Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capítulo 5: Se mio.

Narra Marcos

Me había escapado para ver a Jace, que de alguna forma Estaba en Roma, era un lugar con mucha historia para mi.
Y Jace era un amor cuando se lo proponía y esa vez no era distinta, me esperaba en el coliseo con un ramo de rosas, tenía una camisa negra y sus jeans azules gastados que me mataban, su cabello rubio despeinado y sus hermosos ojos celestes detrás de unas gafas de sol.
-Hola- saludé cuando estaba a su lado.
-¿Como estás, mi amor?- saludo él dejando un beso en mis labios, creo que su intención fue un simple roce pero yo quería más y no me iba a conformar con eso, lo tome por la cintura, intensificando el beso- Aún negros, tengo que trabajar más...- comentó con su típico tono burlón- te traje flores- él extendió y yo las tomé con una sonrisa.
-Eres un romántico sin causa- me burlé.
-¿Vamos a pasear?- me extendió su mano y caminamos juntos.

Estamos en una cena romántica en La torre Eiffel, La luna llena y La velas nos iluminaba, todo iba perfecto y como se había propuesto mis ojos ya estaban dorados.
Cuando él se paro caminando hasta mí yo lo imite para unir nuestros labios en un beso.
-Te amo- le dije.
-Yo más- contestó- amo tus ojos así...- advirtió intentando apartarse de mí, pero lo tome por La cintura y lo acerque más a mí, temiendo que se desvaneciera en un parpadeo.
-¿Donde vas?- inquirí.
-A abrir El champan, No me voy a ir a ningún lado.
-Incluso aunque no quieras podrías dejarme y tal vez yo no podría evitarlo... Cómo nadie me podría detener a mí- expliqué atrayéndolo hasta mi.
-No me iré esta noche- aviso.
-¿Lo prometes?- inquirí sin soltarlo.
-Lo prometo...- juro dejando un beso en mis labios, recién entonces lo solté.
Camino hasta La mesa y abrió La botella con un golpe seco, antes de volver junto a mí con dos copas para brindar.
-Dime ¿Qué quieres don Juan?- inquirí divertido, dejando La copa en La mesa.
-A ti, para toda mí vida- Confesó con simpleza antes de arrodillarse frente a mí mientras sacaba una pequeña caja de terciopelo negro que al abrirlo tenía un anillo- ¿Quieres casarte conmigo?- preguntó con una sonrisa, Yo asentí, antes de que él me colocara el anillo y se pusiera de pie para poder besarlo demostrándole en ese simple hecho lo que sentía por él.
-Te amo...
-Te amo- respondió él pocos segundos antes de que una flecha le atravesará el corazón apartándolo de mi lado antes de que si quiera me diera cuenta.
-No....- grite desesperado con el cuerpo sin vida de mi amado entre mis brazos- Me lo prometiste.... Dijiste que no me dejarías, me lo juraste- le recriminé, pero ya no había nadie a quien recriminar, así que busque al culpable de la muerte de mi amado y lo mate. Para llorar junto a su cuerpo hasta el amanecer.

Narra Serena

Cuando desperté al amanecer estaba en el pecho desnudo de Walter, su esencia llegaba a mis fosas nasales y me embriagaba.
-Buenos día- saludé a la vez que me incorporaba en la cama.
-¿Tengo que irme?- inquirió con un tono de niño pequeño.
-Si, así que vístete además tienes que dar clases- recordé poniendo me de pie para vestirme, él se levantó a regañadientes y me imitó.

Cuando estuvo listo lo tome de la mano y viaje por las sombras para aparecer frente a La escuela. Antes de poder escaparme el tomó mí mano uniendo nuestros labios en un beso que no tarde en corresponder. Lo que pasó después de eso fue muy borroso, muchos enemigos, una batalla, sangre y después todo negro.

Desperté en una celda, mí cabeza dolía horrores y veía todo borroso sin contar que todo mí cuerpo agonizaba por el dolor.
No sé en que momento dos olores familiares llegaron a mis fosas nasales el aroma de Walter y La verbena.
-Walter- llame, dos segundos después mí cabeza descansaba en su pecho​- ¿Qué pasó?
-Nos atacaron y no pude protegerte...- explico con un tono apenas perceptible de ira, como pude me senté frente a él mirándolo a los ojos.
-¿Tu estás bien?- él asintió con La cabeza agachada, yo La tomé en mis manos obligándolo a mirarme a los ojos- estoy bien, saldremos de esta, lo prometo- y sin esperar respuesta lo bese.
-Te amo- iba a contestar pero La puerta se abrió de golpe, por ella entró un hombre alto de tez clara y ojos negros como los de mis hermanos.
-Quien iba a pensar que encontraría a La hija del tratado- cauterio acercándose a mí, pero antes de llegar Walter se interpuso.
-No La vas a tocar-  aseguro.
-Puedo hacerle más daño sin ponerle un dedo encima- advirtió con una sonrisa.
-Ni se te ocurra tocarlo- grite pero ya era tarde el tenía a mí guardián por el cuello- Suéltalo- pequeñas lágrimas comenzaron a salían de mis ojos.
-Vez pequeño guardián- se burló, no podía ver La cara de él pero sabía que estaba sufriendo. Traté de moverme para​ ir hasta él pero tenía cadenas en mis muñecas, comencé a tirar como si no hubiera un mañana, tenía que hacer Algo, no podía permitir que me lo arrebataran, no de esa forma. Aunque unos minutos después lo lanzó al otro lado de La habitación muy lejos de mí. Causando que gritará con más fuerza.
Estaba mirando a Walter cuando él llegó hasta mí tomando mí rostro por La barbilla para obligarme a mirarlo a los ojos.
-¿Qué pasa pequeña?
-Déjame ir- grite.
-¿Y dime por qué haría eso? Sin nadie que calme a los dioses La guerra vendrá pronto...- explico soltándome, mientras que salía agrego- disfrutas tu nueva habitación princesa- al salir las cadenas desaparecieron y pude correr hasta Walter.
-¿Estas bien?- inquirí mientras​ lo ayudaba a recostarse sobre La pared.
-Estoy bien no te preocupes... ¿Cómo estás tú? Tienes las muñecas lastimas- observo tomándolas entre sus manos.
-No te preocupes ya se van a curar- le aseguro y sin previo aviso lo bese- no me protejas...- Suplique desesperada, sabía que podía cuidarse solo, pero aun así era humano y eso hacía más fácil el hecho de perderlo. 

-Tengo qué- aseguro.
-No te dejare hacerlo... Sí mueres jamás me lo perdonaré, si mueres me vas a herir- expliqué pero sabía que no me escucharía, así que mordí mí muñeca, bebí de ella y lo bese para que mí sangre entrará en su sistema.
-¿Qué haces?- se notaba molesto pero no me importó, no iba a dejar que muriera por mi.
-Es un seguro... No dejaré que te maten- antes de que contestará un par de hombres enteraron, apartándome de Walter, el mismo hombre que unos pocos minutos antes se había ido entro, me miró a los ojos con una sonrisa burlona antes de Acercarse a mí guardián y romperle el cuello.
-¿No deseabas que esto pasará? Niña idiota... Yo hago las reglas aquí- en el instante en que su mano estallaba en mí mejilla, La verbena entro en La habitación vete tú a saber cómo- no me provoques...-advirtió antes de dejarme caer en el suelo, cuándo comenzaba a agonizar todos salieron cerrando La puerta detrás de ellos, comencé a toser fuertemente a La vez que me arrastraba hasta mí guardián, a duras penas pude recostarme contra La pared mientras dejaba su cabeza en mí regazo y comenzaba a acariciarlo.
-No me dejes. Vuelve.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro