Capitulo 11: Arte Culinario
El Shibari (縛り, literalmente "atadura") o Kinbaku (緊縛, literalmente "atadura tensa") es un estilo japonés de que implica atar siguiendo ciertos principios técnicos y estéticos, y empleando cuerdas generalmente de fibras naturales.
"En pocas palabras, es la técnica de la atadura segura, sensual, dramática y erótica que está siendo elevada a una forma de arte en Japón."
Seokjin tenia el horno precalentado, tenía una tarta de chocolate enfriándose en la fina mesa de madera de su casa, cuando Jin deseaba cocinar en forma, paciente y sin interrupciones optaba por irse a su casa, la cual no estaba muy lejos de la mansión, todo el lugar era muy hogareño, pulcro y gritaba soberbia en cada rincón, los muebles monocromáticos, la luz entraba por todo el lugar haciendo lucir amplio cada rincón de la casa, una pequeña melodía sonaba de fondo en la cocina.
Seokjin tenia una copa de vino en la barra de la cual bebía ocasionalmente tarareando mientras preparaba un corte de carne de manera meticulosa, las delgadas manos se deslizaban por la magra carne poniendo algunos robs, aceite de oliva y un poco de romero, al centro coloco algunas verduras cortadas en Juliana.
—¿Sabes el secreto para que las verduras absorban el delicado sabor de la carne? —tomo un gran trozo de hilo de cáñamo —es tener la atadura perfecta para que todo el sabor se concentre al centro—inicio atando con algunos nudos de manera simétrica la fina carne —todo debe verse estético, la cocina es un arte pequeña Eun Na.
Tomo un pequeño control subiendo un poco el volumen de la música, bebió de su copa de vino antes de tomar otro control un poco mas pequeño. Miro su obra de arte finalizada en el molde que metería al horno, se acerco a la mesa donde se enfriaba la tarta.
—Creo que nos dará suficiente tiempo el cocción de la carne, para que me divierta un rato, antes de cenar—apretó el único botón del control pequeño lo que ocasiono un gemido sobre la mesa—Creo que debería de soltarte la boca, me impide escucharte bien Eun Na.
Con las piernas dobladas hacia atrás, al igual que sus brazos en su espalda, en su boca había una mordaza con una bola al centro, alrededor de su cuerpo se encontraba atada una cuerda, de la misma manera artística que la carne que estaba por cocinar, el color rosa de la cuerda contrastaba con la piel de la rubia, sus pechos estaban rodeados de tal manera que si se movía un poco eran apretados por los nudos que había a su alrededor, cada que Seokjin apretaba el botón, una vibración dentro de su húmedo coño la atacaba, el sonido de la bala vibratoria se escuchaba dentro de ella.
—Tus mejillas rojas son tan adorables, como tus ojos se ponen en blanco cada que sientes estimulación, hacen que me duela la polla— recorrido la cuerda por el abdomen de Eun Na, con sus finos dedos —¿Sabes porque me gusta mas el Shibari que el Bondage? —Jalo una de las cuerdas, que hizo frotar el clítoris de la menor de manera agresiva —El Shibari es artístico, me encanta como es tan estético, no hay cosa que me enloquezca más, que una tierna carne siendo atada de manera tan hermosa.
Se movió ansiosa sus pezones estaban tan duros que dolían, la cuerda de su entrepierna estaba tan mojada que el color era mas intenso que todas las demás, Seokjin se acerco a quitarle la mordaza de la boca sintiendo el aliento caliente salir de entre sus labios, la suplica en los ojos de la rubia lo tenían con el pantalón como una carpa.
—Seokjin —gimió otra vez mientras subía la intensidad de las vibraciones —Oppa, déjame terminar, por favor déjame correrme.
—Dame un momento
Seokjin dejo encendido el vibrador, mientras tranquilamente tarareaba la canción de fondo ignorando un poco los gemidos de la rubia, esta se giro para poder quedar con la cara boca abajo, entre mas se movía las cuerdas se apretaban torturando sus partes sensibles, miraba a su mayor que tomo la bandeja de la carne para meterla al horno, se quitó el semidenlantal que llevaba, termino la copa de vino, los gemidos de Eun Na subían de nivel, el hijo de puta de Jin todavía se dio el lujo de poner el temporizador para el horno, lavar la copa de vino y ponerla en su lugar, mientras Eun Na salivaba en la mesa, su clítoris estaba muy sensible, se sentía casi drogada, nunca había sentido nada así.
—Mira nada mas como tienes la mesa Eun Na, ¿Qué son esos modales? Ya esta todo húmedo —se fue quitando los botones de su camisa, exponiendo su torso ante la mirada perdida de la joven —debo de castigarte un poco por este desastre —se sube a la mesa, moviendo algunos nudos de lugar liberando las manos de la espalda, pero aún permanecían atadas juntas —debemos ponernos el preservativo pequeña, aunque me encantaría sentirte completamente, debemos cuidar un poco nuestras travesuras.
Del bolsillo saca un paquete metálico que abre con cuidado, poniendo este en la boca de la joven, saca con cuidado su dura verga poniéndola cerca de la boca de Eun Na, esta con algo de habilidad inicia colocando el condón con la boca, aprovechando para calmar sus ansias de probar el miembro del mayor, haciendo que las palpitaciones de su entrepierna aumentaran.
Follo un poco la boca de la menor para también bajar el dolor que su polla hinchada le ocasionaba, Eun Na representaba todo lo perverso para el y lo excitaba demasiado. Saco su miembro con un sonoro Plop de la húmeda boca, para hincarse de nuevo, y sin delicadeza sacar el vibrador que estaba empapado en los jugos de la rubia, movió las cuerdas de nuevo para que las rodillas de Eun Na se separaran bastante, como si no pesara nada la levanto para sentarla sobre de él, la mesa podría con todo esto, estaba diseñada para las perversidades de su dueño, el tamaño y el material fue pedido para este tipo de propósitos.
—¿Escuchas eso? —el ruido obsceno de la penetración, se elevaba de entre las piernas de la rubia —estas tan mojada, que tu coño esta creando ese sonido tan intenso, es casi como si masticaras un bocado.
Jala una cuerda de la espalda abriendo aun mas las piernas, Seokjin era quien llevaba la velocidad de las penetraciones, Eun Na no tenía mucha movilidad, tampoco tenia mucha fuerza de voluntad, sentía que su orgasmo la desmayaría, es por eso que trataba de contenerlo, causando que apretara el miembro de su mayor con ferocidad, Seokjin fruncia el ceño mientras se hundía en la menor, con una mano seguido los movimientos continuos de su cadera, para con la otra poder tomar la nuca de Eun Na besándola con necesidad, cada que sus lenguas se encontraban las descargas eléctricas en sus terminales nerviosas eran bastante intensas, estaban perdidos en su placer, la piel de la chica estaba roja pero no las cuerdas no le causaban daño, la habilidad de Seokjin en el Shibari no tenia precedente, unos segundos antes de que el temporizador sonara Eun Na no pudo contener más su orgasmo, cuando el clic del temporizador se escuchó Seokjin se liberó dentro, tomo el cuello de la rubia para mirarla a los ojos.
—Esto es el primer tiempo pequeña.
—No poder soportar más.
—Es una pena, debes aprender a no mentirme, no te voy a dejar salir de esta casa hasta que esté completamente satisfecho.
Beso a la cansada Eun Na, saliendo de ella, para acomodarla en una de las sillas, movió sus ataduras una ultima vez dejando las manos atadas esta vez al frente, miro como Seokjin se abrochaba el pantalón, caminando hacia el horno, colocándose los guantes y sacando la carne, que lleno toda la cocina con un aroma delicioso, su perfección culinaria y su habilidad sexual estaban demasiado iguales.
—Hola Eun Na ¿Llegue muy temprano?
El pelinegro sonrió mientras se acercaba a la linda chica en la plaza.
—No, apenas acabo de llegar, Eun Wo.
—¿A dónde quieres ir a comer?
—Lo que quieras, pero que no sea carne por favor.
Le tomo el rostro y la miro fijamente.
—Te vez algo cansada, ¿Mucho trabajo?
—Digamos que sí.
—Entonces ¿Quieres ir al cine? Se que querías ir a los go cart, pero no te veo con energías para eso.
La rubia abrazo a Eun Wo
—Mil gracias mi trasero te lo agradece, en verdad no tengo fuerzas siquiera de caminar.
—N..no..es nada.
La cara del chico era un poema, estaba riendo de manera nerviosa, su corazón latía demasiado rápido al estar tan cerca de la rubia, esta se separo como si no hubiera pasado nada, sacando platica de la nada haciendo que los dos se sintieran mas tranquilos, eligieron la película que verían, mientras se fueron a comer Tteobokki, Eun Wo estaba fascinado con la rubia, no podía dejar de mirarla, las platicas eran divertidas y de todo.
—Por cierto, te traje tu cuaderno —saca la libreta de su bolsa entregándosela al chico —mil gracias por tus apuntes, me han servido mucho, tienes muy bonita letra.
— Pensé que no te serviría, después de ver los resultados de los exámenes, me humillaste con las calificaciones.
—No es para tanto, solo repase cosas que ya había visto, pero con tus apuntes se me hizo más fácil.
—¡NUNU!
La rubia no podía creer lo que sus ojos veían, Jimin y Taehyung se acercaban de manera amistosa sonriendo ampliamente, las chicas del lugar no podían evitar verlos, Eun Na se froto las sienes dándoles una mirada furiosa, al fondo miro a Jungkook que pedía perdón con la mirada.
—los voy a matar.
—Nunu, que sorpresa ¿Qué haces aquí?
Se sentaron sin permiso en la mesa uno en cada lado de la rubia.
—Nadie los invito a sentarse, estoy ocupada, les dije que saldría el día de hoy, estoy con mi amigo Eun Wo
—Vaya estas con un AMIGO, vez Tae te dije que es su AMIGO.
—Cierto Jimin, es bueno que nuestra Nunu tenga AMIGOS, es bueno para ella.
Ambos miraron a el pelinegro que se sintió intimidado un poco por el par de hombres, los cuales, aunque sonreían tenían un aura amenazante hacia él, además de la mirada penetrante de Taehyung que no ocultaba la molestia que sentía al verlo.
—Bueno entonces no los molestamos más, te vemos en la casa pequeña
Cada uno beso una de las mejillas de Eun Na retirándose de manera tranquila. Eun Wo sintió como si esos chicos marcaran territorio con ella, aunque esta no se veía de ninguna manera interesada en ellos más allá de una amistad algo extraña, esta tomo el teléfono marcando un par de veces.
—Espero no verte en casa mas tarde porque juro que cortare tu cuello Jeon Jungkook.
—¿Entonces vives con ellos?
—Si, son trabajadores de mi tío.
—¿Qué clase de trabajadores?
—Podemos resumirlo en que son Strippers.
Una platica casual entre dos chicos de diecisiete años.
Mas tarde después de la pequeña cita de Eun Na, una molesta rubia llego arrojando su bolsa y abrigo en la entrada de la casa, se fue directo a la sala buscando a los tres más jóvenes de los anfitriones, rogando por que estuvieran ahí.
—Hola peque ¿Cómo te fue? —Yoongi la miro
—Bien gatito, ¿Sabes dónde están Jimin y Taehyung?
—En la sala, están jugando videojuegos.
Llego hasta la sala parándose enfrente del televisor apagándolo.
—Es la ultima vez que me siguen si salgo con alguien, no me interesa el motivo, no me importa si no les da confianza, si decidí salir con él, es porque quiero un amigo "normal", no son mis dueños, no son nada mío, para estar siguiéndome los pasos —se giró hacia Jungkook —esto no lo esperaba de ti.
Salió de nuevo de la sala, yéndose a encerrar furiosa en su habitación colocando el seguro para que nadie entrara, nunca la habían visto así, en verdad estaba molesta.
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