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Capítulo 61 - El día que no fue.

Lágrimas resbalaban por las mejillas de toda la familia, en especial de Karime, quien era abrazada por su novio Dylan, dándole el apoyo que necesitaba en esos momentos, mientras veían como Josué, Less, Pablo y Ulises se alejaban a abordar el avión y partir hacia México en una gran aventura que les llenará de alegría y felicidad. Dando media vuelta para dirigirse a la salida del aeropuerto, todos comenzaron a caminar en pasos lentos, recordando la despedida que le habían realizado al mellizo para que se fuera con buenos recuerdos que podrá atesorar durante su estadía fuera del país.

─Parece que no se arrepintió ─susurró Karime, recargándose en el hombro de Dylan.

─No, lo siento… sé que tenías esperanzas de que eso pasara ─dijo Dylan y volteó hacia atrás por leves segundos.

Toda la familia se detuvo por completo cuando escuchó un grito proveniente de una voz tan conocida para ellos, al voltear vieron a Josué y Less corriendo hacía acá, mientras que Pablo y Ulises intentaban alcanzarlos para obtener una explicación razonable de por qué abandonaron el avión que estaba a punto de despegar para regresar con su familia al aeropuerto.

─Lo veo y no lo creo ─añadió Jazz sorprendida, mirando a todos los presentes─. Hizo lo correcto.

─¡Ay no!, ¿Qué hiciste, Josué? ─Maru avanzó para colocarse frente a toda la familia.

Juan hizo lo mismo que su esposa, ambos permanecían frente a toda la familia, esperando a que los mellizos llegaran a ellos, tan sólo bastaron unos cuantos segundos, para que Josué y Less saltaran a los brazos de sus padres, llorando. Cristina y Dani se quedaron boquiabiertas, en especial Dani que ya no se sentiría mal por no poder hablar con su hermano antes de que se fuera, Viki le echó una sonrisa y la alentó a que se acercara a darle un abrazo.

─¡Me alegra tanto que no te hayas ido! ─gritó Dani, caminando entre todos, hasta llegar a su hermano.

─Yo también me alegro de estar aquí ─Josué se acercó a Dani y ambos se dieron un leve abrazo, luego comenzó a buscar a alguien con la mirada.

─¿Qué pasa, a quien buscas? ─preguntó Juan confundido.

─A nadie… ya mejor vayámonos a casa ─sonrió Josué y se adelantó a caminar a la puerta principal.

Pablo y Ulises hablaban de lo sorprendidos que ambos quedaron en cuanto Josué se levantó de su asiento en el avión y le gritó a la azafata que se quería bajar, que no quería realizar el vuelo porque estaba cometiendo un error y no se lo perdonaría si se iba, por lo que no les quedó de otra más que bajar junto a él, al igual que Less, quien se había quedado sin palabras, ella en el fondo si deseaba realizar el viaje y conocer México.

─Lamento haberlos hecho venir hasta acá por nada ─susurró Maru a Pablo y Ulises.

─No te preocupes, en el fondo nos alegramos de que Blue haya cambiado de opinión, es muy duro estar lejos de casa y él no merecía pasar por eso ─Pablo sonrió y recordó por leves segundos cuando él salió de casa de sus padres.

─Exacto, hermanito. Tienes toda la razón, pero ahora que estamos aquí y no nos fuimos, deberíamos hacer algo para divertirnos, ¿No creen?

─¿Qué tienes en mente, Ulises? ─cuestionó Pablo pensativo.

─No lo sé, yo feliz de lo que ustedes decidan.

Juan, Maru y Pablo se quedaron pensando en qué podrían hacer para divertirse ese verano. Los tres miraban como todos los integrantes de la familia no dejaban de festejar que Josué no se fue del país, así todos salieron del aeropuerto y tomaron rumbo hacia los autos, para regresar a la mansión de los Gómez Quiroga.

─Dylan, Karime y Jazz subamos ya ─indicó Yadiel, llegando al auto.

En cuanto todos comenzaron a subir a los autos, se percataron de que a lo lejos Candy, Miguel y Ana bajaban de un taxi y corrían hacia la puerta principal del aeropuerto, una leve risa escapó de la boca de los chicos al verlos corriendo, mientras Ulises corrió a avisarles que estaban en el estacionamiento y que el viaje a México se canceló.

─Miguel quería despedirse de Josué, así que tomamos un taxi y venimos lo más rápido que pudimos ─dijo Candy, en cuanto se acercó al auto─. Al menos no te fuiste, sino Miguel estaría inconsolable.

─Ya mamá, no digas eso ─sonrió Miguel un poco apenado.

─No pasa nada, hijo. Josué debe saber que eres su primo favorito ─añadió Candy, avergonzando un poco más a su hijo─. Anda, ve con él a agradecerle que no se haya ido.

Candy le dio unos pequeños empujones a su hijo para que caminara al auto, Miguel todo apenado y nervioso intentaba esconderse detrás de Ana, quien desvió la vista drásticamente a la entrada del aeropuerto, quedando realmente sorprendida por lo que sus ojos veían, incluso empezó a saltar y gritar, tomó la mano de Miguel con emoción.

─¡No puede ser, es Chase Hudson, está aquí en Colmar! ─exclamó Ana con una emoción desbordante.

─Vamos, te acompaño a conocerlo ─Miguel comenzó a correr junto a Ana hasta la puerta principal del aeropuerto, donde se encontraba su ídolo, arrastrando una pequeña maleta y al parecer realizando una llamada telefónica.

─Esto debe ser un sueño, pellízcame para despertar ─dijo Ana sorprendida.

Miguel hizo lo que se le indicó, le dio un leve pellizco a Ana, quien se quejó levemente del dolor, luego intentó ponerse seria al ya encontrarse frente a su ídolo.

─Ho-hola Chase ─susurró Ana llena de nervios.

─Hola, ¿Cómo estás, pequeña? ─preguntó el chico, se notaba rápidamente que su fuerte no era el español.

─Siento que muero al verte aquí frente a mí ─Ana cerró los ojos por algunos segundos, incluso si sentía que en cualquier momento caería inconsciente al piso de la fuerte emoción que sentía.

Chase Hudson la tomó del brazo para que no cayera y Ana abrió los ojos, siendo su ídolo lo primero que observó, su rostro tan lindo, la hacía quedarse embobada por la belleza que presenciaba, se sentía en un sueño, en una historia como las que tanto adora leer, en las cuales, una chica normal conoce a su ídolo en el lugar menos esperado y una historia de amor comienza a surgir, justo como le estaba pasando en esos momentos. Miguel tan sólo observaba lo feliz que su amiga estaba.

─¿Estás bien o quieres que llame a alguien para que te auxilie?

─Estoy bien ─dijo Ana y se separó rápidamente de él─. Perdón por mi comportamiento, es la emoción del momento.

─No pasa nada, siempre será un gusto conocer a alguien que me admira ─Chase le dio un abrazo leve y luego comenzó a buscar algo en su bolsillo.

Ana aprovechó el momento para sacar su celular y pedirle a Miguel que les tomara una foto, a la cual Chase no se rehusó, lo que lo hacía aún más lindo, incluso posó de manera divertida y tierna para que su admiradora se fuera feliz.

─Fue un gusto conocerte, espero verte de nuevo en el tiktok stars ─sonrió Ana y empezaba a alejarse, despidiéndose con su mano de una manera boba.

─¡Espera! ─exclamó el chico, sacando unos boletos de su bolsillo─. Quiero darte esto, para que tú y tu amigo puedan ir a verme, sería un placer encontrarnos de nuevo ahí.

En cuanto Ana tomó los boletos y su mano rozó con la de su ídolo Chase, nuevamente se sintió como la primera vez que lo veía, a simple visto parecía estar enamorada del chico que la observaba con una sonrisa tan magnifica, mientras se arreglaba un poco el cabello despeinado que lo hacía lucir tan lindo a los ojos de Ana.

─No sabes cuánto te lo agradezco ─susurró Ana y se lanzó a darle un fuerte abrazo de nueva cuenta.

─Ana, Ana, déjalo ─Miguel la quitó de los brazos del chico, seguramente por celos.

─Nos vemos ─dijo Chase y se alejó arrastrando su maleta.

─Es tan lindo ─habló Ana, limpiando algunas lágrimas de su rostro con los boletos que su ídolo le había entregado─. Nunca olvidaré este momento.

Miguel la observaba fijamente, deseando que en algún futuro Ana pueda sentir esas mismas emociones al estar con él, era lo que más deseaba en la vida, pues el primer amor nunca se olvida. Toda la familia había observado el tierno momento que Ana pasó al lado de su ídolo, estaban realmente sorprendidos al verla lograr conocerlo, era tan increíble, que dudaban que alguien les creyera cuando les contaran.

─Lo logró, la maldita hija….

─Esa boquita, señorita ─Maru interrumpió las palabras de Viki, quien estaba por decir algo inapropiado.

─Perdón, me acordé de un meme para este momento, no puedo creer que Ana haya logrado conocerlo ─comentó Viki sin poder creerlo.

Los dos chicos corrieron llenos de emoción al auto, al cual rápido subieron porque debían regresar ya a la mansión de los Gómez Quiroga, todos rápido comenzaron a felicitar a Ana por lo que había logrado, ya que no todos tienen tanta suerte para conocer a su ídolo y más recibir un obsequio de su parte y ahora si, por fin, Miguel pudo agradecerle a su primo Josué el no haberse ido de Colmar.

***
Observando fijamente a Josué, quien se encontraba sentado en la orilla de su cama mirando a la nada, Karime se acercó en pasos lentos hasta él y tomó asiento, volteó a verlo y se recargó en sus hombros, rápido se percató de que su hermano estaba llorando, pero no entendía el por qué, si todo había salido como él quería, canceló el viaje porque sintió que era lo correcto, regresó a la mansión porque así lo quiso, nadie lo obligó a hacerlo y aun así, se encontraba triste.

─Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, no te voy a juzgar ─dijo Karime, poniéndose de pie y comenzando a caminar de un lado a otro en la habitación.

─Cuando te diga el por qué cambié de parecer sobre irme, me vas a juzgar ─Josué también se puso de pie y caminó a su baño.

Karime de inmediato se colocó enfrente de él, impidiéndole el paso, ella sabía que no era buena idea dejarlo solo en el baño y menos en el estado en el que está.

─Hablemos, juro que no voy a decir nada, si así lo deseas.

─Está bien ─Josué tomó del brazo a su hermana y la hizo caminar a la cama─. Siéntate porque después te caes de la impresión.

─Creo que estoy imaginando lo que me dirás.

─No me fui, porque a pesar de todo lo malo que me ha hecho, de todo lo que he sufrido con ella, siento que aun la amo y me es difícil olvidarla así de fácil, quería irme para hacerlo… pero en cuanto ella me abrazó supe que estaba cometiendo un error, supe que debo luchar por ella ─los ojos de Josué se encontraban totalmente cristalizados y en un parpadeo, todas esas lagrimas comenzaron a bajar por su rostro─. Siempre seré una mierda y volveré como mosca a la popo.

Distintas cosas pasaban por la mente de Karime en ese momento, sentía que todo el apoyo que le dio a su hermano desde el día en que intentó suicidarse no había valido la pena y no obtuvo el resultado que ella hubiera querido, se puso de pie y caminó a la puerta de la habitación, abriéndola y regresando a mirar a su hermano, quien la mirada con dolor y pesar.

─Prometí no decirte nada respecto a esto, pero ya me cansé de intentar hacerte entrar en razón ─Karime salió de la habitación y cerró la puerta con fuerza.

La chica se recargó en la puerta y se tiró al suelo a llorar, debido a lo mal que se sentía por culpa de su hermano Josué, a quien intentó ayudar a hacer olvidar a Angie, resultando todo un intento inútil.

─Me dijeron que estabas aquí ─Dylan se acercó a Karime y tomó asiento a su lado─. Ven, puedes desahogarte en mis brazos.

Rodeándola en sus brazos, Dylan tan sólo observaba como Karime lloraba, pero sin atreverse a preguntar cuál era el motivo hasta que se tranquilice un poco.

***
Desde que había sucedido lo de Buffy, Cristina no había podido superar que rompió la promesa que le había hecho a Lu de cuidar y mantener a salvo a su mascota hasta que ella pudiera volver y llevarla a Puerto Rico, pero con el tiempo, logró mantener su mente ocupada pensando en las mentiras que diría para que su amiga y prima no se diera cuenta que la mascota había sido robada de su propia casa, hasta que todo eso cambió en el momento en que Dani se le ocurrió decirle a Lu que la perrita estaba perdida y que LyLy llevaba meses mintiéndole, lo que ocasionó una gran pelea entre ambas primas, que hasta el día de hoy no se ha solucionado por completo.

Recostada en la cama, Cristina seguía pensando sobre el paradero de Buffy, como ya se le había hecho costumbre desde que Lu la trató tan mal y rompió todo tipo de comunicación con ella, para su mala suerte, el paradero de la mascota era un misterio para todos, jamás se volvió a saber de ella y es posible que nunca se sepa. De pronto, el iPad de la hija menor de la familia Gómez Quiroga comenzó a sonar, dándose cuenta que era una videollamada por Skype de su prima Lu, quien después de tantos días por fin se comunicaba con ella, oprimiendo el botón de contestar, visualizó de inmediato a Lu frente a ella.

─¡Lu, no sabes lo feliz que me hace esta llamada! ─suspiró Cristina llena de alivio.

─Ni te emociones, te llamo porque mi mami Pao y mi mami Colette me obligan ─rechistó Lu llena de enojo.

La felicidad que había iluminado a la pequeña rápido se esfumó, por un leve momento pensó que Lu llamaba para disculparse por lo sucedido y poder retomar la amistad como antes, pasar las tardes llamando y contándose novedades que suceden en ambos países.

─¡Es broma! ─gritó Lu comenzando a reír─. Llamo para disculparme, eres la mejor prima que nunca supe que necesitaba y me tenía tan mal no poder hablar contigo.

─Ay Lu, claro que te perdono, pero tú también perdóname a mí, nunca fue mi intención perder a Buffy.

─Ya no necesito a Buffy, mira lo que me regalaron mis mamis ─Lu levantó algo y Cristina pudo visualizar un cachorrito─. Quiero que me ayudes a elegir un nombre.

─Le dijimos que puede ponerle Buffy, pero no quiere ─Pao apareció en la llamada, saludando a Cristina.

─Así que decidió arreglar las cosas contigo para que la ayudes a elegir ─ahora Colette se colaba en la llamada.

─No sabes lo mucho que me alegras, Lu ─Cristina limpió algunas lágrimas que resbalaban por sus mejillas─. Claro que te ayudo a poner un nombre.

Las dos chicas comenzaron a gritar de la emoción, ya ambas tenían en mente algunos nombres para postularlos, justo en ese momento, gritos provenientes de la habitación de Dani llegaron hasta el oído de Cristina, quien decidió ponerse audífonos para que su llamada con su prima favorita no se viera interrumpida con una pelea de Dani y Viki.

En la habitación de Dani, ella y Viki se encontraban discutiendo debido a una nueva cancelación para visitar a sus padres se llevaba a cabo por parte de Dani, quien al sentir nervios y pena, decidía cancelar las visitas a casa de su novia a última hora.

─No te entiendo, Dani. Lo has prometido tantas veces, que ya no te creo.

─Perdóname Viki, pero no estoy lista, siento que tus padres me van a odiar o algo ─Dani intentó darle un abrazo a su novia, pero ella de inmediato se separó─. No quiero pelear, dejemos este tema aquí.

─Claro que no, yo siempre soy feliz de venir a tu casa, y ahora yo quiero que conozcas a mi familia y te rehúsas, parece que no me quieres ─Viki agachó la mirada y se dispuso a irse.

─¡No, Viki! Espera ─susurró Dani angustiada.

─Ya dije lo que tenía que decir, es mejor que me vaya para no decir algo que te pueda herir ─Viki abrió la puerta de la habitación y Dani de inmediato la cerró.

Un rostro de sorpresa se apoderó de Viki, quien caminó de nueva cuenta por la habitación, manteniéndose alejada de su novia, con la que se encontraba muy enojada en esos momentos y no quería ni ver.

─No me dejaste salir, di lo que tengas que decir, que tengo que acompañar a Ana a comprar un vestido para el tiktok stars.

─Te amo, nunca dudes de eso ─sonrió Dani angustiada.

─No sé si creerte… por eso, creo que lo mejor será que terminemos, no puedo seguir contigo ─dijo Viki llena de miedo.

─No, no puedes dejarme y menos por una estupidez como esta.

─¿Estupidez es que te pida ir a conocer a mis padres y rechaces siempre? Si para ti lo es, para mí no ─Viki tomó su suéter de la cama de Dani y se dispuso a salir.

─¡Está bien, vete, ya no quiero nada contigo! ─gritó Dani llena del coraje que sentía en ese momento.

Viendo como su ahora ex novia se alejaba por el pasillo, se percató que Karime tocaba la puerta de la habitación de Josué y no recibía ninguna respuesta, ella, Less y Dylan ya se encontraban muy preocupados por lo que sucedía, incluso comenzaban a pensar lo peor.

─Abran paso, voy a derribar la puerta ─dijo Dylan y retrocedió un poco.

Dani y Karime se hicieron a un lado y Dylan hizo lo suyo, golpeó con tanta fuerza la puerta que tumbó la cerradura y la puerta se abrió, de inmediato los cuatro se adentraron a la habitación y vieron algo que jamás, ni en sus sueños, ni en su peor pesadilla se pudieron imaginar, Josué se encontraba colgado del ventilador de techo con una sábana, gotas de sangre caían al suelo indicando que ya llevaba algunas horas así, todo esto en el día que no fue.

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