✧ Capítulo 27 ✧
«Hoping I'll find a glimpse of us», Glimpse of us, Joji.
HUNTER
Sentía un intenso pitido en los oídos que no remitía en absoluto. Todo era pánico entre nosotros, gritos.
Marco había saltado por el maldito Acantilado. ¡Había saltado!
Joder. Joder. Joder.
Fue como si el tiempo se detuviera en ese preciso instante. Mis piernas temblaron y sentí que iba a caer sobre el suelo. Miré a mi alrededor y lo único que mis ojos lograron enfocar fue a Pandora. Pandora estaba gritando, Pandora se estaba acercando al borde del acantilado y miraba hacia abajo mientras su pecho se convulsionaba. No lo dudé y la agarré por la espalda, tirando de ella hacia atrás.
No dejó de gritar durante varios segundos y, frente a mí, me di cuenta de que Héctor se había quedado congelado, boquiabierto. Como si estuviera en estado catatónico, apenas procesando lo que sus ojos acababan de ver.
Una familiar e inesperada voz se escuchó a unos metros, proveniente del bosque.
—¿Qué estáis haciendo aquí?
Tardé en reconocer la voz. Quizás porque mi cerebro estaba bloqueado, completamente perdido en lo que acababa de suceder. No fue hasta que el cuerpo del señor Castelli llegó a mi posición que yo, por un segundo, recuperé la consciencia.
—¡Han saltado! —gritó Pandora, que seguía entre mis brazos.
Pude comprobar en tiempo real cómo el rostro del profesor de matemáticas pasaba de una emoción a la otra: confusión, horror y, acto seguido, desesperación. El hombre se acercó al borde del acantilado con rapidez.
—¿Quién ha saltado, Pandora?
—Marco. —Pandora dejó escapar un gemido a la vez pronunció ese nombre, supe que estaba llorando—. Y Amanda, una niña que... una niña que...
A Pandora le faltaba el aire y comprobé que, más que sujetarla para evitar que ella se acercara demasiado al acantilado, ahora parecía estar sosteniéndola para evitar que cayera al suelo, derrumbada.
Los ojos del señor Castelli se fijaron en los míos con seriedad y frunció el ceño.
—Llévatelos, Hunter —me ordenó en voz baja.
Yo asentí con la cabeza en silencio. Quizás el profesor estaba sobreestimando mi entereza, pero puse todo de mi parte para agarrar a Héctor del brazo con cuidado. El niño no opuso ningún tipo de resistencia y fui capaz de hacer que mis dos acompañantes caminaron de nuevo hacia el bosque.
No sabía cómo había llegado hasta allí el señor Castelli, pero mi mente no podía plantearse esa pregunta y tratar de buscar una respuesta. Estaba demasiado ocupado, repitiendo una y otra vez la imagen que había presenciado: el modo en el que Marco ni siquiera parecía habérselo pensado dos veces. No se había caído o tropezado, no, simplemente había saltado sin siquiera mirar atrás.
Me giré una última vez y mis ojos se fijaron en el profesor, que en esos momentos miraba las aguas gélidas que se encontraban bajo nosotros.
No quería pensarlo, pero sabía que Marco no había podido sobrevivir. La caída era demasiado alta, las rocas estaban demasiado afiladas... acabábamos de perderlo. A él y a esa niña, esa niña que, misteriosamente, también había saltado de pronto. ¿Qué demonios había sido eso?
Cerré los ojos con fuerza, intentando deshacerme de esa imagen mental, pero no me fue posible. Tan solo unos gritos captaron mi atención y, por un momento, me detuve.
—¡Hunter! —gritaba alguien—. ¡Marco! ¡Pandora!
—Es Santos —susurró Pandora.
—¡Santos! —grité yo de vuelta.
Ella llegó hasta nosotros corriendo, venía del colegio. Abrió mucho los ojos al vernos y, por un momento, se quedó mirando a Héctor con confusión, probablemente preguntándose quién era ese niño.
—¿Dónde está el señor Castelli?
Me imaginé que ambos debían de haberse enterado de que nosotros nos habíamos dirigido al Acantilado. Habían acudido hasta allí por nosotros.
—Vamos al colegio, Santos.
Ella frunció el ceño.
—¿Qué está sucediendo?
Pandora seguía llorando en silencio y evitó que su mirada se encontrara con la de Santos. Me sentí aún peor, si eso era posible.
—Vamos al colegio —dije con voz grave.
Volví a moverme, llevando conmigo a Pandora y a Héctor. Seguí caminando, decidiendo que no iba a detenerme. Decidiendo que no me daría la vuelta de nuevo.
Solo entonces, Santos me dedicó aquella pregunta que yo no habría querido oír. Aquella pregunta para la que tenía respuesta, pero que no podía dar.
—Hunter, ¿dónde está Marco?
Pandora apretó los labios y yo agradecí que no rompiera a llorar de nuevo. Ella me miró a mí, ya que no podía mantenerle la mirada a Santos. Yo posé mi mano en el hombro de Pandora en un gesto que pretendía ser protector. En realidad, era ella la que me estaba apoyando en ese momento, porque las palabras se habían quedado atascadas en mi garganta y no podían salir.
Santos era tan inestable como una caja de dinamita. No podía hablar, no podía decirle la verdad hasta, al menos, no habernos alejado de ese lugar lo suficiente.
—Santos, volvamos al colegio. Hablaremos allí.
Se me rompió el corazón cuando la vi temblar. Santos se llevó una mano a los labios y, por un momento, supe que se estaba imaginando lo obvio: que Marco había desaparecido. La realidad era peor aún, pues sabía dónde estaba, pero ese lugar era aún peor. Mucho peor.
Santos tardó unos segundos más en darse la vuelta y correr hacia el Acantilado. Yo logré mantenerme quieto un momento más y, después, seguí caminando hacia la Academia con mis acompañantes.
Con cuidado acaricié la cabeza rubia de Héctor, alborotando su cabello con suavidad. Él no hizo ningún movimiento, tan solo permaneció caminando como si fuera un autómata.
Mis manos temblaban y, solo al percatarme de eso, pegué mis brazos a mi torso para que mi nerviosismo no quedara evidenciado.
Dándose cuenta de esto, y aún con lágrimas cayendo por sus mejillas, Pandora estrechó mi mano y la apretó suavemente. El calor de su piel me tranquilizó ligeramente, me ayudó a seguir caminando sin derrumbarme.
No tenía ni la menor idea de qué era lo que íbamos a hacer a partir de ese momento.
⚜︎
Gracias por seguir aquí :)
Me encanta este capítulo, casi puedo sentir que yo también estoy en el Acantilado con los chicos. Por favor, ¡contadme qué os ha parecido!
♡ Mil besos ♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro