Pov.Kay

–¿y bien jovencito?– me pregunto mi "madre" cruzándose de brazos.

Yo solo miré a otro lado un tanto nervioso pues sabía que me hiba a regañar bien feo cuando se enteré de lo que hice.

–no se de que estas hablando yo no-... –

–Kay, dime qué hiciste–

Solté un pesado suspiro, sabía que no me creería ninguna de mis excusas y que tampoco podría hacer algo para cambiar de tema por lo que decidí decir la verdad.

–Ela y yo rompimos un jarrón del templo del señor Fox... P-pero fue un accidente, estábamos jugando y patee demasiado fuerte la pelota– intente explicar lo que había sucedido pero calle al ver la cara molesta que había puesto mi "madre" –yo... En verdad lo siento, juro que no volverá a pasar–

–eso me dijiste la última vez– soltó con desgane –Kay, tu y Ela saben muy bien que no deben jugar cerca de los templos–

–lo se pero, sabes que sus padres no le dejan alejarse mucho de este– comenté con la mirada baja –es el único lugar donde podemos juntarnos–

El me miró por unos momentos para luego soltar un pesado suspiro, sabía que se estaba conpadeciendo de mi y mi querida prima, ella era una Shakay Zorro de pelaje naranja con partes blancas y leves toques rosas, la chica era mi única amiga y compañía en toda la aldea.

–bien, pero ten más cuidado para la próxima ¿ok?–

–si, por supuesto que lo tendré– le respondí alegre para después seguir comiendo mi cena, hasta que recorde algo –oe mamá, me preguntaba si... ¿me dejabas ir mañana al lago?–

–¿al lago? ¿para que quieres ir ahí?–

–pues, es que unos amigos me invitaron y pues... –

–¿amigos?– este me miró sorprendido –oh mi pequeño, claro que puedes ir, pero ten mucho cuidado, y procura que los humanos no te vean, no todos son como tú abuelo y tu tío–

–si, ya lo sé– dije con desinterés.

Ya me lo han dicho más de una vez, no tienen que repetirmelo cada que pueden, ya no soy un cachorro, pero ellos simplemente no dejan de tratarme como uno, hay veces en que esto se volvía bastante molesto.

Oh' pero que mal educado soy, aún no me he presentado ante ustedes queridos lectores, un gusto soy Kay Rogers, el hijo de un Shakay y un... ¿humano? ¿humano transformado?, La verdad no se como debería de llamar a mi madre, en fin, nací gracias al amor que ambos chicos se tenían... Y a la magia del señor Fox la cual logro mi creación, o una cosa así me explicaron de pequeño.

Bueno, después de que mis padres me volvieran a dar su charla de por qué no me puedo acercar a los humanos, termine de cenar y me marché a mi habitación para poder dormir.

[🐾🐾🐾]

Ya al otro día, desperté y me levanté de mi camita, lavé mis dientes y salí de mi habitación en dirección a la cocina de donde tome unas cuantas frutas para después salir de la casa y correr en dirección al lago, no sin antes despedirme de mis padres claro.

Corrí por el bosque saltando árboles caídos y escalando una que otra roca de gran tamaño que me impedía el paso, pare ni andar una vez y por fin ví la cristalina agua del lago, sonrei en grande al ver que el lugar estaba completamente solo tal y como me gusta.

La verdad lo de que "unos amigos" me habían invitado a este lugar era sólo una pequeña mentira para que me dejaran venir, y si, se que suena algo triste pero no tengo amigos, sólo a mí prima y como ya dije anteriormente a esta no le dejan salir de la aldea o alejarse mucho del templo donde vive con sus padre; el señor Fox y el señor Zeke. Lo cual me parece injusto, ella también tiene el derecho de salir y divertirse como un cacharro cualquiera.

Me acerqué al lago y me senté en una enorme piedra mientras que miraba el hermoso paisaje del lugar, tome una flauta de Bambú que tenía amarrada a la cintura para luego empezar a tocar está. La melodía se escuchó por todo el lugar dando un aspecto algo mágico al ambiente.

Estaba tan concentrado en tocar mi pequeño instrumento que no me di cuenta que alguien se acercaba a mi.

–woo tocas muy bien–

Continuara...