A Evan se le había hecho tarde para la primera prueba, así que iba corriendo al campo de Quidditch guiándose por los gritos de emoción y terror.

"Espero y todavía no haya pasado"

Se repetía mentalmente, cuando llego vio como Cedric alzaba triunfante el huevo de oro que había logrado robar al dragón y salía del estadio.

—Y ahora la cuarta participante ¡Valentina Wilder!—habló Dumbledore y todos los de Hogwarts comenzaron a gritar mostrando su apoyo a la niña

La niña apareció en la entrada del lugar y avanzó por el lado derecho sin dejar de visualizar el huevo que había a unos metros de ella, iba bajando por las rocas, pero su dragón apareció detrás de ella.

—¡Corre Val!—grito Evan y como si lo hubiera escuchado, la niña comenzó a correr lo más rápido que podía esquivando las bolas de fuego que el dragón le lanzaba, después de varios metros logró esconderse detrás de una roca que se ubicaba debajo de donde estaba Evan

De repente una cabeza se asomó por el gorro de la chamarra de Valentina y ahí Evan soltó el aire que había acumulado en sus pulmones.

—Vamos, ve el huevo. —vio como Valentina le decía algo al escarbato pero este no le hacía caso por mirar el brillante huevo que estaba cerca

El escarbato la miro y sin más se echó a correr hacia el huevo sin importarle que un dragón gigante estuviera ahí.

—¡Un escarbato ha entrado al estadio!—se escuchó a Dumbledore, Valentina salió de su escondite para llamar la atención del dragón que estaba a dos pasos de comerse al escarbato

Le lanzó una roca y comenzó a perseguirla, pero la cola de dragón logró golpear a la niña lanzándola hacia la pared del estadio, para su buena suerte logró recuperarse. Evan noto que el escarbato brincaba en su lugar para mostrar que tenía el huevo.

—¡Glacius!—grito Valentina y de su varita salió un potente rayo azul que cubrió al dragón

Luego corrió hacía donde estaba el escarbato y lo alzó dando por terminada la prueba. Todos comenzaron a festejar que lo había logrado, mientras tanto a Evan le dieron cinco paros cardíacos.

—¡Su atención por favor!—habló nuevamente Dumbledore—. Ya que en las reglas no prohíbe nada sobre los escarbatos, el reto de la señorita Wilder es aceptado

Evan sonrió al ver la emoción de la niña, al parecer si podría lograr ganar el torneo. Satisfecho porque su idea fue un completo éxito, salió del campo sin esperar a que finalizará. Llegó a su sala común y comenzó a escribir:

Logró completar el retó, ella está bien.

-E

Le dio el sobre a la lechuza para que se lo entregará a su amigo, escucho varios gritos y celebraciones así que bajó a la sala viendo como levantaban a Harry felices de que un Gryffindor haya completado el retó y sin morir en el intento.