Narra Serena

A veces la vida se empeña en herirnos, a veces nos golpea hasta que nos hartamos y le hacemos frente o hasta que nos cansamos de seguir. Siendo inmortal y teniendo el peso del mundo sobre ti, es imposible rendirse, aunque a veces es todo lo que Queres hacer.

Ser lo que sostiene la paz en este mundo teniendo a la vida como rival es un peso aún más grande que el de Atlas y un castigo peor que el de Prometeo. Supongo que tengo que decir que si hubiera tenido que cargarlo sola como mi madre lo hizo, no lo hubiera soportado de ninguna forma, a pesar de eso mis lazos me hacen débil y fuerte al mismo tiempo, comenzaba a odiarlo de verdad ese gran dilema.

Lo que hizo Lucifer en verdad me molesto odiaba de sobremanera que tocarán a mis hermanos, más que nada a Marcos debo admitir que después de la muerte de los N'Dah intente proteger más a mi hermano menor, había vivido mucho tiempo solo y no se, me dolía que le robaran lo que tenía y en este caso su felicidad.

Todo eso cruzaba mi mente mientras golpeaba la pared de mi cuarto, sentía la impotencia de mi guardián pero a la vez el intentaba darme mi espacio para descargar.
-Serena por favor detente- pidió Walter. Lo mire un instante, estaba junto a la puerta tratando de mantener la calma, golpee una vez más, Está vez la ventana que estalló en mil pedazos- Serena, demonios- grito usando su sobrenatural velocidad para cubrir mi cuerpo del vidrio que volaba, cuando se apartó se giro para golpear la pared que ya de por si estaba llena de huecos- Demonios que pensabas...
-No hagas eso- pedí como niña pequeña, estaba sentada en el piso y sin que pudiera controlarlo comencé a llorar.
-No, por favor no llores....- pidió Él, Corriendo hasta mi atrapándome entre sus brazos para dejarme esconder mi cabeza en su pecho.
-Me siento frustrada.... pesa demasiado... La culpa... el tratado- explique entre sollozos.
-Por eso estoy aquí... déjame ayudarte a cargar todo esto- rogó sufriendo con mi dolor, yo asentí y me Quede allí oculta hasta quedarme dormida.

Pov Anthony

Emily se había despertado pasado el mediodía y parecía haber recuperados todas sus fuerzas no así Tessa. Corrí al cuarto de mi hermana, avisando previamente a Em que se cambiará para salir.
La puerta fue abierta unos minutos después por Walter que para mi gran sorpresa estaba vestido con un Jeans gastado y una remera negra.
-Hola ¿esta mi hermana?- pregunté algo incómodo, él se hizo a un lado para dejarme pasar, en uno de los sillones individuales estaba mi hermana con un libro en una mano y una copa en la otra, parecía estar tranquila y relajada.
Walter cerró la puerta detrás mío y se fue a sentar en el sillón enfrente a mi hermana tomando otro libro en sus manos.
-Tony ¿Qué pasa?- inquirió algo preocupada.
-Nada sólo quería saber si podrías cuidar un rato a Tessa mientras Emily y yo salimos...
-¿Porqué no la llevan con ustedes?- inquirió con una mirada picarona.
-Tessa esta herida- la sorpresa y la ira se reflejo en sus ojos en el mismo instante que mi espalda chocaba contra la pared.
-¿Qué le paso?- no pude contestar con la presión que estaba ejerciendo en mi cuello, para mi suerte Emily llegó al instante, apartando a Serena de mi.
-Ella esta bien...-advirtió, pero sus ojos se vieron llenos de culpa, Serena estaba a punto de atacarla cuando Tes entró a la habitación caminando lentamente y fue hasta los pies de mi hermana, a Serena casi se le cae una lágrima al verla tan mal, aún así se colocó a su altura para acariciar con cuidado se cabeza.
-Muy bien la cuidaremos- aseguró Serena, yo sonreí mientras Emily iba a despedirse, mi hermana se acercó a mi.
-Si causa muchos problemas me avisas y vendremos en seguida, ¿Está bien?- ella asintió- sólo será una hora..- mire a Tessa con preocupación.
-Hermano deja de ser tan sobreprotector...
-Tessa compórtate y si vez a Marcos, nada de peleas ¿okey?-Ella asintió mire a Emily, que dejaba un beso en la frente de Tessa al igual que yo y salimos de allí.
-Tony ¿que pasa?- inquirió Em mientras caminábamos entre los pasillos del castillo.
-¿Quieres ir a beber algo?- invité, me miró confundida pero asintió. La tome de la mano y nos trasporte hasta la entrada del bar de Malcom. La misma cola de gente estaba afuera esperando para entrar algunos humanos los cuales si entraban solo serían alimento, pobres idiotas. Por mi parte entrelace mi brazo con el de Emily y entramos sin traba alguna.

Caminamos hasta una mesa bastante apartada de los oídos de los demás aunque siendo vampiros no se podía estar seguros de estar completamente solos. Pedimos y una vez tranquilos Emily me miro a los ojos.
-¿Qué está pasando por tu mente?- inquirió algo preocupada.
-Quiero liberar a mi madre- en ese segundo exacto ella estaba bebiendo y se atraganto, cuando pudo hablar soltó un "¿QUÉ?" el cual hizo que todos fijaran la vista en nosotros- ¿Es qué no tienen una vida?- todos agacharon la mirada y volvieron a lo suyo. yo vacíe mi copa- vamos a un lugar más privado- ella asintió y deje un par de billetes en la mesa antes de irnos.

Estaba sentado en la sala de la pequeña casa que teníamos en Alaska, mientras Emily caminaba de un lado a otro con obvia desesperación.
-¿Podrías calmarte? Me vuelves loco- me burle.
-Si, claro... es una diversión...
-Vamos Emi tranquila- pedí mientras me acercaba besando su cuello y quitandole la ropa lentamente.
-Anthony, no juegues conmigo así- ella se quejo pero la mordí- Tony hablemos de esto...- pidió ahogando su placer, pero le fue imposible cuando comencé a acariciar su parte íntima.
-Hablaremos luego...- ordene mientras la tomaba para llevarla a la cama.
-Necesitamos hablar Anthony...
-Luego- asegure terminando de quitar sus pantalones.
-Le prometimos que volveríamos en una hora a Tessa- intento detenerme.
-Estará bien... de verdad quieres que me detenga- ella me miro con lujuria, negando con la cabeza. Me apresuré a entrar en ella llevándonos a los dos al mismo paraíso.

Una vez que acabamos salí de ella y me acosté a su lado, con el brazo la atraje hasta mi.
-Te extrañe- comenté con sinceridad.
-Nunca me fui- dijo divertida, pero ahora se incorporó mirándome a los ojos- habla ¿Qué estás pensando?
-Entrar, sacarla e irnos...- explicó - Tu sabes donde esta ¿no?
-Si... y no es necesariamente un hotel 5 estrellas te lo aseguro... la seguridad de esa celda en especifico es una exageración- aseguró yo sonreí.
-Necesito a mi madre, me lo negarás- ella me miró enojada.
-No hagas eso, me irrita- se quejo, me la quede mirando un largo rato hasta que suspiro derrotada- Esto es una locura.
-Vamos cambiate, tenemos que ir por Tessa- ordene comenzando a cambiarme ella soltó un bufido y me imitó.
-Estas loco- sentenció cruzándose de brazos dándome la espalda.
-Y te encanto así- recorde mientras tomaba su mano, para volver al castillo.

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