"Callejón Daigadon"
Narra Harry.
Al dia siguiente nos encontrabamos mi hermana, Hagrid y yo, en un tren que se drijia al callejón Diagon. Estaba leyendo una lista que Hagrid nos había dado a mi y a mi hermana para conseguir nuestras cosas.
_Un par de guantes de piel de dragón.-Ambos hermanos se miraron asombrados jamás en su corta vida vieron a uno y menos usar guantes de dragón.
-¿Hagrid, se refieren a uno de verdad?.-Le preguntó la pequeña Elena.
-Bueno no significa para un pingüino, ¿ Verdad?, Je, dragones me encantan.
-¿Pero te gustan los dragones?.-Le preguntó la pequeña de pelo marrón largo hasta la cintura y flequillo, algunas pecas sobre su nariz, y sus ojos color miel. No usaba lentes como su hermano.
-Son Bestias que nadie comprenden, pequeña ele.-Le respondió Hagrid sonriente dando a entender que amaba a esos animales, de repente mira a una mujer y asiente, la mujer vuelve a leer su periódico.
Luego de un largo viaje llegamos estábamos caminando mientras leía la lista de los útiles que teníamos que llevar.
-Todos los estudiantes deben tener, un caldero de peltre del número dos, y si lo desean pueden llevar una lechuza, un gato o un sapo.-Termine de leer, observé a Hagrid.
-¿Lo encontraremos todo en Londres?.-Le pregunte.
-Si sabes a dónde ir.-Me respondió.
Los tres nos dirijimos caminando hacia una tienda de la esquina y mientras se asercan, el letrero de arriba dice "El caldero chorreante" apareciendo mágicamente. Entran al lugar, había música y varios clientes hablando entre ellos.
-Ah Hagrid, ¿Lo de siempre, supongo?.-Le preguntó un hombre detrás de de una barra.
-No gracias, hoy estoy en asuntos oficiales de Howarts solo ayudaba a los jóvenes, Elena y Harry a comprar sus útiles escolares.-Dijo Hagrid colocando sus manos en nuestros hombros.
-¡No puedo creerlo!, son Elena y Harry Potter.-Exclamo el hombre sorprendido.
El pub se queda en silencio, inmediatamente y todos se dan cuenta, un hombre se asercan y estarécha su mano conmigo y la de mi hermana.
-Bienvenidos, Sr y Srita Potter.-Dijo un hombre, una bruja también se nos asercó y estrecho su mano con la nuestra.
-Doris Crockford, Sr.Potter, Srita.Potter, No puedo creer que los este viendo, al fin.-La bruja comento presentándose ante nosotros.
Luego de eso aparece un hombre con una túnica color negra, y un turbante en la cabeza color lila, y además de que temblaba debes en cuando.
-Harry y E-elena P-Potter, no les puedo decir lo contento que estoy de conocerlos.-Dijo el hombre tartamudeando.
-Hola profesor, no te Vi allí, niños, este es el profesor Quirrell. Será su profesor contra las artes oscuras en Howarts.-Lo presento Hagrid al profesor.
-Oh encantado de conocerlos.-Exclamo Harry extiende su mano hacia el profesor, ofreciéndole un apretón de manos pero mira la cabeza de Harry y vacilante niega.
-F...-Tema...-Terriblemente facinante. N-no es que lo necesites, ¿E-eh?, Potter.-Dijo el tal profesor.
-Eh, si bueno debemos irnos ahora, mucho para comprar.-Dijo Hagrid sacando a los niños de ahí, Elena miro hacia atrás y pudo observar como el profesor los miraba raro, volvió su vista al frente algo intimidante.
Los tres se dirijen a una bodega en la trastienda frente a una pared de ladrillos.
-¡Ven chicos son famosos!.-Nos dijo Hagrid.
-¿Pero porque somos famosos?, ¿Que hicimos?.-Le respondió mi hermana, algo frustrada por la situación ambos no entendíamos nada.-Toda esa jente allá atrás,¿Cómo es que saben quiene somos?.
-No estoy exactamente seguro de ser la persona adecuada para explicarles esto, chicos.-Nos explico Hagird, mi hermana bufo molesta. Hagrid golpeó la pared de ladrillos en el sentido de las agujas del reloj.
-¿Entonces quien?.-Dijo molesta.-Luego los bloques comienzan a moverse, ambos hermanos miran sorprendidos, se terminan de acomodar para abrirse y revelar Una calle concurrida y oculta Llamada "Callejón Diagon".
-¡Bienvenidos chicos!, al "Callejón Daigadon".-Nos presento el lugar Hagrid. Ambos miramos sorprendidos.
Ingresamos mirando lo que teníamos enfrente nuestro, era una calle larga con diferentes tiendas acáda lado nuestro. Y también había. Diferentes brujas, magos, duendes, paseando o comprando cosas por ahi, nosotros hibamos adelante mientras que Hagrid hiba detrás nuestra.
-Aqui encontraremos sus plumas y tintas.-Nos explico Hagrid.-Y ahí comprarán todo para poder hacer sus echizos.-Nos señalo una tienda. No dejaba nos de observar todo, era un lugar maravilloso. Pasamos al lado de una tienda que había lechuzas, búhos y un murciélago colgado de un cartel.
Pasamos por una tienda de escobas y varios niños la observaban sorprendidos.-Mirenla es la nueva "Nimbus 2000".-Dijo uno sorprendido.-Es el modelo más veloz que hay.-Dijo otro, seguimos caminando.
-Pero Hagrid, nosotros no tenemos dinero, ¿Cómo lo pagaremos?.-Le pregunte.
-Bueno, ahí está su dinero, chicos.-nos Señala un edificio alto, blanco, de mármol, Gringotts Bank Gringotts, el Wizard Bank.
-No hay lugar más seguro, excepto quizás Hogwarts.-Nos dijo Hagrid, Dentro del banco, caminan por el pasillo brillante, pasando al lado de pequeñas criaturas que trabajan en sus escritorios.
-Uh, Hagrid, ¿qué son exactamente estas cosas?.-Pregunto Elena, observandolos jamás vio esas cosas.
-Son duendes Alison. Inteligentes como son los duendes, pero no son las bestias más amigables. Mejor quédate cerca de mí.-Le explico Hagrid.-Los chicos se apegan a él. Hagrid se aclara la garganta cuando se acercan a un mostrador con un duende, con gafas y chaleco adentro.
-El Sr. Y señorita Potter vienen a retirar.-El duende mira hacia arriba.
-Goblin: ¿Y los niños Potter tienen su llave?.
-Hagrid: Oh. Espera un minuto. Lo tengo aquí en alguna parte.-Susurros.-Ah, y también hay algo más.-Saca una carta envuelta en una cuerda.-El profesor Dumbledore me dio esto.-Hagrid le entrega la carta al Goblin.-Se trata de tú-sabes-qué en la cámara tú-sabes-cuál.
-Goblin: Muy bien.-Más tarde, corren por las cavernas profundas en una estructura similar a un carro. El carro se detiene, un duende llamado Griphook se bajó del carrito.
-"Camara 687", la lámpara por favor.-Pidio el duende y Hagrid se la alcanzó, la tomo y se aserco a la bóveda, luego le pidió la llave a Hagrid y este se la dió, el duende la tomo y la coloco en la cerradura, nos alejamos unos pasos para que la puerta se abriera, y valla sorpresa que nos dimos, en ella había mucho dinero demaciado. Mire a mi hermana y estaba igual de sorprendida que yo. Una enorme montaña de monedas de oro se encontraba en esa bóveda.
-No habran pensado que sus padres los habían dejado sin nada.-Nos dijo Hagrid observandonos.
Luego de eso nos subimos de nuevo al carrito y nos llevó a otra cámara. Al llegar el duende se bajó.-"Cámara 713".-Dijo e hizo lo mismo.
-¿Qué hay aquí, Hagrid?.-Le pregunto mi hermana.
-No se los puedo decir, es un asunto de Howarts muy imrtante.-Nos susurro, al abrirla en ella había una pequeña bolsita atada.-"atrás".-Nos dijo el duende y dimos unos pasos, con su uña larga hizo un recorrido para poder abrir la puerta de la cámara, las trabas a empezaron abrir y hacia dando paso abrir la puerta. Hagrid se asercó y la tomo.
-No vallan a mencionarselo a nadie chicos.-Nos dijo y se lo guardo en su chaqueta.
Después de ese pequeño viaje, salimos del banco y volvimos al callejón para poder así comprar nuestras cosas.
-A ver Harry dame la lista para ver qué necesitamos.-Dijo mi hermana tomando la lista.-Aun necesitamos, una varita.-Dijo ella con sus tres paquetes en su otra mano.
-Una barita, ahí está olvander's, no hay mejor opción.-Nos recomendó Hagrid.
-¿Porque no me esperan ahí?, Tengo que hacer unas cosas, no tardare.-Dijo Hgarid.
Mientras el se fue, nosotros nos asercamos a la tienda entramos y dejamos nuestros paquetes en un banquito de madera que se encontraba Serca de la entrada, obserbavamos el lugar era impresionante, en frente nuestro había un mostrador en forma de L y al fondo un pasillo, con dos muebles dando a entender que hay había todo tipo de baritas.
-Hola.-Saludo Harry, al ver que no había nadie, miro a su hermana y esta inco sus brazos en respuesta.
-Hola.-Su hermana volvió a llamar y en eso un hombre apareció subido a una escalera asomándose por el pasillo mirando a los hermanos sorprendido.
-Sabia que los vería algún día Sr y Srita Potter.-Dijo el hombre feliz.-Parece que fue ayer que tu madre y tu padre estaban aquí comprando sus primeras baritas. -El hombre les da dos baritas a los niños y ambos la toman con sus manos.
-Ah. Aquí estamos.-Los chicos la sostienen, pero no hace nada.
-Bueno, agítenlo.-Nos recomendó el hombre, con mi hermana nos miramos dudosos, pero tal acción hace que la mayoría de las cajas salgan volando y se caigan. Los chicos sueltan rápidamente la varita y la dejan en el mostrador.
-Aparentemente no.-Saca otra varita de una caja.
-Quizás esto.-Hicimos lo mismo pero señalando un jarrón, que se rompe, sobresaltando a los chcios.
-¡No, no, definitivamente no! No importa ...-Saca dos varitas de dos cajas, pero se detiene y se pone pensativo.
-Me pregunto.-Ollivander le entrega las varitas a Harry y Elena Tan pronto como la tocaron, Harry y Elena repentinamente brillan debajo de ellos volando sus cabellos y varios papeles en el fondo. Ollivander parecía un poco sorprendido y absorto en sus pensamientos.
-Lo siento, pero ¿qué es curioso?.-Pregunto Harry.
-Examinando la varita que les di, Recuerdo todas las varitas que he vendido, Sr. Y Srita Potter. Da la casualidad de que el fénix, cuya pluma de la cola reside en sus varitas, dio otra pluma, solo una. Es curioso que estén destinados a estas varitas cuando su hermano les dio esa cicatriz.-Señala la cicatriz del rayo de luz en la frente de los chicos.
-Y ... ¿quién tenía esa varita?.-Pregunto mi hermana.
-Oh, no decimos su nombre. La varita elige al mago, niños. No siempre está claro por qué, pero creo que está claro que podemos esperar grandes cosas de ustedes. Después de todo, El-que-no-debe-ser-nombrado hizo grandes cosas ... terrible, sí, pero genial.-Le devuelve las varitas a los niños entonces oyen un golpe en la ventana.
-¡Harry! ¡Elena! ¡Feliz cumpleaños!.-Grita Hagrid atrá vez de la ventana sosteniendo dos bellísimos búhos nival en una jaula, que ulula, su nombre es Hedwig y el de emma se llama Lili.
-Wow.-Ambos chicos se asombraron.
"Los niños que vivieron."
Más tarde, en el Caldero Chorreante, Hagrid y Harry están en una mesa larga, comiendo sopa. Todo está demasiado tranquilo, Hagrid pronto se da cuenta de esto.
-¿Están bien, Harry, Elena?, Parecen muy callados.-Pregunto Hagrid a los niños.
-Mató a mis padres, ¿no? El que nos hizo esto. Sabes, Hagrid, sé que lo haces.-Dijo elena segura de sus palabras y queriendo saber la verdad, Harry la miro el también queria saberlo.
-suspira y empuja su cuenco.-Primero, y entiendan esto, chicos, porque es muy importante. No todos los magos son buenos. Algunos se estropean. Hace unos años, hubo un mago que salió tan mal como puedas. Y su nombre era V-... su nombre era V-...
-¿Quizás si lo escribieras?.-Sugirio Harry.
-No, no puedo deletrearlo.-en voz baja.-"Voldemort".
-¿Voldemort?.-Pregunto Elena confundida.
-¡¡Ssshh!!.-Hizo callar a la chica ya que lo dijo fuerte.-Harry mira a su alrededor para ver si alguien lo escuchó.
-Fueron tiempos oscuros, chicos.
"Pasamos a un flashback de la noche en el hueco de Godric, que consiste en un hombre encapuchado caminando hacia una casa, irrumpiendo con su varita y procediendo a aterrorizar. Hagrid narra. Voldemort comenzó a reunir algunos seguidores, los llevó al lado oscuro. Cualquiera que se le opusiera terminaba muerto. Tus padres lucharon contra él, pero nadie vivió una vez que decidió matarlos. La madre de los niños, Lily, grita de dolor cuando es asesinada por la varita de Voldemort. Se ven destellos verdes desde las ventanas fuera de la casa. Luego, vemos a Voldemort apuntando con su varita a la cabeza de los bebes Potter's." Fin del flashback.
-Nadie ... ni uno. Salvo ustedes.-Termino de narrar Hagrid la historia, Volvemos al presente observé a mi hermana se encontraba con su mirada observando sus manos echas puño, podría jurar que estaba enojada.
-¿Nosotros?, ¿Voldemort intentó matarnos?...-Pregunto Elena.
-Sí. Ese no es un corte ordinario en sus frentes, chicos, Una marca como esa solo proviene de ser tocado por una maldición ... y una maldición maligna en eso.-Nos explico Hagrid.
-¿Qué le pasó a ... a Quien-tú-sabes?.-Preguntó Harry.
-Bueno, algunos dicen que murió, en mi opinión No, creo que está ahí fuera, todavía, demasiado cansado para continuar. Pero una cosa es absolutamente segura. Algo en ustedes lo dejó perplejo esa noche. Por eso son famosos. Por eso todo el mundo saben sus nombres. Son los niños que vivieron.
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