6 días después de la reunión de mi padre con los dioses de la creación, el me llamó a la tierra para hablar conmigo, subí temeroso pues aún no tenía nada más que moldes rotos y diseños desechados, al subir lo encontré.

—Lucifer, ¿que tal? ¿como vas con lo que te pedí? —preguntó Dios muy tranquilo.

—Padre, te juro que e estado trabajando, pero… es tan difícil… muy complicado… por favor… dame más tiempo y… y… —

—Jejejejeje, no te preocupes Lucifer, aún tienes tiempo de sobra —

—¿Que? —dije asombrado, pero a la vez aterrado creyendo que era sarcasmo y venía lo peor.

—Si, verás, hubo un cambio de planes, la energía se le otorgará a un chico en el 2016, en 2017 quiero ese demonio listo —

—Claro —dije más relajado—no hay problema, será el guerrero más poderoso que verás —

—Si, eso me lleva a otro punto, quiero que sea mujer —

—¿Que? —dije extrañado.

—Quiero que sea mujer, un demonio hembra o como lo gustes llamar, debe ser como tú, a tu imagen y semejanza, pero en versión mujer, debe tener tu fuerza, tu poder, debe ser como... como... —

—¿Como si fuera mi hija? —

—Exacto, ya entendiste el mensaje, quiero una nieta, no importa quien sea la madre, ahora, debe ser bonita, escultural, debe envejecer a velocidad humana, debe tener 16 años, debe ser coqueta y debe ser fértil —

Esas peticiones se me hicieron muy extrañas, pero nuevamente repito, no estaba en posición de dudar de mi padre, acepte sin más y el se retiró.
Volví a trabajar, por suerte al no llevar nada no debía reiniciar.
Pase años creando al demonio perfecto, le llegue a dedicar incluso 6 días a cada parte de su cuerpo, 6 días para cada uno de sus 20 dedos, 6 días a cada mano, 6 días a cada brazo, 6 días a cada ojo, 6 días a cada pecho, 6 días a todo, no deje pasar ni un detalle, ella debía ser perfecta, célula por célula, finalmente el cuerpo estaba listo, ya casi se acercaba la fecha, decidí que mi hija nacería el 4 de junio.
El molde estaba listo, puse su cuerpo en el, con ayuda del mismo cubriría de oscuridad su carne, dándole una piel tensa y elástica que mantendría firme su cuerpo, selle el molde, revolvi la mezcla hirviente, antes de vertirla en el molde agregue de mi sangre, así heredaria mi poder (mi gran atractivo), una vez terminada la mezcla la verti dentro del molde atraves de un orificio de este, una vez lleno metí el molde en fuego infernal para endurecer la mezcla, una vez que secó yo y mis demonios nos dirigimos a la parte más alta de la montaña, el mismísimo pico.
Ahí colocamos el molde aún sellado, y en el enterré mi tridente, para el toque final, darle vida con un rayo, mi tridente atrairia uno.
En plena tormenta esperamos poco, puede un rayo impacto en mi tridente llenando electricidad