Me encontraba afuera de la escuela sentada en un banco leyendo un libro que Hermione me recomendó y de la nada aparecen tres personas un rubio y sus gorilas.

–Vaya, vaya¿Acaso perdiste a tus amigos Potter?.-Pregunto y sus gorilas rieron.

–¿ahora que quieres, Malfoy?.–le dije mirandolo.

–Sabras que estás con jente equivada, Potter.–Me dijo.

–Ya lo dije antes y lo vuelvo a repetir, con ellos estoy bien.–Le susurré entre dientes. Se rió.

–Eres una tonta.–Me dijo ofendiendome.

–Que insultos más bajos tienes, Por favor.–Dije tomando mi libro y dándole la espalda para irme pero el me habló.

–Eres una sangre sucia.–Me dijo y me pare me di vuelta y dejé el libro en el banco.

–¿Que dijiste?.–Me aserque a el.

–Una sangre sucia–Dijo sonriente.–Como tu hermano, Waesly y la Granger.–Al decir eso lo tome su su túnica entre mis manos, me había molestado su comentario.

–Ni si quiera los molestes, me escuchaste.–Le susurré, sentimos un carraspeo y los gorilas giraron a ver, Draco y yo miramos era la profesora Mcgonagall, lo solté y tome mi libro.

–¿Todo en orden?.–Pregunto observandonos.

–Si, profesora.–Dijo Elena.–Claro que no, ella me amenazó.–El rubio me señalo, lo mire enojada.

–Bien ambos dos, castigados, síganme.–Pase al lado de Draco y le saque la lengua ya que él también estaría castigado. La profesora nos llevó a un salón algo viejo con muchas sillas y mesas.

–Bien, quiero que quede limpio, y ordenado.–Me observó ya que estaba adentro del salón y luego a Draco, suspiré.

–Los dejo, no se maten.–Dijo saliendo del salón y cerrando la puerta detrás de ella.

Luego de unos cinco minutos me encontraba limpiando un viejo mueble, y me doy vuelta y lo observó muy cómodo sentado sobre un banco.

–¿Que?, Tu lo haces mejor.–Dijo sin mirarme. Estaba sentado y con los ojos cerrados.

–Le diré a la profesora a si te pondrá otro castigo.–Le dije y me miró.

–¿Que tu no eras sirvienta de tus tíos?.–Pregutno chistoso y dejé de limpiar.–Vaya, huérfana y además mucama.–Dijo burlón y se comenzó a reír. Saque mi varita y le mandé un echico "aguamenti" y quedó todo mojado.

–A la próxima, será peor.–Le avisé y de la nada entro un profesor, este era el profesor Snape, nos observó primero A mi y luego a Draco.

–¿Que es todo esto?.–Pregunto serio.

–Aam... Yo... No fui.–Dije en susurros, volví hacer lo que estaba haciendo.

–Malfoy luego tenemos que hablar, pero primero cámbiate –Le dijo, mientras lo observaba salió dando un portazo.

–Uiih, que humor.–Dije y observé a draco.–¿Qué?.–Le pregunte y volví a lo mío.

Narra Harry.

Entre a la sala común y observé que mi hermana no estaba suspirée aserque a los chicos que estaban en un sillón.

–¿Oigan vieron a mi hermana?.–Les pregunte, Ron negó y Hermione mi miro.

–La eh visto ir con la profesora Mcgonagall y Malfoy, hacia un salón, tal vez estén castigados.

–Dios, ¿qué voy hacer contigo?.–Dije en susurros. –¿Que salón hermione?.–Le pregunte, ella me indico y la fui a buscar.

Narra Draco.

Sentado desde el escritorio viejo no la dejaba de observar, me gustaba verla trapear las cosas y que las ordene, ver su melena suelta.–Draco frunció sus cejas al pensar esas cosas, jamás pensaría en alguien como ella en "una sangre sucia", descarto esos pensamientos y se aserco a una ventana para distraerse.

–Mi padre me mataría.–Dijo susurrando.–Al carajo los demás.–Dije cansado de mis pensamientos, ví que se giro sorprendida por mis palabras y decidido me aserque a ella, la tome de su nuca y le di un apretón de labios, ella trataba de alejarse pero agarre sus manos y  le hice que las colocará en mis hombros lo hizo y aunque no lo podía creer siguió mi beso.

–Hermana ¿Estás aquí?, Necesi...–Nos separamos ya que él idiota de su hermano había entrado e interrumpido nuestra sesión.

–No es lo que crees.–Le dijo ella nerviosa.

–¿Que le hiciste?.–se asercó a él, enojado.–Te prohíbo que te le aserques.—La tomo de su muñeca y la saco de ahí mientras ella me observaba, dando a entender que quería una explicación.

Yo me gire y me lleve mis dedos a mis labios sonreí, parecía un tonto. Pero valió la pena.

Narra Elena.

Al llegar a nuestra casa, Harry me soltó y me miró molesto.
–¿Cómo te atreves ?.–Me preguntó, no savia que decirle.

–Es que... Me tomo desprevenida.–Le dije.–A demás no senti nada, quieres saber eso, nada solo lo hizo para molestarme ya sabes cómo es, feliz?.–Le respondí molesta, Hermione y Ron aparecieron.

–¿que sucede chicos?.–pregunto Hermione.

–Nada, solo una discusión.–Dije y me retire a mi habitación, al entrar me apoye en la puerta y suspiré llevando mi mano a mi boca y rosando mis dedos en ella y recordando el beso, que adecir verdad, me había gustado, cerré los ojos "¿Dios que voy hacer?" Dije en susurros y me aserque a mi cama para acostarme en ella y dormir.