Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo: Maldito

La puerta se cerro de un portazo.

Moira miró hacia alli y le vio, mirandola con rostro serio.

-Vale, la zorrita te ha ido con el cuento -Suspiro, sentándose sobre la mesa y apoyando los pies en el banco, al tiempo que apoyaba los brazos en su rodilla -Antes de que empieces a despotricar. ¿Te has dado cuenta que ella también estaba alli?

-Ya he hablado lo que tenía que hablar con Antia -camino hacia ella, despacio -Lo que quiero saber es ¿que hacías tu alli?

-Averiguar -levanto la cabeza, para mirarle a los ojos -Tu dijiste que yo ayudaría a esta gente a convertirse en un clan, pues bien, para ello necesito saber su historia. Tu historia.

-Mi historia no tiene nada que ver aquí -el se giro y camino hacia otro lado.

-¿A qué tienes miedo? -y cuando ella habló, el dejo de caminar -¿A enfrentarte a su fantasma? Porque está muerto y no puede volver a acerté daño. - Se giro y la miro, con una intensidad que la hizo sentirse muy incómoda. Pero fue valiente. -Se lo que te hizo.

-¿De verdad? -el sonrió con ironía y caminó de nuevo hacia ella -¿De verdad crees que sabes lo que me hizo?

-Te lastimó -y ella le miro a los ojos -Te lastimo demasiado.

-¿Te has parado a pensar guerrera? -el apretó la mandíbula -¿Que quizás no es lo que él hizo, sino lo que hice yo?

-No sé lo que te obligó a hacer y si lo hiciste -hablo decidida -Pero si se lo que quieres hacer ahora, lo que quieres hacer por esta gente, por tu gente. Y para que sean un clan, necesitan dejar de verse como los exiliados, necesitan dejar atrás el pasado y no tener miedo de un castillo maldito, porque ese lugar es parte de esta Isla y esta, es vuestra Isla.

-¿Estas dando a entender que nos ayudaras? -el la miro de una forma extraña -¿Intercederás ante Aclair para que se conviertan en un clan?

-Ya son un clan. -ella negó con la cabeza -Pero si, lo hare. Pero quiero que reformen el castillo.

-No -el respondio tenso.

-Bien, pues en ese caso, espero que Aclair te corte el cuello limpiamente y no sufras mucho -se quedo pensativa -No, creo que tu cuello se lo pedirá mi padre.

-No es mi cuello lo que me preocupa preciosa -el sonrió levemente.

-No, son estas personas, tu clan los que te preocupan -y ella le miro fijamente -Pero ellos no pueden defenderse ni sentirse como un clan, mientras estén asustados por ser considerados mercenarios, por el pasado que les persigue o por viejo castillo, que les recuerde de las atrocidades de las que su líder fue capaz.

La puerta se abrió y Antia se paro ante ellos molesta, con los brazos cruzados.

-¡No a estas castigando! -su grito hizo que ambos la miraran molestos -¡Ella es la intrusa! ¡Yo soy de esta aldea! ¡Pertenezco a tu gente! ¡Ella es la que no debía estar alli!

-¡Esta prohibido ir al castillo y lo sabes! -El Cazador apretó la mandíbula -¡Sal ahora mismo de mi casa!

-¡No voy a permitir que esta intrusa se quede con lo que es mío! -y ella miro a Moira con furia -¡Lárgate con tu papa el Diablo y deja de entrometerte en nuestras vidas! ¡No te permitiré que...!

-¡¿Que tu no me permites que idiota?! -Moira se levanto de pie sobre el banco y salto al suelo -¡Yo soy Moira MacClain hija del Diablo y La Guerrera y ni tu ni nadie me prohíbe nada! ¡¿Quieres ver cómo me entrometo en vuestras vidas?! -y camino hacia él, le agarro de la camisa y tiro de él, acercándolo a su cuerpo, alzando el cuello y juntando sus labios.

Comenzó con un roce, un suave roce, pero pronto los labios de ambos se abrieron y encajaron a la perfección, mientras sus lenguas salían a su encuentro.

-¡Puta! -y Antia corrió hacia ella y la agarro del pelo -¡No toques a mi hombre!

Moira se vio apartada de los labios de él, volviendo a la realidad aunque sin dejar de estar sorprendida por la sensación que aun recorría su cuerpo.

-¡No me pongas las manos encima! -Reacciono rápido, golpeando con el codo en el estomago, girándose y agarrándola del brazo, retorciéndoselo e ignorando el grito de dolor que salió de ella, al tiempo que la lanzaba sobre la mesa.

El Cazador corrió hacia Moira y la agarro de la cintura, apartándola de su contrincante y arrastrándola lo más lejos posible de ella.

-¡Suéltame! ¡Voy a matarla! -Moira se retorcía contra su captor -¡¡Te arrepentirás de haberme tocado!! ¡Te voy a arrancar el corazón!

-¡¿Pero qué pasa?! -Murray entro a la casa mirando todo sorprendido.

-¡Me ha atacado! -Antia estaba en el suelo, llorando, con la mano sobre su rostro.

-¡¡Sácala de aquí!! -El Cazador grito a su amigo -¡Y enciérrala en su casa! ¡Que la vigilen!

-¡¡Mas te vale no volver a cruzarte en mi camino!! -Moira gritaba viendo como se la llevaban -¡Te arrancare la cabeza! ¡Te destripare y daré de comer a los cerdos! ¡Estas muerta! ¡¡Me oyes!! ¡Muerta!

-Yo si te oigo, ya calma -El la sujetaba con fuerza, petándola a su pecho -Tranquila.

-¡Suéltame! -ella se revolvió quedando libre y dio dos pasos hacia delante -¡Esa estúpida me llamo puta! -se giro mirándole -¡Aquí la única puta que hay es ella! ¡Y la idiota piensa que quiero quitarle lo que es suyo! ¡Como si yo pudiera estar interesada en...!

Y él se abalanzo sobre ella.

La beso con ansiedad, mientras sus brazos la rodeaba, estrujándola contra su pecho y su lengua saboreaba el interior de su boca en una sensual danza.

Moira gimió y sus manos se alzaron, sujetándose a los hombros de él, sintiendo como sus manos se deslizaban por su espalda hasta llegar a su trasero, el cual apretó, pegándola a él.

Se movieron hasta que sus pies chocaron con el colchón y se dejaron caer. El sobre ella, sosteniendo parte de su peso para no aplastarla, mientras enterraba las manos bajo su camisa y la alzaba, acariciando su estomago y su cintura. Jadeando, Moira alzo el rostro, cuando los labios de el descendieron por su cuello y se mordió el labio inferior. Sus manos se movieron solas, tirando de la camisa de él, ante lo que cedió, dejando que ella la retirara.

Como si tuviera necesidad de impedir que se apartara de ella, entrelazo las piernas alrededor de las de él, apretando los talones y sintiendo la presión de su excitación directamente en su centro. Ambos gimieron cuando el balanceo las caderas y ella presiono mas con los tobillos al tiempo que sus manos subían por la espalda desnuda de él.

Como si hubiera despertado de un sueño, El Cazador alzo el rostro para mirarla, al tiempo que sentía sus dedos acariciando sus cicatrices. La miro a los ojos, con la respiración acelerada.

-Cuéntame tu historia -y Moira hablo en voz baja.

Por un momento, el pareció estar lejos, lejos de ella, lejos de todo, como si se sumergiera en sus recuerdos, en su pasado. Y como si le hubieran golpeado, se aparto de ella, incorporándose bruscamente y caminando hacia la puerta. Salió de la casa.

Dejándola sola, tumbada en aquel colchón.

Consciente de que había preguntado, le había pedido que le contara su historia. En ese momento no había pensado, no había pensado lo que eso significaba. Su historia, quería conocer su pasado todo, quería saber todo de él.

Y eso no era bueno.




-¡¡Pero yo le amo!! -Antia lloraba desconsolada.

-No me vengas con tonterías muchacha -Murray suspiro -Tu solo amas ser el centro de atención. Lo que siempre has querido es ser considerada su mujer y que todos te obedezcan. -la miro molesto -Estoy seguro que el único motivo por el que visitas ese maldito castillo es para engordar tu vanidad. Te imaginas siendo la señora de ese lugar, consiguiendo tenerle a tu lado. Pero el nunca se rendirá a tus exigencias.

-¡¡No permitiré que ella se quede con mi lugar!! -Antia grito histérica.

-¡¡Cállate!! -El Cazador estaba parado en la puerta, mirandola furioso, con la respiración acelerada. Caminó hacia ella despacio -Si vuelves a acercarte a ella, aunque solo sea para respirar su mismo aire, me encargare de que pases el resto de tus días en el castillo que tanto te gusta visitar. Pero en sus mazmorras.

-No puedes anteponerla a ella -Antia negó con la cabeza -¿Que hay de nosotros?

-¿Que nosotros? No hay un nosotros -el la miro a los ojos -Siempre lo has sabido. Has sido mi amante, como lo has sido de otros antes. Nunca te prometí nada. No vuelvas a acercarte ella.

-¡¡Acabara como tu madre!! ¡Porque estas maldito! ¡Como tu padre! -ella grito y solo después de hablar, llevo las manos a sus labios, temblando.

-Lárgate de esta Isla, me da igual como lo hagas, pero mañana no quiero verte aquí o estarás muerta -y el se giro y salió de la casa. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro