Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 59 - Una despedida emotiva.

A tan sólo un día de que Josué tenga que partir hacia el internado Alarid, con la compañía de Less por algunos días. La familia Gómez Quiroga le había preparado una despedida emotiva, para que el mellizo pudiera disfrutar la compañía de sus seres queridos antes de alejarse de la ciudad que lo vio nacer y crecer, para aventurarse en un lugar que no conocía en lo absoluto, toda la familia lo apoyaba, a pesar de que a nadie le hubiera gustado que el chico decidiera irse de Colmar por culpa de un amor que lo traicionó dos veces en el pasado, él recibía todo el apoyo incondicional por parte de todos, en especial de Karime, que desde que el mellizo tuvo el incidente con las pastillas, ambos hermanos habían formado un vinculo fuerte, que no tienen con sus otros hermanos.

Es por esto mismo que Karime era la encargada de distraer a Josué en su habitación para que la familia pudiera terminar todos los preparativos pendientes en la sala principal de la mansión. Ambos chicos se encontraban sentados en la cama, mirando la televisión, más específicamente la serie favorita del mellizo.

─Nunca entenderé por qué te gusta esta serie, pero debo admitir que mala no es ─sonrió Karime, desviando su mirada a su hermano, que se encontraba a su lado.

─¿Mala no es? Es demasiado buena, pero no estás lista para esta conversación ─río Josué apagando el televisor y colocándose más cerca de su hermana─. Hablemos de otra cosa.

─¿De qué? ─Karime se puso de pie un poco nerviosa.

Por breves segundos, Karime recordó la mentira que dijeron el día de la fiesta de vecinos, respecto a por qué habían desaparecido casi todo el día y aparecieron por la noche todos llenos de polvo y tierra, además de preocupados y asustados, por lo cual se escudaron diciendo que estuvieron en el parque de la ciudad, algo que sus padres de inmediato creyeron, pero al parecer el mellizo no.

─¿Qué pasó en realidad el día de la fiesta de vecinos?

─Ay Josué, ya lo dije... ─añadió Karime intentando recordar bien la mentira─. Estuvimos en el parque, todo el día.

─No es cierto, no te creo. Ya sabes que puedes confiar en mi ─habló Josué poniéndose de pie de la cama.

─¿Seguro? ─cuestionó Karime dudosa.

─Claro.

─Está bien, lo que pasó fue que fuimos al edificio abandonado y nos perdimos en el interior, duramos un par de horas allí y... Dylan tuvo un accidente, pero ya está mejor.

Josué abrió los ojos con sorpresa, pues no se imaginaba que algo tan grave hubiera pasado ese día, por su mente pasaba una pelea con alguien, pero no que estuvieron perdidos dentro del edificio abandonado. Karime tan sólo sonreía de oreja a oreja, al recordar lo preocupados que estuvieron ese día y ahora sólo sería anécdota graciosa para contar en el futuro.

─No digas nada, lo importante es que nadie murió ─sonrió Karime.

─Dylan casi muere.

─Pero no lo hizo ─susurró Karime, recordando la escena donde encontró a su novio sobre el suelo sucio del edificio y como descubrió que tenia una herida severa en el abdomen─. Ese día creí que se moría, pero gracias a Dios que no fue así.

El mellizo se percató de que los ojos de su hermana se cristalizaron, vio como desvió su mirada hacia otro lado, limpiando las pocas lágrimas que bajaban por su rostro, algo que de inmediato lo preocupó, a él no le gustaba ver triste a ninguna de sus hermanas y haría lo posible por cambiar su rostro, a uno feliz. Poniéndose de pie, caminó hasta su armario y buscó entre su ropa, hasta sacar la cajita que contenía el collar que estuvo a punto de darle a su ex novia.

─¡Ya pueden bajar! ─gritaron desde el piso de abajo, la voz era perteneciente a Juan.

─Vamos, ya fue mucho hablar de nosotros ─sonrió Karime dirigiéndose a la puerta,

─¡Espera!

─¿Qué pasa? No me digas que ya te arrepentiste y no te irás a ese internado en México ─los ojos de Karime se iluminaron.

─No es eso, ya les dije que nada me hará cambiar de parecer ─Josué caminó hasta estar frente a su hermana y le mostró la cajita con el collar─. Quiero darte esto, te lo has ganado por ser la mejor hermana.

─¿En serio? ─cuestionó Karime sin poder creerlo.

─Claro hermana, te lo mereces.

Karime dio media vuelta, para que su hermano le colocara el collar, al hacerlo, ambos salieron de la habitación muy felices, caminando rumbo a las escaleras para ver la despedida emotiva que le habían preparado al mellizo antes de su partida. Desde las escaleras lograban ver lo bien que habían adornado toda la sala principal de la mansión, un enorme cartel hacia presencia, el cual decía: "Aun no te vas y ya te extrañamos, Blue", globos, serpentinas y hasta una piñata se encontraban en el suelo del lugar.

Una enorme felicidad se apoderó del chico al ver lo que su familia le había preparado, en ese momento se sentía tan feliz, hasta que el timbre sonó y vio como Less caminaba a abrir la puerta, dejando ver a Angie, Joaquín, Aarón y Mel al borde de la puerta; la mirada de todos los presentes se dirigió hacia la puerta y la sonrisa que marcaba el rostro de Josué, se esfumó de inmediato.

─¡¿Qué hacen aquí?! ─gritó Less enojada.

─Queríamos despedirnos de Josué, espero puedan entenderlo ─añadió Angie, agachando la mirada.

─No los quere...

─Basta Less, déjalos ─el mellizo interrumpió las palabras de su hermana─. Es el ultimo día que los veo, que se queden.

─¿Estás seguro, Blue? ─preguntó Karime a su lado.

El chico asintió con la cabeza, desviando la mirada a sus padres, quien después de meditarlo medio segundo, accedieron a dejarlos quedarse, por lo que los cuatro chicos se acercaron a Josué y comenzaron a darle un abrazo. Karime tan sólo se mantenía sería, pues no le gustó para nada que su hermano los dejara quedarse, por lo que mejor se alejó de él y caminó hasta el sofá, donde se encontraba Dylan sentado, descansando la herida que tenía en el abdomen.

─¿Cómo sigues? ─le preguntó Karime, dándole un tierno beso en los labios.

─Ahora que estás aquí conmigo ya me siento mejor ─dijo Dylan y le dio un abrazo a su novia─. Ay, espera, no tan fuerte.

─Dylan, te dije que si seguías mal no vinieras.

─¿Y perderme la despedida de mi cuñado favorito? Eso si que no ─sonrió Dylan.

─Si te lastiman o algo, será tu culpa ─comentó Karime recargándose en su hombro.

Mientras Josué intentaba ser lo más amable posible con sus ex amigos, con el apoyo de Less los mantenía a distancia, en la cocina Juan, Candy, Maru, Yadiel y Jazmín se encontraban alistando los vasos de refrescos, platos con pastel y frituras para que los invitados degustaran.

─¿Saben algo? ─cuestionó Jazz mirando a sus padres─. Sigo sin entender por qué Josué hace esto.

─Jazz, ya hablamos de esto, no mencionen nada sobre su decisión, sólo será un semestre ─habló Juan, sirviendo un vaso más de refresco.

─Lo sé, pero irse es como darle la victoria a Angie y eso no está nada bien.

─Amor ─Yadiel rodeó a su novia con sus brazos─. Te estás tomando todo muy personal, vamos, necesitamos tomar aire.

Jazz se dejó llevar por Yadiel y ambos salieron de la cocina, en cuanto a los tres presentes continuaron en lo que estaban, alistar todo para que ya puedan celebrar. Candy tomó la bandeja con platos de pastel y salió a la sala, Maru la bandeja con frituras y Juan la que contenía los vasos con refresco y fueron a colocarlas encima de la mesa en el centro de la sala, de inmediato los presentes tomaron algo de ahí y se alejaron a seguir en lo suyo.

─Me parece que esto no es una despedida, todos andan en su mundo ─Candy miró a sus alrededores─. ¿A dónde se fue Josué?

─Yo voy a buscarlo ─Maru se alejó, en busca de su hijo, pues no era bueno que desapareciera a media celebración de su despedida.

***

En el patio trasero, Yadiel y Jazz se encontraban sentados en la orilla de la piscina, hablando de lo enojada que estaba esta última por la decisión de su hermano de abandonar Colmar, solamente para no tener que ver más a la persona que lo lastimó, algo que para ella era demasiado estúpido, porque demostraba que Angie ganó en deshacerse de Josué.

─Simplemente no puedo creer que sea tan estúpido ─agregó Jazz enojada.

─Jazz, no digas eso... puedes arrepentirte luego de todo lo que estás diciendo.

─No me importa, quisiera decírselo en la cara a ver si entiende ─bufó la chica frunciendo el ceño─. Josué es un estúpido.

La pareja de jóvenes se quedó sorprendida al ver que Josué se acercaba a ellos, era más que evidente que había escuchado todo lo que estaban diciendo respecto a él, no les quedó de otra más que ponerse de pie y mirarse entre sí un poco apenados por lo sucedido y Jazz manteniéndose firme ante sus palabras.

─Si estás esperando una disculpa, te digo que de mi no la vas a obtener... no tengo nada de que disculparme.

─Lo sé, Jazz, te conozco ─sonrió Josué tomando asiento en la orilla de la piscina.

─Yo si me quiero disculpar, Josué ─dijo Yadiel un poco apenado.

─No tienes que hacerlo, seguramente piensas lo mismo que Jazz.

─Claro que no pienso eso... tú tienes todo el derecho de irte si quieres... si ella ganó, no tienes que quedarte a ver cómo es feliz...

─Mejor cállate, lo estás arruinando más ─Jazz interrumpió a su novio.

Josué permaneció en silencio, mientras una pequeña discusión se generaba en la joven pareja detrás de él, observando el agua de la piscina moverse lentamente, manteniendo una sonrisa en el rostro, desvió su mirada a los chicos, quienes al verlo, decidieron parar de discutir de inmediato, quedando ahora ellos en ridículo.

─¿Podrías dejarnos hablar a solas, por favor? ─cuestionó Josué sonriendo.

─Está bien, yo los dejo ─Yadiel se dispuso a dirigirse a la puerta.

─¡Espera Yadiel! Contigo es con quien quiero hablar.

─¿Conmigo? Perdón, creí que con Jazz ─río Yadiel un poco.

─Con Jazmín ya hablé suficiente ─sonrió Josué, echándole una mirada a su hermana para que se fuera del patio y así lo hizo, dejándolos solos─. Ven, toma asiento.

Yadiel se encontraba bastante confundido por lo que pasaba, por lo cual tan sólo permanecía en silencio esperando que el mellizo hable y diga lo que tiene que decir, ya que la situación se estaba tornando un tanto incómoda para ambos chicos.

─¿Qué piensas respecto a mi decisión? Se sincero, por favor ─sonrió Josué, mirando al novio de su hermana fijamente.

─Verás Josué, sabes que en el fondo pienso lo mismo que Jazz, pero también siento que tu decisión te ayudará a entender de mejor manera qué es lo que quieres para tu futuro... que mejor manera de pensar las cosas que estar lejos de casa un tiempo.

─No lo había visto así, tienes un muy buen punto ─la mirada del mellizo de nuevo se fijó en el agua de la piscina─. Me alegra mucho que seas el novio de mi hermana, desde que te conocí, me agradaste, por favor, cuídala y no la lastimes.

─Lastimarla nunca y ya que estamos, también tú me agradas bastante, deseo y espero que cuando vuelvas de tu aventura, aun siga siendo pareja de Jazz, es una chica increíble, no sabes cuánto la amo,

─Y recuerda, no se casen en mi ausencia ─río el mellizo.

─No, claro que no, tú serás el padrino ─ahora Yadiel soltó una carcajada,

─Estaré esperando la invitación.

─Si... deberías regresar dentro, no puede haber una despedida emotiva sin ti ─Yadiel se puso de pie y Josué hizo lo mismo.

Los dos se miraron por algunos segundos, luego, sin pensarlo dos veces se dieron un abrazo rápido y con cariño.

***

Reunidos en la sala principal de la mansión, rodeando a Josué que se encontraba sentado en una silla al centro de todos, quienes tenían un trozo de papel con una frase de despedida que habían escrito para leerla en voz alta a todos los presentes, en especial para el mellizo, el cual es el festejado de la tarde, esperaban indicaciones de Maru para comenzar con la actividad que se le había ocurrido a Less.

─Bueno, antes de comenzar a leer las frases, quiero que todos nos unamos en un abrazo para Josué ─sonrió Maru evitando derramar algunas lágrimas.

Todos los presentes comenzaron a gritar y reunirse en un abrazo en multitud, desde Cristina, Dani, Dylan hasta Jane y sus hijos que también llegaron a despedir al mellizo antes de su gran viaje, acompañándolos en la despedida emotiva que se había preparado con esmero y dedicación.

─¡Ya, basta de tanto abrazo! ─gritó Josué desde el centro de la multitud que se había acumulado en la sala de la mansión.

Los reunidos rápido hicieron lo que el mellizo les indicó, se separaron de él de inmediato, pues comenzaban a sofocarlo con tanto cariño. Al ya estar separados lo suficiente, Josué tomó asiento de nuevo en la silla y esperaba atento a que todos los presentes leyeran las frases que habían preparado para él.

La primera en leer su frase era Yubel, quien caminó hasta estar de frente a la silla y con un poco de nervios abrió el trozo de papel que contenía su frase, luego desvió su mirada hasta el mellizo, quien atento miraba todo.

─Me siento tan afortunado por conocer a alguien como tú que me cuesta decirte adiós ─sonrió Yubel, dándole un fuerte abrazo al mellizo.

─Es una frase muy linda ─dijo Josué, tomando asiento.

─Yo quiero ser la siguiente ─comentó Ana, avanzando desde las escaleras, hasta estar frente a Josué.

─¿Segura? ─le preguntó su hermana Viki sorprendida.

─Si, él me cae muy bien ─sonrió Ana y miró al mellizo─. Decir adiós no siempre es motivo de tristeza. A veces es una señal de que la vida tiene preparadas nuevas y bonitas aventuras... y verás que ese es tu caso.

Un corto abrazo se dio entre ambos y así fueron pasando uno a uno a decir la frase que habían escrito en el papel, Jazz, Yadiel, Juan, Maru, Candy, Jane, Anahí, Cristal, entre otros y los demás se preparaban para su turno. Así fue como Karime se acercó a su hermano favorito, lo miró por algunos segundos y se lanzó a sus brazos, llorando un poco por tener que decirle adiós.

─Si algo me has enseñado, es que todo es posible, hermano. Así que ve y cómete el mundo ─exclamó Karime feliz.

─No se vale, todos tienen frases tan lindas, que ya me están haciendo lagrimear ─Josué talló algunos segundos sus ojos─. Alguien aleje la cebolla, por favor.

Todos los presentes rieron un poco y es que todos se sentían igual que Josué, las frases que habían estado leyendo eran muy emotivas, lo que ocasionaba que esto fuera una despedida emocional, que sin duda alguna todos estaban sintiendo.

─Ahora tú, Dani ─Viki le dio un pequeño empujón a su novia para que avanzara.

─Hola hermano, tú me reemplazarás en el internado Alarid, que vueltas da la vida ─susurró Dani manteniendo una sonrisa en su rostro.

─Así es ─Josué se acercó a darle un fuerte abrazo a su hermana pequeña.

─No soy buena con las frases, hice lo mejor que pude ─Dani río un poco y luego suspiró─. Sí, me apena tu marcha. Pero me enorgullece saber que gente nueva podrá disfrutar de ti.

Las lagrimas no tardaron en bajar por las mejillas enrojecidas del mellizo, se sentía tan querido en ese momento, que por su mente pasaban un montón de cosas, incluso el arrepentirse de ir al internado y quedarse con todos los presentes, tan buenas personas que han llegado a su vida para alegrarla, todo ese pensamiento se esfumó cuando Angie se colocó frente a él, para decir la frase que había preparado.

─Lo último que quería era que llegara este momento de decir adiós. Nuestra relación ha sido la mejor que he tenido, porque me has enseñado muchas cosas. Siempre te recordaré con buen ánimo, a pesar de mi profunda tristeza por dejar lo que tenemos atrás, pero sabes que era inevitable ─recitó Angie, poniendo tanto sentimiento en su frase, que sorprendió a todos los que se encontraban reunidos en la mansión de los Gómez Quiroga.

─No tienes derecho de decir eso ─llegó Less enojada al lugar.

─¿Por qué? Si eso es lo que pienso.

─Porque lo engañaste... pero ya, aléjate para que podamos seguir con las frases ─Less tomó del brazo a Angie y se la llevó para que las frases pudieran continuar, sin permitirle darle un último abrazo al mellizo.

─No llores porque algo haya terminado, sonríe porque ha sucedido ─interrumpió Miguel la pelea que estaba a punto de generarse.

─Gracias, Miguel ─añadió Josué dándole un abrazo.

Más y más frases inundaron los oídos de todos los presentes, todas y cada una de ellas estaba hecha con un cariño especial, que le tenían a Josué, quien sosteniendo al pequeño Matías, esperaba la llegada de las ultimas dos frases, Dylan y Joaquín.

Con ayuda de su novia Karime, Dylan se levantó del sofá donde se encontraba descansando y se dispuso a acercarse al mellizo, quien le entregó el bebé a su madre, viendo como a su cuñado se le dificultaba llegar hasta allá, por lo que se puso de pie y caminó el al sofá.

─Gracias ─dijo Dylan, colocándose frente al chico─. Este sitio no será lo mismo sin ti, pero mantendremos tu recuerdo vivo.

Los dos se unieron en un cálido abrazo, cuidando de no lastimar la herida en recuperación que tenia Dylan; justo en ese momento se acercó Joaquín a decir su frase, para terminar la actividad que les llevó toda la tarde realizar.

─Los verdaderos amigos nunca se dicen "Adiós" se dicen "Hasta pronto" ─comentó Joaquín, limpiando algunas lagrimas de su rostro─. No sabes lo mucho que te voy a extrañar.

Un abrazo entre ambos se llevó a cabo y como era la última frase que tenían por escuchar, todos comenzaron a acercarse para reunirse en un gran abrazo, igualmente como pudo, Dylan se unió, dando por terminada la despedida emotiva que prepararon para el mellizo que en tan sólo un día parte hacia una nueva aventura.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro