Natalia llegó en el segundo grupo a la casa Griffin. Tenía el pelo negro y corto, cejas gruesas y caderas amplias. Era una de las mayores. Natalia era una perfeccionista y le gustaba tener las cosas bajo control. Trabajaba cuidando niños del barrio.

Hannah llegó en el cuarto grupo a la casa Griffin. Tenía cabello negro más abajo de los hombros, cejas separadas y ojos marrones. Era la mayor de todo el grupo. Hannah era muy honesta y decía/gritaba su opinión. Trabajaba como asistente de un entrenador de fútbol de niños.

Hannah y Natalia tenían discusiones constantemente.

· Opinologa, pensó Hannah.

· Cuero, pensó Natalia.

Cuando Natalia tenía dieciséis y Hannah tenía diecisiete años, hubo una explosión entre ellas. Duraron tres horas seguidas gritándose. Sus hermanos las veían intentando descifrar lo que decían. Cuando Veronica llegó trató poner las cosas en orden.

"Shut up!", demandó Veronica. Las dos chicas se callaron. "Díganme que fue lo que pasó."

"¡Se estaba acostando con mi novio!", gritó Natalia. Lloró y gritó tanto que su voz estaba ronca y su maquillaje se corría.

"¡Es mentira! ¡Él tropezó y cayó sobre mi!", se defendió Hannah; su voz también estaba ronca. Veronica le dijo a Hannah que se fuera.

"Ve a un lugar tranquilo hasta que te calmes.", le dijo Veronica a Natalia. Natalia se fue a su cuarto a pensar hasta que se ocurrió algo para vengarse de Hannah.

Ethan había llegado con grupo de Felipe a la casa Griffin. Era bajito, pero adorable, y a sus hermanas les gustaba pellizcar su cachetes y acariciar su pelo rizado. Era un buen bailarín y a medida que crecía, creo fama de ser mujeriego. Ethan trabajaba en un concho.

Unos días después de la pelea, Natalia invitó a Ethan a la heladería.

"Hola mi niño bello.", saludó Natalia a Etan.

"Nata,", dijo Ethan, "¿al fin me darás amores?"

"No. Mejor."

"¿Tu y Meli me darán amores?"

"¡Tu si eres caballo! No. Necesito que le rompas el corazón a Hannah."

"¿¡Qué!?"

"Si."

"No. Jamás le haría daño a Hannah."

Natalia puso una papeleta de quinientos pesos enfrente de Ethan y dijo: "¿Recuerdas que le debes dinero a Rodrigo? Ese es el dinero que te falta. Enamora y rompele el corazón a Hannah y es tuyo."

Ethan pensó por unos segundos y dijo: "Acepto."

Durante los días siguientes, Ethan le mandaba flores a Hannah, le hacía cumplidos y le hacía miradas cuando todos comían juntos en la mesa. Sus intentos fueron inútiles; Hannah lo ignoraba.

"¡Eres el peor Don Juan del mundo!", le reprochó Natalia cuando se enteró que después de una semana Ethan no había logrado ni hacerle cosquillas al corazón de Hannah.

"Lo intenté pero ella me ignora.", explicó Ethan.

"Sabes que, voy a seguirlos para asegurarme que pase."

Al día siguiente, Ethan y Natalia tenían planeando seguir a Hannah, pero no lo podían encontrar. La buscaron en la casa, en la escuela, en el colmado, en el campo de fútbol, en el salón y la ferretería. Natalia estaba a punto de rendirse hasta que Ethan la vio subir a un taxi. La siguieron hasta Ojo de Agua.

¿Por qué vino a donde viven los ricos?, pensó Ethan.

Tal vez tenga un amante., pensó Natalia.

Hannah entró a una mansión; tenía estilo 'Tudor Revival', blanca, con jardines ingleses y rodeada por un portón negro. Después de que Hannah entró, Natalia y Ethan tocaron el timbre. Una mujer con un vestido negro y un delantal blanco en su cintura les abrió la puerta y los condujo a la sala de la casa. La mujer llamó a Hannah y ella vino. Cuando la vieron subir al taxi llevaba unos jeans y uno de sus poloches para jugar fútbol; ahora tenía un vestido rosado claro, tacones bajos, sombra en sus parpados y un cintillo blanco brillante.

"¿Qué hacen ustedes aquí?", preguntó Hannah.

"¿Qué haces tu aquí?", le preguntó Natalia. "Y, ¿qué traes puesto?"

"Es complicado.", respondió Hannah.

"¡Rosita! ¡Puedes venir!", exclamó alguien en la habitación de al lado.

Hannah fue a la habitación de donde provenía la voz y Natalia y Ethan la siguieron; se quedaron en la puerta para que la persona no los viera. En la habitación, sentado en una silla, estaba sentado un hombre. Tenía alrededor de noventa años, casi no tenía cabello, tenía un suero en su brazo derecho y estaba cubierto con una manta roja.

"¿Quién llegó hija?", preguntó el viejo.

"Son unos amigos papi.", respondió Hannah. "¿Puedo ir a atenderlos?"

"Claro que si." Hannah guió a sus hermanos a una galería para hablar.

"¿Él es tu padre biológico?", preguntó Natalia.

"No.", respondió Hannah.

"Entonces, ¿quién es?", preguntó Ethan.

Hannah empezó su explicación: "Su nombre es Nicolas Rodriguez. Tiene una enfermedad terminal y alucinaciones. Tuvo una hija que murió cuando era joven y era igual a mi. Su asistente me vio y me paga por hacer sus últimos días felices."