Capitulo: Desafio
-¿Soléis organizar esto a menudo? -Marga preguntó observando a las mujeres preparando las largas, colocando las bandejas con comida, el grupo de hombres en torno a la hoguera avivando el fuego, los niños corriendo por el prado.
-Cuando hay algo que celebrar -Ciara sonrío, con la vista fija en su pueblo.
-¿Y qué estamos celebrando? -ella la miró de reojo.
-Mi hijo está celebrando que tiene una familia, el clan que tiene una señora -giró el rostro y la miró -Pero sobre todo, el Laird está demostrando el lugar de Dun, como su hijo.
-¡¡Llegan!! -los gritos de algunos guerreros resonaron, seguidos por algunos vítores.
Marga miró hacia el bosque, de donde vio salir a su marido, con su espada en la mano, seguido de un grupo de guerreros, cargando el animal cazado. A los pocos minutos, vio a Dun aparecer, corriendo, situándose junto a Logan, él miró al niño y le sonrío, le dijo algo y el pequeño tras asentir, miró al frente y corrió hacia ella.
-¡¡Marga!!¡Abu! -gritó mientras se acercaba, moviendo el arco en su mano -¡He cazado un conejo con mi arco!
-¡Eso es fantástico! -Ciara sonrió al niño, que al llegar a ellas, se paró dudando.
Entonces Marga se agacho y él se lanzó a sus brazos, envolviendo los suyos alrededor de su cuello.
-¿Te lo has pasado bien? -Alejo al niño unos centímetros para mirarle y aguanto la risa al ver la tierra en su rostro -¿Donde te has metido? -paso el dedo por su nariz, retirando la tierra.
-Me escondí tras unos matorrales con Logan -el rió encogiéndose de hombros.
-Anda, vamos a que te laves la cara y las manos en el río -Ciara se acerco tendiendo la mano al niño y él la tomo sonriendo y caminó con ella, alejándose.
Marga les observo y cuando se incorporo, vio a todos a su alrededor observándola. Miró al frente y vio a su esposo caminando hacia ella, se cruzo de brazos y le miró con una ceja alzada.
-La próxima vez que vayas a divertirte cazando podías avisarme -vió como el sonreía.
-Debí suponerlo -el suspiró -Somos los hombres los que solemos ir a cazar. Es una costumbre.
-Pues ya va siendo hora de que las costumbres cambien -y antes de que él le contestara, ella avanzo un paso y le beso. Logan envolvió los brazos en su cintura, tirando de ella, pegándola a su cuerpo y recibiendo sus labios de buen grado. Cuando Marga se aparto, quedando sujeta por sus brazos y mirándole, le sonrió -Oh, perdón. Se supone no debemos tomarnos tantas atribuciones delante del clan. Es una costumbre.
-Va siendo hora de que las costumbres cambien -y él tiro de ella, besándola con decisión, entrelazando sus lenguas.
-Que lastima -Marga hablo, mirándole, alzando la mano y limpiando la tierra que tenía en la mejilla.
-¿El qué? -él frunció el ceño.
-Con lo que me gusta a mi retozar en la tierra -le susurro al oído y se aparto sonriendo, mirando al grupo de guerreros que cargaban la caza, parado a unos metros de ellos -¡¿A que esperáis?! ¡Cocinemos vuestro trofeo!
Logan se quedo quieto en su lugar, inspirando aire profundamente y tratando de tranquilizar a su cuerpo. Vio a sus hombres pasar por su lado, siguiéndola hacia la hoguera, fijo los ojos en su cintura, en su trasero moviéndose.
-¿Te ha dejado sin aire? -Mitch se paro junto a su amigo, mirándole de reojo.
-Si -y Logan le miró y sonrió.
-Vamos -palmeo su hombro y señalo hacia el resto.
Como un clan unido, comieron y bebieron, disfrutando de un estupendo día al aire libre. Marga observo como su hijo jugaba con un grupo de niño, incluido dos de los que lo estuvieron molestando tiempo atrás.
-Parece que nuestra charla secreta sirvió para algo -Mitch se paró junto a ella, hablando mientras miraba al frente.
-Dejara de ser secreta si sigues así -ella bajó la voz mirándole de reojo -No creas que nuestra conversación en el almacén cambia algo.
-No, no lo hace -El asintió -Nuestra relación sigue igual.
-¿Relación? -ella rodo los ojos -Nos odiamos.
-Exacta... ¿eh? -el giró el rostro mirandola con el ceño fruncido -Yo no te odio.
-¿Ah? ¿No? -Marga se encogió de hombros -Pues yo a ti sí.
-¿Qué? ¿Por qué? -Mitch preguntó nervioso y al ver que ella sonreía bufo molesto -Puede que empiece a odiare un poco.
-¿Que pasa alli? -señalo tumulto, que se agrupaba formando un circulo.
-Desafíos -Mitch fijo la vista alli -Es una forma de divertirnos.
-Desafíos -y ella observo a todos uno a uno, hasta dejar su vista fija sobre un grupo de hombres, todos con la vista fija en Logan que estaba riendo mientras hablaba con Dun, al otro lado. -¿Se puede desafiar a cualquiera?
-¿Eh? Si -sigue su vista hasta fijarla en el grupo, entonces sonrió, desenvainó su espada y se la tendió. -Yo me encargare de sujetar a tu esposo para que no se entrometa.
-Ahora te odió un poco menos -ella tomo la espada y caminó con tranquilidad hacia la multitud.
-¡Ya! ¡Claro! -sonrió observándola, negó con la cabeza y se giró, para ver el momento exacto en que su amigo la veía caminar con la espada hacia la multitud. Rápidamente caminó hacia él y le intercepto a unos metros de ella, golpeando su hombro con el suyo y haciéndole girarse -Déjala.
-¿Ahora os lleváis bien? -Logan lo miró molesto, girándose para seguir su camino.
-Nos odiamos -le agarro del hombro, impidiéndole avanzar -Simplemente mírala y disfruta de como tu esposa da otra paliza a ese idiota.
Todo quedó en silencio cuando repararon en ella, el circulo se fue abriendo a medida que los guerreros se apartaban para que ella pasara, todos mirandola sorprendidos. Se paró ante Brod y le señalo con la espada, sonriendo. Después camino por el interior del círculo, hasta situarse al otro lado de él, esperando. Vió como Brod miraba a un lugar en concreto, giro el rostro hacia alli y se encontró con su marido que mantenía a su hijo ante él, con las manos apoyadas en sus hombros. Sus ojos se encontraros y el asintió.
Los murmullos inundaron el lugar, cuando Brod dio un paso adelante, internándose en el circulo y desenvainando su espada, para aceptar el desafió. Marga le miró fijamente y sonrió, elevando su espada. No hizo movimiento alguno, se quedo esperando que él atacara y cuando el avanzo corriendo hacia ella, con su espada alzada y gritando con bastante furia. Se movió rápidamente, se giro esquivándole, alzo la pierna golpeando su estomago, alzo el brazo tomando el suyo y girándoselo mientras él se inclinaba ante el dolor del golpe. Su espada se deslizó hasta clavarse en el suelo y todo quedó en silencio.
Brod estaba inclinado con una rodilla en el suelo, su brazo doblado hacia atrás, una mueca de dolor en su rostro y la espada de ella en su cuello.
-Me parece que he ganado -Marga le habló al oído, aparto la espada, la alzó y le golpeó la cabeza con el mango, haciendo que se desmayara. Soltándole se enderezo y con su mano libre tomo su vestido, alzándolo y paso por encima de él, hasta llegar a su esposo.
-Gracias por prestármela -alargo el brazo hacia Mitch, que estaba junto a ellos.
-Ha sido un placer -el la tomó sonriendo -Pero no te acostumbre.
-¿Comemos algo? Me ha entrado hambre -y con una sonrisa caminó por el pasillo que de nuevo los guerreros hacían para que pasara. Esta vez, seguida de su marido y su hijo.
-Solo el montaba a su caballo, Diablo -habló sentada en el filo de la cama, pensativa -Un gigantesco caballo negro, salvaje como él. Pero eso solo fue hasta el momento en que La Guerrera, llegó a sus tierras. Ella, tu abuela, Niara Archivald Bukchaman, también cabalgó sobre Infierno, quizás fue una señal del destino, una forma de dar a entender que era su lugar, junto al Diablo. -miró al niño, que la observaba atento -Igual que el que tú te llames como él, Duncan. Una forma de la vida de darme a entender que tu sitio era a mi lado. -se inclinó hacia él y depositó un beso en su frente -Y ahora a dormir.
-Buenas noches Marga -el niño sonrió, cerrando los ojos.
-Buenas noches -se incorporo y tomando el candelabro que iluminaba la habitación, camino hacia la puerta, saliendo y cerrando tras ella. Atravesó el pasillo, hasta llegar a su habitación y al entrar en ella frunció el ceño. Dejo el candelabro sobre la chimenea y se dirigió a la puerta que comunicaba ambas habitaciones. La abrió y atravesó la oscuridad hasta llegar a la luz de la otra estancia. Le vio, sumergido en el agua de su bañera, con los ojos cerrados. No pudo evitar sonreír, recordando el día en que le había amenazado en esa misma bañera y como había podido ver de reojo, el estado animado en que había dejado a su marido después de haber sujetado la afilada daga en su cuello. -¿Te escondes de mi?
-¿Um? -Logan abrió los ojos mirandola -Pensé que era mejor bañarme aquí, para no molestarte.
-Tu habitación a partir de ahora es la mía marido -camino acercándose, hasta pararse ante la bañera -Y si tienes que bañarte, lo harás allí.
-Como ordenes mi señora -la observo maravillado.
-Bien, recuerda que no me gusta que me hagan enfadar -y deslizo su vestido por su cuerpo, quedando totalmente desnuda. Alzó una pierna, entrando a la bañera, para después meter la otra.
-¿Vas a bañarte conmigo? -alzo una ceja, observando su cuerpo con hambre.
-Voy a cumplir tu fantasía -ella respondio, sumergiéndose en el agua, sentándose sobre él.
-¿Que fantasía? -pregunto alzando la mano, con un poco de agua y dejándola caer sobre su clavícula, viendo las gotas bajar por su pecho.
-La que tuviste cuando mi daga estuvo en tu cuello -le susurro al oído mientras sus manos acariciaban su pecho, se aparto para mirarle con una sonrisa. Y él se lanzo a por ella, la beso con ansia mientras sus manos agarraban su cintura, pegándola a él.
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