Tenso.

El desayuno estaba siendo demasiado tenso y no sabría decir exactamente porque.

O si.

La cena de la noche anterior no había sido menos tensa, con Josh y Alec mirandola de reojo mientras ella cenaba tratando de ignorar las visibles ganas que tenían ambos hombres de preguntar por la repentina llegada del caballero con el ramo de flores. La clara familiaridad con que se trataban y el hecho de que media hora después de alejarse para pasear por el jardín, el hombre regresara al patio, subiera a su caballo y se marchara sin siquiera decir adiós.

-Voy a ir a visitar a Lachlan -se incorporó en su lugar y salió de la sala " Y a matarle" pensaba mientras salía del castillo a paso rápido y furioso. Y nada más entrar a la forja, le vio al fondo, alzando una espada y mirandola -¡¿Pero tú de que vas?!

-Buenos días Coira -dejó la espada sobre la mesa y la miró -¿No te gustaron las flores?

-¡No te burles de mi! -colocó las manos en su cintura -¡Podrías haberte librado de él!

-No interferir ¿recuerdas? -le sonrió -Tus decisiones, las consecuencias de ellas.

-¿Sabes que? -inspiró aire profundamente -Me voy a ir porque tengo unas tremendas ganas de coger esa espada y atravesarte con ella. -y cuando termino de hablar, escuchó la leve tos tras ella. Se giró rápidamente y se encontró con el hombre de confianza de Alec, que la miraba incomodo. -Ah, hola.

-Buenos días señorita -él asintió la miró y entonces sonrió levemente.

-Aquí tienes -Lachlan se acercó a él, tendiéndole la espada.

-Gracias -asintió y con la espada en la mano, la miró -Con permiso -y salió de la forja.

Y Coira se quedó mirando la puerta por la que se había marchado, pensando.

-No -y Lachlan habló a su lado -No es una buena idea.

-No interferir ¿Recuerdas? -y ella giró el rostro para mirarle, sonrió y se marcho.

Regresó al castillo, pensando que su primo tenia razón. Y no necesitaba tener visiones para saberlo. Era una pésima idea. Pero aun así...

Entro al castillo y se dirigió a la sala, sin parar de pensar y dar vueltas una y otra vez a la opción que se había presentado en su cabeza.

-¿Estas bien? -se sobresaltó al escuchar la voz de Alec y giró el rostro para verle parado al otro lado de la sala.

-Eh, si -y sonrió -¿Y Josh?

-En la biblioteca -respondió mirandola fijamente.

-Oye Alec...-se sintió incomoda, sabiendo que no debía dar explicaciones pero aun sintiendo que él se las pedía con su sola presencia -Lord Voltimor....

-¡¡¡Coira!!! ¡¡Te traigo grandes noticias!! -Elsepth Alegart entró a la sala caminando a toda prisa y se abalanzo sobre ella, abrazándola. Después se apartó -¡¡Tenemos una cacería organizada!! ¡Con dos capitanes de palacio!

-Elsepth...-Coira se tensó.

-¡Oh! ¡Te aseguro que te encantara el que escogí para ti! -y ella la miraba sonriendo -¡Es guapísimo! ¡Encantador!

-Elsepth ...-Coira la agarró del brazo.

-¡Claro que Lord Voltimor también lo era y parece que su visita de ayer no acabo muy bien! -frunció el ceño -¡¿Que paso?!

-Elsepth -tiró de su brazo.

-¡No importa! ¡Después me lo contaras! -y ella la miró emocionada -¡Te aseguro que esta vez te traigo al candidato ideal!

-¡Elsepth! -y Coira tiró de ella obligándola a girarse en dirección a Alec, que estaba parado al otro lado de la sala, mirándolas cada vez de forma mas sombra. -Saluda a Alec.

-¿A...Alec? -y Elsepth tragó saliva y sonrió forzosamente -¡Alec! ¡Que alegría verte! -entonces frunció el ceño -¿Que haces aquí? -y miró de reojo a Coira, murmurando en voz baja -Lo siento.

-Estarás muy cansada del viaje, voy a guiarte a tu habitación para que descanses -Coira la agarró del brazo y tiró de ella hacia la puerta -Tendrás suerte si no te asfixio con la almohada -habló en voz baja.

-¡¡Un gusto Alec!! ¡Charlaremos mas tranquilamente en tu próxima visita! -alzo la mano diciendo adiós mientras era arrastrada.

-No está de visita -Coira tiró de ella por las escalaras.

-Ah -asintió y frunció el ceño -¿Que? ¿Y que hace aquí?

-Protegerme -respondió suspirando -¿Tanto te cuesta mirar si no hay alguien más cuando entras en una sala?

-Lo siento, lo siento -siguió caminando tirada por ella, hasta que pararon ante una puerta, que Coira abrió y entraron dentro -Me pudo la emoción.

-Ya, te vi muy emocionada -Coira suspiró sentándose en la cama -¿Y ahora que?

-¿Ahora? Nada -Elsepth se cruzó de brazos -Nos da igual que este aquí. No pasa nada porque hagamos una cacería con unos amigos.

-Acabas de gritar a los cuatro vientos que me habías elegido al candidato perfecto esta vez -alzó la mano pasándola por su pelo -Y después de hablar de Lord Voltimor.

-Es que es perfecto. Es guapísimo, el libertino más perseguido en la corte -alzó un dedo divertida -Compite con el Deseado. Yo diría que van a la par ahora mismo. -la miró unos segundos -Y...¿Que paso con Voltimor?

-Que se presentó aquí con un ramo de flores -se dejó caer en la cama -Un ramo de flores y la intención de volver a repetir ese beso.

-Ese beso que...-Elsepth se quitó los zapatos y de un salto se subió a la cama, sentándose a su lado -¿Te gusto?

-¡No! -giró el rostro para mirarla y hacer una mueca -Fue... desagradable. Movía la lengua tan deprisa que creía que me ahogaría.

-Vaya -Elsepth hizo una mueca -Te compadezco.

-Supongo que ya les has dicho lo de la cacería -cerró los ojos inspirando aire -Podríamos decirles que estoy indispuesta.

-No haremos eso -negó con la cabeza -Vamos a divertirnos y conocerlos.

-¿No tienes tu muchas ganas de conocerlos? -abrió los ojos -¿Por que el interés?

-Chica, una puede divertirse un poco -ella se encogió de hombros y ambas rieron.

Alec salió del castillo como alma llevada por el diablo e ignorando a varios de los hombres que se acercaron para hablar con él, se dirigió a la forja entrando furioso y encontrándose a Lachlan apoyado en la mesa y cruzado de brazos, mirando hacia la puerta por donde el acababa de entrar, así que mirándole a él. Esperándole.

-¿Que es lo que está haciendo Coira? -preguntó apretando los puños.

-No pensaras realmente que voy a responder a eso -Lachlan habló con tranquilidad.

-¡Maldita sea! ¡Elsepth ha entrado gritando que traería otro pretendiente! ¡Y ese maldito capitán, con el ramo de flores! -respiraba agitado sin apartar la visa de Lachlan.

-Si quieres saber algo pregúntale a ella -no se movió, ni siquiera cuando Alec se abalanzó sobre él y le agarró del delantal apretando los puños alrededor de la tela -No voy a traicionarla Alec, confía en mi y su confianza es demasiado valiosa.

-Lo siento -le soltó dando un paso atrás -Es que... no sé que hacer.

-¿Por que no te ve? -alzó una ceja -¿No te ve como tú quieres que te vea?

-No sé como acercarme a ella -bajo la cabeza mirando al suelo -¿En que momento se alejo tanto de mi?

-¿Se alejo? -Lachlan sonrió -Os alejasteis Alec, mutuamente. -negó con la cabeza -Si te preguntas eso, es que no lo viste, no te diste cuenta ¿Entonces? ¿No estabas tu alejándote de ella también?