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Capitulo 4: Frustración

Salió del castillo y miró al horizonte, viendo el amanecer. Se colocó los guantes y miró al patio, viendo su caballo preparado.

-¿Por qué tan temprano? -Josh bostezó parándose a su lado -Ni siquiera he podido desayunar, esta amaneciendo, mi cuerpo no admite comida tan pronto.

-Te lo he dicho, puedes quedarte -se giró hacia él y le sonrió -No es necesario que me acompañes, no es más que una inspección rutinaria.

-Yo voy donde tú vas -Josh cuadró los hombros -No voy a dejarte sola.

-Está bien -suspiró y cuando se giró se encontró con Lachlan parado al otro lado del patio, observándola con los brazos cruzados ante el pecho. -Discusión mañanera -resignada bajó los escalones y se acercó a él -Buenos días ¿Vienes a desayunar?

-Sabes que no vengo a eso -Lachlan la observó fijamente -Un poco temprano para un paseo a caballo.

-Oh, no necesito ironía, sabes perfectamente que voy a recorrer las tierras para...-Coira lo miró molesta.

-Para no estar aquí cuando Alec despierte y trate de hablar contigo -Lachlan se inclinó hacia ella -No funcionara, irá a buscarte.

-Oh vaya, ahora has decidido informarme de lo que va hacer -alzó ambas cejas.

-¿No crees que se estará preguntando porque estas tan enfadada con él? -Lachlan le sonrió levemente

-¿Crees que me importa lo que se esté preguntando? -hizo una mueca -No estoy enfadada, me siento.... frustrada.

-¿Porque este aquí? ¿O porque es él? -la murió fijamente

-¿Enserio? No digas tonterías, sabes perfectamente que...-inspiró profundamente -Esta bien, no estoy siendo coherente, pero estoy demasiado...

-¿Frustrada? -sonrió.

-No es divertido Lachlan -ella apretó los labios en una fina línea -Me he perdido la boda de mi hermano y la de Davinia y Kendrick. Me he perdido el volver a ver a toda mi familia unida. ¿Y todo para qué? -colocó las manos en su cintura y caminó de un lado a otro bajando la voz -Debería estar sola aquí. Ellos celebrando la boda, o regresando a sus casas. Ocupados, ocupados en sus asuntos y yo...-paró y miró a Lachlan -¿Que pasa conmigo? He sacrificado los momentos importantes con mi familia para poder llevar a cabo mi plan y él se presenta aquí. Se presenta aquí como el todo poderoso MacClain para resolver cualquier inconveniente. ¡El es mi inconveniente!

-¿Estas segura de eso? -Lachlan la miró con cariño.

-Ahora mismo no estoy segura de nada -lo miró a los ojos -Ni siquiera de ti -alzó la mano y la pasó por su pelo -Nos acompañaste a estas tierras pero no te fuiste, te quedaste. Y aunque dices que tienes tus motivos para permanecer aquí, no puedo evitar preguntarme si es por mí. Sabias desde el principio lo que pensaba hacer, no interviniste, no contaste nada a mis padres, pero estas aquí y... no me has avisado que Alec vendría. No lo has hecho, sabiendo que eso frustraría lo que tanto deseo.

-Coira -se acercó a ella, alzando la mano y acariciando su rostro -Todo lo que hago es para protegerte. Siempre, no dudes de eso.

-Pero es que ese el problema -y ella sonrió con tristeza -Todos vosotros, MacClain, Bukchaman, MacLairs, MacPearson ... todos, sois los grandes protectores. ¿Y qué pasa con lo que yo quiero? ¿Que pasa con las decisiones que yo deseo tomar? ¿Importan? No, porque solo pensáis en mi bien. No me importa si me equivoco Lachlan, no me importa si cometo un error, porque sería mi error, mi decisión. -las lagrimas inundaron sus ojos -Me dijiste que lo conseguiría, que conseguiría mi propósito.

-Y lo harás -él la abrazó, estrechándola contra su pecho. Cerró los ojos, besando su pelo -Pero deja de pelear contra Alec. El esta aquí para ayudar y necesitas esa ayuda -se apartó para mirarla a los ojos -Simplemente acepta que esta aquí, como lo estoy yo. Ser más amable con él no te hará daño. Habla con él.

Y ella le miró unos segundos y finalmente asintió, para después sentir las manos de él en su rostro limpiando las lagrimas.

Finalmente salió a galope acompañada de cuatro de sus hombres y Josh, dirigiéndose primero a la aldea para bordear después las tierras hasta llegar al arroyo.

La mañana pasó rápida, como le solía ocurrir cuando su mente se enfrascaba en el trabajo de esas tierras y olvidaba por un momento el caos que sentía en su interior.

Estaban llegando al arroyo cuando identificó junto a este a un grupo de jinetes. En principio todos se pusieron alerta, hasta que al acercarse vieron a Alec MacClain, que la esperaba apoyado en un árbol con los brazos cruzados, mientras sus hombres se encargaban de los caballos.

Coira redujo la velocidad de su caballo y finalmente recordando su conversación con su primo, suspiró y termino de acercarse con su grupo.

-¡Descansaremos! -gritó a sus hombres girando el rostro hacia atrás y cuando miró al frente sus ojos se encontraron con él, que la miraba fijamente.

-Te ayudo - giró el rostro para ver a Josh junto a su caballo, alzó la pierna y se giró sobre el animal, extendiendo los brazos para que la agarrara y saltó. Cuando sus pies tocaron el suelo, dio un paso atrás apartándose del agarre de él -Ve con los demás, tengo un asunto que hablar con Alec.

-De acuerdo -el asintió pero con el ceño fruncido, miró hacia el árbol donde Alec permanecía, desde donde claramente había estado observando el momento en que la había ayudado a desmontar. Finalmente se giró y se alejó.

Coira le observó marcharse y después miró a Alec, se sostuvieron la mirada unos segundos, ella se apoyó en el caballo y coloco su otra mano en la cintura y sonrió. El desconcierto cruzó el rostro del deseado que tras fruncir el ceño caminó hacia ella, sin dejar de mirarla.

-Está bien -Coira suspiró -Hablemos.

-¿Por que estas molesta? -se paró ante ella, por primera vez nervioso al tratar con una mujer.

-No estoy molesta -al ver que él alzó ambas cejas, sonrió levemente -Bueno, un poco.

-¿Y por que? -Alec alzó la mano pasándola por su pelo.

-¿Estas nervioso? -ella le miró sorprendida y al ver que él se sonrojaba, no pudo evitar que una carcajada saliera de su garganta -No lo puedo creer, El Deseado, está nervioso hablando con una mujer.

-¿Como has dicho? -Alec se sintió mal al escuchar la forma en que lo llamaban, en los labios de ella.

-¿No es así como te llaman? -se encogió de hombros y sonrió levemente -Esta bien, te debo una disculpa. Lo siento. -al ver que él fruncía mas el ceño, suspiró -He estado irritada y molesta. Pero no es tu culpa, bueno, sí lo es....-se quedó mirándole y tragó saliva -Lo que quiero decir es, que estoy irritada. No necesitó que dejes tu vida y vengas hasta aquí a vigilarme o cuidarme. Si mi hermano o mi padre te lo ha pedido...

-Nadie me ha pedido que viniera -la interrumpió -Y tampoco he venido a vigilarte, quería ayudar, ayudar a estas tierras y ayudarte a ti. Quiero protegerte.

-Lo sé -ella suspiró -Y puede que no lo entiendas, pero eso es lo que me irrita Alec. Siempre protegerme, cuidarme, vigilarme. Para mi es lo mismo. Vine aquí escapando de esa protección -hizo una mueca -Necesitaba mi espacio, mi lugar para poder tomar mis propias decisiones, para actuar, para vivir, sin tener a mi padre, a Connor, Lucien, el abuelo, Keith, el tío Niaj -sonrió con ironía moviendo los brazos -Lachlan y ahora tu.

-No parece que te moleste mucho que él este aquí, protegiéndote -se inclinó hacia ella, oliendo su aroma a lavanda.

-Ya bueno, en su momento me enfade -encogió un hombro -Pero prometió mantenerse al margen.

-Entonces yo también lo hare -y él la miró a los ojos -No voy a vigilarte, entrometerme en tus asuntos o.... Podemos estar aquí los dos, podemos pasar tiempo juntos, como antes.

-Antes éramos niños -ella lo miró confundida.

-Solo déjame estar aquí, no te escondas de mi o me evites -sus ojos volaron a los labios de ella y después alzo la vista a sus ojos.

-Está bien, yo ...-entonces ella frunció el ceño mirando tras él y sonrió -¿Has traído comida?

-Has salido tan temprano que pensé que no habrías desayunado -la observo maravillado, viéndola sonreír mientras miraba como los hombres disponían las cestas con comida y la manta el suelo -O por lo menos no comido lo suficiente.

-¿Un picnic? -y le miró de reojo con una sonrisa -Buena idea -comenzó a caminar hacia la manta, consciente de él a su lado.

-¡Comida! -y Josh paso junto a ellos se lanzo sobre una cesta.

Coira rió y cuando miró a Alec, le vio con los ojos entrecerrados, entonces él la miró y frunció el ceño.

-No me gusta ese tipo -hablo en voz baja.

-Pero a mi si - y ella se inclinó hacia él, alzando la mano y dando dos palmadas en su pecho -Mis asuntos ¿recuerdas? -y con una sonrisa se dirigió hacia la manta, sentándose junto a Josh y riendo con él mientras le veía sacar la comida con ansiedad.

Dejando a Alec MacClain llevando la mano al pecho, al lugar exacto donde ella le había palmeado y observándola reir.

Comieron juntos, para desagrado de Alec que tuvo que retener las ganas de mandar a paseo a Josh que no se despego un solo segundo de Coira. Y finalmente regresaron al castillo todos juntos, para encontrar un caballo apostado junto a las escaleras al castillo y a Tahita hablando con uno de los caballeros del rey, que sostenía un ramo de flores en su mano.

El Deseado frunció el ceño observando al hombre, reconociendo como uno de los capitanes de la tercera división de palacio y al ver como él sonreía mirando a Coira, giró el rostro para ver la sonrisa incomoda de ella.

Entonces antes de reaccionar, Alec estaba viendo como el hombre se apresuraba a ayudarla a bajar con una inmensa sonrisa.

-Señorita Bukchaman, esta tan hermosa como siempre -le tendió el ramo de flores -Un presente para usted.

-Vaya, gracias -ella tomó el ramo sin dejar de sonreír forzosamente -¿Que le trae por estas tierras Lord Voltimor?

-Su majestad deseaba que trajeran una respuesta al mensaje de Lord MacClain y decidí traerlo yo mismo -sonrió feliz -Aprovechando la oportunidad para visitarla.

-Voltimor -la voz de Alec sonó ruda, haciendo que ambos se sobresaltaran mirándole, tragó saliva calmándose -¿El mensaje?

-Ah, sí -extendió la mano con la carta -Tenga señor.

-Pues ya que ha entregado la misiva -Coira se enganchó al brazo de él, sosteniendo el ramo en la otra mano -¿Por que no damos un paseo?

-Por supuesto -y el asintió, guiándola hacia los jardines y dejando bien claro a Alec, que sabia donde estaban, por lo tanto había estado alli anteriormente.

El Deseado les observó, sintiendo la furia arder en él y tratando de controlarse para no correr tras ellos y apartarle de Coira.

-Señor, la misiva -Randal habló y entonces bajó la vista a su mano, que ahora era un puño apretando la carta.

Coira caminó con la espalda tensa, incomoda, mientras escuchaba como Lord Voltimor le relataba los últimos acontecimientos en la corte.

-Lord Voltimor -le interrumpió, dejando de caminar y obligándole a parar -Vera, creo que debería aclararle....

-Señorita Bukchaman -el se acercó a ella -Es usted el sueño que todo hombre podría tener.

-Eh, gracias pero -y al ver que él se inclinaba para besarla, sus ojos se abrieron y alzó el ramo, colocándolo el su cara. El frunció el ceño apartándose y mirandola desconcertado.

-Lord Voltimor, me veo en la necesidad de aclararle que no habrá nada entre nosotros -tragó saliva nerviosa -Ese beso que nos dimos... bueno, estuvo bien pero... yo. No, será mejor que busque a la mujer adecuada para usted, lo siento -y se giró y atravesó el jardín con el ramo de flores en su mano. 

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