Esa noche de tormenta, una casa alta, en una isla rocosa en algún lugar del mar. Los Dursley, incluido Harry y su hermana se han mudado allí debido al caos con los buhos. La familia está durmiendo, con Harry y Elena en el frío suelo de tierra y Dudley durmiendo en un sofá. Harry ha dibujado un pastel de cumpleaños que dice: Feliz cumpleaños, Harry y Elena Harry mira el reloj de Dudley, que emite un pitido a las 12:00 y luego a su hermana se toman de las manos.

–Pide un deseo, Harry.–Dice su hermana mirándolo mientras ambos cierran sus ojos y luego soplan las "velas" en el pastel de cumpleaños dibujado.

De repente, la puerta golpea, en sincronía con el trueno. Los hermanos saltan dale susto. La puerta vuelve a golpear y Dudley Harry y Elena saltan y se alejan. Los hermanos se esconden detrás de una pared y Dudley se esconde en el alféizar de una ventana. Aparecen Petunia y Vernon, sosteniendo una pistola de doble cañón.

—Vernon: ¿Quién está ahí? ¡Ahh!–La puerta vuelve a golpear y luego se cae, y aparece un hombre gigante. Cuando entra en la luz clara, se revela que es Hagrid.

—Lo siento mucho.—Dijo Hagrid, Vernon le Apuntá con el arma.

—¡Exijo que se vaya de aqui! ¡Está es una propiedad privada!.—Dijo Vernon, apuntandolo con su escopeta mientras Petunia jadea silenciosamente de miedo.

—¡Cállate pestilente rata inmunda!.—Hagrid agarra el arma y la dobla hacia arriba haciendola disparar y hacer un agujero en el techo. Y haciendo que los dos gritaran de miedo, Hagrid se da cuenta de Dudley

—No te veía desde que eras un bebé, Harry Potter, pero estás un poco más avanzado de lo que esperaba ¿y tu hermana?.—Pregunto observando el lugar.

—Yo-yo no soy Harry.–Dijo un asustadizo Dudley, Harry sale del escondite con su hermana tomados de las manos, ella se coloca detras de el algo asustada por lo gigante que era.

—Soy yo y ella es mi hermana.—Dice Harry señanalandola con un besito de cabeza.

—¡Oh, ya me di cuenta, les Tengo algo para ustedes. ¡Me senté sobre la caja en el camino, Imagino que sabrá bien de todos modos. Ahh. Lo horneé yo mismo.—Le entrega el pastel a Harry y ambos hermanos se miran antes de abrirlo. Adentro había un pastel y en el decia "Happy Birthay Harry y Elena".

—Palabras y todo. Je.—Dijo Hagrid.

—Harry/Elena: ¡Gracias!.—Ambos agradecen.

—No todos los días jovenes como ustedes cumplen once años, ¿verdad?.—Hagrid se sienta en el sofá, saca un paraguas y lo apunta al fuego vacío. Se encienden dos chispas y comienza el fuego. La familia jadea.

Harry deja el pastel.—Disculpe, ¿quién es usted?

—Rubeus Hagrid. Guardián de llaves y terrenos en Hogwarts. Por supuesto, lo sabrás todo sobre Hogwarts.

—Lo siento, no.—Se disculpa Harry.

—¿Que es Howart?.—Pregunto curiosa Elena con una porción de pastel. Jamás había escuchado hablar de ese lugar.

—¿No? Caray, niños ¿nunca se preguntaron dónde lo aprendieron todo su mamá y su papá?

—Harry/Alison: ¿Aprender qué?.—Preguntaron al mismo tiempo.

—Son unos magos, chicos.—Harry parece confundido, y mira a su hermana para ver si entendió, pero igual está confundida.

—¿Somos qué?.—Pregunto confundida.

—Unos magos. Y apuesto a que de los buenos. Una vez que entrenen un poco claro.—Explico hadrud.

—No, cometiste un error. No puedo ser ... Nosotros magos. Quiero decir, solo somos ... Harry y Elena.—Exclamo su hermano.

—Bueno, solo Harry y Elena. ¿Alguna vez hicieron que sucediera algo? ¿Algo que no pudieron explicar cuando estaban enojados o asustados?.—Harry suaviza su expresión y observa a su hermana que está igual de imprecionada que el.

Ah.—Dudley gime. Hagrid le entrega a Harry la misma carta que le han enviado en el pasado. Harry lo abre y Emma se coloca a su lado para ambos leerla.

—Estimado Sr.Srita Potter. Nos complace informarle que han sido aceptados en la Escuela de Magia y Hechicería de Hogwarts.

Vernon, se dirige a Hagrid.—¡No irán! ¡Juramos cuando lo acogimos, pondríamos fin a esta basura!

—¿Lo sabías? ¿Lo supiste todo el tiempo y nunca nos dijeron?.—Exclamo Harry.

—Petunia: Lo que son, Por supuesto que lo sabíamos. ¿Cómo no podrían serlo? Mi perfecta hermana era igual que ustedes. Mi madre y padre estaban muy orgullosos el día que recibió su carta. Tenemos una bruja en la familia. ¿No es maravilloso? Fui la única que la vio por lo que era. ¡Un monstruo! Y luego conoció a ese Potter, y luego los tuvieron a ustedes, y supe que serían igual, igual de extraños, igual de ... anormales. Y luego, por favor, fue y se hizo volar. Y aterrizamos ustedes.

—No somos anormales, y menos mis padres eran unos mostruos.–Exclamo elena Estaba muy enojada con su tía.

Harry a Petunia, enojado–¿Pedasos? ¡Me dijiste que nuestros padres murieron en un accidente automovilístico!

—¿Un accidente automovilístico? ¿Un accidente automovilístico mató a James y Lily Potter?.—Exclamo hadrid anonadado.

—Teníamos que decirles algo.–Se escuso petunia.

—Son unos mentirosos, siempre nos mintieron.—Elena Se había enojado.

—¡Es un ultraje! ¡Es un escándalo!.—Mientras los Dursley discuten con Hagrid, nadie, incluido Harry, se da cuenta de que Dudley se lleva el pastel de Harry.

—¡No irán!.—Exclamo decidido Vernon.

—Oh, y supongo que un gran muggle como tú los detendrán, ¿verdad?.—Dijo Hadrid.

—¿Muggle?.—Pregunto curiosa Elena por la palabra

—Gente no mágica..—Le explico Hadrid con calma a Elena, inmediatamente llama su atención de nuevo a Vernon y Petunia enojado.

—¡Estos niños han tenido sus nombres desde que nacieron.—Mientras Hagrid hablaba, Dudley masticaba el pastel de los chicos.

—Van a ir a la mejor escuela de hechicería y encantamientos del mundo, y estarán con el mejor director que Hogwarts haya visto, Albus Dumbledore.—Harry y elena sonríen al escuchar el nombre de Dumbledore.

—¡No pagaré para que un loco de remate les enseñe trucos de magia!.—Hagrid saca su paraguas y apunta a Vernon, amenazadoramente.

—Nunca, insultes a Albus Dumbledore, frente a mí.—Hagrid finalmente ve a Dudley comiendo el pastel de los chicos y apunta su paraguas hacia su trasero. Le dispara una chispa mágica haciendo que salga una cola de ratón

—¡Ahh!.—Grita Dudley, mientras que sus padres chillan de miedo y horror, mientras se pierden de vista. Harry se ríe de esto, y Hagrid también.

—Oh, eh, les agradecería que no le dijeran a nadie en Hogwarts sobre eso. Estrictamente hablando, no tengo permitido hacer magia.—Nos explica Hadrid.

—Está bien.—Exclaman los muchachos.

Hagrid: –Mira su reloj de bolsillo.—Ooh, estamos un poco retrasados. Será mejor que nos vayamos.—va hacia la puerta y la tira de nuevo, antes de salir. Se vuelve hacia los chicos.

—A menos que prefieran quedarse, por supuesto. ¿Hmm?.—Sale. Harry sonríe, mira hacia atrás en la dirección donde se han ido los Dursley y vuelve a sonreír, luego mira a su hermana, toma su mano antes de agarrar su chaqueta y se  uninen a Hagrid en su viaje a Londres.

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