POV Emily

Era sábado otra vez, la semana en la escuela, fue normal, Anthony volvió a hacer el de antes pero aún así parecía que deseaba evitar a toda costa estar conmigo a solas y cuando no le quedaba de otra apenas si me miraba a los ojos. Pero no importa, era él mismo no su contraparte malvada y fuera de control.

Ese día hacia frio, así que tuve que abrigarme, eran cerca de las nueve cuando yo estaba terminando de prepararme y llego el mensaje de Jace "En 5 minutos estamos allí" tuve que apresurar el paso porque si no llegarían y al no estar lista ambos se enojarían.

En 5 minutos estaba lista y el timbre sonó, rápidamente tome mi campera y baje las escaleras. Para llegar hasta la puerta y abrirla, dejando ver a mi hermano mayor.
-Hola, ¿Qué haremos?- pregunté con una sonrisa inocente.
-Es una sorpresa. Pero ahora le darás un abrazo a tu hermano ¿o no?- dijo con un Puchero y en menos de dos segundos mis brazos están en su cuello. Cuando nos separamos subimos al auto él en el asiento del conductor y yo atrás porque Jace iba de copiloto.
-Ten- dijo mi hermano entregandome una venda- si no te vendas los ojos no arrancaré el auto- agrego y a regañadientes me la coloqué, recién cuando se hubieran asegurado de que no veía nada arrancaron el auto y pudimos salir.

Como quince minutos después el auto se detuvo. Pero mis hermanos me ordenaron quedarme allí. Pasaron 5 minutos más, que para mí fueron una eternidad, hasta que pude bajar y Jace me guío tu vete a saber donde. Hasta que por fin se dignaron a quitarme la venda.
-Sorpresa- dijeron los dos, frente a mi había un hermoso pic-nic. Estábamos en Central Park frente al lago. Las hojas decoraban el suelo todo era hermoso.
-Gracias chicos se superaron- dijo con una gran sonrisas.
-Lo mejor para nuestra hermanita- dijo Jace despeinado mi cabello.
-Basta- me quejé mientras me lo sacaba de encima.

El resto del día lo pasé fenomenal, comí con mis hermanos, jugamos, nos reímos. Así tanto tiempo que no estaba con ellos que me había olvidado de lo bien que nos la pasamos juntos. Pero como siempre en mi vida, nada es perfecto por mucho tiempo y a eso de las 6 de la tarde un grupo de 12 personas con ropas negras y armas listas se comenzaron a acercar a nosotros. Tome rápidamente mi teléfono y llame a Anthony dos veces pero no contestó.
-Jace, toma mi teléfono y sal de aquí, mándale un mensaje a Anthony- ordene mientras le daba mi teléfono.
-¿Para qué?- inquirió sin entender.
-Dile que no me busque- mis hermanos no entendían nada- salgan de aquí ahora- volvía ordenar al momento de sacar una espada de mi mochila y encaminarme hasta los hombres de negro.
-Emily ¿Qué harás?- preguntaron los dos a la vez, yo los mire por unos segundos y sonreí.
-Hablare- respondí, pero aquellas personas estaban frente a mi y no tardaron nada en atacar.
-Jace vete ahora. Has lo que dice Emily- por el rabillo del ojo note su duda pero aún así se fue- ¿Puedo unirme a la charla?- interrogo con una espada en la mano que vete tu a saber de donde salió.
-Walter, Vete yo puedo con esto- asegure sin apartar la vista de mi objetivo.
-Tal vez, pero no voy a dejar a mi hermanita luchar sólo- confesó- Además no eres la única que sabe usar una de éstas- y rápidamente se unió a la pelea.

Pasaron varios minutos y no nos estaba yendo muy bien, mi hermano y yo estábamos cubiertos de heridas, además de cansados. Lo que causo que en menos de dos segundos lograran desarmarnos.
Dos personas retuvieron a mi hermano por los brazos y yo no controle mis gritos, traté de ir hasta el pero me retuvieron a mi. Walter trató de liberarse al igual que yo pero no tuvimos tanto tiempo, ya que unas manos taparon nuestras bocas, con lo que parecía un pañuelo. Y no tarde demasiado en caer inconsciente.

Cuando desperté trate de moverme pero me fue imposible, estaba en una silla, con mis manos atadas detrás de la espalda y mis pies en las patas delanteras.
-Emily por fin despiertas- dijo mi hermano con alivió en la voz.

-¿Llevo mucho dormida?- pregunté aún algo desconcentrada.
-No tanto- afirmó Jace.
-¿Qué haces tú aquí?- inquirí.
-Me capturaron como a ustedes, no es obvio.
-¿El mensaje...?- trate de preguntar pero me interrumpió.
-Para tu suerte Anthony me interceptó y pude decírselo antes de quedar inconsciente- mi hermano parecía muy tranquilo a pesar de todo- ahora ¿me explican que está pasando?- está vez hablo completamente alterado.
-Me parecía que estabas muy tranquilo. Pero Walter tiene que responder a mi pregunta antes ¿Dónde aprendiste a pelear así?- la sorpresa era muy notable en mi voz.
-Tu no eres la única que sabe cosas- traté de preguntar si confesaría pero él se adelantó- no les diré nada, y no solo porque son tus amigos sino porque me gusta el mundo tal como está y no quiero que halla guerra- yo asentí.
-¿Porqué habría una guerra?- inquirió Jace pero no tuve tiempo de responder. Porque alguien entró en la habitación.
-Es que tu hermana tiene secretos guardados que va a confesar- respondió la voz de un tipo de unos treinta años, era alto, de tez pálida, sonrisa arrogante y ojos negros algo fríos. Vestía un traje negro, que parecía muy costoso.
-No voy a decir nada...- advertí con firmeza.
-Eso ya lo veremos- y sin previo aviso me dio un gran golpe en el estómago, si se preguntan si dolió, la respuesta es: si. Pero si se preguntan si hice algo para demostrarlo: no, no lo hice.
-Emily- grito Jace.

-Estoy bien- aseguré.

-Entonces empecemos, porque de una forma o otra confesaras-​ confeso quitándose el saco y colgándolo en un perchero que no había visto antes- Me vas a decir la debilidad de los hijos del tratado.
-Jamás, antes muerta- le die con hostilidad pero él solo se rio.

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J

ajajaja lo siento, se que es corto pero quiero crear intriga