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Capitulo 14: El amor

-Ahg -Javrik hizo una mueca al ver la mesa llena de comida.

-¿Una mala noche? -Brodick lo miro con una ceja alzada.

-Va a matarme -el llevo la mano a su vientre. -¿Esta desayunando?

-No -Brodick negó con la cabeza -Salió temprano. Escucho a Berta hablando sobre que la mujer de Allan, el tabernero estaba enferma y se empeño en revisarla.

Javrik sonrió levemente y sin decir nada camino hacia fuera de la casa.



Cuanto Javrik entro en la taberna, todos los presentes dirigieron su mirada a él. El asintió saludando levemente.

-Señor -La hija del tabernero se acerco nerviosa -¿En qué puedo ayudarle?

-Mi prometida esta aquí ¿no? -el recorrió el lugar con la mirada.

-Si señor, estaba revisando a mi madre -ella asintió señalando hacia la puerta que había al lado derecho de la taberna -Sígame, por favor.

Consciente de como la vista de todos les seguían, Javrik atravesó el lugar hasta llegar a la puerta y después de que la muchacha abriera, entro. Inmediatamente encontró a Isobel, parada en mitad de la sala, hablando con Allan.

-Necesita descanso, si se alimenta bien y toma la infusión que les he dejado, con un poco de descanso, estará como nueva -ella hablaba con él, sin darse cuenta de la presencia de su "prometido".

-Gracias señora, muchas gracias -el hombre la miraba muy agradecido.

-Os hare llegar nuevas hiervas para la infusión en cuanto las coja -ella le sonrió levemente -Pero recuérdelo, reposo.

-Si, si. No se levantara de la cama -el asentía nervioso, entonces vio a Javrik -Barón, señor. -hizo una leve inclinación.

Isobel se movió girando un poco, para poder verle, su rostro se contrajo levemente viéndole.


-Buenos días Allan. -Javrik camino hacia ellos, con seguridad -Me dijeron que tu esposa estaba enferma.

-Si señor -el hombre asintió, después miro a Isobel -Pero vuestra prometida la ha revisado y dado indicaciones para su mejoría.

-Entonces estoy seguro de que se pondrá bien -y con total tranquilidad, se paro junto a ella y paso el brazo por su espalda, suavemente. La miro a los ojos -No confiaría en nadie mejor.

-¿Gustan tomar algo señor? Invita la casa por supuesto -nervioso Allan, señalo la puerta.

-No...-Isobel respondió dando un paso alejándose de Javrik.

-Claro, será un placer -y el volvió a situar la mano en la parte baja de su espalda, empujándola hacia la puerta -Así, podre presumir de prometida.

-Sera un placer tenerles en mi taberna -Allan abrió la puerta y se hizo a un lado, dejándoles pasar, después camino deprisa junto a ellos -¡Enriette! -la hija vino corriendo ante el llamado de su padre -Sirve al Barón y a su prometida. -Se giro hacia ellos -Por aquí, les preparare una mesa -y nervioso se acerco a limpiar una mesa.

-¿Que estás haciendo? -Isobel hablo en voz baja, con la espalda tensa, mientras Javrik la guiaba hasta sentarse a la mesa.

-Presumir de prometida -el se inclino para susurrarle al oído, cuando ella se hubo sentado y después se sentó a su lado.

-¿Que les sirvo? -Enriette se paro ante ellos nerviosa.

-Eh...-Javrik fue a hablar pero su "prometida" le interrumpió.

-Cerveza -Isobel hablo mirando a la chica, que se quedo mirandola en silencio. Una sonrisa ladeada se dibujo en el rostro del Barón, miro a la chica y asintió, que se alejo algo confundida. -Ya basta Javrik.

-¿Basta? -el se arraso por el banco de madera, acercándose a ella e Isobel se movió alejándose -No parare, no hasta que hables conmigo.

-Bien hablemos -se giro hacia él, siendo consciente de que no podía alejarse más, pues notaba el final del banco tras ella y el estaba prácticamente encima -Yo no soy como esas cortesanas Javrik, no soy como ninguna mujer que hayas...

-Despedí a las sirvientas -el hablo mirandola a los ojos.

-¿Qué? -ella frunció el ceño.

-Nadie falta al respeto a mi prometida -el alzo la mano, acariciando suavemente su mejilla -Isobel, tu eres la mujer a la que amo.

-Señor -Enriette coloco dos jarras de cerveza sobre la mesa y después miro nerviosa a Isobel -Señora, quiero darle las gracias por lo que ha hecho por mi madre.

-No ha sido nada -Isobel le sonrió -Ahora os toca a vosotros cuidar de ella.

-Lo haremos -ella asintió y se alejo.

Isobel suspiro, tomo la jarra de cerveza y la llevo a sus labios y bebió un largo trago, tan largo que Javrik la observo sorprendida.

-¿Desde cuándo bebes cerveza? -el frunció el ceño.

-Cuando cumplí dieciocho años, fui recibida en la reunión de las guerreras -Isobel dejo la jarro sobre la mesa -Marga piensa que saber beber cerveza es una virtud necesaria en una mujer de las Highlands y todas estaban de acuerdo.

-¿Te emborrachaste alguna vez? -el la observo con curiosidad.

-La primera vez -ella se quedo pensativa -Con Marga, Niara, Ayla, Sienna, Thalia, mi madre. -sonrió levemente -Lucien se rio bastante.

-¿Por? -el frunció el ceño.

-Si hubieras estado, lo sabrías -E Isobel se levanto de su lugar -Regresare dando un paseo.

-Espera -Javrik se levanto rápidamente y se situó a su lado -Iremos juntos.

-¿Ya se van Barón? -Allan se acerco rápidamente.

-Si, queremos dar un paseo -y el tomo la mano de Isobel y la coloco en su brazo, sonriendo al tabernero. -Gracias por la invitación.

-Ha sido un honor tenerles en mi casa, señor -el hombre se inclino levemente, después miro a Isobel, mostrando fascinación en sus ojos -Mi señora, gracias de nuevo. Es usted un ángel.

-Lo es -y Javrik la miro de reojo, después fijo la vista de nuevo en el hombre -Mi caballo está atado fuera, mandare a uno de mis guardias por él.

-No se preocupe señor, me encargare de que tenga agua, mientras vienen por el -volvió a inclinarse.

Atravesaron la taberna con todas las miradas puesta en ellos y cuando salieron fuera, la cosa no fue diferente. Algunos aldeanos se habían congregado fuera, mayormente mujeres curiosas, con sus hijos. Isobel se sonrojo, viendo como las mujeres sonreían observándoles tomados del brazo.

Caminaron en silencio, atravesando el pueblo, bajo la sonrisa de aquellos que les observaban. Cuando se alejaron de la aldea, Isobel libero su brazo y comenzó a caminar rápidamente.

-Isobel -el acelero el paso, siguiéndola -¡Espera! -y la agarro del brazo.

-Suéltame Javrik -ella le miro molesta -A ti te parecerá gracioso toda esta mentira pero a mí no. Yo no soy tu prometida, no voy a casarme contigo. Y me estas presentando ante tu gente como...

-¿Como si fueras la mujer a la que amo? -el seguía sujetando su brazo -Porque te amo, te amo Isobel y lo repetiré las veces que sea necesario.

-No se trata de decirlo, sino de demostrarlo -ella le miro con tristeza -Y tú en todos estos años me demostraste lo contrario.

-Lo sé -el libero su brazo -Se que te hice daño, me equivoque, pero...

-¿Por qué? -ella aguanto las lagrimas en sus ojos -¿Por qué lo hiciste?

-Tenia que alejarme -la miro a los ojos -Si no lo hacía, te llevaría conmigo, por encima de quien fuera, incluido tu padre. -tomo sus manos apretándolas entre las suyas -Necesitabas tiempo Isobel. Éramos jóvenes, yo tenía que hacerme un lugar como Barón y tu tomar tu lugar como una MacPearson, tenias que estar con tu padre, pertenecer a tu familia.

-¿Y por qué no viniste Javrik? ¿Por qué no me visitaste? -las lagrimas comenzaron a bajar por su rostro -¿Sabes las veces que fui a buscarte cuando sabia que venias y nunca estuviste para mí? ¿Sabes las noches que rezaba porque volvieras? Rompiste tu promesa. No volviste, no a por mí.

-No podía, no sabía cómo hacerlo. Si te veía, si me acercaba, sabía que te tendría que llevar conmigo. Me equivoque lo sé -alzo una mano y acaricio su rostro -Pero yo nunca deje de pensar en ti Isobel.

-Me rompiste el corazón Javrik, yo te esperé y tu...- cerro los ojos con fuerza.

-Yo pensaba en ti, cada día, cada noche.-se acerco mas a ella.

-¿Ah si? ¿Pensabas en mi? -dio un paso atrás, liberándose de sus manos -¿Y en la corte Javrik? ¿Pensabas en mi en la corte? ¿O pensabas en cualquiera de esas mujeres que tan impresionadas están por el gran Barón?

-No es lo que piensas -el paso las manos por su pelo nervioso -Tenia que asistir a los bailes, tomar una posición en ese mundo, pero yo nunca...

-¿Tu nunca qué? -limpio sus lagrimas con fuerza -Mientras yo lloraba en mi cama, mientras pedía que volvieras por mí. ¿Donde estabas tú Javrik? ¿En las fiestas de la Corte? ¿Bailando con ellas? ¿En sus brazos?

-¡Eso no es cierto! -el negó con la cabeza -Yo jamás tuve nada con ninguna de esas damas de la corte. -se acerco ella -Tenia que ser respetuoso, agradable, pero nunca les di muestras de nada.

-¿Ah no? -ella lo miro fijamente -Dime, Javrik. ¿Te besaste con alguna? -y vio como él se quedaba en silencio -¿No respondes?

-Yo...-el suspiro -Si, pero....

E Isobel alzo la mano y le abofeteo con fuerza, dejándolo sorprendido.

-¡Yo te esperaba! ¡Soñaba con tus besos! ¡Lloraba por tu rechazo! ¡Me prometiste no olvidarme, regresar por mi! ¡Y nunca volviste! ¡Me dejaste sola! ¡Y mientras yo lamentaba que no me querías tu te divertías en la corte, besándote con esas mujeres! ¡Yo soñaba contigo todas las noches y tu disfrutabas en la cama de otras! -y ella se giro y salió corriendo.

-¡No! ¡Isobel! -Javrik corrió tras ella y cuando logro alcanzarla la agarro del brazo -¡Escúchame!

-¡No! ¡Suéltame! ¡No quiero oírte! ¡No quiero saber nada de ti! -ella se giro y forcejeo intentando liberarse. -¡Déjame! ¡Te odio!

-¡Tienes que escucharme!¡Isobel! -el la agarro de los brazos, luchando contra su ímpetu por liberarse -¡Yo nunca estuve con ninguna de esas mujeres! ¡Isobel!

-¡Déjame!-ella se revolvió

-¡Isobel! ¡Mírame! -la empujo contra un árbol -¡Yo jamás he estado con ninguna dama de la corte! ¡No he tocado a ninguna! ¡Ninguna mujer!

-¡Suéltame! ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio! -ella grito golpeando su pecho, mientras él la encerraba entre sus brazos contra el tronco del árbol. -Te odio.

-Te amo -el hablo con el rostro junto a su oído y con las lagrimas saliendo de sus ojos, sujetándola con fuerza, temiendo perderla -Te amo Isobel, te amo con toda mi alma. Nunca hubo ni habrá otra mujer en mi cama. Nunca. - cuando sintió que ella se calmo, aunque seguía llorando, se alejo unos centímetros, para mirarla a los ojos -Yo nunca he tocado a otra mujer.

-Pero...-ella le miro con los ojos bañados en lagrimas -Las besaste...

-Dos de ellas, se tomaron la confianza de robarme un beso, pero nunca les correspondí, no podía -alargo la mano y acaricio su mejilla -Yo nunca he tenido a ninguna mujer entre mis brazos, te esperaba a ti, te espero a ti.

-Nunca ... nunca has...-ella sorbió por la nariz, como una niña pequeña y el sonrió levemente.

-Nunca -acaricio sus labios con los dedos y acerco su rostro -Solo tu Isobel, solo tu quedaras marcada en mi piel. -y susurro esas palabras sobre sus labios -Te amo -y la beso. Sus labios se rozaron, despacio, lentamente.

Isobel recibió su beso, sus manos se sujetaron a sus brazos, subiendo hasta sus hombros. Abrió los labios levemente y sintió la lengua de el invadiendo su boca, su sabor.

Javrik la estrecho entre sus brazos, pegándola al troco del árbol, como si quisiera grabarla en su cuerpo, en su piel. Sus manos apretaron sus caderas y sus labios moldearon los de ella, saboreando su dulzura. Cuando se aparto de sus labios, su respiración era irregular. Observo su rostro, con los ojos cerrados y alzo la mano para acariciarlo, acariciar su frente, su nariz, bajar por sus labios hasta su barbilla.

Isobel abrió los ojos y le miró. Las lagrimas brotaron de sus ojos y Javrik la abrazo.

Juntos se quedaron bajo aquel árbol, abrazándose con fuerza. 

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