Davinia apretó la tela de la falda de su vestido entre sus manos.

Cuando había despertado esa mañana soleada, había sonreído, pensando en que podría pasar todo el día con Kendrick. Quería pedirle que pasearan por la ciudad, que la llevara.

Había esperado ansiosa a que saliera del despacho de Robert, que terminaran los asuntos que tenían que tratar. Y entonces, ellas llegaron a palacio.

La reina le anunció que Lady Hemsley había pensado que a ella le gustaria recibir una visita y disfrutar de la tarde en compañía de otras damas. Otras damas.... Sus amigas.

No había que fijarse mucho para notar como la mujer aprovechaba cada instante para marcharse a buscar a Kendrick o para hablar con él, mientras las otras mujeres la miraban sonrientes y le preguntaba sobre su hermano. Su hermano Alec había sido prácticamente en centro de toda la conversación. Daba igual que ella o la reina intentaran hablar de pintura, del campo, de música, todo terminaba en saber si a Alec le gustaba. ¡El Deseado! Incluso en una ocasión una de ellas cometió el error de llamarle así y rápidamente se corrigió.

-Si no sueltas la tela vas a romper el vestido -Charles le habló en voz baja, inclinándose hacia ella.

-¿Por qué tienen que quedarse a cenar? -Davinia suspiró -Llevan aquí todo el día, me duele la cabeza.

-Porque son astutas -Charles hizo una mueca -Se acerca la hora de la cena y no han mostrado intención de marcharse. A mama no le queda otra que invitarlas. Y ella-hizo un gesto con la cabeza señalando a Lady Hemsley que se sujetaba al brazo de Kendrick sonriendo -Lo ha planeado todo muy bien. -Oh, no. -gimió al ver a dos de las mujeres que se habían auto invitado a palacio caminar hacia el comuna inmensa sonrisa.

-Lo siento, necesito un poco de paz -y Davinia se apartó de su lado alejándose.

-¡No me dejes solo! -gritó en voz baja con los dientes apretados en una sonrisa que forzó aun mas cuando las dos mujeres se inclinaron ante él.

Davinia se alejó de todo, caminó hasta el vestíbulo del palacio y suspiró. Se acercó al inmenso jarrón que adornaba la mesa situada en el centro y alargó la mano para tocar una de las flores que había en el. Se quedo observando los pétalos, recordando como había acariciado la mejilla de Kendrick, como habían estado tan cerca.

Escuchó las risas y se giró rápidamente, miró a su alrededor y sin pensarlo dos veces corrió hacia el pasillo del servició y se pegó a la pared, ocultándose de la vista.

-Estoy segura de que el Deseado vendrá pronto -una de ellas hablaba sonriendo -Y yo me habré hecho buena amiga de su hermanita y así...

-Y así seguirás siendo nada para él -la otra negó con la cabeza -No se acercará a ti, sabe perfectamente que queremos cazarle.

-Por eso solo se acerca a viudas -Lady Hemsley rodó los ojos -Y por eso yo he elegido a un hombre que ya esta rendido a mis pies. Seré la futura Condesa.

-Aun no estés tan segura -la que al principio había dicho pretender hacerse amiga de Davinia para acercarse a Alec rió -Esta es la tercera temporada que lo aseguras.

-Y esta será la definitiva -y Lady Hemsley alzó la barbilla con altanería -Kendrick Algart será mío, aunque deba comprometerle para que me haga su esposa.

Davinia contuvo el aire, tapándose la boca para tratar de no hacer ruido. ¡¿Comprometerle?! ¡Esa mujer pensaba engañar a Kendrick para que se viera obligado a casarse con ella!

-¿Señorita? -se tensó al escuchar la voz tras ella, se giró despacio sintiendo el color inundar sus mejillas. El mayordomo la observaba confundido -¿Necesita algo?

-Eh -sonrió forzosamente-No, no. Es que, la reina quería saber si la cena estaba lista.

-Estamos terminando de disponer todo en el salón -el mayordomo asintió.

-Gracias -y rápidamente salió del pasillo cruzando el vestíbulo que por suerte se había quedado vacío. Pero en ese instante Robert bajaba las escaleras.

-¡Davinia! -y ella se paró mirándole para verle con el ceño fruncido -¿Que hacías en el ala del servicio?

-Eh -abrió la boca sin saber que decir. Estaba alli parada observando como el rey terminaba de bajar las escaleras y se paraba ante ella. Entonces el sonrió.

-Aun no se han ido -y Robert pasó el brazo por sus hombros riendo -¿Ha sido tan horrible como imagino?

-Una tortura -ella hizo una mueca -Y se van a quedar a cenar. -se dejo guiar por él, sabiendo que tenían que unirse a todos en el comedor. -Juro que si escucho una sola avanza mas sobre mi hermano lo aborreceré.

Y Robert rió a carcajadas, atrayendo la atención de todos que los observaron entrar a la sala. La reina sonrió observándoles, mientras las otras mujeres fruncían el ceño al ver como el rey llevaba a Davinia abrazada.

-Majestad -Lady Hemsley se acercó e hizo su reverencia ante él.

-Lady Hemsley -asintió y después miró a las demás que la imitaban -Señoritas.

Llegó la hora de cenar y Davinia agradeció infinitamente a la reina que la sentara de nuevo entre Kendrick y Charles, que para su mala suerte tuvo a su otro lado una de las mujeres que no dejaba de hablarle.

-El príncipe parece no poder con una de sus súbditas -Kendrick habló en voz baja a Davinia y ella río, tapando su boca con la servilleta.

-Le comprendo -suspiró cansada.

-¿De verdad? -Kendrick frunció el ceño -Parecía que os divertíais, no parabais de hablar.

-No paraban de preguntar por mi hermano, que plato le gusta, si caza, que le gustan más las mujeres rubias o morenas, si pretende casarse pronto -hizo una mueca y al ver que él la miraba sorprendido se sonrojó. -Es solo que -alzo la vista mirando a las mujeres frente a ella, finalmente miró a Lady Hemsley que a pesar de estar comiendo estaba atenta a ellos. Giró de nuevo el rostro hacia Kendrick y bajo aun más la voz -son mujeres de la Corte.

Y Kendrick se quedó mirandola, mirando sus ojos como si no necesitara ninguna palabra más.

Tras la cena, Davinia se vio arrastrada junto a la reina por varias mujeres impacientes por que les enseñara la sala de los reyes, donde los cuadros de los distintos reyes colgaban de sus paredes. Y cansada y desanimada, camino junto a todas, mientras Charles la seguía agarrado de los brazos por dos mujeres y Kendrick y Lady Hemsley enfrascados en su propia conversación.

Parada en centro de la inmensa sala, mirando los cuadros de toda una dinastía, suspiró, caminando abstraída escuchando como Lady Hemsley le pedía a Kendrick que le ofreciera ese paseo por los jardines que no habían podido tener antes.

Su corazón se encogió viendo como salían de la sala y miró a su alrededor sin saber qué hacer. Vio a Charles que miraba de una a otra mujer que no dejaban de hablar.

Cruzó sus brazos y camino a paso decidido, haciendo que el príncipe la mirara con el ceño fruncido al verla avanzar hacia ellos de esa forma.

-¿Que..? -Charles iba a preguntar cuando ella le agarro del brazo y tiro de él.

-Necesito que me acompañes -y Davinia le arrastró fuera de la sala ante la mirada atónita de las dos damas.

-Aunque te agradeceré eternamente que me libraras de esa tortura -habló mirandola con el ceño fruncido mientras ella seguía tirando de la manda de su chaqueta -Esto no es propio de ti.

-Necesito que me acompañes -Davinia caminaba deprisa.

-¿Y por que la prisa? -Charles observó como ella soltaba su chaqueta, cogía su mano y al mismo tiempo alzaba su vestido para comenzar a correr. -Vale, ¿que pasa? ¿Quien se está muriendo? -frunció el ceño al ver que salían por la parte trasera de palacio al jardín -¿Que pasa en el jardín? -tropezó mientras ella seguía tirando de él -¡Eh! ¡¿Quieres parar y decirme que pasa?!

-¡Calla! -giró el rostro hacia él para llevar el dedo a sus labios -No grites, nos van a oír.

-¿Quien? -Charles miró a su alrededor moviendo la cabeza de un lado a otro, mientras ella seguía arrastrándole. -¡Eh! ¡Que me como el seto! -trastabillo cuando al girar e ir guiado por ella, choco con el seto de la esquina.

-No grites -volvió a mirarle molesta.

-Pero si aquí no hay nadie -el bajó la voz frunciendo el ceño.

-¡Ahí! -Davinia miraba escondida tras un árbol -Ahí están

-¿Quien? ¿Donde? -y Charles se inclinó hacia un lado para poder ver, quedando fuera de la cobertura del árbol.

-¡Que te van a ver! -y ella tiró de él empujándole contra el tronco.

-¿Pero quién? -el colocó las manos en el tronco para apartarse de él, sacudiendo su chaqueta.

-Vienen para aquí -Davinia le miró sobresaltada -Viene para aquí.

-¿Y que? -el príncipe la miró como si estuviera loca -¿Que te pasa?

-Tenemos que escondernos -miró a su alrededor nerviosa, sin lograr ver algo para ocultarse y entonces miró el árbol -Sube

-¿Que? -Charles la miró y miró al árbol -¿Que me suba al árbol?

-Si, venga, rápido -ella le empujo

-No voy subirme a un árbol -negó con la cabeza -¿Que te pasa?

-Venga que no es tan difícil -le empujo de nuevo hacia el árbol -Por favor, por favor.

El príncipe la miró unos minutos y bufó girándose hacia el árbol y alzando el rostro para mirar hacia arriba. Alzó las manos agarrándose al tronco, subió los pies y tras patalear varias veces, resbaló despacio por la corteza del tronco.

-Date prisa -Davinia le miró impaciente.

-Que no puedo subirme -giró el rostro hacia ella molesto -No soy un mono.

-Venga -y ella le empujó el culo, impulsándole. -Pesas demasiado.

-¿Me estas llamando gordo? No le cuentes esto a nadie. ¡Promételo! -Charles gritó molesto, agarrándose a la rama y arrastrándose, consiguiendo subir, apoyándose en la rama y extendiendo la mano hacia ella. Abriendo la boca al verla subiendo sola. -Pero ¿tu no se supone que eres la tranquila? -frunció el ceño al verla subiendo a su rama, a su lado -¿Cómo?

-Subirme a los arboles era la mejor forma de que mis hermanos y mis primos no me encontraran y pudiera leer tranquila -se encogió de hombros -Kendrick me enseñó. -se encogió de hombros y movió la mano en el aire pidiéndole silencio-Ahí vienen.

Y los dos se quedaron en silenció, viendo como Kendrick y Lady Hemsley paseaban parándose justo debajo del árbol.

-¿Espiamos a Kendrick? -Charles la miró entrecerrando los ojos e hizo una mueca cuando ella alargó la mano y le tapo la boca.

-¿Vais a quedaros toda la temporada esta vez? -Lady Hemsley pregunto acariciando el brazo de Kendrick.

-Eso pretendo -él asintió.

-¿Por algo en especial? -y ella se acercó más, apoyando la mano en el pecho de él, inclinándose.

-No, no, no -Davinia susurro negando con la cabeza.

-¿Que pasa? -Charles apartó la mano de ella y se inclinó hacia delante frunciendo el ceño y entonces se tambaleo -Que me mato. -y Davinia le agarro tirando de él contra el tronco y le tapo la boca.

-¿Has oído eso? -Kendrick frunció el ceño, mirando a su alrededor.

-No -Lady Hemsley se inclinó más hacia él, apoyando prácticamente su cuerpo sobre el de Kendrick -Ahora mismo solo escucho el latido de mi corazón.

-No, ¿que hacemos? -Davinia le habló al oído al príncipe.

-¿Que que hacemos? -el la miró entrecerrando los ojos -Casi me mato. ¿Como íbamos explicar que hacia subido a un árbol contigo en mitad de la noche en mi propio jardín?

-Tenemos que hacer algo, por favor -Davinia trató de contener las lagrimas en sus ojos -No puede besarla.

Charles la miró unos segundos y suspiró, miró a su alrededor y vio una vieja colmena. O por lo menos esperaba que fuera vieja y estuviera abandonada, si no estarían en graves problemas. Estiró el brazo sobre Davinia y la agarró, lanzándola hacia abajo.

Cuando la colmena se rompió sobre el moño de Lady Hemsley, haciendo que un trozo se estallarla en la cara de Kendrick, ella gritó saltando hacia atrás.

-Es solo una colmena , tranquila -Kendrick hizo una mueca mirando hacia arriba, mientras Davinia y el príncipe se abrazaban al tronco del árbol ocultándose.

-¡¿Colmenas?! ¡Abejas! ¡Ahhh! -y Lady Hemsley empezó a gritar saltando y moviendo las manos sobre su pelo -¡¡Quítamelas!! ¡¡Socorro!!

-¡No hay abejas! ¡Tranquila! -Kendrick trato de agarrarla pero recibió un golpe en la nariz con la mano de ella -¡Lady Hemsley! ¡No hay abejas!

-¡En mi pelo! ¡En mi pelo! ¡Son bichos! -y ella seguía gritando histérica.

-¡Señor! -Oliver, el capitán de la guardia corría hacia ellos seguido por varios guardias -¡¡¿Que ocurre?!!

Y entre gritos se llevaron a Lady Hemsley tratando de calmarla.

Cuando todo se quedó en silencio, ambos se miraron y empezaron a reír a carcajadas, hasta que escucharon el sonido de la rama y entonces, gritaron al caer al suelo.

-Augh -Charles hizo una mueca tumbado bajo el árbol con Davinia sobre él. Alzó el rostro para mirarla -¿Estas bien?

-Si ¿Y tu? -ella se incorporó sacudiendo su vestido.

-Tenemos que hablar seriamente -Charles se levantó moviéndose y llevando las manos a su espalda estirándose.

-Lo sé, pero no aquí -Davinia le miró suspirando.

-Está bien, vamos -y él la tomó de la mano tirando de ella hacia palacio.

Se ocultaron de todos, cruzando el palacio y dirigiéndose a la habitación de ella, donde entraron y cerraron.

Charles se paro en el centro de la habitación, cruzándose de brazos y esperando una explicación. Davinia caminó por su habitación, parándose junto a la cama apoyando la mano en la madera de esta, le miro.

-La escuche diciendo que si era necesario comprometería a Kendrick para que tuviera que casarse con ella -Davinia hizo una mueca -¡Quiere obligarle a casarse con ella!

-Eso no me extraña. La mayoría de las damas de la corte lo intentaran, pero él, es listo, siempre se ha mantenido alejado de los problemas -la señaló .-Lo que yo quiero saber, es ¿por que me has hecho subir a un puñetero árbol para espiarles y tirarles una colmena para que no se besen? -alzó la mano -Y no me digas que para salvarle.

-Porque le quiero -y el rostro de ella mostró el dolor que albergaba en su interior -Le amo, le amo desde que tengo catorce años. A veces pienso que le he amado siempre. Le amo con toda mi alma.

Charles la observó unos segundos y finalmente se acercó a ella y la abrazó, permaneciendo callados por unos segundos. Hasta que él se apartó y comenzó a dar saltitos moviendo las manos.

-¡¡¿Colmenas?!! ¡Abejas!¡Quítamelas! ¡Socorro! -gritó imitando la voz de Lady Hemsley haciéndola reír.