Capitulo 16: Reacción
-¿Vas a quedarte aquí toda la noche o vas a entrar a la fiesta? -Charles habló mirando la espalda tensa de Kendrick, que permanecía en el vestíbulo con la máscara en su mano y mirando las puertas cerradas del gran salón. -¿Estas bien? -frunció el ceño acercándose a él, colocando la mano en su hombro y parándose a su lado, para mirarle de reojo. -No tienes que hacerlo, no entres si no puedes.
-Nunca he dudado de nada en mi vida -Kendrick movió su mano alzando la mascar y mirandola.
-¿Y ahora dudas? -Charles se quitó su máscara, para girarse hacia él y mirarle -¿Dudas de pedir la mano de la reina abeja?
-No -respondió con la vista fija en la máscara en su mano -No quiero pedir la mano de Lady Hemsley. No voy a hacerlo.
-¿Entonces? -el príncipe sonrió feliz -¿Cual es la duda?
-Entrar ahí -y Kendrick alzó la vista mirándole -Entrar en esa sala donde todos esperan que el perfecto Conde se comporte como un caballero, baile con la dama y después se acerque a su padre y le pida la mano. Ver lo que la sociedad espera de mi y por primera vez no ser capaz de estar a la altura.
-Kendrick -alzó la mano y la colocó en su hombro -Eres el futuro Conde de Winston, hijo del Rubí y maldita sea familia de los clanes de las Highlands, entra a esa sala y deja claro a todos que lo único que debe esperar de ti, es lo que te dé la gana. Y...-alzó un dedo sonriendo con altanería -Eres mi primo y soy el príncipe, nadie puede decirte que hacer -se encogió de hombros y se colocó la máscara, girándose hacia las puertas de nuevo. -Vamos.
Y Kendrick Algart inspiró aire profundamente y se colocó su máscara, para unos segundos después ver como las puertas se abrían y el sonido de la música y las voces llegaba hasta ellos. Observo la sala repleta, con las damas bailando con grandes trajes, con sus mascaras. Miró a su primo y asintió, caminando juntos al interior de la sala, consciente de las miradas puestas en ellos.
Por un momento sintió alivio al llevar la máscara y pensar que quizás no lo reconocerían, que no sabrían quien era. Su mirada se mantuvo al frente mientras caminaba entre la multitud y entonces sus ojos se clavaron en una mujer de espaldas a él. El vestido simulando el vestido de un hada, con unas preciosas alas en su espalda, definía su cuerpo entallando una pequeña cintura. Sus ojos la reconocieron, antes si quera de pensarlo, sabiendo que era ella, su pelo, su cintura, la piel de sus brazos que estaban al descubierto. Se sintió desconcertado al sentir su corazón acelerarse a cada paso que daba y entonces ella se giró, con la máscara dorada en sus manos.
Dejó de caminar, se quedó parado en mitad de la sala a tan solo unos pasos de ella, sin importarle que la gente comenzara a mirarle. Su corazón pareció detenerse, martilleando sus oídos con su propio latido, como si pudiera sentir cada gota de sangre recorrer su cuerpo. Entonces miró sus ojos, que lo miraban a él, unos ojos vacios, sin rastro alguno de lo que había habido en ellos antes. Sin rastro del cariño, la ternura, sin rastro del amor. Amor. Un amor que podía haber perdido.
-Kendrick -El príncipe agarró la tela de su chaqueta tirando de él -Ahora sí que todos están pendientes de ti. ¿Puedes caminar o vas a desmayarte?
-Davinia -escuchar su nombre le hizo reaccionar, pero su ceño se frunció al saber que la voz que lo había pronunciado era de otro. Otro hombre. Entonces ella giró el rostro y sonrió a Lord Cameron Morrinson que se acercó a ella tendiéndole una copa.
-¿Está todo bien Kendrick? -El rey se paró ante el mirándole confundido.
-¿Qué? -Kendrick miró a su tío y asintió despacio -Si
-Bien -pero Robert seguía mirándole con duda -Necesito hablar contigo.
-Y yo creo que sobro en la conversación, iré a por una copa -Charles dio un paso, frunció el ceño y miró de nuevo a su primo -Y te traeré una -y se alejó.
-Apartémonos del centro de la sala -Robert hizo un gesto con la cabeza hacia un lado de la sala y entonces él fue consciente de donde estaba. Asintió y siguió a su tío, con la mirada de la mayoría puesta sobre ellos y sintiéndose lo más incómodo posible. Se apartaron a un lado del salón, ocultándose por unas columnas de la mirada indiscreta -Lord Hemsley me ha expresado su preocupación -el rey observó como Kendrick se tensaba -Dice que esta es la tercera temporada que parces cortejar a su hija y esperaba que pidieras su mano al fin.
-No voy a casarme con Lady Hemsley -Kendrick respondió suspirando.
-Bien -y cuando el rey contestó, él le miró con el ceño fruncido -Simplemente quería saberlo. -Robert asintió y colocó una mano en su hombro -Solo importa no decepcionarse a uno mismo, o a la mujer que amas.
-Tío -Kendrick miró al rey a los ojos -Tu elegiste a la hermana de tu prometida.
-¿Eso te ha dicho? -Robert rio en voz baja -Yo diría que ella vino decidida a tenerme. Fue ella quien me propuso matrimonio. -y al ver que su sobrino abría los ojos sorprendido, el rey asintió -¿Sabes? Yo era como tú, pensaba que no podía permitirme decepcionar a nadie. Pero me estaba decepcionando a mí mismo. Siempre se me educó para casarme con la reina escogida para mí y luego llegó ella. Y me di cuenta, que no importaba que hubiera sido educada para ser reina, si no quería serlo, si no quería estar a mi lado, si no me quería. Si yo no la amaba. -suspiró -Yo no quería lo que tenían mis padres. -lo miró a los ojos -Quería lo que tenían tus padres, lo que tenia Helen. -volvió a colocar la mano en su hombro -Se que Eara y Alexander no te han criado para escoger el titulo por encima del amor. Pero también sé que la presión de ser quien eres, de verte envuelto en este mundo de nobleza, de ser heredero a la corona, de ser mi consejero, todo lo que recae en tus hombros, te hace creer que lo necesario es alguien que esté preparada para el titulo de Condesa. Pero lo cierto es que lo que necesitas es alguien que quiera estar a tu lado, que quiera compartir tu presión y que te haga olvidar todo lo demás cuando estas a su lado.
-Una copa -Charles se paró ante ellos tendiendo la copa a su primo y se sorprendió cuando este, tomo la copa y se la bebió de un trago. -Vale, veo que necesitas más de una.
-Creo que tengo una conversación pendiente con Lord Hemsley -Kendrick miró a su tío que sonrío asintiendo y se giró y se alejo.
-¿Una conversación pendiente? -Charles miró a su padre que sin responderle se marchó dejándole tras la columna.
-Majestad -Lord Thomas Murphy se paró ante él inclinándose levemente.
-Thomas -el príncipe le miró sonriendo -No te he visto en el resto de la temporada.
-Tenia asuntos importantes que atender en mis tierras -y la mirada de él se fijo entre la multitud, concretamente en Davinia que bailaba con el Marques de Kent -Y no sabes cuánto me arrepiento de no haber podido estar.
-¿Ah sí? -Charles siguió la dirección de su mirada y volvió a mirarle sonriendo -¿Es preciosa cierto? Mi prima Davinia ha sido la revelación de la temporada.
-La hija de los Duques -Thomas asintió pensativo -Es una lástima que llegue tan tarde.
-Oh pero no es tarde amigo -y pasó el brazo por sus hombros quedando a su lado y mirando ambos a Davinia -Kendrick Algart es el tutor de ella, podrías hablar y pedirle permiso para cortejarla aunque acabe la temporada.
Kendrick caminó entre la multitud con la vista al frente y esquivando a aquellos que se interponían en su camino. Vio a Lord Hemsley hablando con otros dos nobles y se paró ante ellos, viendo como su hija acudía a ellos rápidamente. La miró, con cierta lastima, pero volvió a mirar a su padre, asintiendo para saludar a todos los caballeros.
-Lord Hemsley me gustaría hablar con usted -vio la sonrisa en el Lord y como los ojos de su hija se iluminaban.
-Por supuesto -Lord Hemsley miró a los otros hombres -Caballeros, ¿nos disculpan? -y cuando los otros hombres se hubieron marchado miró a su hija -Cariño Lord Algart y yo tenemos que hablar a solas.
-Está bien papa -y ella asintió y miro a Kendrick sonriendo feliz y se marcho.
-¿Usted dirá? -Lord Hemsley le miró solemne hinchando su pecho con orgullo.
-Lord Hemsley soy consciente de que dúrate las dos temporadas pasadas pase tiempo con su hija conociéndola, al igual que en esta -mantuvo su rostro inexpresivo, recordándose que no estaba obligado a nada -Pero me veo en la obligación de comunicarle que no voy a casarme con Lady Hemsley.
-¿Qué? -la cara del hombre se desfiguró, nervioso inspiró aire y se recompuso -Lord Algart, si es que necesita más tiempo para conocerla tendrá mi beneplácito para cortejarla fuera de temporada. Si es que por algún motivo necesita más tiempo antes de tener un matrimonio mi hija y yo...
-Lord Hemsley, no se trata de tiempo o de conocernos mas -Kendrick suspiró -No voy a casarme con Lady Hemsley porque voy a casarme con otra mujer.
-¿Qué? ¿Cómo? -el hombre negó con la cabeza nervioso -No puede...
-¿No puedo? -Kendrick frunció el ceño -Yo puedo decidir perfectamente con quien casarme Lord Hemsley. Me he permitido un tiempo para conocer a su hija y si, debo disculparme por haberle hecho ilusiones durante tantas temporadas para no poder corresponder a su deseo. Pero en ningún momento le he faltado al respeto, ni la he comprometido, ni he acordado ningún compromiso para desposarla. -irguió la cabeza -Lo lamento. Ahora si me disculpa. -y se giró y se marchó consciente de que demasiadas miradas estaban puestos en ellos y que los asistentes comenzaban a especular al ver el rostro de Lord Hemsley.
Buscando algo de tranquilidad y alejarse de la multitud, de las miradas y los murmullos, atravesó la sala de baile y se paró antes de chocar con Davinia y Cameron que bailaban sonriendo. Sintió la presión en su pecho y se apartó rápidamente, empujando entre la multitud y saliendo de la sala, intentando respirar.
-¡Lord Algart! -Lord Thomas Murphy caminaba aprisa alcanzadle.
-Lo siento Thomas ahora no es buen momento -Kendrick aceleró el paso, intentando alejarse.
-¡Pero será solo un minuto Kendrick! -volvió a alcanzarle -¡Es importante!
-No estoy de humor para hablar de nada ahora -Kendrick paso la mano por su pelo inspirando aire profundamente.
-Kendrick solo quiero pedirte tu permiso para cortejar a Davinia MacClain -Thomas hablaba acelerado manteniéndole el paso, sin darse cuenta de cómo él se tensaba -Y pretendo pedir su mano al Duque después. -y Lord Murphy contuvo el aliento cuando Kendrick se giró hacia él colocando una mano en su pecho y empujándole contra una columna.
-¡No te acercaras a ella! -inclinado sobre Thomas, Kendrick ejercía presión en su pecho, mirándole con la respiración acelerada.
-¡Eh! -Charles corrió hacia ellos, agarrando a Kendrick de los brazos y apartándole -¡Tranquilo! -le soltó cuando el futuro Conde se revolvió empujándole y le miró con el ceño fruncido -Tranquilo. ¿Estas bien? -hizo un gesto con la mano a Thomas para que se marchara, sin dejar de mirar a su primo -Kendrick, nunca te había visto perder los papeles.
-¿Que ocurre? -La reina caminaba hacia ellos, observando a Kendrick con interés.
-Nada madre -Charles pasó la mano por su pelo.
-Regresa a la fiesta hijo -y ella pasó ante él acercándose a Kendrick -Creo que necesitas tranquilizarte. ¿Por que no me acompañas? -y la reina caminó hacia el despacho, seguida por él, mientras el príncipe regresaba a la celebración.
Entraron al despacho en silenció y la reina observó a Kendrick, viéndole pasearse nervioso de un lado a otro, claramente enjaulado en sí mismo.
-Kendrick -Alisa se acercó a él -¿Que sientes por Davinia? -y al ver que la miraba desconcertado, sonrió levemente -Solo dime, que piensas, que sientes al oír su nombre.
-Tiene una dulzura y ternura que me crea la necesidad de protegerla, de estrecharla entre mis brazos e impedir que nada pueda hacerle daño -habló con la mirada perdida -Me gusta su suave olor y su pequeña sonrisa que es capaz de iluminar todo a su alrededor. Me gusta observarla cuando toca y escuchar la música que sale de su alma. Se muerde el labio cuando lee los libros, si estos le parecen interesantes y mueve la pierna derecha cuando no está de acuerdo con lo que está leyendo. Me gusta verla cuidar las flores porque es como si fuera una de ellas, una flor única. Cuando sus ojos me miran con esa luz, con tanto amor, me siento más importante que cualquier rey. Si la tengo cerca necesito tocarla, abrazarla, sentirla tan cerca.
-Eso Kendrick -y él la miró cuando lo nombro -Se llama amor. -y todo quedo en silenció, ambos mirándose, entonces dos golpes sonaron en la puerta del despacho -¡Adelante!
-Majestad -Uno de los guardias se paró al entrar inclinándose -Todo está listo.
-Bien -y la reina miró a Kendrick -Este hombre partirá inmediatamente hacia las tierras Bukchaman para llevar el comunicado de la celebración del cumpleaños de Davinia en la corte. Si quieres aprovechar para comunicarte con tus padres o con el Duque. -y la reina asintió sonriendo y salió de la sala, dejando a los dos hombres solos.
Kendrick observó al guardia unos segundos y después se quitó la chaqueta bruscamente, dejándola en el asiento y tomó papel y una pluma.
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