Por la mañana Mary, salió temprano y sin hacer ruido. No quería que la vieran dejar ese lugar y que se hicieran ideas equivocadas. Aunque durmió poco,se sintió bastante bien al despertar. Broly en cambió no durmió en toda la noche. Simplemente no se sentía cansado,sino todo lo contrario. Una vez Mary salio,él se levantó y fue a practicar algunos golpes,
en la soledad de los viejos vagones.Se sentía molesto y golpear la nada,no le menguaba ese enojo,por el contrario parecía aumentar.

Cuando partían a las vías,Jefe llamo a Mary para informarle que dejaba la cuadrilla de los extractores de durmientes,para pasar a trabajar en el proyecto del gobierno central: la restauración de un ferrocarril de 1940. Seria un paseo para turistas,en conmemoración de los ciento cincuenta años del municipio. El ferrocarril partiría desde esa estación, en un viaje de cuatro horas,hasta el océano,pasando por las viejas minas y pueblos fantasmas entre las montañas. La muchacha no protesto,se limitó a preguntar si le reducirían el sueldo,pero todo seguiría igual.

Así fue como se abrió una distancia entre Broly y Mary,
quienes dejaron de verse por toda la semana. La muchacha estudiaba por las tardes, así que su tiempo se veía más reducido. Además estaba en época de exámenes y eso la tenía de cabeza en los libros,sin tiempo ni para pensar. Mas en una jornada,coincidió brevemente con Broly, a quien le obsequió el libro del lobo,diciendo que así le daba las gracias por dejarla quedarse con él esa noche. 

Aquel libro fue el compañero de ese hombre,en las noches en que no conciliaba el sueño.Los días pasaban y pronto se cumplió un mes desde aquella singular jornada.

Sergio,cada viernes,se llevaba a Broly al gimnasio donde se celebraban las peleas clandestinas. Lo regresaba al amanecer del día siguiente. En esos cuatro eventos,no tuvo rival. Esos hombrecitos no tuvieron oportunidad alguna contra él.Pero Broly conocía el negocio así que daba buenos espectáculos,dejando que lo golpearan un poco,antes de simplemente aplastarlos, haciendo enloquecer al público que gritaba su nombre. Para él,aquello no tenía ningún valor. Una vez le daban su paga,le decía a Sergio que quería volver. Lo hacia temprano,para que nadie lo viera.

Al regresar siempre leía ese libro. Lo hacia despacio,como un hambriento al que le ponen delante un suculento plato de comida del que quiere saborear cada bocado. Entre más leia, más se sentía como aquel lobo que corría por la nieve tirando el trineo, con esos perros eufóricos tras de sí. A veces hasta se imaginaba en el lugar del animal,andando en cuatro patas.Comparaba al indio,dueño del lobo, con su padre,pues entre ellos nunca hubo un lazo de afecto. Como el indio,el padre de Broly, castigaba severamente las malas acciones y recompenzaba las buenas con comida y una mísera palmada o palabra de aliento. Era extraño compararse con un libro,porque lo hacia pensar en demasiadas cosas. Lo obligaba ser más consciente de si mismo.

La vida, en esas cuatro semanas, no se le hizo mala a Broly. Se familiarizo un poco más con  sus compañeros de cuadrilla,
estaba cómodo en su barraca,no tenia problemas de ninguna índole. Pero la sombra del chantaje le impedía andar de buen ánimo. La sonrisa se le esfumo del rostro y aunque era amable,se le notaba bastante que estaba alterado. Para calmarse se esforzaba el triple en su trabajo,ocasionando que sus compañeros no pudieran seguirle el ritmo.

Los días estaban más calurosos,
por lo que el sudor le escurría por el contorno del rostro,
obligandolo a descolgarse la parte superior del overol para resfrecarse y cargar siempre una botella con agua,que el sol terminaba por calentar,pero ya que no tenía más que esa agua, terminaba por beberla o echarla sobre la cabeza,para seguir desquitando su enojo con los durmientes.

-¡Broly!-lo llamó una voz de hombre viejo,esa tarde-¡Broly!
-insistió,pero lo ignoró en el afán ciego de quitar aquel trozo de madera de las vías.

Jefe por poco es golpeado por el codo de aquel hombre. Un impacto que le hubiera costado bastante de no haberlo esquivado. Una mirada de fiera se ganó de parte de Broly, que cuando notó su presencia, la suavizó enseguida,aun que quedo bastante fría.

-Sí que tienes energía,
muchacho-comentó el hombre quitándose las gafas-Dejas mal a los otros con esos bríos.

Broly sólo arqueo una ceja.

-Necesito que vayas a ayudar a los restauradores un par de días-le dijo Jefe-Dos de los chicos se enfermaron y estoy siendo presionado para terminar este proyecto-señaló dando un largo y pesado suspiro.

-¿Qué tengo que hacer ahí?

-Sólo ponte bajo las ordenes de Pip,él esta a cargo de eso. ¡Ah! y no dejes que te llene la cabeza con esas cosas del sindicato-le advirtió en tono amable.

Desde luego Broly había oído hablar del sindicato,pero no era algo que le interesara. Obedeció la orden recibida y se encamino de regreso a los talleres. Allá estaba el grupo especializado en la materia,pero con el que la empresa colaboraba entregando unos cuantos trabajadores que se ocupaban de los detalles más insignificantes de la obra. Entre estas personas estaba Mary,
quien se encargaba de pintar los coches,claro que no con una brocha sino con una pistola de rocío,que la obligaba a usar una máscara. Fue por esto que su visión estaba algo limitada y no vio a Broly hasta el fin de la jornada,cuando se retiraba a las duchas.

Se había cortado el cabello a media espalda,eso fue lo primero que Broly pudo apreciar al verla caminar, rumbo a los camerinos. Él siempre esperaba hasta el final,por lo que esa tarde de jueves,se quedó sentado sobre el techo del carro,
lanzandole trozos de pan a los perros callejeros que andaban por ahí. 

Cuando Mary volvía de las duchas, ahora con un atuendo limpio y holgado,noto al hombre sobre el vagón. Hace tiempo no hacia más que saludarlo y despedirse,sin ponerle más atención,pero en ese momento se quedo viéndolo fijamente. Tenía algo extraño. No pensó aproximarse. De no ser porque uno de los perros se le fue encima,juguetonamente,
hubiera tratado de pasar desapercibida.

Broly la miró tratando de apartar al animal,con fastidio,
pero cuidando de no empujarlo con violencia. Al verla así,el hombre llamó a ese enorme perro,que no era un desconocido para nadie ahí. Descendió del techo del vagón,dando un salto y se hincó para que el animal fuera hacia él,llamándolo por el nombre que le dió.

-¿Lo llamaste Lip-Lip?-le preguntó Mary con una sonrisa simpática.

-Tiene un carácter parecido-señalo Broly,
acariciando la cabeza del perro.

-Creo que el Viejo lo llamó Sam-dijo Mary-A veces viene por aquí a visitar el descanso de Palomo.

-¿Eran amigos?

-No...Si a caso,alguna vez,Palomo le dio una moneda,como hemos hecho todos-le respondió la muchacha,caminando hacia él,mientras los perros le brincaban al rededor.

-Les agradas.

-Así parece. De niña los perros me siguen, no sé porqué. Quizás huelo a perra-rio Mary,pero al ver que Broly no entendió el comentario,chasqueo la lengua-Y...¿Cómo has estado?

-Bien.

-No parece-comentó la muchacha-Olvidalo...A veces tengo impresiones de la gente,que...

Se quedaron callados un rato y los perros comenzaron a apartarse. A lo lejos "el viejo",apareció llamando a su perro y gritándole un par de groserías a esos dos,que no se inmutaron.

-He leído el libro-le dijo Broly súbitamente.

-Me alegro,es una bonita obra.

-Es triste.

-la belleza suele ir acompañada por la tristeza,más que por la alegría-comento Mary que lo miraba con atención.

Eran pequeñas y en esa piel de bronce casi no se notaban,pero las marcas de los golpes estaban ahí y ella las vio. No dijo una sola palabra al respecto, pero él se dio cuenta de a donde miraba aquella mujer.

-Yo...

-No tienes que decirme sino quieres-lo interrumpió Mary y paso por su costado para treparse al techo del vagón.

Se ayudo con un montículo de escombros y una vez en el techo,se quedó mirando las filas de trenes en desuso que,desde allá arriba,parecían columnas vertebrales secas al sol mortecino.

Broly la contemplo un rato. Desde luego no iba a decirle la verdad,pero sintió la necesidad de excusar esas marcas. Aunque no estuvo seguro del motivo para hacer algo así.Después de un rato subió con ella y se quedo parado,a su lado,
mirando ese extraño paisaje.

-Sabes,una vez pensé en irme de casa-le dijo Mary,con la mirada fija al frente-Mi brillante plan consistía en seguir las vías del tren.

-¿Eran malos contigo?

-No,mi infancia fue muy buena. Envidiable,hasta cierto punto. Sólo quería huir de casa. Con el circo específicamente. Y nunca he comprendido porque ¿Tú,que querías hacer de niño?

-Tener un perro-le respondió rápidamente-Bueno,tuve un perro,pero a escondidas de mi padre,quien me lo había prohibido. Cuando lo descubrió,
le dio un tiro con una escopeta.

-¿Lo mato?

-No,sólo le perforó una oreja,
pero el perro nunca más volvió por la casa.

-Bueno,ahora puedes tener los que quieras. Es lo bueno de ser adultos-le dijo Mary y él,le sonrió de una forma distinta. Más abierta.

Fue la primera vez que la muchachano sonreía con esa mueca suave,amable;pero dibujada en la cara. Poco genuina. Quizá se debió a que hace tiempo no hablaba con alguien,pero por alguna razón,junto a ella se sentía un poco más tranquilo,aun que cuando ella le devolvió el gesto lo desconcertó, sobretodo porque Mary extendió los brazos a los costados.

"Al fin, podré comer,beber de tus latidos...
Al fin podré reí­rme,con tus risas violéntame.Sonrí­eme.
Al fin creeré que puedes controlar tu paz.
Seguro que al fin creeré,
creeré que puedes salvarme.
Sonrí­e,
puedes ser mi alma sonrí­eme..."

Canto la muchacha a viva voz. Estaba feliz porque aprobó los exámenes y quería sentirse así,tanto como pudiera. Por eso lo invito a correr con ella por el pueblo y aun que Broly, pensaba que lo mejor era mantener la distancia de ella y todos,no lograba apartarla o bien,en el fondo,no quería hacerlo.

En su mente había una pregunta que le surgió tras leer ese libro ¿Por qué aúlla un labo en la oscuridad?

"El viejo" caminaba por las vías con  su perro cuando,una persona se le cruzo en el camino,armado con un palo.