Narra Traicie

-Buscaré el botiquín...

Él parecía algo mareado pero aún así asintió dándome a entender que me escuchó. Hice una pequeña mueca pero fui a buscar el botiquín de mi baño. Al volver me senté a su lado... Lo ayudé a quitarse la camisa, aunque hizo muecas de dolor. Miré su herida pero no pude evitar que mis ojos siguieran mirando... y no solo la herida.

¡Concéntrate, Traicie!

-V..Voy a... comenzar. Quizás te arda un poco...

-Lo aguantaré. - menciona sonriendo.

Asentí, llené un algodón con medicina y para mejor alcance me puse arrodillada frente a él. Empecé a pasar el algodón por sus heridas... Me sorprendió que sí aguantaba como había dicho y yo... bueno, yo podía sentir su cuerpo bien trabajado. Diosa, debo controlarme más...

-Tsk... - separé el algodón cuando se quejó.

-Lo siento...

-Tranquila.

Volví a pasar el algodón hasta acabar con ese y venderlo, luego fui por la mordida en su brazo. Lo noté sintiéndose mejor, aunque seguía algo pálido.

-Traicie, yo...

-No necesitas explicarlo, yo vi perfectamente que ella lo hizo. Tú solo estabas sorprendido...

-Pero...

Resoplé entonces me apoyé en sus rodillas para elevarme y alcancé sus labios, tal vez y así se calmaba.

-No te preocupes... no estoy enojada contigo.

-¿Qué... ? ¿Es en serio? - se le vio un pequeño brillo de ilusión en los ojos, eso me pareció tierno.

Sonreí y asentí una vez antes de que él me abrazara con fuerza y respirara aliviado. Acaricié su cabello mientras que él se calmaba.

-Jamás te engañaría, Traicie...

-Te creo... Lamento que mi hermano te hiciera esto.

-No importa, él solo quiere protegerte y hacer pagar a los que te hacen daño. Lo entiendo...

-De igual forma, lo siento...

Él se aferra a mi y yo suspiré un poco, besé su cabeza antes de separarme y me puse a vendar su brazo correctamente, y luego guardar todas las cosas.

-Gracias...

Yo solo asentí antes de entrar al baño a devolver las cosas a su lugar y entonces regresé. Jean seguía sin camisa, se miraba el vendaje que... no cubría su abdomen trabajado. Me lo quedé mirando, admirando su hermoso cuerpo e imaginando cosas insanas con él.

-Me vas a gastar.

Reaccione cuando escuché su voz, despegué con esfuerzo mis ojos de su cuerpo y pasé a ver su hermosa sonrisa.

-C..Calla.

Él ríe entre dientes y yo me acerqué para abrazarlo, miré arriba y noté su delineada mandíbula hasta que él bajó la vista y me miró. No pude resistirme y sé que él tampoco, ambos unimos nuestros labios para besarnos con intensidad. Apoyé mis manos en sus hombros y él las suyas en mi cintura. Comencé a quedarme sin aire pero él pasó a besarme el cuello, arrancándome un jadeo.

Bajé mis manos acariciando sus brazos pero olvidándome de todo las apoyé en su pecho, él suelta un quejido de dolor al haberlo presionado algo fuerte. Me separé al instante.

-Lo siento... me había olvidado..

-No te preocupes, yo también me olvidé.

Suspira, nos quedamos en silencio pero él mira su camisa y la agarra para ponérsela... Adiós a las perfectas vistas. Él me sonríe un poco pero se acerca a la puerta, ¿se iba a ir?

-Gracias por creerme... y ayudarme, pero supongo que es momento de que...

-Quédate.

No me había dado cuenta de lo que dije hasta que lo dije. Me sonrojé pero no iba a retractarme, quería que se quedara.

-Por favor, quédate...

Se queda pensando por un segundo pero termina asintiendo, sonreí y caminé hasta él para agarrar su mano y estirarlo levemente hasta mi cama. Nos acostamos, yo con algo de vergüenza pero sin dudar. Al estar acostados nos acomodamos abrazados y él acaricia mi cabello haciendo que después de un tiempo me quedara dormida.