Autor: Acosta Luciano

En el poblado de un país desconocido todos los meses de Octubre se festeja con júbilo el festival del valiente Yohan y al finalizar cada festival la historia de su origen es contada.

En años pasados y meses de antaño en el poblado desde Agosto y Septiembre sufre de varias neblinas en todo tiempo, para los niños eran tiempos de amargura pues para los juegos no existia disfrute por miedo de los padres de salir lastimados todos los jóvenes vivían con mirada baja estos meses menos uno, un jovencito que vivía con su padre un carpintero y inventor, el joven Yohan era su hijo muchacho tímido a otros y de muy reducidos amigos amaba estos meses porque podía estar en su hogar y jugar con las linternas que su padre hacía, dichas linternas eran con forma de calabaza huecas y talladas con una vela en el interior que proyectaban una terrorífica cara, pues su padre las inventó en el mes de su cumpleaños Octubre, con la presencia de la niebla rumores circulaban entre los niños el más popular era uno que decía si al salir desde 2 y 5 de la mañana solo y siendo un niño de la niebla surgirán grandes figuras como gigantes que al verte te sujetarán y desde muy alto te arrojarán, ese rumor llegó a oídos de todos los niños incluso a los de Yohan, ya en la madrugada de otro día a la hora del rumor Yohan se despertó no para comprobar la veracidad del rumor sino por el sonar de pasos afuera de su casa asomó su visión a la ventana más cercana y vio a un grupo de 3 niños caminando e hablando, intrigado bajo silenciosamente las escaleras y aunque muerto de miedo salió a la calle sin antes llevar consigo una de las linternas, después de un rato de seguir al grupo desde las sombras se detuvieron en la plaza central donde al pasar de minutos 4 grandes figuras hechas de la niebla surgieron, los presentes estaban asustados por qué si el rumor era real sus vidas estaban en peligro intentaron huir pero por la niebla y la oscuridad era imposible ver, Yohan también quiso huir pero su corazón lo obligaba a ayudar, así que prendió su linterna y apuntó a la dirección de los demás proyectando la escalofriante silueta que generaba la linterna una vez prendida entonces por obra talvez de un milagro las figuras, los gigantes retrocedieron asustados logrando así salvarse, desde ese día y los siguientes Yohan salía todas las noches en busca de niños que en desfortunio se encontrarán con los gigantes y para conmemorar su valentía la siguiente generación del pueblo crearon en su honor un festival en el mes de su cumpleaños.
                                Fin