Desperté en la tierra, no supe cuanto tiempo pasé inconsciente, ya no tenia mis ropas angelicales, tenia unos harapos acordes a la época, mi cabello largo y rubio, ahora era negro y corto, me levante, no tenia poder, o por lo menos no el mismo que antes, apenas podía respirar, era como un asmático, mis piernas eran débiles, me quede reposando en ese lugar mas tiempo hasta quedarme dormido.
Al día siguiente desperté e intente salir a caminar, necesitaba comer algo, salí y vi unos hombres comiendo carne cocida en una hoguera.
Me invitaron a comer, tuvieron compasión de mi.
Poco a poco fui recuperando fuerzas, pero mis débiles pulmones no me permitían mucho, no era bueno para la caza, los hombres no me seguirían aceptando si no aportaba algo a la manada.
Así que fui a un pequeño río, recogí un poco de agua, y usando mis poderes me concentre, use todas mis fuerzas y lo conseguí, pude convertir el agua en vino, no era un vino fino, pero ellos que iban a saber, aun no lo habían descubierto, ni siquiera han descubierto la agricultura.
Lleve el vino a la manada y explique como se tomaba y que seria buen acompañante para la comida.
Esa noche lo probaron y les encanto, dijeron no haber probado líquido mas delicioso.
Así que mientras ellos cazaban, yo conseguía el vino, y nunca me echaron.
Pero un día, llego uno muy alterado, dijo haber encontrado un objeto extraño, todos lo seguimos, yo quede atrás debido a mi respiración, cuando finalmente llegue, no podía creer lo que vi, mi alegría fue grande al ver que estaban todos alrededor de mi tridente. Uno dijo que el objeto tenia líneas extrañas, al acercarme leí las lineas que decían: "Lucifer. Si te queda algo de bondad, ya sea del tamaño de una semilla de mostaza, podrás recuperarlo."
Me quede perplejo, a que se refería, ¿cree que ahora soy malvado? Yo le demostrare lo contrario.
Iba a tomar mi tridente cuando me dijeron que era imposible sacarlo, que todos lo intentaron y no lograron sacarlo, y mucho menos yo podría, pero para mi esas eran tonterías, es mi tridente y lo quiero de vuelta. Lo agarre firmemente, y empecé a jalar hacia arriba, lo cierto es que si estaba muy enterrado, pero poco a poco empezó a salir, mis compañeros vieron con asombro como finalmente saque el tridente. Sentía parte de mi poder regresar, pedí conservar la herramienta, con la escusa de que me ayudaría a obtener el vino, ellos no protestaron.
Mi tridente estaba de regreso conmigo, y el estar sosteniéndolo hacia que mis poderes fueran en aumento, tanto así que volvía sentir los días segundos y los años horas, mis compañeros envejecían, pero yo no lo hacia, se preguntaban porque, pero nunca les dije, empecé a cazar, y a cuidarlos, protegerlos, conforme envejecían, y uno por uno fue recogido por una bella joven de vestimentas negras que se hace llamar muerte.
Me quede solo, en la tierra, cazaba para comer, solo eso, sentía como mi poder aumentaba pero no me importaba, cada noche, antes de cenar, rezaba: Gracias Dios padre, por estos alimentos que voy a consumir, y por favor conserva en tu gloria a mis compañeros. Amen.
Me dispuse a continuar mi cena, cuando de pronto escuche la voz de una bella joven que yo ya conocía, la vi acercándose, y su voz dijo.

—Hola, buenas noches, —la mismísima muerte me hablaba—¿puedo acompañarte? —

—No lo se, ¿También te quieres llevar mi fuego? —dije molesto e indiferente.

—Escucha, me siento mal por lo ocurrido, enserio, pero no tenía opción, es mi deber —me dijo después de haberse sentado sobre sus piernas.

—Yo te entiendo, esto de la inmortalidad apesta, pero también quiero que me entiendas, estoy dolido, mi padre me desterró, mis amigos se murieron, ya ni se que hacer —dije mientras seguía comiendo.

—Bueno, quizás tengas razón, pero siempre hay un lugar para alguien en el universo, y yo encontré el mio aquí, al igual que todos los demás, este planeta podrá ser del tamaño de un grano de arena en comparación con el universo, pero es muy bonito, y sus criaturas son divertidas, yo se que podrás hacer algo —se levanto—Me retiro, quede de verme con Vida —Empezo a alejarse y le dije.

—Es curioso, tu y ella pasan mucho tiempo juntas —dije con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿que...? No... Yo... Ella... Solo somos amigas.... No hay nada... —En ese momento vi por primera vez a la muerte sonrojarse, eran mas que claros sus sentimientos.

—Claaaaarooo como tu digas —rei mientras comía mi carne.
La muerte solo refunfuñó y se retiro.
Yo me quede pensando en lo dijo, ella tenia razón, debía buscar mi propósito en el mundo, no podía estancarme solo así, debía seguir y superarme.
Al día siguiente me decidí a salir en busca de mi propósito.
Me despedí de las tumbas de mis amigos, les di las gracias y me retire.
Bague por todo el mundo buscando algo que hacer, en el trayecto hacia unas pequeñas buenas acciones a los humanos, pero sentía que eso no era suficiente, que no aprovechaba mi potencial, necesitaba buscar aquello en lo que soy bueno, aquello que la gente necesite.
Seguí bagando cuando a lo lejos veo lo que parece una reunión de almas, almas que arrastran el peso de sus pecados sin ningún problema, todos se reunían para hacer apuestas, hablar de mujeres, las mujeres ahí se desnudaban ante todos, esto no era para nada un castigo.
Entre todas las almas una se me acerco y empezó a mover unas piedras frente a mi cara, si fuera humano solo vería piedras volando, pero lo veía a el mover las piedras como imbécil mientras decía: Boooooooo!!!!!!
Yo solo estaba serio ante ese acto, parece ser que no sabia que podía verlo, creyó asustarme, pero el susto se lo llevaría el.

—¿Porque mueves esas piedras como imbecil? —pregunte serio.
El tipo soltó las piedras y se sorprendió.

—¿Pu... Puedes verme? —

—claro que puedo verte animal, a todos los puedo ver —grite, lo cual ocasiono que todos me oyeran y me vieran.