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Capitulo 2: Ayuda


-Es que no -Josh lanzó el libro sobre la mesa y suspiro -Nada tiene lógica, nada cuadra. Hay entradas de dinero que después desaparecen.

-Está claro que Lord Brandbury estaba robando a estas tierras -ella asintió, dejando la pluma sobre el papel junto al otro libro -Y eso ya lo sabíamos, pero las deudas que tienen las tierras. Los acreedores.

-¿Caballos? ¿Donde están? Porque aquí no entro un maldito caballo nuevo en años, igual que los cultivos, los materiales o las armas -se cruzó de brazos molesto.

-Está claro que están sus tierras -ella sonrió -Empeño las tierras Addington al límite para sacar las suyas del fango. Ha destruido todo esto sin importarle. - estiró los brazos y masajeó su cuello -Esto es agotador.

-Si -el asintió mirandola pensativo -Coira...

-¿Um? -respondio con los ojos cerrados, frotando su cuello con la mano.

-¿Como es que sabes de cuentas? -el preguntó y al ver que ella abría los ojos y le mermaba con las cejas alzadas, frunció el ceño -Quiero decir...a ver... no es común que una mujer sepa escribir y leer pero que sepa de cuentas ya...

-Siempre he sido muy curiosa -se encogió de hombros -Quería aprender.

-¿Te enseñó tu padre? -él se acomodó en su lugar.

-No -y ella se quedó pensativa -A ver, se que lo habría hecho, pero cuando se dieron cuenta ya sabía.

-¿Entonces? -la miró con curiosidad.

-Fue... Alec MacClain -y ella respondió desviando la vista y mirando la mesa repleta de libros y papeles -El estaba aprendiendo, era necesario como futuro Duque y yo le pedí que me enseñara. -cerró los ojos unos minutos -Durante dos temporadas que estuvo viniendo a casa me enseño.

-Ah -el se inclinó sobre la mesa -Alec MacClain es... el hijo de los Duques de Bedford ¿no? Es familia tuya ¿no?

-Si -y ella abrió los ojos y le miró, asintiendo -Somos familia.

-¡¡Señorita Bukchaman!! -Ted entró en la sala respirando agitado.

-¿Que ocurre? -Coira se levantó de su lugar, mirándole preocupada.

-Unos hombres han matado al ganado que esta junto al lago, a la linde de las tierras -Ted la miró fijamente -Creemos que eran hombres de Brandbury.

-¿Siguen en nuestras tierras? -ella preguntó con rapidez.

-Parece que no -negó con la cabeza -Mataron al ganado y se marcharon.

-¿Por que? - Josh frunció el ceño pensativo -¿Por que ahora?

-Porque habrán oído en la corte la celebración de los matrimonios en las Highlands -Coira se giró, apoyando las manos en la mesa -Están probándonos, averiguando si se han retirado los guerreros de los clanes y el apoyo del Duque y el Conde. -inspiró aire cerrando los ojos unos minutos y después se giró mirando a Ted -Coge un grupo, guerreros de los Fergusson y algunos de la guardia del Condado de Winston, junto con hombres vuestros. Acercaros a donde está el ganado, llevad carretas y cargarlos. No vamos a perder esa carne, traedla y que todos dejen lo que hacen para comenzar a lavar y preparar la carne. Dejaras el resto de hombres aquí vigilando, por si es una distracción, salvo un pequeño grupo que me acompañara.

-¿Acompañarla a donde? -Ted se hizo a un lado cuando ella caminó hacia él, hacia la puerta.

-Voy a las tierras Archivald -ella respondió saliendo de la sala y caminando hacia las escaleras -Buscare a Brodick para que nos deje más hombres y decida si hacer una visita a Brandbury.

-¡Espera! -Josh corrió tras ella -¡Es peligroso! ¡¿Y si están aun en estas tierras?! ¡¡Coira!!

Pero ella siguió subiendo las escaleras a toda prisa para ir a su habitación y cambiarse. Se deshizo de su vestido con rapidez, dejándolo en el suelo y abrió el baúl, sacando sus pantalones de montar y la camisa de su hermano Lucien. Estaba segura de que a estas alturas, tanto Lucien como Connor se habían dado cuenta que se había traído una buena provisión de sus camisas, que para ella se habían convertido en la prenda mas cómoda para montar y cazar.

Se recogió el pelo con rapidez y tomó la daga que Lachlan le había regalado para colocarla en su cinto. Lachlan, entonces fue cuando se preguntó ¿Por que no había venido a decirle lo que pasaría?

Salió de su habitación, pensando en ir a buscarle, pero el debería saber lo que ella pensaba hacer. Así que si creía necesario acompañarla, estaría esperándola.

Pero luego se preguntaba si la visita de Sienna le había dejado tan mal. Dougal y su madre se habían marchado esta mañana y cuando ella había ido a la herrería a buscarle, el no estaba. No había podido hablar con él, o no hablar y simplemente, estar a su lado.

En estos momentos echaba mas en falta a su hermana. Brenda era más valiente, o más loca, según se viera. No pensaba las cosas, no les daba mil vueltas como ella, simplemente se lanzaba al vacio. Y ahí estaba ella, Coira Bukchaman atravesando la planta alta del castillo, apretando la daga que llevaba en su cinturón y preguntándose si estaba haciendo lo correcto. Y no podía mentirse, deseando que apareciera Lachlan y le dijera que hacer.

-¡Coira! -Josh seguía los pies de las escaleras esperándola -¡Es peligroso!

-No voy a quedarme de brazos cruzados -paso por su lado, llegando a las puertas y abriéndolas, encontrando el patio lleno, con los grupos de hombres que estaban terminando de organizarse para ir por el ganado y a la derecha, el grupo que la acompañaría. Ted sostenía su caballo de las riendas, esperándola. -Tengo que irme.

-¡Pues voy contigo! -y él la siguió bajando los escalones deprisa.

-No digas tonterías -Coira subió a su caballo y suspiró cuando el se coloco delante del animal, agarrando las riendas -Josh, ni siquiera sabes usar un arma.

-¿Y tu? -él la miró preocupado.

-Te sorprendería -ella sonrió levemente -Déjame marchar.

-Parece que todo está revuelto señor -Randal, el guardia principal del Ducado se bajó de su caballo, observando el castillo.

-Eso parece -Alec desmontó su caballo, mirando a su alrededor, para verla a ella, subida a su caballo, con su pelo recogido y la camisa blanca, que atada con un cinturón se amoldaba a su cintura. Se quedó tan ensimismado que no escuchaba las palabras de su guardia preguntándole.


-¿Señor? -Randal tosió levemente atrayendo al fin la tención de Alec -¿Ordeno desmontar?

Alec frunció el ceño, como si no comprendiera lo que le preguntaba, entonces miró tras él y vio a sus hombres esperando, subidos a sus caballos.

-Un momento -volvió a mirar a la multitud y agarró del brazo a un hombre que pasaba junto a el con varios cuchillos en la mano -¿Que ha ocurrido?

-Han matado nuestro ganado señor -el hombre lo miró confuso y al reconocerle asintió levemente -Vamos un grupo a recogerlo para aprovechar la carne y la señorita Bukchaman va a las tierras Archivald.

-Ya veo -Alec volvió a mirarla, soltando la mano del hombre y caminando entre los demás acercándose a ella, consciente de Randal a su lado. Se paró cuando un caballo se interpuso en su camino, pero lo bastante fuerte para oír la conversación y frunció el ceño.

-Estaré bien Josh, no te preocupes -ella le sonrió -Antes de lo que esperas estaré de vuelta con Brodick y más hombres.

-No quiero que vayas sola -Josh negó con la cabeza.

-Pero no voy sola -ella sonrió, señalando con la mano -Me acompañan.

-Es peligroso -el volvió a negar con la cabeza -¿No hay otra forma? ¿Tienes que recorrer todas las tierras y cruzar las Addrich?

-¡Yo me encargare! -Alec habló y todas las miradas se dirigieron a él, pero el Deseado solo se centraba en una. Cuando Coira Bukchaman le miró, cuando le reconoció y su sonrisa se borró, dando paso a un rostro tenso.

Apartó al caballo que había ante él y camino hacia ella, mirando de reojo al hombre que estaba parado junto al caballo. Entonces volvió a mirarla.

-¿Que estas haciendo aquí? -la forma de preguntarlo, mostraba claramente lo poco que le gustaba que Alec estuviera alli.

-Vengo a ayudarte -la miró a los ojos.

-No recuerdo haber pedido ayuda -ella respondió con altanería.

-Porque aun no lo has hecho -asintió y sonrió levemente -Estabas a punto de hacerlo. Pedir a yudo a Brodick. Y ya no es necesario porque yo estoy aquí y tu hermano está de acuerdo en que me quede el tiempo necesario. Y él rey quiere que vigile que Brandbury no hace de las suyas.

-Bien -haciendo una mueca ella soltó las riendas y se giró para saltar del caballo. Sorprendiéndose cuando no llegó a tocar el suelo porque Alec MacClain la sostuvo en sus brazos. Se apartó rápidamente, dando un paso al lado y alejándose de él. -El problema es todo tuyo -y se giró para adentrarse al castillo.

-¿No deberías antes informarme de cuál es exactamente el problema? -Alec la rodeó parándose ante ella, impidiéndole marcharse.

-Claro -y ella sonrió forzosamente y entonces giró el rostro mirando a Ted -Ted, haz el favor de informar al señor MacClain lo ocurrido y acatar sus órdenes. -miró de nuevo a Alec -Con permiso, tengo cosas de las que ocuparme -y lo rodeó y caminó hacia el castillo -¿Josh?

-¡Voy! -y Josh corrió tras ella, dejando a Alec MacClain observándoles marcharse.

Pero a pesar de haber ignorado todo, de haberle ignorado a él, Coira pronto se dio cuenta de que no paraba de mirar hacia la ventana del despacho, deseando asomarse para ver si aun estaba en el patio.

-Señorita -Tahita entró a la sala -¿Les traigo un te?

-¿Eh? -se giró hacia la puerta para mirarla -Si, gracias -y cuando vio que la mujer se iba, carraspeó -Tahita, ¿Alec MacClain sigue aquí?

-Fue con los hombres a la linde de las tierras señorita, según he oído quería que vieran el escudo del Ducado -ella habló y después asintió marchándose.

-¿Estas bien? -Josh la miraba al otro lado de la mesa -No parece que te haya gustado mucho que el... MacClain llegara.

-El Deseado, dilo -ella le miró con una cínica sonrisa -Llevo toda la vida escuchando como le llaman, puedes decirlo tranquilamente. -y se levantó de su lugar -Necesito ir a un sitio.

-¡Eh! ¡¿Y el te?! -Josh la observó salir de la sala rápidamente.

Coira atravesó el patio y salió de él dirigiéndose a la forja. Nada más entrar, escuchó el ruido del martillo y vio la espalda de Lachlan, mientras su brazo se alzaba para dar un último martillazo. Después lo dejó a un lado y movió la pinza que sostenía el arma, hasta el cubo de agua, sumergiéndola y haciendo que el vapor subiera.

-¡No me has dicho que iba a venir! -No necesitaba saludar, el sabía que estaba alli.

-¿Te habrías quedado? -y ahí estaba, esa forma de Lachlan de que con una simple pregunta, tu te respondieras a ti misma.

-¡Pues claro que no! -ella suspiró -Por eso no me dijiste lo del ganado. Yo te habría preguntado que hacer y me habrías tenido que decir que lo solucionaría Alec. Pero podríamos haber evitado que mataran a todo nuestro granado.

-A veces es mejor no evitar ciertas cosas -Lachlan dejó lo que hacía y caminó hasta llegar a los escalones que subían a la que era su casa y se sentó mirando al fuego de la fragua -Si estamos impidiendo constantemente que Brandbury lleve a cabo sus planes, nunca dejara de intentarlo.

-Necesitamos que actue para tener pruebas -ella suspiró caminando hacia él y sentándose a su lado -Y así demostrar lo que hace.

-Huir no es la solución -él habló girando el rostro para mirarla -Hay cosas de las que no se puede escapar.

-¿Tu no lo deseas a veces? ¿No necesitas escapar? -ella le miró a los ojos.

-Yo no puedo escapar-y Lachlan respondió volviendo a mirar el fuego.

-Ya, parece que yo tampoco -y apoyó la cabeza contra el hombro de él, mirando también el fuego -Esto no cambia nada Lachlan, voy a seguir adelante.

Y esa fue la imagen que Alec MacClain encontró, cuando al atardecer había ido en busca de Coira, después de preguntar en el castillo por ella. Estaba alli, sentada junto a Lachlan MacLairs, ambos en silenció, ella apoyada sobre él, con la cabeza en su hombro, con esa cercanía, esa confianza. 

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