-¡¡¿Nia?!!¡¡Nia!! -Isobel caminaba por el patio del castillo MacClain mirando a su alrededor -¡¡Niara MacClain MacPearson no me hagas buscarte!!

-¡¡Lilias!! ¡Deja de ayudar a tu sobrina a esconderse! -Jannet se paro junto a su hija y ambas se miraron, tratando de esconder su sonrisa.

-Ya salimos -bufando Lilias tiró de la manita de su sobrina, saliendo de su escondite y caminando hacia su hermana y su madre. -Sois unas aburridas.

-¿Quieres no aburrirte? Le diré a tu padre que te de trabajo en los establos, veras como no te aburres -Jannet miro a su hija con las manos colocadas en la cintura.

-¡¡Dios santo!! ¡¡Pero donde la has metido!! -Isobel miró horrorizada el vestido color beige que su niña llevaba y que ahora era marrón. Se agacho ante ellas y con el dedo limpio la mancha de tierra en la mejilla de su pequeña, mientras esta, reía -Mira como te has puesto Nia.

-Yo me encargare de bañarla -Jannet sonrió negando con la cabeza, extendió la mano hacia su nieta -Vamos princesita.

-Abu -y Nia apretó la mano de su abuela y se dejo guiar sonriendo.

-No todo es culpa mía -Lilias alzó las manos mirando a su hermana.

Isobel suspiró, incorporándose sin dejar de mirar a su hermana con el ceño fruncido.

-¿Que le ha pasado a nuestra hija? -Javrik caminaba hacia ellas, sonriendo. -Tu madre va a tener un arduo trabajo para quitar toda esa suciedad. -se paró tras su mujer y paso las manos por su cintura, abrazándola y deslizándolas por su vientre, dejando un beso en su cuello.

-Wuag -Lilias hizo una mueca mirándoles -Yo me voy a montar un rato. -y se alejo corriendo.

-¡¡Deberías bañarte y arreglarte!! -Isobel gritó mirandola alejarse y negó con la cabeza.

-Se parece demasiado a Ayleen -Javrik sonrió divertido, después la giró -¿Estas bien?

-Perfectamente -y ella le dio un suave beso en los labios, mientras Javrik acariciaba su vientre despacio. -¿ Y tu madre?

-Tranquilizando a mi padre -alzo una ceja divertido.

-¡Te has vuelto un ñoño! -Lucien caminaba por el patio seguido por su hermano Connor, Keith MacClain y Conan y Finlay MacPearson. -¡Todo el día abrazando y besuqueando a tu mujer!

-¿Envidia? -Javrik miró de reojo a su primo sonriendo.

-Para nada -y el alzó el mentón con orgullo. -Mientras tu besas siempre a la misma, yo puedo elegir entre muchas.

-Pero no puedes elegir cuando te abofetean -Y Conan habló mirándole de reojo.

-Un pequeño precio a pagar -Lucien se encogió de hombros -Soy irresistible. Cuando comprenden que no soy solo de una, se ponen agresivas.

-Algún día -Isobel le señaló, alzando un dedo -Lo pasaras muy mal Lucien. Recuerda que la vida todo se lo cobra.

El sonido de los cascos de caballos llegaron a todos y miraron a la entrada al patio, donde varios guardias con los estandartes del Condado de Winston anunciaron la posterior llegada del Conde Alexander Algart, subido a su imponente caballo acompañado por sus hijos Kendrick Algart, futuro conde y Kenneth Algart, apodado El Salvaje. Tras ellos el precioso carruaje con el escudo del condado grabado.

-Tío -Javrik se acercó a estrechar la mano de su toó Alexander sonriendo y después se dirigió a sus primos. Kendrick Algart desmonto su caballo y tras estrechar el brazo de su primo, se dirigió hacia la puerta del carruaje que acababa de parar. Mientras Kenneth salto de su caballo sonriendo y abrazo a Javrik.

-Tenemos que entrenar -El Salvaje sonrió divertido, miro entonces a Isobel y se acercó a ella -Tan guapa como siempre -y se abrazaron.

-Gracias cariño - Eara bajo del carruaje sujetada a la mano de su hijo mayor, se acerco a Javrik sonriendo -Te sienta bien ser padre -abrazó a su sobrino y después se acerco a Isobel, abrazándola a ella.

-Bienvenido tío -Lucien se acercó a Alexander y se abrazaron.

-¿Somos los primeros? -Alexander observo a los mozos acercándose para encargarse de los caballos.

-Hemos visto los dos barcos atracados al venir -Kenneth habló a Lucien emocionado -¿Donde están las gemelas? Me gustaria hablar con sus maridos, tengo algunas preguntas sobre los barcos y...

-¿Aun sigues con eso de restaurar el trozo de madera ese que te regalaron? -Connor rodó los ojos.

-Es un barco y ya está casi listo -Kenneth se inclinó hacia el -Ya me pedirás que te deje montar.

-Lo que tu digas -se encogió de hombros.

-Dejad tanta cháchara y ayudad con el equipaje -Eara miró a todos fijamente -¡Venga! ¡¿A que esperáis?!

-Acabas de llegar y ya dando órdenes -Alexander coloco la mano en la espalda de su mujer mirandola con una sonrisa.

Nuevos jinetes se adentraron el patio, dos guardias precediendo a un jinete sentado imponente sobres su maravilloso caballo negro. Con rostro altivo y una sonrisa coqueta en el rostro, Alec MacClain, el Deseado precedió al carruaje del Ducado de Bedford, dejando en su entrada a varias sirvientas mirándole sonrientes y coquetas.

-Y ya llego el Deseado -Keith dio un codazo a Lucien -Te va a quitar a tus novias.

-Puede quedarse con las que ya no me interesan -Lucien se encogió de hombros.

Y la cabeza de ambos rebotó hacia delante cuando Eara les golpeo al mismo tiempo.

-¡Que clase de caballeros hablan así de las damas! -gritó mirando a uno y luego al otro.

Alec MacClain bajo de su caballo, con su habitual porte elegante y se dirigió hacia el carruaje, para abrir la puerta y tomar la mano de su madre, Helen Rusel Duquesa de Bedford. Y después, sin soltar a su madre, tendió la otra mano hacia el carruaje y su hermana Clere MacClain bajo ayudada por él.

-Mira la princesita caprichosa -Lucien la miró bajar del carruaje -¿Como es que ha venido a las tierras salvajes?

-Si te escucha el tío Ewan te mata -Keith hablo en voz baja.

-Es su consentida -Javrik los miró de reojo -La Amapola.

-¿La Amapola? -Lucien frunció el ceño -¿Por qué la llaman así?

-Es igual a la tía Helen -Connor habló frunciendo el ceño.

-El pelo -Kenneth habló sonriendo -Su pelo rojo. Dicen que es como las amapolas, una flor delicada, dulce, atrayente y regia y digna.

-Es muy guapa -Finlay MacPearson la miro detenidamente. -No la recuerdo.

-No viene desde que tenía...-Javrik se quedó pensativo.

-Seis años -Lucien habló y todos le miraron -¿Qué? Me castigaron por su culpa.

Kendrick Algart se acerco hasta Alec y tras asentir tomo la otra mano de Helen y la beso. Después soltó su mano y tomo la de su prima, Clere y tras besarla la deposito en su brazo.

-¿Que tal el viaje? -le preguntó mirandola de reojo.

-Largo -ella suspiró.

-Mi niña -Helen abrazó a Isobel sonriendo y después a Eara para proseguir saludando a todos y cada uno de los chicos.

-¡Cariño! -Ewan bajo las escaleras del castillo en dirección a su mujer, se acercó a ella para darle un beso, pero La Duquesa le estrello el abanico en la boca, ante lo que todos rieron disimulando.

-¿Envías una nota? ¿Una triste nota diciéndome que Kristal se ha casado con Aidan MacCarty y que se haría una ceremonia aquí? -Helen lo miró molesta -Ni siquiera me contaste que había pasado, si todos estaban bien...

-Es un poco largo para escribir en una carta ¿no crees? -y el volvió a inclinar su rostro hacia ella cuando su esposa aparto el abanico.

-Pues tendrías que haber venido en persona -y de nuevo Helen estrelló el abanico en su boca -¿Sabes lo preocupada que estaba?

-Parece que al tío Ewan le va a costar llegar a los labios de su mujer -Lucien hablo riendo en voz baja.

-¿Que te parece tan gracioso muchacho? -Helen lo miró fijamente y el trago saliva -¿No deberías estar ayudando con el equipaje?

-Voy tía -y Lucien agachó la cabeza y se dirigió hacia el carruaje, donde Kenneth y Connor estaban ayudando. Tomo un baúl grande y tiro de él sin lograr moverlo un centímetro, frunció el ceño y volvió a tirar. -¿Enserio? -Lo empujo bruscamente con el piel y el baúl se tumbo abriéndose y esparciendo vestidos en el suelo.

-¡¡¿Pero qué haces bruto?!! -Clere MacClain miró sus vestidos por el suelo -¡Has estropeado mi ropa!

-Tienes de sobra, tampoco te va a pasar nada por dos vestidos manchados -Lucien entrecerró los ojos mirandola.

-¡Lucien! ¡Ten más cuidado con las cosas de mi hija! -Ewan gritó y volvió a mirar a su esposa -¿No me vas a saludar como es debido?

Helen lo miró unos segundos, finalmente aparto el abanico y el se inclino para besarla, ella se aparto rápidamente, dejando que solo fuera un roce, pero estaba claro que él no estaba dispuesto a perder esta vez. La tomo por la cintura y tiró de ella, juntando sus bocas de nuevo, en un largo beso.

-¡Ewan! -Helen le empujo por los hombros apartándole y viendo como él la miraba con una sonrisa.

-Venga, vamos adentro -Kendrick tiró de Clere que seguía mirando con los ojos cargados de veneno a Lucien y este la miraba divertido alzando una ceja.

-Animal -ella alzó la barbilla caminando hacia delante.

-Mocosa malcriada -Lucien hizo una mueca y se giró para marcharse.

-¿Donde crees que vas? -Alexander se paró ante el señalando la ropa -Recoge los vestidos.

-¿Dulce? -Moira arrugo el entrecejo -¿Seguro?

-¿El Frio? -Marga sujeto a su pequeña Sheena del brazo, evitando que con su espada golpeara a Coira Bukchaman que la miraba sonriendo.

-Yo creo que hacéis una pareja maravillosa -Ania habló, volviendo a sentar a la pequeña Kirsty en sus rodillas, que se volvía a levantar alzando las manos hacia su madre Moira.

-Pero ¿habéis hablado? -Coira Buchanan pregunto mirando a Kristal.

-Han hecho más que hablar -Brenda Bukchaman hablo y todas rieron, mientras Kristal se sonrojaba.

-¿Que es tan gracioso? -Kenneth Algart se paro en la puerta mirándolas con una sonrisa.

-¡Kenneth! -Brenda saltó de su lugar corriendo a abrazarle -¡¿Has venido en tu barco?! ¡¿Ya lo has arreglado?! ¡¿Me llevaras a navegar por el mar?!

-Hola -el sonrió abrazándola -He venido en un caballo, pero mi barco pronto estará listo.

-Buenas señoritas -Alec MacClain se paró en la puerta, sosteniendo el brazo de Clere MacClain.

-¡Clere! -Coira la miró sonriendo y después miró a Alec que le sonrió y desvió la vista.

-Hola -ella miró a todas y sonrió, después se acercó a Kristal y la abrazó -Me alegro de verte.

-Y yo de verte a ti -Kristal se apartó tras abrazarla, para ver a La Duquesa, entrar a la sala y a Eara y corrió hacia ambas para abrazarlas.

-Ahora sí, estamos todos -Kendrick Algar entró señalando hacia las ventanas -Un ejército MacCarty acaba de llegar.

Y el revuelo se hizo en el lugar cuando todas las mujeres corrieron hacia las ventanas para poder mirar al Frio, al hombre que había conquistado el corazón de la Dulce.

Kristal se dirigió hacia la única ventana que había quedado vacía y se paró ante ella, observando como El Invencible, Freya y Aidan y Kyle se adentraban en el patio, seguido por un numeroso ejercito. Sus ojos se posaron en los de su marido, que sintiéndola, alzo la vista hacia la ventana. Con la mano en su vientre Kristal le miró a los ojos, alzando la otra mano y colocándola en el Kristal.

-Duncan -Niara se acerco a la venta, por la que su marido estaba mirando -Diablo -él giró el rostro y se miraron -Nuestra hija ya no es una niña, está enamorada y va a ser madre. Es hora de que haga su vida.

-Siempre será mi niña -y el volvió a mirar por la ventana -Y si le hace daño, le matare.

-Lo sé -rodó los ojos -Bajemos a dar la bienvenida a nuestra familia -y tomo su mano.