Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12: la carta

Pov autora.

Mientras los tres hermanos solucionaban los problemas de los dioses, los otros tres que custodiaban la puerta, se introducían en una pequeña charla que no era muy grata, al menos no para la menor que era el centro de la conversión.

Walter había estado observando que su hermano no era la misma desde que habían vuelto y las ultimas semanas actuaba extrañamente; parecía distante, madura, fría y calculadora. Ya no desprendían esa aura de calma que tanto la caracterizaba.
-¿Donde estaban?- inquirió Jace.
-Anthony decidió dormir fuera- respondió la menor sin mirarlos.
-¿Por qué?- Walter continuó el interrogatorio, la verdad había decidido ignorar los hechos de la noche anterior en la habitación del mayor de los Rivera, pero esa mañana los recuerdos habían vuelto y recordaba a la perfección como Emily se había negado a besar a Anthony.
-Encargase de Serena y Marcos... y yo me encargaré de Anthony- sentenció furiosa antes de desaparecer unos instantes y volver ya sin el vaso en la mano.
-¿Te acostaste con Thony? - inquirió Jace divertido, su hermana lo fulmino con la mirada unos instantes antes de soltar un suspiro y negar.
-¿Qué pasa contigo?- se quejo Walter con algo de preocupación en su voz. Ella iba a negar pero su hermano se lo impidió- hace semanas que no ríes, tus ojos ya no muestran más sentimientos que el odio, la ira o la frustración....estas sería todo el tiempo y actúas raro.
-Sólo hago mi trabajo, tal vez de una forma diferente a ustedes pero lo hago. Los conocimos de formas distintas, nos acercamos a ellos por distintos motivos...- Emily sonrió sin gracia antes de continuar- pero los tres morimos por ellos. Lo hicimos en diferente tiempo, de diferentes maneras. Eso también es verdad, tanto como el hecho de que ya no sólo debemos cuidarlo si no que también servirlos.... ellos cambiaron aunque ninguno quiera asumirlo, y yo debí cambiar por él. Y aunque Anthony lo odie era necesario, llegara el momento en el que ustedes se amolden a las necesidades de ellos- La pequeña suspiro oyendo levemente lo que pasada del otro lado de la puerta- recuerden "ante todo somos sus guardianes y sus sirvientes"- finalizó, sus hermanos la miraron dispuestos a negarse, pero les fue imposible por dos razones una que las palabras eran verdad y la segunda, los hermanos Rivera habían terminado la reunión.
-Vamos Em- apuro el mayor y sin perder tiempo él se alejo de los demás seguida por la pequeña.
-¿Qué les pasa?- inquirió Serena preocupada mirando por donde se alejaba su hermano.
-No tengo ni idea- respondió su guardián, ocultando la verdad.
-Jace acompáñame, recordé que tengo algo que hacer- pidió Marcos en tono serio, la petición era completamente innecesaria, después de todo él no se alejaría, pero nadie los entendía Ambos se alejaron dejado a Serena y Walter solos.
-¿Qué deseas hacer?- inquirió el mayor.
-dormir, pero mejor vamos por un trago.... Las discusiones de los dioses me ponen de mal humor- decidió y así los dos se fueron a por un trago.

Narra Marcos

Corrí a la habitación de mi madre porque por alguna extraña razón, me acordé de los sobres que había visto antes de ir al infierno.

Llegue a ella, estaba tal cual la recordaba pero no había ido por eso. Me acerque al escritorio a la vez que rebuscada en el cajón hasta encontrarlos.
-Pensé que deseabas otra cosa- confesó algo decepcionado Jace cuando cerraba la puerta y se quedaba allí parado.
-Tenía que venir por unas cosas- sentencie tomando los sobres- volvamos a la cama ¿Quieres?- él asintió débilmente y con los sobres en mi mano volvimos a la cama, después de todo aún era temprano.

Narra serena

Llevamos más de una hora, sentados en la mesa bebiendo sin parar, bueno yo bebía y Walter sólo jugaba con su copa a la vez que miraba para todos lados como un paranoico.
-Eh, se que no te acostumbras pero necesitas la sangre para sobrevivir- le recordé.
-Lo sé, solo no tengo hambre- me explicó, lo mire a los ojos se veían perdidos. No estaba segura de lo que estaba pasando por su cabeza pero sea lo que sea no era algo bueno.
-¿Estas bien?- inquirí y él asintió con una sonrisa de medio lado mirándome a los ojos. Pero se notaba que era falsa.
-Serena- me llamo y yo asentí esperando que continúe y así lo hizo- sabes que haría lo que sea por ti ¿Verdad? Que me amoldaría a tus deseo y caprichos por más locos y estúpidos que fuesen- lo mire extrañada antes de sonreír para después dejar un corto beso en sus labios.
-Lo sé... no tienes que decírmelo- le confirme. Estaba por decir algo cuando alguien se sentó a mi lado pasando su brazo por mis hombros. Mire a Walter estaba dispuesto a atacar pero lo frente con la mirada, me recosté un poco hacia atrás y me encontré con un vampiro de ojos negros y cabello igual, tenía una sonrisa arrogante en sus labios.
-Hola bombón- saludo, por mi parte no sabia si romperle la cara o reírme.
-Ser....-intento decir mi guardián pero yo negué adivinando sus palabras.
-Quita tus manos de mi o mi acompañante se molestará- advertí pero él solo miro a Walter unos instantes antes de reírse.
-Tengo 150 años y el acaba de ser convertido, no podría conmigo- se burló.
-Déjame...- rogó Walter con los puños apretados y los ojos fijos en mi, con súplica.
-Bebe tu copa y podrás jugar- asegure fingiendo el tono de mamá, él obedeció sin cuestionar.
Se acabó su copa y luego se puso de pie, sin pedir permiso tomó al vampiro del cuello apartándolo de la mesa, aun elevado un par de centímetros del suelo Walter tomó su brazo derecho y lo dobló de una forma sobre humana detrás de la espalda, para después apoyarlo sobre la mesa al menos su pecho y cabeza, sus piernas estaban colgando, mi guardián aún lo retenía por el brazo.
-Me irrita de sobre manera que te digan así...- se quejo sin soltarlo.
-A mi me divierte- conteste divertida.
-¿Qué hago?- inquirió interesado iba a contestarle pero me interrumpió- Déjame...

-No lo vale, déjalo Walter- ordene él lo soltó, bueno lo lanzó unos metros lejos de nosotros y se sentó a mi lado nuevamente pero no sin quejarse.
-Tu mataste a la rubia por tocarme ¿Por que no puedo hacerlo yo?- me reí por su tono de niño pequeño, a pesar de ser varios años mayor que yo. Aunque note cierto deseo en su voz.
-Te daré dos razones la primera yo le advertí a la rubia que no te tocará...
-Tu sé lo advertiste...
-No es lo mismo y además esta el otro punto importa- él me miró interesado- te dije que no y es no- use un tono serio casi de regaño y él ya no molesto más. Dos segundos después una voz resonó muy cerca de nosotros.
-Había apostado que a esta hora no pasaría nada interesante- comentó Marcos mientras se sentaba frente a mi, Walter se movió a mi lado dejando que Jace se sentaba a su lado.
-¿Qué haces aquí? - inquirí, Marcos pidió otra ronda recién cuando todos teníamos una copa frente a nuestro. Saco de su campera un sobre que dejó sobre la mesa y lo arrastró Hasta mi. Yo lo tome leyendo mi nombre en él, Marcos tomó un sorbo de su copa mientras lo miraba extrañada.
-Sabes esperaba que estuvieras durmiendo pero como no estabas supuse que estarías aquí, a veces me preocupa que bebas tanto- explicó sin gran interés.
-¿Es de ella?- interrogue ignorándolo él asintió y yo le devolví la carta- no lo quiero.
-¿A que le temes?- interrogó recostándose sobre la mesa fijando toda su atención en mi.
-Marcos...- imite su posición- no soy tu presa no juegues conmigo.
-No estoy jugando contigo, ¿por qué no respondes?
-Basta, Marcos...- advertí, antes de que dijera algo un par de guardaespaldas se acercó a la mesa.
-¿Riveras?- indagó recibiendo nuestras miradas y un asentimiento, por el rabillo del ojo pude ver a los N'Dah en guardia - el señor Parker quiere verlos.
-Pagamos y vamos- informe parándome seguida de mi guardián.
-No se preocupe, señorita. Ya esta pago- yo asentí, ellos comenzaron a caminar y nosotros detrás de ellos.
-Que placer volver a verlos- observo la voz de Malcom cuando entramos a la parte privada del bar.
-Jamás pensé que esas palabras salieran de su boca- reconocí divertida- ¿No nos vas a invitar un trago?
-Creo que ya te invite demasiado, deberías comenzar a beber menos- hablo con un deje de diversión en su voz antes de invitarnos a sentar y ordenar que trajeran algo para beber.
-¿Donde están Anthony y Emily?- indagó cuando ya todos teníamos una copa en nuestras manos. Vi a Walter a mi lado, note como se sentía algo incómodo, supongo que aún no se acostumbraba al mundo de los vampiros.
-Ni idea- reconocí mirándolo fijamente.
-Qué lástima, quería volver a ver a la pequeña Emily.
-¿Qué quieres?- sentenció mi hermano con algo de enojo, tal vez porque recordaba la vez de la disco.
-Sólo saber como estaban... debí suponer que estaban dispuestos a todo por recuperar su propiedad- lo que deseaba hacer en ese momento era romperle la cara, ¿lo que hice? sonreí con diversión, Marcos apretó levemente los puños antes de soltar una mueca divertida.
-Bueno la verdad es que yo me negué, pero es imposible negarse a los deseos de mi hermana- contó Marcos mirando fijamente a Malcom.
-Yo ya decía que eras igual a tu madre- esta vez no pude sonreír a sí que bebí hasta vaciar mi copa. Walter al percatarse cambio las copas dejando frente a mi su copa intacta, yo le sonreí para después mirar a el vampiro a la espera de que hablara- ¿Cómo están sus padres?
-Molestos, supongo. Cuando se enteraron lo que hicimos desaparecieron- explique- ¿Qué quieres? No nos traerías aquí si no desearás algo- él me sonrió de lado.
-hablemos a solas- pidió, yo asentí.
-Espérenme afuera- ordene Marcos y Jace se levantaron pero Walter no tuvo ni la menor intensión. Fije mi mirada en él arqueando una ceja- Sal fuera- a regaña dientes el salió con mi hermano y el suyo. Para que después pueda volver mi vista a él- ¿Qué quieres?
-Advertirte, Lucifer te quiere a ti.
-Lo sé, lo vi en sus ojos, era el mismo deseo que cuando estábamos en la cama... ¿sabes qué planea exactamente?- hable con algo de diversión.
-Cree que el dolor te llevará a sus brazos. Pero no lo harás ¿Verdad?
-¿Sabes que me hace humana?
-¿Tu protector?
-La culpa... o bueno en realidad la necesidad de proteger y sentir dolor por los otros, culpa por herir a otros- confesé.
-Entregaste a tu madre- recordó.
-No tengo humanidad y prefiero que quede así... se lo que quieres. Por el momento no te ayudare- saque el sobre de mi chaqueta- ¿Quieres saber que dice?
-Tu no lo sabes. No la abriste...- reconoció.
-No, eso es verdad. Si la leo mi humanidad volverá, Lucifer piensa que Walter es mi humanidad pero la verdad es que él la tiene en sus celdas. Mi madre y yo chocamos Muchas veces pero ambas protegeremos este mundo- le entregue la carta- Se que ves a mi madre como una hija pero ya no es una niña y debes dejar de atraparla cuando caiga. Si no nunca aprenderá.
-¿tu...Cómo?- era la primera vez que no veía su sonrisa arrogante y que lo escuchaba titubear era algo gratificante.
-Ocúltale a quien sea lo que quieras, pero a mi no- advertí poniéndome de pie- linda charla, abuelo.... pero mi protector se esta inquietado- sin más comencé a salir.
-Serena...- llamó.
-No diré nada. Pero lee la carta y no hables con mis hermanos, tal vez empieces a perder clientes. Deja a mi madre donde esta. Por el momento al menos.

-Serena. ¿Por Qué tardaste tanto?- Se quejo Marcos.
-Nada importante... vamos por café y un pastel necesito algo dulce- y sin más nos retiramos.

------------------

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro