#6:
Pov.Kay
Y tal como lo habíamos planeado, Darío salió y empezó a distraer a aquella bestia mientras que yo esperaba el momento justo para salir corriendo con Jano en mi espalda.
—"¡oye tu! ¡si te estoy hablando a ti feo!".— grito Darío mientras que movia sus caderas como si estuviera bailando —"¿tienes hambre grandulon? ¡pues ven y cómeme!."
La bestia se apartó de la entrada y fue tras Darío, dándome así la oportunidad perfecta para escapar, salí de la cueva y corrí lo más rápido que podía, a mis espaldas aún podía escuchar la voz de Darío intentando provocar a aquella criatura.
Corrí por al menos unos veinte o treinta minutos hasta que al fin llegamos a la aldea, los Shakays que estaban ahí se nos quedaron mirando raro, unos murmuraban cosas sobre Jano puesto a que nunca le habían visto en aquel lugar o porque jamás habían visto un ser como él.
—É-el maestro Fox... Y mi-i padre... — solté con cansancio, se me dificultaba mucho respirar —¿e-en, en donde e-estan?.
—estan en el templo de las almas.— dijo un oso de pelaje gris el cual se veía preocupado por nuestras condiciones —oigan se ven demasiado agotados, deben descansar, yo iré a buscarlos.
Yo simplemente asentí con la cabeza agradecido con Seya, ese es el nombre de aquel oso el cual era el curandero del pueblo, Oscar, un oso mucho más joven y de pelaje café se nos acercó.
—vengan, yo les atenderé.— el es el discípulo de Seya y será el nuevo curandero una vez y el oso más mayor se retire.
Yo bajé a Jano de mi espalda y le ayude a caminar, ambos entramos a su lugar de trabajo en donde nos hizo sentarnos para luego darnos nos brebajes de color verde, está era una medicina bastante eficaz la cual hacia desaparecer el dolor y la fatiga muscular, lastima que sabía a mierda.
✨✨✨
Pov.Narrador/ra
Eli se encontraba junto a Fox, ambos estaban arrodillados frente a una estatua, al parecer rezandole al Dios de la prosperidad, estos eran vigilados por un chacal y una pequeña Shakay zorra, está última veía con entusiasmo lo que su mami y su "tío" hacían.
—Papá, ¿por que tu no vas a rezarle a Doba?.— pregunto la pequeña mientras jalaba las ropas de su padre para así llamar su atención.
—por que no me agradan esos dioses.— contestó Seke con simpleza —por eso solo veo.
—oh... ¿yo podré hacerlo? ¿le podré rezar?.
—...— Seke se quedó callado un momento pensando en que le diría a su hija, sin duda no quería que está siguiera los pasos de aquel molesto humano y su amado Fox, más no quería que su hijita le odiaba sólo por no dejarla hacer algo que en verdad parecía que le gustaba, bueno, no por nada ella sería la heredera del poder de Fox. —cuando seas mayor, podrás hacer lo que quieras y oe rezaras.
Fue lo único que dijo para luego acariciar su cabeza con cariño, Ela movió su cola de un lado a otro con alegría al escuchar las palabras de su padre.
En eso se escuchó unos arbustos moverse y de ellos salió Seya el cual se veía agitado, al parecer había venido corriendo.
—Eli... Maestro Fox, Kay llegó a la aldea con un extraño y al parecer ambos están muy agotados.— soltó un pesado suspiro, tenía que recuperar un poco de aire —necesitan hablar con ustedes.
Continuara...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro