Whisper the Wolf
[Aviso. Para el que no leyó la descripción de la historia, este tipo de contenido tienen muchos clichés, contradiciendo mi consejo del libro que publique... Nah... ¡Ah, si! como ha pasado mucho tiempo desde la última vez que vi o escribí una escena sexual, puede que no sea tan descriptiva o satisfactoria].
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—¡Aaaah~!— Whisper gimió al ritmo de su cadera.
Sintió una mano en su retaguardia apretó una de sus nalgas delicadamente mientras le apoyaba para subir y bajar.
Ella tenía sus ojos abiertos, ya que no era de día y el sol no puede lastimar su vista.
Su amante se inclinó adelante y la mordió gentilmente en la punta de su oreja, provocando que ella se tensara y gimiera aún más fuerte.
Ella lo abrazó poniendo su cabeza debajo de su cuello, sus garras casi cortaban su espalda dejando arañazos que derramaban algo de sangre. Sin embargo, su amante no le prestó atención al dolor por el momento y puso suavemente sus manos en las caderas de Whisper para ayudarla a levantarse más alto y caer con más fuerza.
Sintió esa sacudida, así que aumentó mas las aplastadas de sus nalgas en el regazo de del humano.
La polla de su amante era tan largo y grueso que golpeaba su interior de forma eficaz, sus paredes carnosas y cálidas trataban de retener la virilidad, queriendo que este se mantuviera adentro. La punta besaba la entrada de su matriz con cada movimiento, sintió los líquidos pre-seminal filtrándose en su maquina de bebes, avisándole la llegada de su premio.
De igual forma, ella se encontraba al borde del clímax, su jugo vaginal se deslizaba a través del regazo de su humano para formar una mancha liquida en la sabanas.
Unos minutos después, ambos dieron un último azote para finalmente estallar. Cuerdas tras cuerdas de semen humano llenaba el interior caliente de la loba, pintando sus paredes apretadas y calientes hasta salir del conducto vaginal. Whisper no se quedó atrás y gimió en éxtasis mientras liberaba pequeños chorros calientes de su líquido de amor en el regazo del hombre.
La mente de los dos se nublaron con el orgasmo de cada uno en deleite, segundos mas tarde, el humano se recupero; llevo su vista hacia su pareja, sonrió un poco al ver a la loba en estado de éxtasis. Poco después, la garro de una mejilla y la atrajo a un beso
Whisper al sentir los labios de su hombre, procedió a llevar ambos brazos alrededor del cuello del susodicho para profundizar mas en el beso. La lengua de ambos individuos bailaron en la boca del otro, combinando saliva con felicidad y placer en la oscuridad de la habitación. Sus cuerpos llenos de líquidos corporales del uno al otro sudaban como si habían hecho un ejercicio físico muy pesado.
No obstante, el beso paso de ser suave a ser feroz, lucharon en la boca del otro para ganar territorio como una guerra entre dos naciones diferentes, solo que en esta hay dos personas participando y que se amaban.
Solo que al final, ambos tuvieron que separarse para tomar oxigeno, dejando la guerra en un empate.
Sintiendo que su pequeño yo se levantaba por una tercera ronda, el humano observo a la loba y preguntó con una sonrisa algo cansada. —¿Quieres una ultima ronda, cariño?—
Ambos se conocieron hace más de hace dos años, después de que ella se presentara a la Restauración, en ese instante el humano había sido el francotirador experto e importante del equipo, y de alguna forma, luego de cinco semanas de haberse reconocido, empezaron a salir para conocerse a mas profundidad, meses después, se hicieron novios.
—S... ¡Si!— La loba se esforzó en afirmar entre respiraciones agitadas.
Con tal afirmación, el humano acuesta boca arriba a la mobiana en la cama húmeda.—Entonces permíteme—
Acto seguido, se abrió camino hacia los hombros de la loba para empezar a darle besos largos y gentiles. Whisper exhalaba placenteramente con cada beso, a veces sintiendo cosquillas por los besos del hombre, pero al final se sobre salto y chillo un poco cuando, sin darse cuenta, el humano había bajado de su hombro hasta llegar hacia su senos goteantes, mas en especifico, en su pezón izquierdo.
El hombre giro su lengua alrededor del pezón casi hinchado de la fémina. de vez en cuando dando una lamida larga hasta punta, llevando a su lengua el sabor de la lactancia de la susodicha. El sabor era una combinación extraña de refresco, tal vez Tangle tiene que ver en eso.
La loba gruño, llevo una de sus manos a la cabeza del humano y lo empezó hacia su pezón, dejando un mensaje, mensaje que el hombre recibió con gusto, así que, dando una ultima lamida, cerro su boca alrededor del pezón y empezó a succionar de forma suave pero larga, moviendo su cabeza hacia atrás para sacar mas leche del fémina.
—No te detengas— dijo Whisper, soltando lagos gemidos pero muy placenteros, arqueando poco la espalda de vez en cuando.
Con una sonrisa en su mente, el hombre llevo una mano hacia el pezón desocupado y el otro a manipular gentilmente el punto G de su pareja, logrando que la loba se sobresaltara de placer, casi haciendo que llegara al clímax.
Separando su boca del pezón mientras seguía jugando con sus manos.—¿Te gusta? Si quieres puedo ir un poco rudo—
Whisper, algo aturdida por el asalto placentero, solo puso asentir con la cabeza. El hombre, sonriendo por el permiso volvió a chupar el pezón solitario pero esta vez, empezó a ser rudo.
Chupaba y tragaba cada lactancia natural de la fémina como si fuese un bebé, dando pequeñas lamidas con su lengua después de cada trago.
La palma de su mano aplastaba su seno solitario y con sus dedos jugaba con el pezón erecto, a veces jalándola y otras veces pellizcando para que pequeñas cuerdas de leche salgan disparados en el aire. Con la otra mano, introdujo el dedo índice y el medio en la vagina aún hinchada de la fémina, alejando sus dedos de la raja antes de golpearla fuertemente y repetirlo con más fuerza, mientras con el pulgar se encargaba de atender el punto G.
La habitación oscura se llenó de gemidos placenteros y chapoteos, el sudor de ambos solo manchaba el ambiente junto con el olor sexual que desprendían. Whisper pudo sentir esa señal de que pronto llegaría a su clímax, el hombre también lo supo.
Por eso, se detuvo repentinamente, frustrando a la loba.
—¡¿Por que te detienes?!— ella exclamó, mostrando sus colmillos filosos.
El humano ignoro aquello, la tomo de la cadera y con su fuerza hizo que se quedará boca abajo de la cama, colocando una almohada debajo de su cadera para exponer su regordete trasero.
—Por que falta el platillo principal— contesto, arrodillándose sobre una pierna y estirando la otra para estar a la par de la retaguardia de la fémina.
Whisper entendió el mensaje, y sintió como la punta de la virilidad del hombre jugaba con sus labios inferiores mojadas, rodeando alrededor de ellas, subiendo y bajando en medio de las líneas y otras veces solo metía la punta antes de sacarla.
—¡Solo metelo!— Whisper casi gruño, desesperada de que el humano jugara con su intimidad excitada.
El susodicho sonrió con malicia ante el reclamo, al final dejo de jugar, tomo su polla larga y venosa para dirigirlo a un orificio, el único que no estaba penetrado. La fémina pudo sentirlo, como la punta presionaba su ano, pero antes de hablar, la mitad de la polla logra introducirse.
Ella gimió entre placer y dolor, sintiendo como la hombría ocupaba toso su interior, forzando en expandir su carne para que entrase más.
—¿Estas bien?— Pregunto el humano con tono preocupado, sabia que el pequeño tamaño de su pareja no podía soportar toda su hombría en esa área virgen.
Whisper mordía la sabana debajo de ella con el ceño fruncido, estaba entre el placer y el dolor en su ano, pero estaba dispuesta a seguir con el ultimo acto. —Solo sé gentil—
Comprendiendo esto, el hombre asintió y solo se limito en retroceder hasta la punta y excavar hasta la mitad de forma lenta y placentera posible para la fémina, esperando a que su cuerpo se ajustara a su miembro en aquel orificio.
Los minutos transcurrieron, cuando finalmente la loba termino por adaptarse, el humano agarra su cadera y poco a poco, iba introduciendo mas de su miembro viril en la cueva carnosa, ganando suspiros y gruñidos de la mobian, pero logrando encajar toda su hombría. Acto seguido, comenzó a desplazarse lentamente, sacando un tercio de su virilidad antes de golpear su cadera con las nalgas de Whisper, viendo pequeñas ondas que aparecían con el movimiento de cada penetración y un sonido choque entre carne.
Whisper empezó con gruñidos dolorosos y suspiros de placer, a medida que su pareja comenzara a aumentar sus embestidas, poco a poco empezó a gemir en voz baja, mordiendo la almohada con una expresión lujuriosa, derramando algo de saliva, al mismo tiempo que estiraba sus garras para desgarrar la cama.
—¿Quién mi loba favorita~?— pregunto el humano, bajando su cabeza hasta un oído de la fémina, sin dejar de embestirla.
—¿Qu?— Ella es interrumpida bajo su propio gemido ahogado provocado por una bofetada en su trasero derecho por parte de una mano del hombre.
—Esa no es la respuesta~ ¿Quién es mi loba favorita?— El hombre volvió a repetir, aumentando la agresión de los los empujones, ocasionando que Whisper gritara por deleite.
—¡Soy yo~!— proclamó la fémina completamente nublada por la lujuria.
Dibujado una sonrisa en sus labios, el humano se detuvo momentáneamente, quitando la almohada debajo de la cintura de la fémina, luego se inclina hacia adelante, tapando con su figura a la pequeña loba humanoide poniendo dos manos para sostenerse y no aplastarla. Y antes que la fémina pudiera recuperarse, el humano inmediatamente arranco con rapidez y agresión en su cavidad anal.
Cada vez que chocaba completamente su cadera hacia la retaguardia de Whisper, provocaba que en la ultima las ondulas fueran mas evidentes con cada impacto, mientras que producía un sonido de bofeteo que resonaba en toda la habitación.
La cama se movía igualmente por los movimientos bruscos y feroces del hombre, chirreando junto con el sonido de bofetadas, pero algo más se unía a ellos; la loba gritaba a todo pulmón, sus pensamientos solo se centraba en el placer y la excitación de ser dominada su humano como si ella fuese una presa vulnerable hacia su merced, la cual él puede hacer lo que le plazca con su pequeño cuerpo.
El sudor, el olor corporal y el sexo dominaba esta noche, ambos seres disfrutaban este placer semi-masoquista como lo hacían cada noche al estar solo. A este punto no les importaba si alguien escuchará sus gritos placenteros desde afuera, sus mentes estan conectados en una solo cosa: mostrar su amor en este acto.
Agarrando el mentón de la fémina, el hombre la atrajo a un beso profundo y furioso, listos para terminar el empate que dejaron guerra anterior. Las lenguas retomaron la pela, deslizando saliva alrededor de la otra, invadiendo espacio y empujándose entre sí.
Finalmente, ambos sintieron un sacudida, el clímax de ambos habían llegado. Debido a la atención que el hombre le había dado anteriormente, ella estaba más al borde del orgasmo, mientras tanto el susodicho se apoyo con fuerzas en sus piernas y brazos para aumentar aun más las embestidas, sintiendo como estaba a nada de liberar su semilla en el adorable orificio de la presa bajo su ser.
Tiempo después, con unos últimos pero poderosos ataques de parte de ambos, gimieron al llegar al culmine de esta última ronda. Cuerdas cremosas y blancas de semen masculino invadieron el interior del segundo orificio, ahora pintando sus paredes de ese color blanco y dando más calidez de lo que tenía antes.
Los jugos vaginales no se hicieron esperar por parte de la fémina, su vagina soltó una catarata de su ser, mojando las sábanas bajo de ella en una huella húmeda y viscosa, sacando de paso el las semillas que aún tenía adentro por su segunda ronda.
Whisper jadeó momento después, su vista se hizo borrosa y su cuerpo le pesaba, sus párpados pedían un sueño después del sexo salvaje de esta noche. Por su parte, el hombre suspiro al terminar, saco lentamente su pene un poco flácido del ano de su amante, dejando a plena vista que este último tenía un agujero del tamaño de su hombría que dejaba ver su crema en el interior.
Algo cansado, dio una pequeña nalgada a la loba (ganando un gemido de la misma), agarró ese pequeño cuerpo cansado y la acomodo cuidadosamente en la cama; posteriormente cambio las sábanas por unas no húmedas para ambos, no sin antes tomar unas toallas húmedas para secar el sudor de su pareja.
Quería limpiarse a sí mismo, pero los rasguños en su espalda, abdomen, pectoral y parte de su mejilla derecha le impedía por el dolor.
Sintió que se había vengando de Whisper por causarle está herida cuando la trato como una presa, así que no se quejó, se acostó a lado de ella para rodearla en un abrazo.
—Te amo— diría el humano antes de caer completamente dormido.
—Yo...yo también te amo— contesto Whisper en voz baja, terminando finalmente en los brazos del sueño y el descanso.
Y así es como el silencio llegó a la habitación oscura, los dos cuerpos se abrazaron durante toda la noche con una sonrisa agotada en sus respectivos rostros.
Tres días después.
—Buenos días, Tangle— saludo el humano, quién abrió la puerta a una lémur humanoide.
—Buenos días, ¿Dónde esta Whisper?— preguntaba Tangle con una ceja arqueada, puesto que en estos días no había visto a su amiga.
—Oh, pasa, ella está algo... Incapacitada— sonrió el hombre entre dientes.
La lémur entró a la casa, algo extrañada por la última palabra, pero de inmediato se queda en shock al ver a la loba sentada en una silla de ruedas con una sonrisa avergonzada.
—Hola...— saludo Whisper tímidamente, el humano solo pudo reír a carcajadas en su interior.
Fin.
No sean tontos chicos, utilicen preservativo a la hora del sexo si no quieren convertirse en padre/madre no planeado.
Tomen agua y hagan pequeños ejercicios.
Por cierto, ¿Quieren que algunos personajes masculinos sean femeninos? Ósea, un Sonic mujer, una Miles Prower mujer, etc. Esta historia sucede en diferentes universos, así que eso es posible.
Sin más, voten por la historio y me despido.
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