Capitulo 6: No dejes de ser tu
Kirk suspiró alzando la mano y tirando del cuello de la camisa que parecia estar presionando su garganta. Miró a través de la ventana de su habitación, viendo los carruajes que llegaban a palacio, los escudos de los condados, ducados y marqueses.
-¿Estas bien? -Alec entró a la habitación cerrando tras él.
-Claro que si -Kirk respondió volviendo a tirar de su cuello.
-Es algo incomodo -Alec sonrió observando el gesto de su hermano -Te acostumbraras.
-Lo dudo -hizo una mueca y se giró hacia su hermano, al ver cómo le miraba fijamente, desvió la vista y caminó por la habitación.
-Kirk ¿Que estas haciendo? -siguió observando a su hermano.
-¿Acudir a una fiesta? -Kirk se sentó en uno de los sillones y le miró.
-Una fiesta organizada para que muestres tus intenciones con la mujer a la que en la próxima fiesta presentaras como tu prometida -caminó hasta pararse junto a la cama y apoyarse en él -Se que tu y Elsepth siempre os habéis llevado muy bien pero... Te conozco, nunca te he visto mirarla como mas que ...diría que una hermana. Y ahora.... ¿Vas a casarte con ella?
-Elsepth no es mi hermana -Kirk hizo una mueca y se estiró sobre el sillón apoyando la cabeza en el respaldar -Quiero casarme con ella.
-Ya -Alec frunció el ceño -Siempre has estado feliz de ser el menor, de no tener que tomar el titulo de nuestro padre, de no tener obligaciones y disfrutar. Eres el Indisciplinado Kirk y ahora... Tomaras el titulo de Lord Lancaster y estas dispuesto a...
-¡Lo sabia! -Clere entró en la habitación y colocó las manos en sus cinturas mirando a sus hermanos. Señaló a Alec -¡Lo estas entreteniendo!
Davinia entró tras ella con una dulce sonrisa en su rostro y Coira se paró junto a ella, mirando a Alec y sonriendo.
-Venga, todos están ya abajo -Clere se acercó a su hermano mayor y tiró de él apartándole de la cama, para después empujarle hacia la puerta -Venga Coira llévatelo.
-Vamos -Coira sonrió viendo a su marido suspirar y después se acurruco contra su pecho cuando él paso el brazo por su espalda acercándola para salir juntos de la habitación.
-A ver -Clere se acercó a Kirk y le tomó de la mano obligándole a levantarse, lo miró de arriba abajo -Pero mira que pelos -y lo empujó de nuevo obligándolo a sentarse.
-¿Que le pasa a mi pelo? -él frunció el ceño viendo a su hermana acercarse a tomar un cepillo y regresar a él, para comenzar a peinarle.
-Estas muy guapo -Davinia se acercó a su hermano y le miró feliz.
-Tu estas preciosa pequeñaja -él miró la pequeña tripa de su hermana sonrió -Augh -hizo una mueca cuando su otra hermana tiró de su pelo.
-Deberías cortártelo, así no estarías siempre despeinado -Clere suspiró tirando de nuevo de su pelo.
-¡Ah no! -y Kirk saltó de su lugar apartándose del sillón y mirandola horrorizado.
-¡¿Que haces?! -Ella le miró con el ceño fruncido -Ven aquí que no he terminado.
-No no -negó con la cabeza -No voy a dejar que me cortes el pelo.
-No te lo voy a cortar tonto -ella le miró molesta -¡Deja que termine de peinarte!
-Como si pudiera fiarme de ti -el la miró con los ojos entrecerrados.
-¿Que estas queriendo decir? -y ella entrecerro los ojos mirándole.
-Oh venga, no empecéis -Davinia tomó a su hermano del brazo y lo guió hasta el sillón -Deja que te peine, no va a cortar tu pelo -y ella miró a su hermana -Estoy segura de que a Elsepth no le gustaria.
-A ver ¿que piensas hacer? -Clere volvió a centrarse en el pelo de su hermano.
-¿Que pienso hacer con que? -él frunció el ceño y vio a Davinia reir en voz baja.
-Oh por Dios -ella tiró del pelo de su hermano haciendo que él hiciera otra mueca -¿Que piensas hacer en la fiesta?
-¿Es que tengo que hacer algo? -hizo otra mueca -¡No seas bruta! ¡Que me vas a arrancar el pelo!
-No soy yo la bruta aquí -ella suspiró terminando de anudar el cabello de su hermano, después rodeó el sillón y se paró a su lado -Kirk tienes que mostrar ante todos hoy que la estas cortejando, que la amas, que pretendes convertirla en tu esposa. -al ver que él se quedó mirandola en silencio alzó la mano y se golpeó la frente dramáticamente.
-No la dejes sola -Davinia habló y su hermano la miró -Permanece a su lado en toda la fiesta, hazla reir, sonríe a su lado, salid a la terraza a tomar el aire, quizás pasear por el jardín.
-Tienes que bailar con ella por supuesto -Clere reprimió la sonrisa al ver como su hermano suspiraba -Y no estaría de más que vean algún gesto de cariño, sujeta su mano, recoge un mechón de pelo tras su oreja, algo suave, no seas escandaloso que no estas en casa.
-Joder -Kirk pasó la mano por su cara -Esto va a ser muy complicado.
-Estoy segura de que lo harás bien -Davinia se aceró y colocó la mano en el hombro de su hermano, él la miró y ella le sonrió -Lo que estas haciendo por ella, es muy hermoso Kirk.
-Venga vamos -Clere tomó la mano de su hermano y tiró de él obligándolo a levantarse -No la hagas esperar -le sonrió y el asintió sonriendo también.
Las dos hermanas bajaron antes y cuando entraron en la sala se dirigieron al lado de sus esposos que se encontraban charlando juntos. Clere miró a Constance que estaba sentada junto a su hermana y asintió, mirando después a Elsepth sonriendo.
-Es tu noche -Constance habló manteniendo la vista al frente -Y ahí está tu futuro marido.
Elsepth dirigió la vista al frente y vio a Kirk parado en el umbral de la sala. No el Kirk que estaba acostumbrada a ver, con sus ropas sueltas y su pelo revuelto. Ahora tenía su pelo sujeto, el traje típico de un noble de la corte se ajustaba a él, dejando ver claro que no pertenecía a este lugar. Pues incluso vestido como un noble, no podía perder su pinta de salvaje e indisciplinado.
El la miró y ella le sonrió, pero frunció levemente el ceño cuando él abrió levemente la boca y se quedó alli parado mirandola, sin avanzar. Nerviosa miró a ambos lados de reojo, viendo como la gente empezaba a notar su presencia y lo miraba con curiosidad.
-¿Por que no se mueve? -Elsepth habló en voz baja a su hermana, manteniendo la sonrisa.
Constance no respondió, simplemente sonrió y se levantó de su lugar dirigiéndose hacia donde se encontraba Robert y Alisa que estaban hablando con Ewan y Helen. La Duquesa miró a Constance y frunció el ceño, giró entonces el rostro y vio a su hijo parado en la entrada de la sala, sonrió y caminó hacia él.
-Esta muy hermosa -se paró a su lado hablando en voz baja.
-¿Eh? -Kirk miró a su madre y se sonrojó -Si.
-Vamos -ella colocó la mano en el brazo de su hijo y él al fin reacciono, entrando a la sala junto a su madre se pararon junto a Eara y Alexander que les miraron y asintieron.
-Conde Algart -Kirk asintió saludándole y extendió el brazo, sabiendo que la mayoría de las miradas de la sala estaban centrados en ellos y en ese intercambio.
-Kirk -Alexander extendió el brazo y apretó el de Kirk, sonrió levemente -Pareces incomodo -señalo con la cabeza su ropa.
-Bueno, no estoy muy acostumbrado -Kirk respondió aliviado al ver que el Conde bromeaba. -Dice Alec que me acostumbrare.
-No, no lo harás -Alexander lo miró y sonrió, Helen y Eara rieron.
-¿Por que no vas con ella? -Eara tomó el brazo de él mirándole con cariño -Es tu lugar.
-Con permiso -Kirk asintió y se dirigió hacia el lugar en el que ella permanecía sentada. Cuando llegó, se quedó parado observándola. Frunció el ceño al ver como ella reprimía una sonrisa e inclinaba levemente su cabeza hacia su mano apoyada en el asiento. -Oh, eh, Lady Lancaster -su ceño se frunció de nuevo al llamarla así, se inclinó ante ella y extendió la mano, viendo como ella colocaba su mano en la de él. Alzó la mano llevándola a sus labios y después se incorporó.
-Toma asiento a mi lado -ella habló colocando la mano sobre el lugar y el suspiró y se sentó, mirando al frente con la tensión reflejada en su cuerpo. Elsepth giró el rostro y le miró -¿Estas bien?
-Si -asintió aun con la espalda recta. -Todos nos miran.
-Claro -ella sonrió levemente -Kirk, mírame a mí, olvídate de ellos.
Y entonces él se giró hacia ella y suspiro relajándose solo un poco.
-Señores -uno de los sirvientes se acercó con una bandeja y asintiendo, él tomó dos copas y después le tendió una a ella.
-¿Ves? No esta siendo tan difícil -ella le sonrió alzando la copa para beber.
-Ya, bueno -hizo una mueca -Sigo sintiéndome como si me hubieran metido un palo por...
-¡Kirk! -gritó en voz baja, casi escupiendo su bebida y tratando de no reir, manteniendo la compostura.
-¿Que? Nadie nos oye -él miró de reojo viendo como las miradas seguían en ellos -¿O ahora tengo que dejar de ser yo contigo?
-Kirk -ella le miró a los -Nunca dejes de ser tu y menos conmigo.
Se miraron en silenció durante unos segundos y entonces él frunció el ceño.
-¿Que pasa? -Elsepth preguntó mirando al frente y asintiendo en forma de saludo a una pareja que pasó.
-No me pedirás que me corte el pelo ¿no? -cuando preguntó, ella giró de nuevo el rostro hacia él frunciendo el ceño.
-Por supuesto que no ¿por que iba hacer eso? -negó con la cabeza suavemente -Me encanta tu pelo, desde pequeña he adorado acariciarlo ya lo sabes.
-Si, cierto -él asintió recordando la de veces en que se había tirado en el campó con la cabeza sobre la falda de ella mientras Elsepth acariciaba su pelo.
-Estas muy nervioso -ella dejó la copa sobre la mesa que había a un lado -Bailemos.
-Eso no ayudara a relajarme -él hizo una mueca, finalmente dejó su copa y se incorporó y la miró confundido al ver que ella no se movía. Después suspiró y se inclinó extendiendo su mano -Esto del protocolo es una mierda. Si quieres bailar ¿Porque simplemente no puedes levantarte y bailar conmigo?
-Porque una dama debe esperar que la inviten y la guíen -ella respondió haciendo una leve mueca mientras caminaba a su lado hacia el centro de la sala.
-Ha -él rodó los ojos mientras se situaba ante ella, colocando la mano en su espalda y sujetando su mano en alto -Me has arrastrado a bailar tantas veces que ya perdí la cuenta. Tu ni siquiera preguntas si uno quiere bailar, simplemente agarras a tus hermanos, a mi o a tus primos y los arrastras al centro de la sala.
-Si, bueno -ella se quedo pensativa -Eso era cuando no pensaba que las consecuencias de cualquiera de mis acciones pudieran importar.
-Eh -Kirk la miró a los ojos -No dejes de ser tu, nunca.
Ella le miró unos segundos y finalmente sonrió.
-Kirk nunca has bailado tan mal -reprimo la risa -¿Que te pasa?
-Todos nos miran -él suspiró -Además esta camisa me pica, me siento atado con esta chaqueta.
-Por dios, no muerdo Kirk -ella le miró alzando una ceja -Nunca me habías mantenido tan alejada de ti cuando bailábamos. Acércame que no te van a detener por ello. -entonces él la acercó suavemente. -¿Ves? Nadie te ha cortado la mano.
-Estas divirtiéndote con esto -él la miró entrecerrando los ojos.
-Bueno, puede que un poco -ella sonrió encogiéndose de hombros.
-Deberíamos estar divirtiéndonos -él habló pensativo.
-¿Que? -ella le miró confundida.
-Que esto, debería ser divertido para nosotros -la miró a los ojos -¿Por que no hacerlo a nuestra manera? Después de todo soy el Indisciplinado. -sonrió -Divirtámonos, a nuestra manera. -y se apartó haciéndola girar sobre sí misma mientras sujetaba su mano, ante lo que ella río, atrayendo todas las miradas. Después volvió a tomarla entre sus brazos -Eso esta mejor.
-Ahora nos miran mas -ella rió mientras giraban juntos por la sala, a un ritmo más rápido del que deberían.
-Pues que nos miren. -el alzó una ceja -Es envidia.
-¿Porque eres el hombre más atractivo de la sala? -ella se mordió el labio divertida.
-Si -le guiñó un ojo -Y porque estoy bailando con la mujer más hermosa de la corte.
Y ella se quedo mirándole con una sonrisa mientras seguían girando por la sala.
-Después de todo, puede que sea cierto -Helen habló junto a Eara mirándolos.
-Ellos son perfectos el uno para el otro -Eara sonrió y después miró a Helen -Pero aun no se han dado cuenta.
Cuando la música terminó, ambos se apartaron y se inclinaron ante el otro, para después caminar por la sala. Kirk tomó de nuevo dos copas y después de entregarle la suya a ella, la miró pensativo y finalmente tomó su brazo y la guió por la sala en dirección a la terraza.
-¿Necesitas aire? -Elsepth preguntó mientras salían al aire de la noche.
-Si, mucho, desesperadamente -el respondió dejando su copa sobre la baranda de la terraza y alzando las manos para tirar del cuello de la camisa.
-Ven -ella dejó su copa junto a la de él y se acercó, alargando las manos hacia el cuello y doblándolo para que no rozara su cuello -Así esta mejor -sus manos se apoyaron en su pecho y le miró -Kirk, gracias.
-No tienes que darme las gracias -él alzó la mano acariciando su mejilla -Siempre estar para ayudarte. -y la abrazó contra su pecho, apoyando la barbilla en la cabeza de ella.
-¿Incluso si te pido que te cortes el pelo? -ella pregunto con una sonrisa, con la mejilla apoyada en su pecho.
-No tenses demasiado la cuerda amorcito -respondió riendo.
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