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Capitulo 21: El amor

En plena madrugada Alec y Lachlan abandonaron  el castillo dirigiéndose a la cabaña en la que ahora sabían se encontraba Coira. El Deseado había decidido no despertar a nadie y no dar la noticia en plena noche, a pesar de saber que esa decisión podría costarle muchos reproches. Pero necesitaba estar a solas con Coira, poder hablar con ella sin que Mail, sus hermanos o cualquier otro estuviera rondando, así que informaron a Randal para que a primera hora de la mañana diera la noticia.

Estaban a mitad de camino cuando una figura a caballo se vislumbro en el horizonte, cabalgando hacia ellos. Inclinado en su caballo, moviendo las riendas para galopar lo más deprisa posible, Alec MacClain entrecerró los ojos tratando de averiguar quién era, pero pronto el jinete se delató por sí solo.

-¡No lo sabía!¡Juro que no lo sabía! -Dougal MacLairs gritaba frenando a su caballo, a unos pasos de los de ellos mirando a Alec con cierto temor -¡En cuanto lo he sabido me he alejado para que mi hermano supiera donde esta!

-¿Está bien? -Alec frenó su caballo a su lado, el cual se removió inquieto alrededor del caballo que Dougal montaba.

-Si, bueno -Dougal frunció el ceño -Esta algo mareada y no soporta el olor del pescado.

-Regresa a casa -Lachlan miraba fijamente a su hermano -Papa y mama están deseando verte.

-¡No lo sabía! ¡Me engañó! -el respondió y al ver que su hermano le miraba fijamente hizo una mueca y suspirando guió su caballo para seguir su camino.

-¡E! -Alec incitó a su caballo recobrando su ritmo, girando el rostro para ver a Lachlan a su lado.

Comenzó a amanecer cuando estaban cerca de la cabaña y cuando Lachlan frenó su caballo con el ceño fruncido, obligando a Alec a parar y regresar a su lado.

-¡¿Que pasa?! -Alec lo miró nervioso.

-Sigue tu, tengo que regresar -Lachlan suspiró girando su caballo.

-¡¿Pero que pasa?! -observó como él se alejaba a todo galope y finalmente se giró y siguió su camino pudiendo ver la cabaña a los pocos minutos. Cierto miedo recorrió su cuerpo conforme se acercaba a aquella pequeña casa, miedo de no encontrarla en su interior, de volver a verla, miedo de perderla de nuevo. Desmontó su caballo rápidamente y entró mirando el pequeño salón y viendo la chimenea encendida, sabiendo que seguramente Dougal se habría encargado de dejarla prendida para caldear el lugar y que Coira no tuviera frío.

Atravesó la sala y caminó por el pequeño pasillo parándose ante la única puerta que había. Su mano tembló cuando se poso en la madera e inspirando aire, la empujo despacio pudiendo ver el interior. Sus ojos recorrieron la alfombra hasta llegar a la cama, donde Coira estaba recostada, cubierta con una manta y con su mano colocada en su vientre.

Las lagrimas se agolparon en sus ojos volviendo su visión borrosa, alzó la mano restregando sus ojos y siguió observándola durante unos segundos, hasta que finalmente se acercó a ella. Su mano se movió sola hacia su rostro, apartando el mechón de pelo de su cara y acariciando su mejilla.

Coira se removió suspirando y entreabriendo los ojos. Su mirada se quedo fija en la figura que estaba ante ella, en su rostro, parpadeo despacio y sus labios se entreabrieron, mientras las lagrimas desbordaron sus ojos.

-No llores cariño -Alec se inclinó, arrodillándose junto a la cama colocando la mano sobre la de ella que aun descansaba en su vientre -No puedo verte llorar, no quiero verte llorar.

-Alec...-Ella le miró conteniendo la respiración.

-Estoy aquí, estoy contigo, con vosotros -la mano de él apretó la de ella sobre el vientre -Quiero casarme contigo cariño. Quiero hacerlo desde ese día que te vi ante mi montada a caballo, desde el día que me di cuenta de lo tonto que había sido por alejarte de mí. Ahora he vuelto a perderte y no podía soportarlo, no puedo soportar no tenerte a mi lado. Te quiero, os quiero -alzó su otra mano y limpio las lagrimas de ella -Perdóname mi amor, no te alejes de mi, déjame hacerte feliz.

-Alec -y ella se lanzó a sus brazos escondiendo el rostro en la curva de su cuello y sintiendo el calor de sus brazos rodeándola. -Yo también te quiero.

Y cuando ella alzó el rostro, Alec MacClain la beso, un beso lento y suave, cargado de sentimiento.

El sonido brusco de la puerta de la cabaña al abrirse hizo que ambos se sobresaltaran.

-¡¡Coira!! ¡¡Alec!! ¡¡Venid!! -los gritos de Brenda recorrieron la cabaña y ambos se miraron frunciendo el ceño y corrieron al salón, encontrando a Lachlan cargando a Clere en sus brazos.

-¡¿Clere?! -Alec corrió hacia ellos preocupados -¡¿Que te pasa?!

-¡Ayllu! ¡¡Como duele!! -ella gritó con la mano sobre su tripa.

-Esta de parto -Lachlan atravesó la cabaña entrando a la habitación y dejandola sobrela cama.

-¿Pero que estáis haciendo aquí? -Coira miró a su hermana que movía sus manos nerviosas la una sobre la otra.

-¡Pues venir a buscarte! -Brenda la miró entrecerrando los ojos -¿Que crees que estábamos de paseo?

-¡¿Pero os habéis vuelto loca?! -Alec gritó a su hermana e inmediatamente se arrepintió cuando la vio llorando.

-Quiero a Lucien, ¿donde está? ¡¡Quiero a mi marido!! -Clere gritó inclinándose hacia delante por el dolor.

-Todo está bien, tranquila -nervioso Alec miró a Lachlan. -¿Por que no regresasteis al castillo?

-¡¡Eso le dije yo!! ¡¡Que me llevara de vuelta al castillo!! -Clere gritó apretando las sabanas en sus manos.

-Estábamos demasiado lejos -Lachlan suspiró.

-¿Como se te ocurrió venir? -Coira se acercó a la cama, alzando la mano para apartar el pelo de la cara de Clere.

-Había bajado por un poco de agua cuando les vi marcharse, pensé que mi hermano podía necesitar ayuda para convencerte -señaló a Alec sin dejar de llorar -Busque a Brenda por si este tonto no podía hacerte volver, nosotras nos encargaríamos.

-¿Que creías que nos quedaríamos sentadas esperándote? -Brenda se cruzo de brazos mirando recriminatoriamente a su hermana -Nos pediste ayuda para tu tonto plan de encontrar un hombre para tener un hijo y después -señaló a Alec y a ella repetidamente -Nos dejas fuera de este asunto.

-¡¡Traed a Lucien!! -Clere gritó llorando mientras otra contracción la atacó.

-Maldita sea -nervioso Alec caminó hacia Lachlan -¿Tenemos tiempo?

-No mucho -él negó con la cabeza -Dougal se cruzó con ellas, seguramente avise a todos.

-¿Y por que no se las llevó de vuelta? -Alec entrecerró los ojos.

-¿De verdad crees que mi hermano podría hacer algo? -suspiró -Por lo menos pensó y se marcho para que yo las viera venir. Las intercepte en el camino cuando ya tu hermana estaba teniendo contracciones.

-¡¡¿Que hacéis todavía ahí?!! ¡¡Alec ve por Lucien!! -Clere hizo una mueca y Coira le agarró la mano.

-Oye -Brenda se acercó a ellos -Yo no tengo ni idea de traer a un bebe -señaló a Clere bajando mas la voz -Y no voy a aprender hoy.

-Podrías haber pensado eso antes de ayudar a una embarazada a escapar del castillo a escondidas de su marido -Alec la miró molestó.

-Y tu podrías haber pensado en la que se podía armar si ponías las manos encima de mi hermana -ella le miró fijamente -Y ahí la tienes, bien embarazada.

-¡¿Que cuchicheáis?! -Clere se removió en la cama -¡Ay!

-Tranquila -Coira suspiró, soltó su mano y se acercó a ella -La estáis poniendo más nerviosa. Deberíamos calentar agua y preparar unas toallas. ¿no?

-Ya vienen en camino -Lachlan asintió y salió de la habitación.

-Voy a por toallas y mantas -Coira salió tras él.

-Pues yo calentare agua -Brenda miró a Alec y sonrió -Ala, a practicar futuro papa -y salió de la habitación.

-¡Alec! ¡Alec! -Clere gritó y él se giró hacia su hermana nervioso -¡¿Donde está Lucien?!

-Ya viene -se acercó a la cama y se sentó junto a ella -Pronto estarán todos aquí.

Y durante quince minutos Alec estuvo apretando la mano de su hermana y rezando porque todos llegaran, mientras intentaba calmarla. Coira se dedico a refrescar el rostro de Clere con paño mojado mientras Brenda y Lachlan esperaban en la sala. Todo en relativa tranquilidad hasta que la puerta de la cabaña volvió a abrirse bruscamente.

-¡¡Clere!! ¡Clere! -Lucien entró a la cabaña atravesándola rápidamente y entrando en la habitación para abalanzarse sobre la cama, tomando el lugar que Alec cedió rápidamente -Eh, princesita, estoy aquí.

-¡¿Por que has tardado tanto?! -ella lloró mirándole y agarrando sus manos -No quiero hacer esto sola.

-No vas hacerlo sola -el le sonrió con amor.

-¡¡Hija!! ¡Hija! -Ewan entró a la habitación y se movió nervioso alrededor de la cama -¡¿Como se te ocurre salir a caballo en tu estado?! ¡¡¿Es que no piensas?!!

-Ewan no es el mejor momento cariño -Helen apartó a su marido acercándose a la cama, miró a Coira y le sonrió haciendo que se sonrojara, se acercó abrazándola -Ve a la sala tus padres están alli cielo -después se apartó y dejo un beso en su frente y se giró hacia su hija -Todo estará bien hija.

Coira salió de la habitación cruzándose con Sienna MacLairs que le sonrió, en el pasillo miró a Alec que la esperaba. Él le tendió la mano y ella la aceptó, para después caminar juntos hacia la sala. Mail y Ayla estaban parados ante la chimenea, ambos les miraron en silencio.

-Hija -Ayla dio un paso adelante y Coira corrió hacia su madre, abrazándola.

-Lo siento mama -Coira la miró con tristeza -Siento haberos hecho pasar por todo esto.

-No pasa nada cielo -Ayla miró a su hija a los ojos -¿Estas bien? -bajó la vista a su vientre -¿Estáis bien?

-Si, estamos bien -asintió y entonces se giró hacia su padre, aun sujeta por el brazo de su madre -Papa, yo...

-No vuelvas a hacer algo así, nunca -Mail la miraba serio, suspiró y se acercó para estrecharla entre sus brazos -Puedes hablar con nosotros hija, siempre estaremos a tu lado. -se apartó para mirarla a la cara y alzó la mano para acariciar su mejilla -¿Quieres casarte con Alec?

Coira miró a su padre con un infinito cariño, sonrió y se apartó de él para llegar hasta Alec y refugiarse bajo su brazo, apoyándose en su pecho.

-Siempre he querido casarme con Alec papa -respondió sintiendo el beso que el dejó sobre su cabeza.

-Bien -Mail se acercó a ellos y extendió el brazo hacia el Deseado -Cuidaras de ella.

-Lo hare -Alec aceptó su mano, sin dejar de abrazar a Coira con su otro brazo.

-¡Ewan! ¡Fuera de aquí, no haces más que molestar! -Helen empujó a su marido fuera de la habitación cerrándole la puerta con fuerza en la cara.

El se quedó mirando la puerta unos segundos y al girarse vio a los cuatro mirándole. Fijó la vista en su hijo y como tenia a Coira abrazada y sonrió, caminando hacia ellos.

-Bienvenida a la familia Coira -miró de reojo a Mail mientras decía esas palabras -Vas a traer a otro MacClain a este mundo.

Mail rodó los ojos negando con la cabeza, pero sonrió levemente al ver como Ewan abrazaba a Coira y le guiñaba un ojo. Después suspiró, volviendo a girarse hacia el pasillo, mirando hacia alli.

-Todo saldrá bien Ewan -Ayla pasó por su lado, colocando suavemente la mano en su brazo y se dirigió a la habitación, entrando y cerrando tras ella.

-¿Donde está Brenda? -Coira miró a su alrededor con el ceño fruncido.

-Fuera -Mail señaló la puerta con la cabeza.

Ella asintió, miró a Alec y tras sonreírle salió de la cabaña, viendo a su hermana sentada en los escalones de la cabaña, lanzando piedras al frente. Se sentó a su lado en silenció, giró el rostro y la miró.

-Lo siento -habló en voz baja -Pero solo quería... desaparecer, estar sola y pensar.

-No estoy enfadada -ella respondió sin mirarla y al final hizo una mueca -Bueno, puede que un poco. Pero en realidad es que...-se giró y miró a su hermana -Ahora tu también te irás, todos os habéis ido y yo me quedo sola.

-No estás sola -Coira pasó el brazo por los hombros de su hermana -Siempre estaremos juntas, vendrá mucho y tu podrás ir a verme tantas veces como quieras.

-Os envidio -ella suspiró apoyándose contra su hermana -Lucien se marcho al Ducado y vivió su historia, Connor conoció a Lexia, tu también has viajado y al final has logrado lo que querías...

-Tu tendrás tu propia historia -giró el rostro y la miró -Cuando sea el momento, tendrás tu propia aventura.

-¿Y si yo no quiero esperar más? -Brenda frunció el ceño.

-Solo tú puedes decidir -Coira respondió, colocando la mano sobre su propio vientre y sonriendo con la cabeza apoyada sobre la de su hermana.

Y así permanecieron en silencio, hasta que el sonido del llanto de un bebe inundo el lugar y ambas se levantaron rápidamente de la escalera y entraron a la sala para encontrarse con Ewan y su padre parados ante la puerta de la habitación, nerviosos. Alec giró el rostro y sonrió extendiendo ambas manos y aceptando a ambas entre sus brazos mientras esperaba a conocer al nuevo miembro de su familia.

Y la puerta se abrió y Lucien salió acunando al bebe en sus brazos y mirandolo maravillado, alzó el rostro y miró a todos sonriendo.

-Os presento a Angust Bukchaman MacClain -y todos se acercaron a observar al precioso bebe.  

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