y por eso necesita ayuda de sus amigos. Por ultimo tenemos a Louis, él siempre da gracias a Dios porque su padre no se encuentre vivo. ¿Duro, no? Su papá no fue un angelito, y el rencor aún está junto a él, pero eso no significa que no tiene a alguien que cumpla ese papel, su mamá hace el doble trabajo.
Los chicos están reunidos en forma de círculo justamente en el centro de su cueva de planes, algunos escriben en su teléfono las ideas que sueltan y otros dejan su celular en la casa por lo cual tienen que escribir en una hoja blanca—sí, estamos hablando de Tristan—.
—¿En cuánto están las agujas de tejer para la abuela?—pregunta un sudoroso George, el calor está atacando en grandes masas a Canadá por ser verano.
—Quinientos dólares, a penas llego a los trecientos cincuenta.
—Pero para eso hay una solución—interviene Louis—, que cada uno aporte un billete para completar los quinientos, ¿qué tal?
—No les voy a quitar su dinero.
—No seas idiota, George, el regalo es para la abuela Marga, no para ti—dice burlonamente Bart.
—Bien, está resuelto el problema de Tristan. George, ¿qué tienes en mente?—pregunta Connor.
—Siendo sincero, pienso que un guante de béisbol le vendría bien.
—¿Otro para su larga colección?—inquiere Bart.
—Ese es el problema, quiero que el regalo sea especial.
—Si se lo das tu va a ser especial—masculla Louis.
—Te amo Louis, pero a veces pienso que eres demasiado blandengue.
—Resuelto el problema de George.
—¿Qué? Pero si ni siquiera hemos aportado más ideas—se queja el nombrado.
—No seas tonto, Louis tiene razón, tu padre va a apreciar tu regalo. Ahora, ¿Bart?
—Ya mi regalo está envuelto y el asiento trasero de mi auto—todos lo miran expectante—. Unos cuchillos.
—¿Quieres que tu papá asesine a alguien?—George se encuentra confundido.
—Es para cocinar.
—Repito mi pregunta, ¿quieres que tu papá asesine a alguien?
—Es un buen regalo—se queja Bart—. Louis, ¿qué tienes tú?
—Un día en el spa para mamá, ya tiene todo pagado.
—¿De donde sacaste el dinero?—Connor pregunta mirándolo fijamente.
—Tranquilo, no le robé a nadie. Vendí algunas de mis figuritas de acción, tres para ser exactos. Ahora tú Connor, ¿qué tienes?
—Pensaba que ustedes me podrían ayudar.
—Esa es fácil, ¿qué es lo que más le gusta a tu papá?—interroga Bart.
—Emm, ¿el arroz?
—¡Connor!—gritan los otros cuatro al unísono.
—Emm, ¿molestarme para que haga la tarea?—Todos lo fulminan con la mirada y Connor empieza a sudar—. No sé.
—Duh, es el vino—contesta Tristan por él.
—¿Quieren que le compre alcohol a mi papá? ¿A caso no recuerdan que se sumergió en el alcohol hace unos años?
—¿Y qué? Es el día del padre, deja que tu padre tome una copa de vino con su hijo.
Ya más tarde, cada uno de los chicos fue a casa con su regalo, ellos como siempre planeando todo a último minuto, pero es lo mejor que saben hacer. Empecemos con Louis, su madre al ver su regalo no pudo estar más feliz, ella pensaba que no iba a recibir un regalo de parte de su hijo, pero eso no fue lo que más le conmovió, sus palabras le hicieron soltar una que otra lágrima: Gracias por hacer doble trabajo mamá, eres la mujer más fuerte que he conocido, estoy orgulloso de ser tu hijo.
George estuvo un poco más nervioso al entregar su regalo, no sabía si le iba a gustar a su padre. Mientras cenaban en uno de los restaurantes más costosos de la ciudad —cortesía de su madre—, él y su hermana procedieron a entregarles sus regalos; América le regaló una linda camiseta de Yo amo a papá, él estuvo muy complacido; cuando abrió su regalo no podía estar más contento ya que tendría otro guante de béisbol para su colección, George le dijo que no sabía que regalarle y pensaba que ese guante iba a ser otro más del montón, su padre al ser muy sabio le respondió que su guante de béisbol ya era el más especial entre todos los que poseía simplemente porque se lo había regalado él.
La abuela Margarita no podía estar más contenta con su regalo, necesitaba con urgencia nuevas agujas ya que el par que tenía se les había perdido, ahora podía retomar sus prendas de vestir la cual estaba creando, no sin antes darle un golpe en la cabeza a Tristan por decir que esas agujas eran de las caras y amenazó con que si alguien le decía que estaba vendiendo drogas, no iba a volver a ver la luz del día.
Con Bart fue... diferente, bueno... no tanto. Papá Taylor hizo lo que mejor sabe hacer, quemó una parte de la cocina haciendo que su esposa se molestara un montón. Pero Bart estaba feliz porque sabía que el regalo había hecho también feliz a su padre, eso lo llenaba, había hecho una buena obra aunque estaba tan claro como el agua que su madre lo obligaría a pintar nuevamente la cocina.
Y Connor, él solo pudo llegar con una botella de un vino tinto. Sus hermanas lo miraron mal pero él lo que hizo fue encogerse de hombros y entregarle la botella a su padre. Estuvieron toda la noche juntos mientras compartían aquellas anécdotas en donde estaba reflejada su madre.
Dicen que padre puede ser cualquiera, en mi concepto es cierto, pero si es verdad lo anterior mencionado es porque aquella persona que hace el papel de padre para ti es especial, ya que siempre está junto a ti en las buenas y en las malas. No solo celebres el día de hoy, hazlo todos los días, dale gracias a esa persona que siempre apoya todas tus decisiones.
Feliz a tu papá, a aquellas mujeres que hacen el doble trabajo y a ti, mi papá.
Espero que este especial sea de su agrado :)
Nos leemos el viernes.
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