En el silencio pesado de la noche, mientras el resto de la Mansión Umbrella permanecía sumida en la oscuridad, Reginald Hargreeves trabajaba con precisión fría, su rostro imperturbable. La luz tenue de los monitores iluminaba su expresión dura y calculadora. Para él, no era una cuestión de ética, sino de necesidad.

—Pogo, ¿todos están listos? —preguntó, sin apartar la mirada de los controles frente a él.

El primate, con la tristeza reflejada en sus ojos, asintió solemnemente.

—Sí, amo. Todos están conectados. Puede proceder.

Reginald asintió con satisfacción, ajustando los últimos parámetros en la consola. Sus dedos largos y huesudos se movieron con precisión quirúrgica.

—¿Y Grace? ¿La configuraste como te ordené?

Pogo vaciló apenas un instante antes de responder, su voz cargada de un peso que no podía ignorar.

—Sí, amo. Está programada para que recuerde únicamente que Ben y Número Cinco murieron en una misión. Nada más.

Un destello de aprobación cruzó los ojos de Reginald.

—Excelente. —Se puso de pie y se dirigió a la sala de vigilancia. Desde allí, las cámaras mostraban a sus hijos dormidos, cada uno con esos dispositivos adheridos a sus frentes, conectados a una máquina que él había perfeccionado durante años. Aquellos "chupones" que originalmente habían sido diseñados para monitorear el desarrollo de sus habilidades ahora servirían a un propósito más oscuro.

Borrar. Reescribir.

Todo debía ser corregido. La verdad era un lujo que no podía permitirse.

—Comencemos —ordenó con voz firme.

Pogo ajustó un último comando antes de mirar a su amo. Aunque obedecía, no podía evitar sentir que estaban cruzando una línea que jamás podría ser deshecha.

Uno a uno, los monitores comenzaron a registrar las alteraciones. Imágenes borradas, recuerdos fragmentados, cicatrices emocionales sustituidas por una mentira cuidadosamente tejida: Ben y Cinco habían muerto heroicamente en una misión. No había más dolor, no había más preguntas. Solo una falsa aceptación.

Reginald observaba, inmutable, mientras las líneas de datos en los monitores confirmaban que el proceso estaba funcionando.

—Por el bien de su propósito —murmuró, más para sí mismo que para Pogo—. Esto es necesario.

Pogo no respondió. Su corazón se hundía con cada segundo que pasaba, consciente de que, aunque Reginald pudiera controlar sus mentes, jamás podría borrar la verdad de lo que realmente había hecho.

Al día siguiente todos despertaron como si faltara algo en su memoria y lo único que recordaban era que vieron a Ben muerto y a Cinco penas llegaron al lugar donde los habían dejado

Era un día nevado la familia Hargreeves salía al patio con sus paraguas en el medio estaba el ataúd solo de Ben y a lado había solo una urna con cenizas. Todos se pusieron alrededor del ataúd y de la urna.

¿Dónde estaba el cuerpo de Cinco?, se preguntaba número ocho pero no dijo nada.

Vanya lloraba en silencio viendo al medio, Klaus tenía la mirada perdida y su semblante era triste, Diego tenía rasgos de llorar y al ver al ataúd se quedo pretificado con las ganas de llorar de nuevo, Allison estaba llorando sus lágrimas espesas bajaban por sus mejillas, Luther también estaba llorando pero intento mantenerse fuerte y ____ lloraba intentando controlarse para que sus poderes salgan a flote.

El ataúd de Ben tenía como un escudo que tenía como tentáculos y su foto en el medio del escudo. Pogo, Grace llegaron y de pusieron en orden y la urna de número Cinco tenía un reloj y su foto.

—Si padre esta listo para la elegía, niños —Pogo habló serio y el padre de los jóvenes llegó.

—Individuos con la fuerza suficiente —Allison y Luther se miraron, la morena ya estaba llorando con anterioridad pero al escuchar las palabras reconfortantes de su padre empezó a llorar más junto con el rubio que bajo la cabeza y empezó a sollozar pero en silencio— Para realizar hazañas gigantescas...para enfrentar la adversidad con un valor imperturbable —número dos tenía la mirada un poco baja mirando al ataúd de su hermano y a lado la urna del otro.

—Qué no dudan en sacrificar sus vidas —número cuatro no están drogado pero si estaba en silencio al igual que del día de ayer.

Mientras que Vanya lloraba amargamente mirando a su padre con cólera, ella sabía la exigencia que les ponía su padre. Ocho miraba al suelo y trataba de mantener su ataque de ansiedad que se aproxima a gran velocidad, jugaba con su mano abriendo y cerrando mientras que las lágrimas caían en su pecho.

—Lamento decir que ninguno de ustedes es de ese modo —hablo tajante, Klaus negaba con lágrimas y solo miraba al centro.

—A pesar de los años de entrenamiento y de las semanas de preparación —Diego miró a su padre ofendido, le dolía la muerte de ambos si pero más era la frustración que sentía en su pecho al escuchar a Reginald— ¡Dejaron morir a número seis y número cinco en esta misión! —todos habían mezclado el dolor con la frustración, llorando no solo por la pena si no por la cólera que burbujeaba en el interior aunque algunos disimulaban bien.

—¡No fue nuestra culpa! —levantó la voz la morena por primera vez en su vida, su pecho subía y bajaba mientras las lágrimas se empezaron a secar en sus mejillas.

—Escusas no las necesito —hablo tajante y miro serio a su hija que ella simplemente volvió a su posición original, Luther miró a su padre pero no dijo nada.

—La academia Umbrella le falló a dos de los suyos —miró a todos analizando a cada uno— Y las consecuencias de este hecho son nefastas —todos lloraban o otros escondían su dolor mirando al suelo o al medio— Recuerden este sentimiento niños, dejan que calen hondo en sus corazones niños —Allison, Ocho y Vanya lloraban sin ningún detinimiento— Para que jamás vuelva a repetirse —miró serio otra vez a todos— El entrenamiento de hoy queda cancelado por respeto a su hermano Ben y nunca más quiero que mencionen a Cinco a partir de este momento la existencia de uno de los gemelos será borrada de acá, tendrá un funeral digno si pero a partir de lo demás nunca más quiero oír su nombre —recalcó la palabra nunca con una voz severa, Ocho miro con odio a su padre como podría hacer eso— El que creía qué era más sensato de todos me decepcionó, es por eso la razón de mi decisión ni una palabra más —miró a Ocho serio— Y más tú, es una orden clara olvídate de la existencia de él

—De vuelta al entrenamiento, mañana seguiremos a las 6 am —habló serio para irse con Grace y Pogo todos los jóvenes se quedaron ahí.

Se escuchaban sollozos junto como sorbian la nariz, la nieve seguía cayendo y eso hacia que el escenario fuera más deprimente.

—No fue culpa de nadie —dijo Vanya al ver a sus hermanos mal y recibió una mala mirada de Diego.

—Cómo lo sabes Vanya, no estuviste en la misión —respondió y miro mal a esta qué hablo y ella lo miró para luego ella saliera de ahí llorando y caminando rápido.

—Bien dicho idiota —recrimino  Luther molesto a Diego.

—Todos pensábamos eso —dijo para defenderse de lo que lo estaban acusando.

—Ahora piensas Diego, que novedad —habló molesta Allison mirando también a Diego.

—Vete al carajo —soltó para salir de ahí molesto.

—Papá tiene razón debimos hacer más, esto no tenía que pasar —dijo Luther para salir junto con Allison siendo seguido por Ocho que miro por última vez al centro.

—Perdonen —murmuró y se fue corriendo llorando a su habitación.

Klaus fue el único que se quedó en el patio, cerro su paraguas y se fue a la glorieta más cercana que había en el patio de fondo se apreciaba la pelea entre Allison, Luther y Diego

—Sabes que no tienes razón, siempre es así —se escucho la voz de Luther.

—Siempre lo mismo Diego —la otra voz se unió y era de Allison.

—Siempre es el mimo dilema —recrimino a ambos la voz de Diego.

—Malditos idiotas —hablo Klaus molesto y empezó a prepararse mentalmente mientras sacudia las manos.

Cerró ambas manos en puño para hacer fuerza, una luz azul desprendió sus manos aunque no era muy llamativa, seguía dando todo de si hasta invocar a los espíritus de sus hermanos pero escuchó la voz de Ben.

—Klaus —dejo de utilizar su poder y volteo a ver a su hermano.

El lo miró de arriba hacia bajo sin poder creerlo pero faltaba alguien, miró a su alrededor pero no estaba Cinco.

—Oye ¿dónde estoy? —pregunto mientras se agarraba el mismo su cuerpo y miraba a Klaus.

—Volviste al mundo de los vivos —mencionó Klaus y este sonrió leve— Desde que tu y Cinco murieron todo se fue al carajo —Klaus abría una botellita donde tenía licor, están nervioso— La familia está mal, en especial ella —tomó un trago y Ben miraba hacia la puerta qué llevaba dentro de su casa.

—Oye yo —titubeo nervioso— Tengo que volver —señaló al vacío.

—No porque —dijo rápidamente— Acabas de llegar

—Lo sé pero hay una luz, Cinco la cruzó antes y yo no pude porque me llamaste.

—Me estas diciendo que Cinco nunca más estará con nosotros —dijo Klaus y vio la habitación de su hermana.

—Si —hablo Ben— Lo siento por ella, me duele verla así pero necesito to ir a la luz —dijo Ben suplicante.

—Piénsalo no le hagas lo mismo que Cinco —pidió Klaus con lastima— Ella no está bien y no lo estará.

—Pero ella no me va a haber —respondió obvio.

—Pero al menos estarás aquí —pidió con dolor en su mirada.

—Me dijieron que tenía que entrar a la luz, Cinco lo hizo no lo pensó —dijo Ben mirando a Klaus con simpleza.

—En la luz no te preocupes puedes entrar cuando quieras — se escuso Klaus claramente estaba mintiendo para que el no se vaya.

—¿Estás seguro? —pregunto dudando de la palabra de su hermano.

—Si 200% —sonrió tratando de convencerlo— Creeme Benerino soy experto en muertos —habló todavía con la sonríes y Ben inseguro desvío la mirada— Oye queires verme orinar en el tanque de gasolina —hablo Klaus y Ben sonrió.

—Si claro —asintió y vio la pulsera de su muñeca de la mitad del yin-yang.

—Vámonos —ambos se fueron y Klaus paso por a lado de la urna de Cinco y el ataúd de Ben.

___ se encontraba en su habitación llorando, había tomado la pastillas y su cabeza empezó a dar vueltas.

Ella se paró con dificultad de su cama directamente a su escritorio y sacó una navaja, su mirada fue a la foto que tenía en una estantería de ella con Ben, Five y Cinco en una sesión de fotos para promocionar artículos de la academia había perdido a tres personas importantes.

Miró al baño y empezó a llenar la bañera hasta el tope, poco a poco se fue quitando todas las prendas de su uniforme y se quedo solo con la ropa interior, se hundió en la bañera hasta que la agua le cubriera la nariz.

—Soy una maldita patética débil —miró con cólera su reflejo en el agua— No pude defender a nadie, ni a mi misma —recordó a esos tres— Siempre me defendieron que voy a hacer sin ustedes ¿eh? —empezó a llorar —Tengo miedo.. —empezó a llorar más tarde y la navaja de acercó a su muñeca, sus ojos se cerraron y solo sintió como su otra mano paso la hoja filuda por su muñeca, el ardor del corte se sintió y bajó su muñeca qué botaba sangre por montones, su mira empezó a nublar y no era solo por las lágrimas.

El agua se teñia de rojo y su mirada era perdida y vacía.

—Mejor es morir, ambos están muertos y lo más probable es que Five también lo este —murmuró sin fuerza para que esta cayera en un vacío de oscuridad y soledad.

____ Sammy Hargreeves me duele, es el personaje más inestable y que le pasan varias cosas