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03

Hoseok.

Las fiestas de de los inversionistas eran gramurosas, como secretario personal yo tenía que ir como acompañante de Jungkook. Miraba a mi alrededor en ocasiones tratando de buscar puertas por donde irme. Pero lo buscaba a él.

Habíamos llegado hace al menos cinco meses, llenos de trabajo, de inversiones nuevas, noticias, novedades pero en sí mucho trabajo.

Jungkook vivíamos en una casa en las a fueras de Seúl. Teníamos que levantarnos temprano. Pero era agradable no vivir cerca del tráfico.  En todo ese tiempo vivíamos como si fueramos pareja. Y aveces eso era el título de alguna revista amarillista. No había visto a ninguno de los chicos en algunas fiestas. Por ello me encontraba nervioso después de que Jungkook me avisara que ellos se encontrarían allí.

Taehyung y Jimin habían empezado a tener citas hasta el día de hoy tener una relación estable. Llore mucho en los brazos de mi hermano, pero no me había rendido. Ellos querían ser felices, quien era yo para meterme en una relación más estable que mi autoestima.

Jimin era un omega bello, con labios abultados, unos ojos de ciervo y una voz dulce. Sí Jimin era un buen omega.

Yo era todo lo contrario. Probablemente hubiera sido un alfa. Pero no me molesta ser omega.

El olor a café y galletas de vainilla me hizo apretar el antebrazo de Jungkook con fuerza. El hablaba con un inversor. Mi mirada se despego del señor Han para mirar a Taehyung. Con Jimin sosteniendo su antebrazo.

"No, no, nuestro alfa".

Detrás de ellos Jin, Namjoon, Vante y Yoongi. Entonces regrese mi vista a Jungkook quien ya les estaba regalando una de sus sonrisas más sinceras.

-Chicos.- solté su brazo y con cada uno le dio una abrazo, a Jimin le regalo una sonrisa. Pero el solo me miraba a mí.

-Hola Hoseok.-la voz de Vante me llevo a verlo, me regalaba una sonrisa. Le contesté con la misma sinceridad. Ya era todo un hombre, aun seguía teniendo el cabello rojo. Mientras que Taehyung tenía el cabello negro y un poco más largo. Dejaba ver su cabello más ondulado.

-Hola.- levante mi mano de forma de saludo. Justo como pedí a los dioses de la luna, Hania la secretaria del señor Han y organizadora del evento llegó hasta mí.

Y una alfa.

-Hoseok necesitamos tu ayuda.- me sostuvo por mi codo mirandome en forma de suplica. Fue entonces que se dio cuenta que a mi lado se encontraban los amigos de Jungkook. Seguí su mirada para darme cuenta que Taehyung miraba sus manos en mi codo. Todo lo contrario que esperaba de su reacción. Me tomo con firmeza y alzó su mirada hacia él.

-Señor Jeon, ¿puedo ir ayudar?.

-Claro, cuando nos vayamos te busco.

Sonreí, me incline en forma de respeto -Con permiso.

Seguí a Hania hasta la cocina y esta era como un huracán. Todos chocaban con todos y unos cuantos dejaban platos rotos.

-¡Alto!.- grite. Un mundo de ojos me miraron -Tú, tú y tú, ordenen los platos rotos.

Y mi noche avanzo dando órdenes en la cocina.

...

Hania me abrazo con fuerza una vez todos los invitados estuvieron en el comedor principal. Me di el lujo de no meterme. Mi presencia no era necesaria en ese lugar y tener que ver a Taehyung cuidando de Jimin me hacia sentir enfermo.

-Dios mío, que bueno que estabas aquí yo no hubiera podido con todo este rollo a pesar de que tuve que organizarlo yo.

-No es nada, a mi me gusta ayudarte.- le sonreí mientras le regresaba el abrazo.

-De que me sirve ser alfa, si no puedo hacer algo tan sencillo.- dijo la mujer mientras me soltaba y se dejaba caer en uno de los sillones.

Negue con una sonrisa y tome una copa de champán que dejo algún mesero y la alcé -Ire a la terraza.-

Camine con ella en mi mano, jugando con el liquido. Cuando llegue me recargue en el admirando el gran patio trasero del hotel Hang. Era sorprendente lo hermoso que era. La gran fuente de ángeles en el medio de este solo hacía que que se viera como la realeza.

-Hoseok.- Mi cuerpo se tenso y mientras miraba a mi espalda trague lo último de mi líquido. La mirada fría de mi padre me hizo recordarme que yo solo era un niño. Y un omega.

-Padre.

-Me alegra verte, te haz vuelto más hermoso.-

Claro, le recordaba a mi madre. La pobre señora que engatuso, humilló y arrebato a su pequeño hijo. Él que también me humilló, me jodio mentalmente y también...

-El gusto no es mío, con permiso.- pase por su costado tratando de ni tocarlo.

Me tomo por el codo una vez pase las puertas de vidrio. Lo mire desconcertado, y tuve que alzar mi vista por lo alto que era. -Sigues siendo un dolor de culo Hoseok.-

-Y usted sigue siendo un bastardo, pero no soy quien para ir diciéndolo. Ahora le pido el favor de soltar mi brazo.- forcejeo y hago una mueca cuando apreta más su agarre en mi brazo.

-Le pido el favor de soltarle el brazo a Hoseok, señor Jung.- la voz neutra de Taehyung erizó los vellos de mi piel.

-Pero mira quien esta aquí.- mire su sonrisa de crueldad, las mismas que me daba cuando era pequeño y me jalo con fuerza hasta quedar enfrente de Taehyung -Que grande te has vuelto Taehyung, no como el diminuto de mi hijo omega.-

Mire con el ceño fruncido a mi padre y quise golpearlo, realmente quería, las burbujas de mis palabrotas iban brotando por mi garganta. -Hoseok no es diminuto, el puede hacer muchas cosas y es bueno haciéndolo.- mire enfrente ahora a los dos hermanos gemelos. Vante miro la mano que sostenia aun con fuerza mi brazo.

-Aun después de cuatro años siguen detrás de sus estúpidos huesos.- Me miro a mí y acerco su boca a mi oreja. No lo mire, mis ojos estaban en los dos hombres enfrente mío volviéndose borrosos por contener las lágrimas que amenazaban por salir de mis ojos. -Eres igual a tu madre.- susurro.

-Igual de hermoso, tanto que si me da la gana puedo tener cachorros con quien quiera y la mitad de tu herencia seria mía.- le susurre entre dientes.

-Tú...

-Suelta a Hoseok, padre.-

Cuando la voz de Jungkook resono por el pasillo lujoso mi omega y yo sentimos el alivio recorrer mi cuerpo. En un parpadeo mire de cerca el piso. Sin las manos de Vante en mi cintura yo hubiera estado contando los hilos de la alfombra.

-¡Que grande estas Jungkook!.- escuche. Quería largarme a llorar y lo iba hacer, me aleje maldiciendo en voz baja hasta entrar al primer baño que encontré. Abrí el grifo y me eche agua, necesitaba con urgencia un abrazó o mis brazos iban a dolerme. Empecé a sentir como mi pecho se cerraba y mi respiración se volvía cada vez más errática. Mis lágrimas se confundían con las gotas que me escurrian de la cara. Trataba de respirar pero me dolia el pecho y a mi mente llegaron los recuerdos llenos de terror.

Estaba teniendo un ataque de pánico junto con mi ansiedad.

Me deje caer sosteniendo con fuerza el lavamanos, me arrastré hasta uno de los cubículos imporandome poco que fuera un baño, ni siquiera cerre por completo. Mire mis piernas y enpuñe mis manos y quise dar el primer golpe.

Estaba apunto de hacer algo que prometí nunca volver hacer y más grandes eran mis ganas de castigarme. No era justo nada de esto. Las miradas de asco, de mi padre, abuelo materno, las miradas de asco de mí mismo.

Esto ya no me atormentaba pero recordar cuando me golpeaba solo por gusto me daba más terror.

Y entonces unos brazos me rodearon y a lejanía escuchaba una voz que cada vez más se volvía cercana.

-Sshhuu Hoseok, esta bien, esta bien...- Iba y regresaba del lugar oscuro, no sabía quien me apretaba con tanta posesividad, con tanto desespero. -Yo estoy aquí, tranquilo. Prometiste no volver hacerlo.-

Y entonces mi omega levanto las orejas. Mi vista regreso poco a poco y mi respiración se iba volviendo más tranquila. El olor a café con galletas de vainilla inundó mis fosas nasales y me di cuenta que además de eso las fermonas estaban esparcidas por todo el baño. Tanto que me mareo un poco.

Sorbo mi nariz y cuando quiero separarme me doy cuenta que estamos en la entrada del baño, en el suelo. Y estoy en su regazo acostado en sus piernas y mi cabeza en su pecho, mientras el me sostenia con fuerza.

Mire entonces su saco, y había una enorme mancha de agua. De mis lágrimas.

-¡oh dios mío!, ¡lo siento tanto!.-trate de alejarme ahora con más desesperación.

-Hoseok es algo que se puede lavar, no tienes que preocuparte.- mire hacia su dirección. El también me estaba observando. ¿Que se supone que debía hacer?.

Era un hombre con una relación, nisiquiera era cercano a mí. Joder, ¿cómo se actúa cuando tu exs te ayuda con tu ataque de pánico?.

"Un gracias Hoseok".

Hice una mueca y agrege aún con cierta desconfianza -Supongo que... ¿gracias?.-

Me miro algunos segundos antes de asenyir con rigidez -Arriba.-

Claro. No éramos nada. "No te hagas ilusiones idiota".

Me levante de su regazo, de nuevo mareando por las fermonas sueltas. Me sostuvo por el codo y después de unos segundos me soltó como si le fuera a contagiar algo. Dándome una mirada mordaz.

¿Yo era su problema?, no le pedí que me ayudara. Que se joda.

Me gustaría no sentirme con asco incluso de mi mismo en estos momentos pero no podía, simplemente lo ignore y me lave nuevamente la cara. La puerta del baño se abrió y un camarero entró, no avanzo mucho cuando las grandes fermonas lo rodearon, se tapo la nariz y su vista viajo de mí hasta Taehyung quien se mantenía mirándolo.

-Ho... El señor Jeon me envió a ver si te encontrabas bien... esta en la última parte del evento.-

Suspire con fuerza -Sí estoy bien... voy a retirarme antes.- me tome la frente, aparentemente había llorado muy fuerte por el dolor de cabeza que se me avecinaba. -Podrías por favor llamar un taxi por mí.- lo mire suplicante aún ignorando la presencia de Taehyung.

Pero el hombre parecía como si no le gustara que lo ignoraran.

-No va hacer necesario lo voy a llevar yo, ya te puedes retirar.- la manera en que lo pronunció dejó en claro que no quería respuesta. Ninguna queja.

El camarero se fue antes de darme una mirada de lastima. ¡Gracias Taehyung! por dejarme sin como ir a casa.

-Oye, no hace falta que me lleves, puedo irme a casa sólo.- dije mientras salia rodando los ojos.

-No, no puedes. Te estás mareando y te aseguro que el llanto te hizo doler la cabeza.- escuche detrás de mí.

-¡Por qué estás soltando fermonas, carajo!.-

Camine ignorando sus pisadas detrás de mí. Cuando salí por la puerta principal suspire el aire contaminado. Era mucho mejor que el de Taehyung.

"NO ES VERDAD".

Me sobresalto cuando me toma de la mano y nos guía hasta el estacionamiento. Un encargado nos mira levemente con el ceño fruncido pero no dice nada cuando Taehyung le pide las llaves de su carro.

Nos guía hasta allí nuevamente, nos detuvimos en la puerta del conductor

-Entra.-

-Oye, no quiero ser grosero, realmente estoy agradecido con que me hayas salvado, pero estoy seguro de tu novio no va estar feliz con que me lleves a casa.-

-Entra al auto Hoseok.

-No voy a entrar, se ve mal Taehyung.-

-Cuando mierda te a importado lo que la gente piensa de ti.-

Lo mire algunos segundos pensando mi contraataque, la respuesta es "Siempre". Aunque no quisiera decirlo abiertamente.

-Te lo vuelvo a decir se ve mal. Suficiente tengo con que digan que Jungkook y yo somo algo más que hermanos, como para que me llamen zorra por meterme en el noviazgo del año.- le cerre la puerta en la cara y di media vuelta para comenzar a caminar hacia la salida nuevamente.

No me detuvo.

Y lo agradecía a dios.

Pero mi omega no.

Y yo tampoco.

¿Por que mi corazón sigue siendo tuyo?

Unas cuadras más adelante unos brazos me rodearon la cintura  y lo siguiente que mire fue el trasero de Taehyung que tenia un costoso traje. No llevaba su saco. Solo traía su camisa blanca de vestir con las mangas hacia arriba.

-Sigues siendo idiota Hoseok.-

-¡Bájame, por la diosa luna!, ¡Taehyung!.- grite lleno de vergüenza. Mire como algunas personas a lo lejos se reían de nosotros y una pareja de ancianos cercano a nosotros dijo algo "Así era como uno reclama a su omega no las payasadas de ahora".

¡¿Perdón?!.

-¡¿Qué miran?!, Vuelves a mirar el trasero de mi omega y te voy a despedazar Mocoso.- me quede quieto y aprete su camisa cuando utilizo su voz de mando. Mire como unos estudiantes salían corriendo en dirección contraria a nosotros.

Abrió la puerta su carro y me bajo con cuidado -Entra.-

Chille y patee el suelo y luego entre al auto.

Me puse el cinturón de seguridad de mala gana cuando el entró al asiento de copiloto. -Callé.-

-Tengo tantas ganas de golpearte. Vas por la principal y luego a la calle 72. Es todo recto hasta salir.

Arranco el carro y gruño, me hice más pequeño en mi lugar mirando los locales -¿Pensabas ir caminando kilómetros tu sólo?, de verdad que eres un id...

-Joder, ya entendí que soy un idiota, ahora cállate, me duele la cabeza.

De camino, el silencio nos lleno, no podría decir que era incómodo por que yo no me sentía de esa forma.

-Supe que fuiste el mejor de tu clase... en Nueva York.

Mire en su dirección pero el solo miraba a la calle. Su perfil me dejó sacando baba. El hombre llevaba su camisa blanca, su mano izquierda tomaba el volante y la derecha la palanca. Su cabello alborotado.

Y mi omega suspiro enamorado. Mire de nuevo hacia el frente tratando de pasar mi saliva. Pero me fue difícil cuando su olor comenzó a estar por el carro.

-Sí... se medio bien la contabilidad.- susurre.

-¿Por que te fuiste?.-

Y la pregunta del millón.

-No tengo por que responder a tu pregunta.- dije mientras alcanzaba a ver la casa que compartía con Jungkook. -Es ahí.- estire mi dedo señalando la pequeña casa. Para mí sorpresa se detuvo.

-Hoseok...

Me quite con desesperación el cinturón de seguridad y agrege con una mueca -Gracias por trarme a casa.-

Bajé corriendo y cuando abrí el portón me tono de la mano deteniendo mi escape -¿Que crees que estás haciendo?.- le pregunté.

-Te deje ir dos veces. Esta vez no lo voy hacer.-

Me solte de su mano. Y me aleje de él con los ojos abiertos.

-¿Taehyung?.

-Soy un imbecil.

-¿Perdón?.- dije con asombro, el cerro el portón y tomo las llaves y dio un paso hacía mí.

-Siempre me haz fascinado Hoseok, desde tu hermoso cuerpo hasta tu personalidad.-

T-Taehyung estas asustandome.- pronuncié mientras retrocedía. Me podía sentir como una presa siendo acechado por su depredador.

-Me ponía celoso tan solo de verte con Vante, luego mirar que eras tan cercano a Jungkook. Sí, lo admito soy un completo imbecil por hacer suposiciones estúpidas, te hice daño. Jungkook tuvo que patear mi ego.-

Lo mire horrorizado, ¿que demonio le sucedía a este hombre? Justo cuando no tengo a Jungkook cerca. La puerta principal me asusto y cerre los ojos por el susto y cuando los abrí Taehyung estaba a una mano de distancia de mí.

Una jodida mano.

-No me contó todo. Por que él que lo tiene que hacer eres tu Hoseok.- me tomo mis mejillas con sus enormes manos y continuó -Te amo Jung Hoseok.-

Me beso. Eso selló nuestra noche y lo que sucedería más adelante.

....

Bro, a su escritora le gusta dejarlos en el mejor momento de la novela xD. Bye.

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