Narra Traicie

Tres semanas después.

Abrí los ojos y me levanté rápidamente, fui directo al baño y prácticamente metí mi cabeza en el inodoro al momento en que devolví toda la comida de la cena... y creo que hasta la del almuerzo también.

Mientras estaba vomitando, alguien entra y enciende la luz; sabía que se trataba de Jean. Se me acerca y sujeta mi cabello, yo seguía vomitando, pero traté de esconder mi rostro de él.

-No veas... - pedí colocando mi mano junto a mi rostro para que no se fijara, pero volví a vomitar y me agarré del inodoro de nuevo.

Él apoya su mano sobre la mía y acaricia mi brazo con ternura y delicadeza. Respiré profundo y me calmé, seguía con el rostro metido pero ya no vomitaba.

-Que no te importe como te vea, eso no cambiará el hecho de que te amo. - habla dulcemente.

-Te besaría... pero mejor no. - escuché su pequeña risa.

Estiré mi mano hasta el botón del inodoro y vi como todo lo que había en mi estómago se iba. Me levanté y fui hasta el lavabo, me limpié bien, como cuatro veces y enjuague mi boca dos veces. Además de limpiarme bien el rostro y las manos.

-Exageras.

Jean me abraza por detrás y besa mi cuello, me reí y apoyé mi mano en su cabeza.

-Claro que no. - me defendí.

-Aha. Pero dime... ¿te sientes bien?

-Sí, seguro me intoxiqué con algo... no sé. Pero estoy bien, tranquilo.

Asiente, ambos salimos del baño pero estando junto a mi cama sentí un fuerte mareo que me hizo caer sobre el colchón. Jean se me acerca rápidamente.

-¿Traicie... ?

-No es nada... será por recién haberme quedado sin nada en el estómago...

-¿Estás segura?

-No... Peto tengo sueño, así que durmamos. Ya mañana le daremos importancia.

Duda por un segundo pero yo besé su frente, aunque luego hice una mueca porque recordé que había vomitado y aunque me haya limpiado me dio un poco de asco. Le intenté limpiar la frente pero él agarra mi mano y me sonríe.

-¿Qué haces? No intentes borrarme un beso tuyo.

-Pero es que...

-No. Me enojaré si lo intentas de nuevo.

Resoplé y bufé, pero no pude evitar reír por eso. Era tierno de su parte el defender el beso que le he dado. Lo abracé y estiré para colocarlo sobre mí en la cama, nos besamos apasionadamente hasta quedarnos sin aliento. Él me sonríe y cuando me separé, me besó de nuevo.

-Volvamos a dormir.

Asiente y él se levanta para ir a apagar la luz mientras yo me acomodaba. Regresa junto a mí y ambos nos metemos bajo las mantas y nos abrazamos. Poco a poco el sueño fue ganándome y otra vez me quedé dormida.

***

***

-Es imposible, usamos protección. - respondí tratando de no alterarme.

-¿Todas las veces... ?

Iba a responder pero me quedé en silencio, lo pensé... fue solo una vez, la última, que no usamos condón y yo... no tomé ni una pastilla. Tragué grueso.

-Okey, ahora sí tengo miedo... ¿Y si estoy embarazada? - cuestioné dudosa mientras apoyaba mis manos en mi abdomen.

Ellas se quedan paralizadas, lo analizan, se cuestionan y se quedan en silencio mirando mi estómago.

-Es... posible... Necesitas hacerte pruebas. - responde primero Serena.

-Y por suerte para ti... tengo justamente tres aquí.

Irina, que la invité porque necesitaba más ayuda femenina, saca de su pequeña mochila las pruebas. Nosotros la sorprendidas y cuestionando el porqué las tenía.

-¿Qué? Reece no se controla mucho que digamos... - por su expresión podía saber que eso ni siquiera le molestaba, hasta parecía sonreír.

-Bueno, no importa, es mejor. - suspiré y agarré las pruebas -...Gracias...

Ella asiente, me adentré al baño rápidamente y miré las instrucciones para asegurarme de no hacer algo mal, no confío ni en mí misma cuando estoy nerviosa. Luego las seguí al pie de la letra y esperé.

-¿Traicie? - las chicas llaman a la puerta después de unos minutos.

-Ya no quiero saber. - la abrí y salí.

-Pues... no las veas ahora, espera a que te crezca el vientre y ahí sabrás. - se burla

-Ja, ja, ja... mejor alguien que mire, yo no.

Me subí a mi cama y me enrollé en mis mantas para esconderme, escuché sus pasos y murmullos pero entonces se hizo el silencio.

-Las tres... son positivas, Traicie.

-¡¿Eh?! - encontré un hueco por donde asomar mi rostro y las miré, estaban frente a mí con las pruebas en manos.

Estiré una mano y ellas me las dieron, pude comprobar y confirmar que tenían razón... ¿Estaba embarazada, de verdad? Debería estar feliz, porque siempre soñé con un momento así... pero en realidad estaba preocupada. ¿Somos muy jóvenes? ¿Lo aceptará? ¿Irá por cigarros?

-¿Qué voy a hacer... ? ¿Y si no lo quiere? Él no es como un lican macho, al darle la noticia... no sé como vaya a reaccionar. - dejé las pruebas a un lado y volví a esconderme en mis mantas.

-Cálma, ¿sí? Conozco a Jean, él se hará cargo de cualquier forma. No es capaz de abandonarte y mucho menos si sabe que estás embaraza. - habla Irina.

Me quedé en silencio por un tiempo al igual que ellas, pero entonces escuchamos como llaman a la puerta y luego entra Jean, lo sabía porque podía olerlo.

-¿Traicie? - me encogí en mi lugar.

Las demás salen de la habitación y cierran la puerta, Jean se queda cerca de esta por un segundo.

-¿Qué tienes? ¿Por qué estás ahí? - sonaba divertido.

-B..Bueno... y..yo... no es nada.

-¿Ah, no?

-No...

Él se acerca y yo quise esconderme aún más y que no supiera que estaba allí.

-Traicie, ¿qué... ? - se detiene abruptamente.

Abrí los ojos de par en par recordando que tenía las pruebas justo a mi lado, sin esconderlas. Lo sentí agarrarlas.

-¡No, espera... !

Me quedé con una mano extendida ya que era tarde, él estaba viendo las tres. Mordí mi lengua con miedo, mi corazón se aceleró hasta tal punto que creí que se me saldría del pecho.

-¿Estás embarazada... ? - parecía no poder creérselo.

Me encogí en mi lugar, sentí mis ojos cristalizarse por el miedo a que no lo quisiera. No podía responder, pero él abrió los ojos de par en par y me miró rápido.

-¿Me crees capaz de dejarte... dejarlos... ? - deja las pruebas de nuevo y se me acerca, parecía un poco indignado.

-Y..Yo...

-Traicie, no pienses esas cosas, ¿okey? Jamás te dejaría y menos sabiendo esto...

-¿No te molesta? - mi voz sonaba quebradiza.

-Por supuesto que no, es más... me alegra. Te amo, eso lo sabes, y esta noticia es... lo mejor que me pudo haber pasado.

Solté un sollozo, él acaricia mis mejillas y quita las pocas lágrimas, pero yo lo abracé con fuerza y alivio.

-Gracias...

-Yo te lo tendría que decir a ti.

Se acomoda a mi lado y me acomoda a mí contra él, me consoló sin palabras, yo me sentía mejor y con un peso menos. Estábamos bien...