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Capitulo: Juramento roto

-¡Un paso atrás! ¡Endereza la espalda! -Marga se movió hacia delante, alzando la espada de madera. -¡Eso es!

-¿Piensas pasarte todo el día aquí a la sombra observándola? -Mitch se paro junto a su amigo, mirándole de reojo.

-He venido a buscarla para que me acompañe al acantilado -él respondio, sin apartar la vista de su esposa.

-Oh, claro. -Mitch la miró frunciendo el ceño -A encender la maldita hoguera para comunicarnos con los mercenarios. -suspiró -Otra gran idea. Empiezo a pensar que esa mujer va a traer más problemas que soluciones. -la observo, dando vueltas alrededor de Dun, entonces ella movió su mano libre hacia su vestido y tiro de él, alzándolo mostrando su pierna y avanzando con esta, en primer lugar. Mitch tosió desviando la vista.

-¡Marga! -y Logan salto de su escondite, con demasiado ímpetu. Y cuando ella y el niño se giraron hacia él sorprendidos, se paró en mitad del patio.

-¿Qué? -Marga bajo la espada y caminó hacia el frunciendo el ceño -Logan. ¿que?

-Eh, vamos al acantilado -caminó hacia ella, parándose cerca -Mis hombres van a prender la hoguera.

-Bien -asintió, se giró al pequeño -Hemos acabado por hoy Dun, mañana seguiremos. ¿puedes llevar mi espada a mi habitación? -y tendió el arma de madera al niño.

-Si -rápidamente él la tomo y se alejo corriendo hacia la entrada del castillo.

-Os lleváis muy bien -Logan comenzó a caminar, junto a ella.

-Si yo suelo llevarme bien con todo el mundo -Ella respondio mirando al frente.

-Si, ya, seguro -Mitch respondio en voz baja, siguiéndoles -Eres tan dulce.

-¿Tu perro guardián nos tiene que seguir a todos lados? -Marga miro a Logan de reojo.

-¡¡Soy su mejor hombre!! -Mitch avanzo hasta caminar junto a ellos -¡Su amigo!

-Y yo su mujer -y ella giró el rostro le miro alzando una ceja y siguió caminando tranquilamente hacia los establos.

-¡No la soporto! -Mitch gritó molesto mirando a su amigo que la observaba alejarse sonriendo. -Deja de mirarla embobado hombre.


Cuando llegaron al acantilado, la madera estaba apilada y un grupo de guerreros, al parecer los de más confianza del Laird, les esperaban preparados para encender el fuego.

El día estaba nublado, un leve viento frío soplaba y el mar se agitaba contra el acantilado, como si estuviera en contra de lo que iban a hacer.

Marga bajo de su caballo y caminó junto a su esposo. Vio los rostros serios de los hombres, cierto nerviosismo, incluso miedo reflejados en sus ojos.

-Laird -uno de ellos se acerco, con una antorcha en la mano, miro a Marga e inclinó la cabeza -Mi señora.

Logan no le miró, sus ojos estaban fijos en la pila de madera, su rostro no mostraba emoción alguna. Tomo la antorcha que su hombre le tendía y se acerco. Prendió la hoguera, ante la mirada de sus hombres, que miraron el humo alzarse y cerraron los ojos con fuerza.

Marga observo el denso humo, alzándose, ondeando ante el viento. Era una gran hoguera y estaba segura de que se vería a kilómetros de distancia.

-Esto no traerá nada bueno -Mitch habló, mirando el humo y después mirando en dirección al pueblo -Se verá desde el pueblo.

-¿Tenéis miedo a los mercenarios? -Marga pregunto mirando el fuego consumiendo la madera.

-Tenemos miedo de nosotros mismos. -él respondio y ella le miro rápidamente, se miraron a los ojos -Logan juro a su pueblo, que nunca se volvería a encender una hoguera, que nunca volveríamos a contactar con ellos. Hoy está rompiendo ese juramento. Por ti. -bajo la voz, sin apartar la mirada de sus ojos -Y yo me pregunto. ¿Merece la pena?

-Ya esta -Logan se paro ante ellos y frunció el ceño, viendo como dejaban de mirarse, para mirarle a él -Durante dos días, mis hombre mantendrán el fuego vivo.

-Sera mejor que vayas al pueblo -Mitch suspiro -Habrá muchas preguntas que responder.

-Si -y él miro a Marga -Regresa al castillo.

-Yo voy contigo -y ella le miró decidida -Soy tu esposa, la señora de este clan. Este también es mi pueblo y si quieren respuestas, las daremos juntos. -y se giró y caminó hacia el caballo. Logan la observó y sonriendo levemente, caminó tras ella.

-¿Porque tengo que admirarla? -Mitch apretó los puños -Me saca de mis casillas y después hace que la admire.



El revuelo de la aldea era notable. La gente se agolpaba en las calles, murmuraban, alzaban la voz, caminaban nerviosos, asustados. Cuando vieron los caballos llegar, corrieron hacia ellos, claramente en busca de alguna respuesta.

-¡Calma! -Logan avanzó colocando su caballo ante ellos. -¡Si! ¡Estáis en lo cierto! ¡La hoguera se ha encendido! ¡Necesitamos contactar con ellos! ¡Pero no debéis temer...!

-¡Juraste que nunca volverías a encender la hoguera! ¡Has faltado a tu palabra! -Brod hablo apoyado en una columna de un puesto del centro. -¡¡¿Que clase de Laird...?!! -la daga se clavo en el poste, a unos centímetros de su cabeza y el tragó saliva, mirando la daga de reojo.

-¡Vuestro Laird ha roto su palabra! ¡Pero lo ha hecho por mí! -y todas las miradas se posaron en Marga, ella avanzó con su caballo, hasta pararse junto a su marido. -¡Si queréis culpar a alguien! ¡Es a mí! -observó como todos la miraban en silencio -¡Queréis ser reconocidos! ¡Ser aliados! ¡Entonces tendréis que luchar a mi lado!¡Al lado de la guerrera! ¡Del Diablo! ¡Del Invencible! ¡Ahora sois de los nuestros! ¡Todos los clanes somos uno! ¡Somos familia! ¡Y la familia se protege! -alzo la barbilla -¡¡Ellos tienen a mi hermana!! ¡Esos mercenarios se atrevieron a secuestrarnos! ¡A mi hermana y a mí! ¡Y yo estoy aquí, como vuestra señora junto a vuestro Laird, mi esposo! -y sorprendió a Logan, tomando su mano -¡Preguntando si estaréis a nuestro lado! ¡Si me ayudareis a encontrar a mi hermana y traerla a casa!

-¡Si estaréis a junto a mí, vengando que se hayan atrevido a poner una mano sobre mi mujer! ¡Sobre vuestra señora! -y Logan habló alzando las manos de ellos unidos.

Los gritos de la aldea se alzaron, junto a las manos y las espadas. Todos apoyando a sus señores.

Marga observo a todos, fijando la vista al fondo, al pequeño grupo, que no alzaba sus espadas, que la miraban fijamente. Sus ojos enfrentaron a los del hombre, que había gritado a Logan, lo miró con decisión

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