-Oh vamos, no puedes esconderte en esta habitación eternamente -tiró de las sabanas descubriendo su rostro -ni bajo las sabanas.

-Si que puedo -Coira tiró de la sabana de nuevo cubriendo su rostro -Hasta que se vaya.

-Le estas dando poder sobre ti -Elsepth suspiró, tirando de nuevo de la sabana -Además no se va a ir.

-Pues entonces me iré yo -Coira volvió a tirar de la sabana.

-¿Y dejar todo tu plan? -y finalmente tiró con fuerza de la sabana, lanzándola al suelo -¡No! ¿Cuanto tiempo te ha llevado planear esto? Clere, Constance, yo. Incluso Lachlan te está apoyando.

-Lachlan -ella hizo una mueca -Podría haberme avisado que Alec llegaría y no lo hizo. El no me apoya, el se mantiene al margen.

-Eso cariño, es apoyarte, porque si quisiera podría haber ido a contarle a tus padres lo que planeas y a estas alturas estarías encerrada en una habitación en el castillo Bukchaman hasta que te hicieran entrar en razón -Elsepth suspiró se subió a la cama tumbándose a su lado -No puedes dejarte vencer ahora que estas tan cerca.

-¿Y que hago? Alec esta aquí, no va a permitir que vuelva a ver al capitán -ella hablo mirando al techo - ¿Que habría pasado si llega más tarde?

-Que probablemente os habría encontrado en la cama -Elsepth respondió con tranquilidad, frunció el ceño -Creo que lo habría matado.

-¡¿Ves?! -Coira cubrió su rostro con sus manos -Jackson no puede volver y yo no puedo ir a la corte.

-Si que puedes, puedes venir conmigo -hizo una mueca -Pero seguramente Alec sabría a lo que vas y te perseguiría.

-Me he quedado sin opciones Elsepth -giró el rostro para mirarla -Se acabo, volveré a casa.

-De eso ni hablar -Elsepth se giró, tumbándose de lado y alzó una ceja -¿Que pasa con el hombre de confianza de Alec?

-¿Que es el hombre de confianza de Alec? -ella la miró con el ceño fruncido.

-¿Y? ¿Cual es el problema? -se encogió de hombros -Es guapo, parece agradable. Alec no estará vigilándolo, puedes conocerle un poco.

-Solo quiero desparecer -ella negó con la cabeza -Ahora no puedo pensar.

-Necesitas distraerte -y saltó de la cama y la agarró del brazo -Venga, vamos abajo. ¿Que tal si hacemos un pastel de calabaza? Ese que la abuela Thalia hace. Cuando éramos niñas la ayudábamos.

-No voy a bajar -se resistió, tirando de su cuerpo hacia atrás, mientras su prima tiraba de su brazo -No quiero encontrármelo.

-Y no te lo encontraras -Elsepth le sonrió -Se ha ido a ayudar con la reconstrucción del molino. Y eso le llevara tiempo.

-Y yo debería estar alli -Coira cerró los ojos con fuerza.

-Exacto, no escondiéndote -soltó su brazo y ella se cayó de culo en la cama, caminó hacia el armario -Pero hoy vas a olvidarte de todo, haremos un pastel y nos relajaremos. Y así tienes tiempo de pensar.

Y después de desayunar las dos damas se encontraban en la cocina riendo con Tahita mientras preparaban la masa para el pastel de calabaza.

-Esta casa se ha llenado de vida desde que llegasteis -Tahita las miró sonriendo -Creo que sois lo mejor que le pudo pasar a esta familia.

-Ya verás como cuando Lady Simón vuelva, ha aprendido a sonreír de nuevo -Coira la miró con cariño.

-Seguro -y Elsepth apartó las manos de la harina -Si ha visto al tío Niaj, tu padre y al Diablo juntos.

-¿Y que dices de tu padre eh? -Coira la miró divertida.

-Mi padre es un Duque muy correcto -incluso ella misma río al decirlo, después miró a la mujer y asintió -Aquí los salvajes son ellos -señaló a Coira -Toda la corte lo sabe.

-¡Oye! -y sonriendo alzó la mano y tiró un puñado de harina.

-¡Mi vestido! -Elsepth tomó un puñado de harina y se la tiró a su prima.

-¡Mi vestido! ¡Mi vestido! -imitándola con voz de pito Coira corrió por la cocina.

Las risas y gritos hicieron que Alec que estaba entrando en ese momento al castillo se dirigiera a la cocina, para verlas peleando, corriendo alrededor de la mesa y tirándose harina una a la otra. Sonrió, disfrutando de ver a Coira tan relajada, disfrutando, riendo. Se apoyó en la pared del pasillo, oculto en la oscuridad grabando cada imagen de ella en su cabeza.

Entonces la puerta trasera de la cocina se abrió y Randal entró frunciendo el ceño al verlas y parpadeando cuando el puñado de harina impacto en su cara.

-¡Oh! -Coira lo miró con la mano en alto -Randal...

Elsepth se rió observando al hombre parpadeando mirándolas con la cara blanca. Pero cuando Coira tomó un paño y se acercó a él, ella la agarró de la manga del vestido y se inclino para susurrarle al oído.

-Candidato -y después se giró hacia la mujer que miraba a todos con una sonrisa -Tahita ¿Por que no me ayudas a sacudirme todo esto? -y agarró a la mujer del brazo y tiró de ella sacándola de la cocina.

-Randal, lo siento -haciendo una mueca se acercó a él alzando el paño y limpiando su cara de harina -Estábamos..

-No pasa nada -el sonrió levemente -La próxima vez me asegurare de no estar entrando en mitad de una batalla.

Y ella río a carcajadas, apartando el paño de su cara y viendo las marcas blancas aun en su frente y en su barbilla. Alzó el rostro para mirarle y su mano se alzó con el paño limpiando su barbilla.

-Randal -suspiró -Lo siento si te cree un problema con Alec.

-No se preocupe señorita -el negó con la cabeza.

Alec entrecerró los ojos, viéndoles oculto en las sombras, viendo como ella limpiaba su rostro con delicadeza y como susurraban en voz baja, después de que ella hubiera reído. Dio un paso adelante y entro en la cocina.

-¡Randal! -gritó y vio como Coira se tensó, pero no se giró hacia él, simplemente dio un paso atrás, alejándose algo de Randal.

-Señor -su hombre de confianza le miró con seguridad.

-Necesitan más materiales en el molino -habló con la vista fija en la espalda de ella -Ordena a los hombres que los lleven.

-Si señor -el se giró para marcharse.

-Randal -Coira le agarró de la muñeca y el giró el rostro para mirarla -La frente -hizo un gesto con la mano que sostenía el trapo.

-Eh, gracias -él alzó la mano sacudiendo su frente y finalmente salió de la cocina dejándolos a solas.

Coira tragó saliva, retorciendo el trapo en sus manos. Escuchó los pasos de él acercándose a ella lentamente.

-Coira -su voz sonó a su espalda y aunque se negó a darse la vuelta, el la sostuvo del brazo y la giro para que ella le mirara. Cuando lo hizo se miraron durante unos segundos, hasta que él suspiro -¿Que estás haciendo?

-¿Que? -ella frunció el ceño.

-¿No ves que todo esto te puede perjudicar? -suspiró pasando la mano por su pelo, nervioso -Pones en peligro tu reputación. Dos capitanes de la guardia real aquí, con vosotras dos, sola.

-¿Mi reputación? -ella lo miró parpadeando.

-Yo solo estoy tratando de protegerte -alzó la mano y colocó un mechón tras su oreja.

-Pues no malgastes tu tiempo Alec -ella lanzo el trapo sobre la mesa y le rodeó atravesando la cocina y saliendo de ella.

-¿Que? -se giró y la siguió -¡¿Que quieres decir?!

-Quiero decir que no necesito que cuides y vigiles mi reputación -salió del pasillo a la entrada principal y se dirigió a las escalares -Tu menos que nadie.

-No seas injusta-el la agarró del brazo impidiendo que subiera las escaleras -Se que yo tengo mi reputación. Pero eso no impide que quiera cuidar la tuya. Eres una dama, Rollers es un libertino, el nunca piensa en el matrimonio...

-Bien -ella le miró a los ojos.

-El solo quiere...-la miró desconcertado -¿Bien?

-Se perfectamente quien es Rollers y sé lo que quiere -tiró de su brazo liberándolo -No quiere matrimonio. Bien. -al ver que él la miraba confundido sonrió -Yo tampoco. No voy a casarme Alec, no quiero casarme.

-Si no quieres casarte con él, entonces ...-la miró molesto -Jugar a esto es peligroso.

-Pero es que yo no estoy jugando -ella sonrió negando con la cabeza -Y no he dicho que no quiera casarme con él, sino que no quiero casarme. No voy a casarme. Nunca. Ni con él, ni con nadie.

-¿Como que no vas a casarte? -él entrecerró los ojos.

-Mira Alec es muy simple. Quiero lo que tienen mis padres, lo que tienen los tuyos, lo que han encontrado mis hermanos. Y como no lo encuentro... No voy a casarme con un hombre para que me engañe y me utilice, para que las mujeres me tengan lástima porque después de dejarme en el castillo disponiendo su casa, se marche a buscar el calor a otros brazos. Así que no, no quiero ni pienso casarme -alzó ambas cejas -Así que no tienes que preocuparte por mi reputación.

-No digas tonterías -negó con la cabeza -¿Como no vas a querer casarte? Te conozco, te encantan los niños. Quieres tener niños.

-No he dicho que no vaya a tener hijos -lo miró fijamente -Solo que no voy a casarme.

-¿Y como piensas tener hijos entonces? -el la miró como si fuera tonta y Coira lo observó en silenció unos segundos.

-No creo que a estas alturas tenga que explicarte como se tienen los niños -y ella respondió viendo como el rostro de él se descomponía a medida que la comprensión le llegaba.

-Pero estas buscando candidatos -frunció el ceño claramente nervioso -Elsepth te está presentando....-y él mismo entendió porque Jackson Roswell estaba aquí anoche. Coira no estaba buscando un hombre para casarse, estaba buscando al padre de su hijo. Quería tener un hijo, quería... Sintió que le faltaba el aire, sin siquiera darse cuenta que ella se había marchado, que había subido las escaleras, necesitó salir al patio, que el viento lo golpeara y tomar una bocanada de aire. Porque de repente el miedo de todo lo que ella había dicho se estrelló contra él.

No quería casarse, porque no estaba enamorada. Ella quería sentir eso y no lo sentía, no lo sentía por el. Ella no quería casarse. Pero buscaba a un hombre, un hombre que la atrajera para embarazarse. ¿Y si ya había elegido a ese hombre? ¿Y si ya había tenido la oportunidad de...? Se sentó en el primer escalón del castillo, sintiendo que le faltaba el aire.

-¿Señor? -Ted se agachó a su lado -¿Está bien?