Los cuatro estában subiendo las escaleras, Harry y Ron van adelante y Hermione y Alison, atrás de ellos.

-Te lo digo, es espeluznante, sabe más de ustedes, que ustedes mismos.-Comento Ron sorprendido.

-¿Y quién no?.-le respondió Harry, rei por sus ocurrencias.

La escalera por dónde hibamos subiendo se cambio hacia otra dirección, los cuatro se hagarran de las barandilla, y la escalera se detiene, hacia otro piso.

-¿Que está pasando?.-Pregunta Harry.

-Que ya no se acuerdan, las escaleras se mueven.-Dijo Hermione.

-Vayamos por ahí.-Alison Señala el pasillo y los cuatro avanzamos hasta abrir una puerta que conduce hacia un pasillo tenebroso, oscuro y desierto.

-Alguien siente... Que no deberíamos estar aquí.-Comento Alisom, algo nerviosa.

-No se supone, que estemos aquí, esta prohibido, es el tercer piso.-Explico hermione.

De repente una llama se enciende en lo alto de una estatua, en ese momento la gata de Flich aparece mauyando.-Es la Sr.Norris.-Dijo Hermione.-Vamonos.-Dijo Alison.

El cuarteto corren por el pasillo mientras que las llamas se encienden luego de un rato aparece el viejo Flich.-¿Que ocurre preciosa?, ¿Hay alguien aquí?.-Le preguntó llegando a ella.-Los chicos corrieron y al llegar a una puerta.

-Rapido por ahí.-Señalo Alison la puerta y fue abrirla pero estaba cerrada.-Esta cerrada.-Exclamo frustrada.

-aun lado.-Intervino hermione, sacando su varita.-Alohomora.-Dijo señalando la cerradura, y esta se habrio.

-Valla, impresionante.-Le alago Alison.

-¡Alohomora?.-Pregunto sorprendido Ron.

-Libro de echizos, página 7.-Nos explico hermione entrando.

Flich llega al comienzo de las escaleras con su garra en brazos y una lámpara de luz en la otra.-¿Hay alguien aquí, preciosa?.-Le pregunto a su gata, la Sra.Norris lo mira.-vamonos.-Le dice el viejo.

-Se ah hido.-Exclama hermione despreocupada.

-Probablemente piensa que está puerta está cerrada.-Comento Ron.

-Estaba bloqueada.-Sugirio Alison.

-Y miren la razón.-Dijo Harry, estaba mirando algo que estaba dormido con la melodía de un arpa. Era un gigantesco perro de tres cabezas y seis patas, estaba muy tranquilo durmiendo, el arpa dejo de sonar y el perro comienza a despertar, gruñir y resoplar y más si habían intrusos.

-¡AAAAAHHHHHH!.-Los cuatro gritaron, y el perro empezó a moverse para todos lados, menos mal que estaba atado. Salimos de ahí, cerrando la puerta detrás nuestra.

-¿Cómo pueden tener esa cosa ahí?.-Pregunto Ron, mientras subíamos las escaleras que dirijian a los dormitorios.

-No usaste tus ojos verdad, ¿No viste lo que estaban cuidando?, ¿Verdad?.-Nos preguntó hermione.

-No estaba mirando sus pies, sus garras me preocupaban más, o tal vez, no se dieron cuenta eran tres.-Exclamo Ron asustado.

-Estaban cuidando en una trampilla.-Dijo Hermione.-Lo que significa, que cuidaba algo.

-¿Protegiendo algo?.-Preguntaron los mellizos.

-Eso es correcto, ahora sí nos diculpan, con Alison nos iremos a la cama.-Ella la miro.-Si, antes de que alguno de ustedes tengan otra idea inteligente para hacernos matar o incluso morir.-Dijo tomando la mano de Emma y haciéndola entrar, ella saludo a su hermano y el se lo devolvio.

-Tiene que ordenar sus prioridades.-Dijo Ron.-Harry haciente con la cabeza dando apoyando lo que dijo ron.

Narra Alison.

Era de noche y ya nos encontrábamos en nuestras respectivas camas, hermione y dos chicas más se encontraban dormidas, yo no podía dormir, desde que ví el nombre de mi padre en el armario de trofeos no pude dejar de pensar ¿En cómo era?, ¿Si habrá echo muchas locuras?, ¿Si nos quiso?, Decidida me levanté de la cama despacio y salí me diriji por los pasillos lentamente para que nadie me observará y al llegar lo mire orgullosa, toque el cristal.

-No te voy a defraudar, papá.-Dije en susurro.-Ojala estés orgulloso de nosotros de mi y de Harry, no te defraudaremos, los extraño.-Lleve mi mano al cristal y lo coloque ahí mirando la medalla dorada con su nombre debajo. Sonreí. decidí volver a mi casa y cuarto. Ya mañana sería un nuevo día.