Capítulo 33
Narra Shane
Cal seguiría internado en el hospital, al menos por un tiempo más. Por suerte está estable y no había nada de que preocuparnos... Dieron de alta a Jean luego de la visita de Sarahí, se curará por completo en poco tiempo, mientras podría seguir su curación en casa, a donde estábamos yendo ahora. Como Jean es humano su curación tardará mucho más. Ahora tiene un yeso en el pie y está usando muletas, también le vendaron todo el cuerpo.
Traicie estaba sobre él como un chicle ya que no quería que le pase nada. Yo creo que exagera un poco, digo... sé que los humanos son más frágiles que nosotros, pero también sé que Connor y Jean no lo son tanto.
El camino a casa fue en completo silencio, todo estaba tenso y el aire era pesado, o al menos así lo sentía yo. Estaba manejando con Connor a mi lado, Jean iba en el medio de la parte trasera mientras que Reece y Traicie a su lado. Nuestros padres iban en otro vehículo.
Suspiré con pesadez. Noté como Connor me miraba desde el rabillo del ojo, sujetó la mano que mantuve en la palanca de cambios y la apretó levemente para darme ánimos. Lo miré y él me sonríe, le devolví la sonrisa antes de volver mi atención al camino.
Aunque la tensión disminuye cuando llegamos finalmente casa. Todos nos bajamos y entramos, Traicie y Jean se dirigían a la habitación de mi hermana pero ella se detiene a mitad de las escaleras y voltea a verme.
-Oye Shane, has estado tenso... ¿No quieres un día libre de eso? ¿Salie con Connor... pasear... hacer algo?
-¿Te quieres deshacer de mi? - enarqué una ceja pero ella suelta una sonora carcajada.
-Claro que no, tonto. Solo quiero bajar tus preocupaciones. ¿Qué dices? Te adelanto y recuerdo que no podré hacer nada con Jean por su estado actual así que ni pienses en algo raro.
Solté una corta risa por aquello pero resoplé mientras lo pensaba, Traicie no tiene mucha paciencia así que llamó a Connor.
-Connor, ayúdame.
-Claro que sí.
Connor se acerca a mi lado y me sujeta de la mano, sonreí al sentir nuestra conexión con su tacto. Él me jala para sacarme de la casa, pero estando a fuera decidí preguntar.
-¿Y que se supone que vamos a hacer?
-Caminar, hacer algo... cualquier cosa, no lo se.
Nos acercamos al bosque pero yo lo miré y empecé a correr repentinamente, escuché sus gritos llamándome pero al girar lo vi corriendo tras de mi. Sonreí y aceleré un poco hasta que me di cuenta de que ya no lo escuchaba, por lo que me detuve al no verlo ni percibirlo. ¿Me habré adelantado mucho? ¿Se habrá ido?
Escuché algo atrás pero antes de poder girarme, me empuja y ambos rodamos un poco por el suelo hasta que conseguí estar sobre él, le sonreí.
-¿Cómo te ocultaste de mí? - cuestioné enarcando una ceja, mientras que él empieza a reír y levanta un pequeño frasco.
-Es para ocultar nuestro olor, como no podemos hacerlo como ustedes... necesitamos algo que nos ayude por si sucede algo.
-Eres un tramposo.
Ambos sonreímos pero uní nuestros labios y él me sigue al instante, rodea sus manos por mi cuello mientras yo me acerco más a él pero intentando no dejar todo mi peso encima. Sonreímos sobre el beso pero entonces me di cuenta de que, en un momento a otro, el beso ya no era tierno, sino que había pasado a ser más intenso y apasionado. Pasé de besar sus labios a devorarlos, y querer mucho más. Él me seguía a penas pero lo hacía.
Comencé a perder el control de mis sentidos y quería dejarme llevar por mis instintos e impulsos. Apoyé mis rodillas a sus costados para mantenerme estable mientras que con una manos le fui subiendo la remera. Bajé mis besos a su cuello y dejé mordidas y chupones.
-S..Shane.
Sentí sus manos apoyadas en mi pecho, me di cuenta de que trataba de detenerme. Lo hice, me levanté para darle su espacio... grupo de frustración al verlo con los labios hinchados, sonrojado y agitado por el beso. Quería seguir... pero me levanté.
-Lo siento. - murmuré.
-N..No importa. - responde.
-Será mejor que volvamos.
Él asiente como única respuesta, me levanté y lo ayudé a hacer lo mismo. Nos tomamos de las manos para regresar a la manada en silencio, aunque no uno incómodo. Repentinamente jalé a Connor, sorprendiéndolo, lo apegué a mí y abracé por los hombros. Él se sonroja pero sonríe y se apega más, hasta podía escuchar su corazón latiendo con fuerza. Pero el mío estaba igual.
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