Horas más tarde, Ben entró en la habitación de ___. La encontró frente al espejo, aplicándose un labial con movimientos lentos, casi ausentes, como si su mente estuviera en otro lugar.

—___, ¿qué pasó ahora? —preguntó Ben con voz seria, cerrando la puerta tras de sí. Su mirada era intensa, pero también preocupada—. ¿Acaso te volvió a decir algo? —Se refería, claramente, a Five—. Tienes que decirme la verdad, por favor.

Ella pausó, bajando el labial y mirándose al espejo, evitando encontrarse con los ojos de Ben reflejados detrás de ella.

—No pasó nada —murmuró finalmente, pero su voz era demasiado baja, demasiado quebrada como para resultar convincente.

Ben frunció el ceño y dio un paso adelante.

—No me mientas, te conozco mejor que nadie, y esa no es la cara de alguien que está bien. —Se cruzó de brazos, esperando, como si su silencio pudiera obligarla a hablar.

___ suspiró y se giró hacia él, apoyándose contra el borde del tocador.

—No me dijo nada, Ben —respondió con un tono cansado—. Pero no creo que necesite hacerlo, su mirada… su forma de evitarme… es suficiente para saber que todavía me odia.

—Él no te odia —dijo Ben rápidamente, pero incluso él sabía que sonaba como una excusa débil.

—Sí, sí lo hace —replicó, su voz temblando—. Y, ¿sabes qué? Creo que me lo merezco, lastimé a los dos, jugué con sus sentimientos y arruiné todo.

Ben negó con la cabeza y se acercó, poniendo una mano en su hombro.

—No fue tu intención —trato de pensar las palabras adecuadas y se mordió el labio en el proceso— Tomaste decisiones equivocadas, sí, pero no por maldad. No te castigues tanto, ¿de acuerdo? Five tiene que lidiar con sus propias emociones, pero eso no significa que tú tengas que cargar con toda la culpa.

Ella lo miró, sus ojos brillando con lágrimas no derramadas.

—Sin embargo, la curiosidad de Cinco esta aumentando y no va a tardar en saber la verdad y tu sabes de lo que es capaz de hacer —mordió su mejilla, tratando de no sonar tan alarmante—y la forma en que Five va a responder a su hermano va a ser muy detonante.

—Espero y lo que digas sea falso Ben yo no soportaría una pelea así —ella bajó la cabeza y negó.

Días después...

La mayoría estaba en la sala menos Cinco y Klaus lo cual era extraño; sin embargo nadie se preocupaba de su ausencia no podía traer algo malo pero en eso que todos estaban en su mundo, Cinco bajo las escaleras echó una furia y lo que hizo fue darle un puñetazo a Five su gemelo que estaba tomando una limonada con Allison la cual está al ver jadeo

—Por tu maldita culpa ella lloraba, qué no puedes aceptar que ella me escogió a mi —dijo muy enojado y en eso ___ empezó a temblar por la escena.

—Y si, no se perder Cinco, ella te escogió —sonrió— bien por ella pero que se sepan todos que la odio con toda mi alma por arruinar nuestra hermandad y todo lo que éramos

—Paren los dos inmediatamente —exigió Luther el número uno.

—Todo lo que dije es cierto y no me arrepiento de nada —Five lo reto y Cinco le dio otro golpe y así fue como ambos empezaron a pelear.

El caos se desató rápidamente en la sala. Cinco y Five estaban completamente absorbidos por su furia mutua, golpeándose con intensidad. Los gritos y el sonido de los puñetazos retumbaban en las paredes. ___, completamente devastada, observaba la pelea entre los dos hermanos, incapaz de hacer nada más que llorar. Su mundo se desmoronaba ante sus ojos, y la rabia de ambos la envolvía, dejándola sin aliento.

Klaus, al ver la situación, intentó detenerla antes de que ___ pudiera lanzarse al medio de la pelea. Él la detuvo con firmeza, sujetándola de los brazos mientras ella forcejeaba para soltarse. Su rostro estaba lleno de lágrimas y frustración, su voz rota al gritar.

—¡Eres un traidor, Klaus! Si no hubieras dicho nada, no hubiera pasado esto... —sollozó, pero Klaus la miró con una mezcla de impotencia y cansancio, sacudiendo la cabeza.

—___, no es tan simple —dijo, con voz rasposa, mientras la soltaba, ya molesto y derrotado.

Al ver que su intento de separar a los gemelos había fracasado, Ben y Diego se acercaron a Cinco con rapidez, cada uno sujetándolo por los brazos, tratando de alejarlo de Five, que se mantenía desafiante. Diego, con un rostro de enojo contenida, intentaba calmar la situación, mientras Ben le susurraba algo al oído a Cinco para calmarlo.

Por otro lado, Klaus y Luther, aunque igualmente molestos por lo ocurrido, se acercaron a Five para asegurarse de que no continuara con la pelea. Luther, con su usual autoridad, le lanzó una mirada fulminante.

—¡Basta ya! —exigió Luther, poniendo fin a los golpes—. Esto no tiene sentido. ¡Deténganse, los dos!

Las chicas no sabían qué hacer. Vanya observaba con decepción y cólera, mirando a ___ con un resentimiento evidente. La situación había escalado a un punto donde las relaciones entre ellos ya no serían las mismas, y no sabía si podría perdonar lo que acababa de presenciar.

Allison, aunque igualmente conmocionada, trató de consolar a ___, quien no podía dejar de llorar, sumida en la desesperación. Ella la abrazó con fuerza, tratando de calmarla mientras sus propios ojos brillaban por la angustia.

—No tienes la culpa, ___ —le susurró Allison, con voz suave, aunque su corazón también estaba roto. Ver cómo sus dos hermanos se peleaban por ella era algo que nunca pensó que sucedería.

___ sollozaba en los brazos de Allison, sintiendo cómo la tensión de la sala aumentaba aún más.

—Me largo de aquí — Five empujó a su gemelo y salió de ahí.

En el almuerzo...

El silencio y escuchar a un señor de un disco de vinilo que había colocado a mamá era lo único que se escuchaba en el almuerzo pero esta vez sería diferente muy diferente.

Y ese silencio de los adolescentes fue interrumpido por la clavada de un cuchillo en la mesa por parte de Five la vista de todos se dirigió para el, que miraban con asombro y preocupación la escena.

—Quiero viajar en el tiempo —dijo con la mandíbula tensa y agarrando el cuchillo clavado.

—No —se limitó a decir su padre, en eso el cerebro de la morena trabajaba a mil por hora, todo encajaba el libro, las ecuaciones, su actitud, el lo estaba planeando todo desde hace tiempo.

—Five no —le dijo con los labios la morena pero el no hizo caso.

—Estoy listo —se levantó de su asiento— Practique los saltos espaciales como me dijiste —se teletransporto a lado de su padre.

—Vez estoy listo —le dijo nuevamente a su padre, algunos de sus hermanos seguían comiendo mientras que otros miraban la situación con demasiada atención.

—No —dice seriamente— No lo estás —recalca nuevamente su padre— Si algo sale mal podrías quedar varado incluso tener efectos negativos para tu mente, la soledad le hace cosas extrañas a la mente que no te voy a explicar ahora.

El desvío la mirada a la mesa y en eso vio como Allison y Vanya negaban pero su mirada se apartó a la chica que tenía su corazón por más que el y ella se hayan lastimado mutuamente, ella negaba igual que las demás pero volvió hablar.

—No tengo miedo —miró a su padre.

—No es cuestión de tener miedo Five ahora siéntate y guarda silencio —su padre dejó de comer y lo miró seriamente— Siéntate

El apretó su mandíbula y se dio la vuelta para la dirección de la puerta principal, todos ahora si prestaban la atención debida y sin esperar mucho o pensarlo Five salió corriendo todas se levantaron en especial ___ pero fue detenida por Ben ya que dos de sus otros hermanos ya habían ido tras el. Los minutos pasaban y era un constante recordatorio de lo que había pasado, los dos chicos habían regresado y hablaron primero con su padre.

—Luther, Cinco digan algo —ellos simplemente bajaron la cabeza tras el pedido de Allison— ¿Dónde está Five?

—No lo pudimos detener, llegamos tarde el ya había utilizado su poder —habló Cinco tratando de no llorar.

—Y no podías utilizar tus poderes —reclamó la morena apuntó de llorar.

—Sus poderes se bloquearon, aparte si lo hubiera seguido las consecuencias serían el doble de trágicas y ambos podían correr el mismo destino —hablo Luther seriamente.

Ocho no podía creerlo simplemente salió de ese lugar, la situación la asfixciaba lentamente dejándola sin aire y sin tardar mucho el clima empezó a responder era su poder que estaba vez no estaba bajo los efectos de las pastillas, se empezó a nublar y sobre todo tronar.

Ben al darse cuenta de eso negó y se quedo parado, la lluvia y el viento estaban descontrolados las emociones de su mejor amiga estaban totalmente descontroladas.

—No puedo concentrarme con esos truenos —dijo Luther muy serio y molesto— Alguien de téngala

—Luther no hables, guarda silencio —dijo Diego demasiado molesto— Tu jo sabes como se siente de verdad

—¿Y tú si sabes? —Luther lo empujó para atrás pero ambos se detuvieron.

___ estaba fuera de sí, completamente absorbida por el torbellino de emociones que se desataban dentro de ella. El viento aullaba a su alrededor, como si fuera la manifestación física de su propio dolor. La lluvia golpeaba el suelo con fuerza, como si el cielo también compartiera su angustia. La conexión con Five, que alguna vez había sido tan intensa, se estaba desmoronando, y eso la devastaba.

Ben observaba desde la puerta, sin atreverse a acercarse. Sabía lo que significaba para ella todo esto. Cada parte de su ser quería correr hacia ella, abrazarla, calmarla, pero también entendía que necesitaba espacio, que lo que estaba pasando era algo que ni él ni nadie más podían detener. Al final, todo dependía de ella y de lo que decidiera hacer con lo que había sucedido.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, ___ se detuvo. La lluvia había dejado de caer con la misma furia y el viento se había calmado, pero la tormenta en su interior seguía igual de feroz. Volvió la vista hacia el grupo que se encontraba reunido en la sala, todos observándola con preocupación. Vanya, con los ojos llenos de decepción, no pudo evitar mirarla con dureza, mientras que Allison, aunque preocupada, trataba de ofrecerle algo de consuelo, un gesto de apoyo.

—___, ¿estás bien? —preguntó Klaus, con voz baja, sabiendo que sus palabras probablemente no aliviarían nada, pero sintiendo la necesidad de romper el silencio.

___ no respondió inmediatamente. En cambio, su mirada se desvió hacia la ventana, observando las nubes que se dispersaban lentamente. No había palabras que pudieran describir lo que sentía. Sin embargo, de alguna forma, sabía que tenía que tomar una decisión, porque no podía seguir atrapada en ese dolor.

—Lo perdí... —murmuró, casi en un susurro, pero todos en la sala escucharon claramente. —Lo perdí porque no supe cómo manejar esto. No supe cómo manejar a Five, cómo manejar mis propios sentimientos, ni cómo detener todo esto antes de que se convirtiera en un caos.

Cinco, que estaba sentado en una silla en un rincón, levantó la mirada hacia ella. Su expresión era una mezcla de ira y preocupación. Sabía que no podía culparla por todo lo que había pasado, pero también sentía que la situación los había llevado a este punto sin que ninguno de ellos pudiera hacer nada.

—No fue solo tu culpa —dijo Cinco, su voz dura. —No es solo tu culpa que todo haya terminado así. Todos hemos sido responsables de lo que está pasando. Yo también he fallado. Pero no sé si podamos arreglarlo... —hizo una pausa, mirando a ___ con una mezcla de rabia y tristeza—. Y no sé si debería intentarlo.

Cinco, en ese momento, parecía más vulnerable que nunca. Su fachada de dureza se desmoronaba ante la gravedad de la situación. ___ notó eso, y por un instante, la ira que sentía se desvaneció, reemplazada por una sensación de impotencia y tristeza compartida.

Luther, que había permanecido en silencio hasta entonces, se acercó lentamente a ___ y le habló en voz baja, aunque su tono era autoritario.

—___, esto no se va a arreglar con palabras ni con rabia. Necesitas entender lo que significa para todos nosotros, lo que está en juego. No solo Five, no solo tú, sino todos nosotros como familia. Si no lo haces, esto nos destruirá a todos.

___ no dijo nada. En su lugar, comenzó a caminar hacia la puerta. Todos la miraron, sin saber exactamente qué iba a hacer, pero sintiendo que esta decisión sería crucial. Sabía que no podía quedarse ahí, atrapada en la tormenta, ni podía seguir ignorando el hecho de que Five había tomado una decisión que no podría deshacer.

Al abrir la puerta, ___ se detuvo un momento, como si estuviera buscando las palabras correctas.

—Voy a buscarlo. No sé qué sucederá, pero no puedo quedarme aquí sin hacer nada.

Ben la miró, sin decir una palabra, pero sus ojos transmitían todo lo que no podía expresar. Sin pensarlo dos veces, caminó hacia ella, y sin dudarlo, la abrazó con fuerza. Sabía que la tormenta de ___ todavía no había pasado, pero también sabía que si alguien podía ayudarla a encontrar algo de paz en todo esto, era ella misma.

—Te voy a acompañar —dijo Ben con firmeza.

___ asintió, agradecida, aunque no lo dijo en voz alta. Sabía que él también estaba luchando con su propio dolor, pero su apoyo era algo que necesitaba más que nunca.

Así, sin más palabras, ambos salieron al exterior, mientras dentro de la casa, los demás se quedaron en silencio, mirando cómo los dos se alejaban. El futuro era incierto, pero uno de ellos al menos había decidido tomar el control de su destino, por más doloroso que fuera.

Vamos que el se fue sin hacer caso a nadie, no lo pudieron detener.

Ahora que pasará con todos en la academia, cada vez esa familia se desmorona, cada uno lidia con su dolor.

Bye