Pov Marcos

-¿Estas loca?- grite por décima vez a mi hermana, ella solo negó bebiendo de una copa.

Estábamos en nuestro escondite de Alaska, ella sentada en el sillón como la reina que era, manteniendo toda la calma; mientras mi hermano y yo tratábamos de hacer que entrará en razón.
-Ir al infierno en un suicidio- ayudó Anthony.
-No, ir al océano lo es... ir al infierno es recuperar lo que nos robaron- explicó hablando por primera vez.
-En este caso es lo mismo... hay una razón por la que los católicos nos consideran paganos y sobre todo hay una razón por la que no están en el tratado- me queje tratando de ignorar el hecho de que tenía un gran punto a su favor.
-¿Qué mierda importa el estúpido tratado? El mundo se esta destruyendo y no se ustedes pero yo...
-NO- Grite para opacar su muy buen argumento, que estaba por lograr que hiciera esa locura con ella. Fije mi vista en mi hermano en busca de apoyo pero me lo encontré considerando las palabras de mi hermana- NO- volví a gritar estaba desesperado no sólo por Thony si no por la excesiva calma de mi hermana.
-Mark- hablo con calma mientras se paraba y venía hasta mi- ¿Puedes estar toda la inmortalidad así?
-Si, no es tan malo- respondí pero la verdad es que era una mentira, una más que cruel mentira- No hay reglas... podemos hacer lo que se nos antoje. ..- argumente.
-Pasaste semanas tratando de traerlo de vuelva ¿Ya te rendiste? - indagó.
-No, pero...- estaba destruyendo mis barreras y ella sabía que estaba por caer ante sus deseos o bueno en parte también eran míos.
-Es una oportunidad de traerlos de vuelta, ¿No quieres volver a verlo? ¿Tenerlo entre tus brazos? ¿Decirle que lo amas?- inquirió, Yo grite de frustración y ella sonrió.
-Odio que hagas eso- me queje, sus ojos rojos me inspeccionaban en silencio ya no tenía que hablar más después de todo ya había dicho lo justo y necesario para quebrarme, la odiaba, desde que Walter había muerto, ella se había convertido en una perra despiadada, controladora y manipuladora. Nos quedamos en silencio por varios minutos hasta que hable.
-¿Qué quieres que haga?- pregunté finalmente.
-Ve por nuestra madre dile que Anthony y yo decidimos ir a ver a Lucifer....
-¿Por qué?
-Lucifer quiere algo a cambio, Si es ella por sus almas. Bien, si es la mía, bien. Le daré lo que quiera no me importa pero los voy a sacar de allí- explicó aún calmada, Thony y yo asentimos. Estábamos por separarnos pero yo la detuve.
-Si salimos de allí y aunque los saquemos. No volverá nuestra humanidad, estamos demasiado rotos para eso ¿entiendes? ¿no?- ella asintió en respuesta.
-Además nos volveremos locos si vuelve- esta vez fue mi turno de asentir.

Con eso claro nos separamos, ellos fueron por Lucifer y yo por mi madre, la encontré en su habitación mirando la ventana con una copa en su mano y expresión melancólica.
-¿Sabes? Cometí muchos errores en mi vida, de la mayoría me arrepiento, pero jamás los considere un error y sobre todo jamás me arrepentiré de ustedes... Soy su madre y aunque hagan estupideces los amo más que a mi propia vida- explicó sin mirarme, un pequeño sentimiento de culpa me invadió, pero fue rápidamente cayado.
-Madre- Llame y por primera vez me miró, tenia los ojos llorosos y su maquillaje corrido por las lágrimas pero ninguna de ellas a la vista.
-¿Donde están tus hermanos?- indagó sin apuro.
-Fueron a ver a Lucifer- explique- ¿Me puedes ayudar a detenerlos? - pedí.
-Pero ya están allí- comentó sin apuro.
-Los va a matar- sentencie con algo de prisa, ella asintió dejando la copa en una mesa junto a la ventana, fue hasta el baño y cuando volvió unos segundos después no había rastros del maquillaje ni de antiguas lágrimas, fue hasta un escritorio de un cajón saco tres sobres uno con mi nombre y otros dos con el de mis hermanos y los dejo sobre el escritorio a la vista de todos. Deseaba ver más pero rápidamente ella me apartó.
- ¿Vamos?- yo asentí aún con la duda en mi cabeza, algo andaba mal, pero ya era tarde para evitarlo.

Pov Serena

Estábamos en el infierno, con Anthony, un par de demonios nos guiaron hasta la sala del trono Lucifer que no aparentaba más de 35 años, tenia el cabello negro corto, barba de no más de tres días, ojos azul eléctrico y obviamente un cuerpo perfecto debajo del traje negro sin corbata, tenia una copa en su mano y una sonrisa arrogante en su rostro.
-Los hijos del tardado...uno... dos, falta uno más- se burló.
-Lucifer- salude- ¿Cómo estás después de tanto tiempo?- indague con una sonrisa similar a la suya.
-¿Ya lo conocías?- preguntó mi hermano molesto.
-Sólo un par de veces, hace algunos años...- expliqué.
-Bien, supongo... por aquí y por allá- respondió.
-Seguro que ya me reemplazaste- me reí él me miró molesto- No me mires así, tu me dejaste- comenté sería pero sin perder la calma.
-No tardaste en buscarte otro- atacó.
-Y me lo arrebataste- le grite.
-¿Te acostabas con Lucifer?- grito mi hermano molesto interrumpiendo Nuestra charla.
-Fue hace como 5 años- le reste importancia.
-Roma- cálculo Anthony-¿En serio?
-¿Sabes a que vinimos?- inquirí ignorando a mi hermano, había sido una linda semana.
-Entrégame a tu madre y te los daré- Yo asentí unos segundos antes de que Marcos llegará con ella.
-¿Qué sucede aquí?- indagó mi hermano menor.
-Serena se acostaba con Lucifer- la cara de mi hermano era un poema en cambio mi madre no parecía sorprendida.
-¿Lo sabias?- indagaron mis hermanos mientras que yo unía los hilos. Mi cara se trasformo en odio puro. Antes de caminar hasta mi madre y darle un fuertemente golpe en la mejilla, ella me miró con culpa pero ya era tarde.
-Acepto- dije a Lucifer- es tuya, dámelos- él sonrió tronando los dedos, tres cuerpos se formaron con sombras cuando estas salieron dejaron ver a los tres N'Dah para atrapar a mi madre.
-Fue un placer hacer un trato con ustedes, el volvió a tronar los dedos y los 6 aparecimos en central Park.
Corrí hasta Walter, él me atrapó entre sus brazos, estaba llorando y no sabia porque, mire a Anthony y Marcos que estaban igual.
-No me vuelvas a dejar- regañe  aún oculta en su pecho, me negaba a que viera mis ojos, o bueno lo quería retrasar lo más posible.
-Mírame- rogó tomando mi barbilla para que lo mirara, deje que subiera mi rostro pero mantuve los ojos cerrados-  mírame, por favor.
-Bésame- él lo hizo, no me había dado cuenta de cuanto lo extrañaba, al apartarse fui abriendo lentamente mis ojos. Él  parecía molesto.
-Lo siento...- él me abrazo cuando empezaban a salir mis lágrimas.
-Sh... todo estará bien- trato de calmarme, su mano acariciaba  mi cabello y con cada caricia una parte de mi alma ya destrozada comenzaba a dolor. Dolía como los mil demonios, lo aparte de un empujón, causando su sorpresa, mire a mis hermanos y estaban igual.
-¿QUÉ LES PASA?- grito Em.
-No podemos- respondimos los tres a la vez.
-¿Por qué?- indagó Jace dolido, mire al hermano mayor con mucha culpa que a los pocos segundos se trasformo en dolor.
-Les devolvemos la humanidad y eso los lastima...- explicó Walter.
-Pensé que podríamos pero no, después de perderlos matamos a Muchas personas- Sentencie, mire a mis hermanos y los tres salimos corriendo, aunque sólo nos escondidos para verlos, después de todo los necesitábamos casi tanto como a la sangre.
-Deténganse- ordenó el mayor de los N'Dah a sus hermanos que se giraron para mirarlo.
-¿No vamos a hacer nada?- se quejo la menor.
-¿Quieres herirlos?- indagó él- porque si es así vallan a buscarlo.
-Espere más de un año y Mucho más que ustedes para verlo ¿y ahora no puedo tocarlo?- Emily  estaba destrozada pero no más que nosotros, aun así Thony  hubiera ido por ella si Mark no lo hubiera detenido.
-Salgamos de aquí.

Unas horas después y de pasar todo ese tiempo tratando de recomponernos y tomando la decisión, los tres estábamos de vuelva en el castillo del tratado, que parecía destruido y un poco abandonado.
Tenia puesto un vestido negro al cuerpo con escote corazón y sin mangas, además de detalles  dorados.
Marcos tenía un traje todo negro con corbata dorada al igual que Anthony sólo que la suya era azul. Los tres suspiramos cansados y entramos a la sala de los tronos, los dioses no notaron nuestra presencia hasta que nos sentamos frente a ellos.

-Desaparecemos unos días y están apunto de destruir el mundo- me burle cuando los tres nos miraron.
-¿Qué hacen aquí?- inquirió Zeus.
-Al parecer arreglar sus desastres- respondió Mark en tono cansado. Los tres tronamos  los dedos y el castillo se reparo por si solo.
-Aún no tiene su humanidad- Observó Ra.
-Eres muy observador...- se río Anthony.
-No necesitamos humanidad para evitar que se maten entre ustedes...- agregó Marcos.
-Pero si les trae consuelo, cosa que poco interés me da.... evitaremos las masacres. El bar de Malcom nos agrada... aunque por otro lado mi madre ya no está, así que no tienen más opción que aceptar que sin nosotros aquí... destruirán el mundo- explique con una sonrisa arrogante- y ahora sí nos disculpan necesitamos un trago.

Pov Samanta

Un mes llevaba en las malditas manos de Lucifer, mi cuerpo estaba muerto y lo único que me permitía estar de pie eran las cadenas que retenían mis brazos a los lados.
-¿Por qué haces esto? - pregunté cuando Lucifer entró a mi celda.
-Sabes porque....
-Esto es por mi hija- él no dijo nada pero su silencio lo confirmaba todo- tu no la mereces.
-Yo la amo- grito estampando su mano en mi mejilla.
-¿Por qué no le pediste su alma en ves de la mía?- inquirí- no es como que te lo hubiera permitido pero me intriga como piensas hacer algo... ¿Qué ganaste con este show?
-Es muy fácil mi plan... cuando los tres N'Dah murieron los destruyeron sobre todo a tu hermosa niña... yo retuve esas lindas almas hasta que la destrucción de tus hijos sea permanente, ella tiene al amor de su vida. Pero él La lastima, su humanidad lo hace y es lo que él representa- hizo una pausa tomando mi mentón para que lo mirara a los ojos- yo la amo aún así, aun destruida y no hay necesidad de una reconstrucción... ella sola vendrá a mi; porque yo puedo darle lo que nadie puede...
-¿Qué sería eso?
-Libertad..

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Capítulo nuevo.... si no se acostumbren

Pero bueno como Michelinita se porto bien aquí se los dejo.

¿Serena irá con Lucifer?

¿Los N'Dah. Luchan por el amor?

¿Los Riveras verán los sobres de su madre?

¿CÓMO REACCIONARÁN SUS PADRES AL ENTERARSE DE LO QUÉ HAN HECHO?