Sus manos empuñaron la sabana entre sus dedos apretándola entre ellos, mientras su frente se deslizaba sobre el colchón, apartándose para alzar la cabeza hacia atrás, arqueando su cuerpo al sentir el cuerpo de él deslizarse por su espalda.

Gimió, gimió sintiendo como mordisqueaba su cuello mientras sus grandes manos cubrían las de ella, moviéndose de nuevo sobre ella, con el fuerte pecho deslizándose sobre su espalda. Sintió su respiración en la oreja, sintió el latido acelerado de su corazón contra su piel, mientras el sudor perlaba sus cuerpos haciéndolos brillar ante el chispeante fuego de la chimenea.

Quiso gritar, pero se mordió el labio, escondiendo el rostro en la sabana, escuchando el gruñido de él en su oído.

Se derrumbo sobre ella, procurando sostener el peso en sus brazos, besando su hombro despacio.

-¿Que opinas ahora de la siesta? -Ayleen preguntas, respirando agitada.

-Que se ha vuelto una de mis actividades favoritas -Kurgan respondió sonriendo moviendo su mano sobre la sabana, para apartar el pelo de ella de la espalda, dejándola bajo su vista.

-¿Una tus actividades? -Ayleen giró el rostro para tratar de verla a la cara.

-La primera siempre será molestarte -y mordió su hombro, dejando una pequeña marca en él, mientras se acomodaba sobre su espalda.

El pomo de la puerta comenzó a girar y ambos miraron hacia alli, viendo su movimiento hasta que paró y la puerta se movió, sin llegar a abrirse.

-¡¿Ayleen?! -Moira gritó al otro lado -¡Abre!

-¡¿Por qué te encierras?! -Marga golpeo la puerta. -¡Venga! ¡Que se hace tarde! ¡No vamos a llegar después del idiota de Kurgan!

Kurgan MacCarty frunció el ceño mirando a la puerta y después miró el perfil del rostro de Ayleen que aguantaba la risa.

-¿Es que todas tenéis que llamarme idiota? -le hablo en voz baja al oído.

-Todas no, Kristal aun no lo ha hecho -se removió bajo él -Quítate, muévete.

-¿Aun? -frunció el ceño haciéndose a un lado, cayendo al otro lado de la cama.

-¡Ya va! ¡Ya va! -Ayleen gritó, levantándose de la cama, mirando a su alrededor. Sus ojos se enfocaron en la bañera llena de agua, claramente ya un poco fría, ya que la había pedido antes de su ocurrencia de tomar juntos una siesta. -¡¡Me estoy bañando!! ¡Esperad un segundo! -se giró hacia Kurgan y le vió apoyado tranquilamente sobre su codo, tumbado de lado en la cama -Levanta de ahí zopenco.

-¿Por qué? -el se incorporó, quedando sentado y observando como ella se agachaba para coger la ropa de él.

-Venga -y Ayleen se incorporo y le lanzo la ropa a la cara -Rápido.

-¿Y que se supone que voy a hacer? ¿Esconderme bajo la cama? -rodó los ojos.

-No, mis hermanas miraran ahí - y corrió hacia el otro lado de la cama y le tomo del brazo tirando de él, arrastrándolo hacia la ventana.

-¿Estas loca? -observó como abría la ventana -No voy a salir por ahí.

-Lo harás -lo empujo hacia ella -Venga.

-¡Que me voy a matar! -Kurgan se resistió, negando con la cabeza y clavando los pies en el suelo.

-No seas cobarde, tu habitación está al lado -Venga.

-¡¿Y como se supone que me agarre con la ropa en las manos?! -la miró con el ceño fruncido -Deja que me vista.

-No grites idiota -le quito la ropa -No hay tiempo, venga.

-Joder -se subió agarrándose a las cristaleras, mientras Ayleen le observaba y sonreía mirando su trasero. Y entonces ella alzo la mano y le dio un azote en el trasero. Kurgan giró el rostro y la miró entrecerrando los ojos -Esto me lo cobrare.

-¡Venga! -y le empujo.

-¡Quieta loca que me matas! -y Kurgan tembló al sentir el frió acariciar su piel, pegando la espalda a la piedra del castillo y tragando saliva, moviéndose despacio. -Joder, que frío

-¡Eres torpe! ¡Si vas de cara a la pared es mas fácil! -Ayleen gritó, asomándose a la ventana.

-¡Gracias por la observación! ¡Pero tú me has empujado a aquí fuera! -la miró molesto.

-¡¡Ayleen!! -Moira volvió a gritar.

-Muerda -y Ayleen miró la ropa en sus manos y entonces las lanzo por la ventana y atravesó la habitación corriendo hasta llegar a la bañera, se metió rápidamente abriendo los ojos de par en par -Que fríiiiaaa -se enjabono rápidamente y se sumergió de nuevo en el agua, tomando una toalla y envolviéndose en ella, corrió a la puerta y la abrió, respirando agitada -¿Qué?

-Pero...-Marga la miró con el ceño fruncido.

-Si serás bruta -Moira la apartó, entrando y mirando el suelo -Mira como lo has puesto todo.

-Deberías secarte el pelo -Kristal la miró sonriendo levemente -Vamos -entro junto a ella, cerrando la puerta -Deja que te ayude -y se acercó a tomar una toalla para secarle el pelo.

-¿La confundiste con una ladrona? -Logan sonrió divertido.

-Y pague por ello -Lean suspiró.

-Ya imagino -Sloan le miró de reojo.

-No fuiste el único -Irvin negó con la, frunció el ceño y miró a Aidan -¿Sabíais lo de la sartén? -y al ver que él no respondía entrecerró los ojos -Un aviso no habría venido mal.

-¿Que paso con la sartén? -Logan fijo su vista de uno a otro.

-Nos dio una paliza con una sartén -Y Lean hablo molesto.

-¿Que os dio...? -y Sloan se rió a carcajadas.

-También golpeo al Laird -Irvin se paró cruzándose de brazos -La chica ha puesto el castillo patas arriba cuando llego.

-Es una habilidad que tiene las MacClain -Logan asintió sonriendo.

Y en ese momento las ropas cayeron sobre ellos.

-¿Que demonios? -Sloan miró a su alrededor, viendo la ropa.

Aidan MacCarty, alzó la mano, apartando el pantalón que estaba en su cara y frunciendo el ceño, lo tiro al suelo, miró hacia arriba y se quedo mirando fijamente.

Sloan y Logan siguieron su mirada y abrieron los ojos de par en par.

-¡Laird! -Lean gritó horrorizado viendo a Kurgan MacCarty andando despicó por la cornisa.

-¡¡Cállate!! -Kurgan gritó, mirando hacia abajo y se tambaleo -¡Joder! -y volvió a pegarse a la pared.

-MacClain -Irvin se apresuró a recoger la ropa.

-Eje -Sloan tosió levemente mirando hacia arriba -Eh...

-No lo pienses -Logan miró a su hermano -Son más grandes, son hombres más grande que nosotros -y ambos miraron al Frio bajando la vista a las telas que cubrían su cintura para volver a mirar arriba.

-¡¡Dejad de mirar joder!! -Kurgan coloco su mano delante de sus partes, intentando cubrirse, mientras seguía arrastrándose por la pared.

-¡No se mueva! ¡Pediré ayuda! -Lean fue a moverse, pero Aidan lo agarro del plaid.

-No creo que sea una buena idea -el Frio habló, sin apartar la vista de su hermano, con cierta incredulidad reflejada en el rostro.

-Ayleen , esta me las pagaras -hizo una mueca al sentir el arañazo en el culo de la piedra. Estiró el pie para subirlo a la ventana de su habitación y cuando lo logró se agarró con fuerza, pero al escuchar el relinchar de un caballo, se apresuró a entrar cayendo de boca al suelo -¡Joder! -y al alzar el rostro se encontró a Mirna con otras dos mujeres, que estaban preparándole la bañera, las tres mirándole con los ojos abiertos de par en par.

-¿Por qué te encerraste? ¿Eh? -Marga se acercó a la cama y la observó, después se agachó para mirar debajo, entrecerrando los ojos.

-¿Que te vas a poner? -y Moira abrió el armario mirando dentro con el ceño fruncido.

-Dejadla -Kristal estaba sentada junto a Ayleen secando su cabello.

-¿Habéis escuchado? -Marga frunció el ceño y miró a la ventana -¿Están gritando?

-¿Por qué tienes la ventana abierta? -Moira fijo la vista en la ventana.

Y entonces las gemelas se miraron y corrieron a la ventana, empujándose para lograr asomarse las dos, mirando a ambos lados sin encontrar nada.

-¡Hola preciosa! -Sloan gritó y Moira miró hacia abajo.

-¡¿Por qué gritabais?! -Moira entrecerró los ojos, mirando a cada uno.

-¡¿Que ha pasado?! -Marga se removió intentando apartar a su hermana.

-¡Nada! -y todos gritaron al mismo tiempo, menos Aidan MacCarty que tirando de Lean, le arrastro marchándose.

-Chicas, hace frio y Ayleen esta desnuda -Kristal aparto la toalla, tomando el cepillo y peinando su pelo, consciente de como su hermanita hizo una mueca al notar como peinaba su pelo. -Cerrad la ventana.

Y las gemelas cerraron la ventana y se sentaron en la cama, mirando a Ayleen con los ojos entrecerrados.

-¿Puedo haceros una pregunta? -Ayleen miró a las gemelas y estas fruncieron el ceño para después asentir -¿Por qué a los hombres les gusta tanto que llevemos vestidos?

-Porque nos ven más guapas, mas femeninas -Moira respondio rodando los ojos.

-Porque la mayoría suelen fantasear con lo que llevamos debajo -Marga rió divertida -O no llevamos.

-¡Marga! -Kristal se sonrojo -Creo que puedo responder a tu verdadera pregunta.-y al hablar, Ayleen se giró para mirarla -Puede que descubras que no te disgusta tanto usar un vestido, cuando veas que él hombre al que quieres te mira de cierta forma, que llamas aun mas su atención.